Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

martes, 15 de enero de 2013

"La vida desnuda" Rosa Montero





NOMENCLATURAS

(...) Y así andamos, haciendo el más colosal de los ridículos. Referirse a la pareja como mi compañero o mi compañera no funciona: tiene un regusto a vieja militancia, a pretencioso. Qué decir de la tontuna de mi novio, de la excesiva intrepidez de mi amante, del insustancial mi rollo. Utilizar mi chico o mi chica es de una panfilez rayana en el guateque. Condenados como estamos a la perplejidad semántica, en nuestra desesperación echamos mano de los recursos más disparatados y triviales: el mío, el tuyo, el que te dije, ella, él, el interfecto... O, en el colmo de la ineptitud, usamos larguísimas frases del tipo de el tío éste con el que estoy enrollada o la mujer con la que estoy viviendo, lo cual es un verdadero desperdicio de tiempo y energías.

Nombrar es una manera de poseer. Al nombrar el mundo nos hacemos dueños de él y lo ordenamos en la medida de lo posible, que es poco. Es decir, que lo tenemos fatal. Si no sabemos nombrar al otro es que tampoco sabemos estar. Padecemos una vaguedad sustancial y sustantiva: desconocemos el contenido que pretendemos del otro y hemos olvidado por dónde pasa la frontera de nuestros propios límites. O sea, un lío. Pero no hay que desesperarse. La Real Academia ha tardado toda su existencia en admitir una palabra como coño, que es tan sencillita y descriptiva. Bien podemos nosotros emplear nuestra vida en algo tan delicado como inventar una nomenclatura sentimental y nuevas costumbres afectivas.

Pág 128
La vida desnuda
Rosa Montero

lunes, 14 de enero de 2013

"Somos lo que jugamos"



Me gustó mucho este letrero en esta tienda de juguetes: "Somos lo que jugamos". Da que pensar ¿Verdad? La tienda se llama "Lobo feliz", que tampoco está nada mal.

Me gustan las tiendas con sabor infantil, ya sean de juguetes o de lo que sean. Os traigo hoy para nuestro álbum particular de nombres de tiendas una selección con aire infantil, en ella han tenido cabida las tiendas de juguetes, los lugares de ocio, las tiendas de ropa, los lugares académicos e incluso las librerias y ¡hasta las peluquerías!. Muy bien elegidos sus nombres. Echad un vistazo.

Espero que os guste.
















sábado, 12 de enero de 2013

"Las sesiones"



"¿Qué pasa cuando dos personas conectan?"
"Puede quedarse en amor y atracción o puedes complicarte la vida..." 





Me ha encantado esta película. Me ha encantado.



viernes, 11 de enero de 2013

Javier Cercas "Las leyes de la frontera"




Entre los últimos libros que he leído en el 2012 está la última novela de Javier Cercas "Las leyes de la Frontera". Me ha gustado mucho, no he podido dejar de leerla en cuánto tenía un momento, hasta que la terminé.

Me gusta la forma de narrar de este autor, ya lo he comentado en otras ocasiones. Y esta vez he confirmado mi opinión. 

Es una historia que me atrapó desde el primer momento, una historia muy realista, que arranca ambientada en los años 70 y que luego continúa unos treinta años más con la historia de los personajes a lo largo del tiempo. Se desarrolla en la ciudad de Girona. Cuando la leía me recordaba mucho a cómo era mi barrio cuando yo tenía diez u once años, los protagonistas de la novela son mayores que yo, pero yo todavía me acuerdo de unos billares que había frente a mi casa (que yo solo podía atisbar desde fuera porque claro no tenía edad para entrar...), pero que debían ser muy parecidos a los que salen en la novela, oscuros, cutres, con el olor a tabaco bien incrustado en todos los rincones. Creo que está muy bien ambientada la novela porque a mi no me costaba nada imaginar esos ambientes de barrio, de billares, de chavales, de quinquis adolescentes...

Es una historia amarga, dura a veces, pero también casi romántica en otros momentos debido a la relación amorosa entre dos de los personajes.

Aunque lo cierto es que el argumento es la relación entre tres personajes, tres adolescentes de la zona más suburbial de esa Girona de los 70: el Zarco, un quinqui atracador de bancos que tiene su momento de esplendor en los años 70 y primeros 80 y luego termina toxicómano de carcel en carcel; el Gafitas, un estudiante apocado que se acerca al Zarco en su adolescencia y luego, cuarentones ambos, vuelve a reencontrarlo como abogado, y Tere, la joven que está entre uno y otro, muy independiente, guapa y misteriosa siempre.

Los personajes están muy bien perfilados, muy realistas. 

Lo más curioso de este libro es la forma de narrar que ha buscado el autor para contar la historia. Porque está en forma de entrevistas. Cuatro entrevistas. Lo van contando algunos de sus personajes (el Gafitas, el director de la carcel y un policía) cuando les entrevistan para escribir un libro sobre el Zarco, uno de los personajes principales. Luego entonces siempre nos encontramos ante un narrador testigo, aunque éste varíe. Claro como nunca las entrevistas se las hicieron al Zarco o a Tere, sino que de los tres personajes solo habla el Gafitas, pues siempre conocemos su punto de vista. Es una visión subjetiva que se intenta contrastar de alguna forma con las demás entrevistas, para extraer algo más objetivo. Aunque nunca se sabe hasta que punto se consigue. Por eso mismo también Tere, la protagonista femenina, es un personaje muy misterioso hasta el final de la novela, nunca sabemos bien lo que piensa, sino solo que el Gafitas cuenta.

En una novela que intenta reflexionar sobre aquella generación de quinquis que hubo entre los setenta y los ochenta en España, en muchas de sus ciudades. Reflexiona sobre su destino. Aunque también de alguna forma aborda el tema de los medios sociales, de lo que pueden influir o no.También subyace el tema de los mitos, claro. En fin... muchas cosas, habla de muchas cosas.

Me ha gustado mucho.

He encontrado en algunas entrevistas que se le hicieron al autor cuando se publicó la novela el pasado otoño dónde nació la inspiración para que se decidiera a escribir esta historia. Os lo dejo por si os apetece saber más de ella:

“Poco después de la publicación de Anatomía de un instante –continúa– apareció el libro de Carles Monguilod Vint-i-cinc anys i un dia. Monguilod es un abogado a quien yo conocía, y en la obra rememora sus vivencias como abogado de Juan Moreno Cuenca, el Vaquilla, que de joven había pasado una temporada en los albergues, y ya de mayor en la cárcel de Girona. Me impactó mucho”.
La lectura coincidió con su visita a la exposición del CCCB barcelonés Quinquis de los 80. En ella se revisaba la producción cultural que acompañó a esta explosión de delincuencia lumpen, protagonizada a menudo por menores de edad (el Jaro, el Trompetilla, el Fittipaldi, el Mini) que realizaban golpes audaces. A ellos se consagraron las películas de José Antonio de la Loma (Perros callejeros I, II y III), Eloy de la Iglesia o Carlos Saura… “Por primera vez en mi vida encontré en un museo una exposición que hablaba de mí mismo, de mi propia experiencia. Allí vi maquinas del millón, carteles de películas, carátulas de discos de Los Chichos o Los Chunguitos que formaban parte de mi adolescencia. Al final había una sala con grandes retratos en blanco y negro de muchachos de aquella época. Todos estaban muertos. Y me pregunté: ‘¿Cómo es que yo no soy uno de ellos?’. Esta es la verdadera pregunta que está en el origen de mi novela”.


jueves, 10 de enero de 2013

La letra cursiva - origen y aplicaciones



 Hace tiempo que leí la historia del origen de la letra cursiva, que tanto utilizamos. ¿Sabiáis vosotros que existe desde el siglo XV? Vamos, de ayer es la fecha...

Me pareció muy interesante conocer su historia y ya de paso dar un repaso a cuándo y dónde la debemos utilizar, que a veces una duda de estas cosillas...

Os dejo la información, espero que también os resulte curioso.



En el siglo XV, el impresor y editor Aldo Manuzio (1449-1515), impresor en Venecia, decidió abandonar las ediciones de los clásicos en lujosos libros en folio y editarlos en cómodos volúmenes en octavo, precursores de los actuales de bolsillo. Para lograrlo ideó un carácter de imprenta que ahorrara espacio sin perder legibilidad, y lo encontró en la letra cursiva, inspirada en la escritura inclinada de los monjes. Con ese tipo de letra, llamada también "aldina", por el nombre de pila de su creador, y que los ingleses llamaron "itálica", editó las obras de Virgilio.

Las cursivas en el sentido técnico se pueden emplear en:

Títulos de libros, obras de arte (composiciones musicales), películas, obras de teatro, programas de televisión y periódicos.
El cuadro de Las meninas, originalmente…
Términos técnicos o de reciente aparición:
Tiene una gran importancia el cd-rom, sin él sería imposible…
Definiciones dentro de una oración:
Su nombre en hebreo significa paz.
Nombres de barcos y aeronaves:
La Santa María, no era…El trasbordador espacial Challenger.
Letras individuales que se refieren a las letras mismas:
La letra T siempre necesita interletrado.
Géneros y especies:
Es el ejemplo más antiguo de homo sapiens.


 Fuentes:

http://www.muyinteresante.es/iquien-invento-la-letra-cursiva?utm_source=twitter&utm_medium=socialoomph&utm_campaign=muy-interesante-twitter32

http://cosassencillas.wordpress.com/2007/08/03/cuando-utilizar-las-letras-cursivas/



Navarro Beloqui - Coma Cero




MADRE

Tuviste la cara atrapada en un golpe
una boca disuelta en la mente
y el brazo en lucha constante con el viento.

Navarro Beloqui


CRESPÚSCULO

A veces apetece lanzarse al vacío y estrellar
el pensamiento contra algo llanamente sólido.

Navarro Beloqui



La plaquette es una publicación de tamaño pequeño que se usa principalmente para difundir obras literarias de corta extensión tales como poemas o cuentos como anticipo de un libro o para difundir textos inéditos que por su extensión no alcanzan para un formato superior. 

 Dentro de este tipo de publicaciones el escritor y periodista Navarro Beloqui el pasado mes de septiembre presentó el 'El sitio', en un original formato, pues venía dentro de una lata de anchoas. Un objeto de coleccionista con el que demostró que la calidad no está relacionada con la cantidad o el número de páginas. 

Y ahora ha presentado la plaquette "Coma Cero", Ediciones Tantín. Y yo le estoy muy agradecida por haberse acordado de mí y regalármela.


martes, 8 de enero de 2013

Gil de Biedma. Tal día cómo hoy moría...







Resolución

Resolución de ser feliz

por encima de todo, contra todos

y contra mí, de nuevo-

-por encima de todo, ser feliz-

vuelvo a tomar esa resolución.




Pero más que el propósito de enmienda

dura el dolor del corazón.



Gil de Biedma
 




No volveré a ser joven

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

"Poemas póstumos" 1968

Hoy es el aniversario de la muerte de Gil de Biedma. A mí los poemas de este poeta me gustan mucho. 

Hay una entrada en este blog, de cuando fui al teatro a ver "Las rosas de papel" interpretado por Pep Munné sobre textos de Gil de Biedma, que me encantó. Os invito a que la echeis un vistazo, estuvo muy bien, la verdad.


Cómo me ha gustado también este artículo que os dejo...



Gil de Biedma, la conversación sigue

Por: | 08 de enero de 2013
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Jaime Gil de Biedma retratado por Bernardo Pérez en Madrid en 1982.

Todo lector guarda con los escritores que marcaron su vida una relación extraña: agradece mentalmente lo que han escrito, se enfada con ellos cuando cree que resbalan, se pregunta qué pensarán de esto o de lo otro, los echa de menos cuando faltan… Tal día como hoy, el 8 de enero de 1990, moría Jaime Gil de Biedma, que en el verso final de "Pandémica y celeste", uno de los grandes poemas de amor de la literatura española, había pedido morir "como dicen que mueren los que han amado mucho". Tenía 60 años, uno menos que su amigo Carlos Barral, muerto semanas antes, el 12 de diciembre de 1989. Un invierno feroz.
Cuando desaparecen, los escritores –como las almas para los creyentes- suelen pasar una temporada en el purgatorio. El purgatorio literario, no obstante, no está a medio camino del cielo y del infierno sino entre las librerías y la universidad. Hay autores cuya memoria queda en manos de los estudiosos. La de otros, sin embargo, queda bajo la protección de los lectores, convencidos de que lo que escribió alguien a quien no conocieron personalmente también habla de sus propias vidas. Es el caso de Jaime Gil de Biedma, un poeta de una trascendencia mucho mayor que el volumen que ocupa en una estantería su escasa obra publicada: tres libros de poemas, uno de ensayos y un diario, a los que habría que añadir traducciones y centenares de cartas.

Inteligente, culto, tierno y  mordaz. Así es por escrito Gil de Biedma. En él la conciencia de estar escribiendo –el juego de hacer versos- no se transforma –al menos en los poemas- ni en altivez ni en alarde, por más que no esté al alcance de cualquiera escribir una sextina que funcione y que además diga que de todas las historias de la Historia sin duda la más triste es la de España… porque termina mal.

Los poemas de Jaime Gil de Biedma, se ha dicho otras veces, tienen el tono de la mejor conversación. No es, pues, extraño, que sus lectores no hayan dejado de hablar con él. Y de él. De ahí que su figura no haya dejado de generar biografías, correspondencias, películas, polémicas… Los poetas mueren; los poemas, no. Y ya se sabe que él siempre dijo que no habría querido ser poeta sino poema. Lo es desde hace hoy 13 años.

Cuenta Miguel Dalmau en su biografía que cuatro días después de la muerte de Jaime Gil de Biedma, varios amigos suyos –entre ellos Juan Marsé, que cumple años el 8 de enero- llevaron sus cenizas a La Nava de la Asunción, en Segovia, uno de sus refugios, ese lugar que, sin haber estado, sus lectores conocen a la perfección. El solar de la casa familiar estaba ocupado por “el esqueleto de un edificio de pisos en construcción”. Hoy, sigue el biógrafo, una lápida de granito recoge siete versos del poema que abre sus antologías: “Pero callad. / Quiero deciros algo”. Y sigue. El poema se llama "Amistad a lo largo". Una buena definición de la extraña relación que todo lector guarda con los autores que, sin que ellos lo supieran, marcaron para siempre su vida.

AMISTAD A LO LARGO

Pasan lentos los días
y muchas veces estuvimos solos.
Pero luego hay momentos felices
para dejarse ser en amistad.

                               Mirad:
somos nosotros.

Un destino condujo diestramente
las horas, y brotó la compañía.
Llegaban noches. Al amor de ellas
nosotros encendíamos palabras,
las palabras que luego abandonamos
para subir a más:
empezamos a ser los compañeros
que se conocen
por encima de la voz o de la seña.
Ahora sí. Pueden alzarse
las gentiles palabras
-ésas que ya no dicen cosas-,
flotar ligeramente sobre el aire;
porque estamos nosotros enzarzados
en mundo, sarmentosos
de historia acumulada,
y está la compañía que formamos plena,
frondosa de presencias.
Detrás de cada uno
vela su casa, el campo, la distancia.

Pero callad.
Quiero deciros algo.
Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.
A veces, al hablar, alguno olvida
su brazo sobre el mío,
y yo aunque esté callado doy las gracias,
porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.
Quiero deciros cómo trajimos
nuestras vidas aquí, para contarlas.
Largamente, los unos con los otros
en el rincón hablamos, tantos meses!
que nos sabemos bien, y en el recuerdo
el júbilo es igual a la tristeza.
Para nosotros el dolor es tierno.

Ay el tiempo! Ya todo se comprende.

Gil de Biedma