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lunes, 11 de octubre de 2010

Jurando en arameo, una frase hecha que cobra vida tras mi viaje por Siria





En este viaje que he hecho por Siria y Jordania, visitamos la ciudad de Maalula, una ciudad cristiana situada al noroeste de Damasco, que presenta la peculiaridad de ser una de las últimas poblaciones que hablan arameo. Es una ciudad con unas vistas preciosas, con casas de color arena y color azul dispuestas en toda la bajada de la montaña, la podeis ver en las fotos.




Pero lo que os quería contar es que en esta ciudad visitamos el Monasterio de San Sergio y el Convento de Santa Tecla (Takla). Y en el Monasterio tuvimos la suerte, además de ver el altar cristiano y los iconos, de escuchar el padrenuestro recitado en arameo. Muy curioso, la verdad, porque yo, al menos, tenía la sensación de estar viviendo algo con muchísima historia, siglos de historia, algo que probablemente no volvería a escuchar.

Claro, podeis imaginaros que con esta afición a las palabras, rápidamente a uno le viene a la mente la expresión: "Jurar en arameo". Era inevitable.

He buscado el origen de esta expresión y he encontrado varias versiones sobre su origen, y aunque todas ellas se basan en la lengua aramea y el cristianismo, unos lo achacan a las falsas conversiones de los judios españoles cuando la expulsión de los Reyes Católicos, y otros al hecho de renegar del cristianismo en la lengua que directamente hablaría Jesús... Supongo que habrá aún más versiones. Os dejo aquí con varias definiciones de la expresión, así como la explicación de uno y otro sobre el origen.

Según el diccionario de http://www.elpais.com/diccionarios/castellano/jurar

Jurar en arameo

5 LOCUCIÓN
Maldecir o decir palabras soeces e insultantes.

Según la web también dedicada a la Lengua "Español sin fronteras" el origen de la expresión sería: http://www.espanolsinfronteras.com/LenguaCastellana/RD05-DichosyfrasesJ.htm#Jurar_en_hebreo_(en_arameo)

Jurar en hebreo (en arameo):
Decir palabras malsonantes. Blasfemar. Despotricar. Mos­trar enfado de manera ostensible. Imagínate, se me estropeo el coche en una carretera desierta, no había teléfono, no pasa­ba nadie... Estuve tres o cuatro horas jurando en hebreo, hasta que llegó un coche. Los judíos españoles fueron obligados por los Reyes Católicos a convertirse al cristianismo si no querían ser expulsados. Muchos de ellos hicieron falsas conversiones con el fin de quedarse en el país y, cuando juraban, renegaban al mismo tiempo del juramento en su lengua hebrea. De ahí la expresión. El arameo se toma como símbolo de una lengua incomprensible y lejana, tan incomprensible como las palabras de quien suelta un improperio tras otro a causa de su enfado.


Aún a riesgo de hacer una entrada extensa, quería deciros que investigando este tema he encontrado en internet una conferencia del Prof. Dr. D. Carlos Alonso Fontela, del Depto de Estudios Hebreos y Arameos. Facultad de Filología U.C.M./ Aula A-20. Día: 26.06.04. 11,30 horas.  http://www.ucm.es/info/hebrea/Conferencia.Carlos.htm muy, muy interesante. Os copio aquí algunas de las informaciones que da. Y os dejo también el vínculo por si queréis profundizar más porque la verdad es que es bastante exhaustiva.

Os transcribo entonces parte de esa conferencia:

"El uso del latín se podría justificar porque era la lengua del ejército romano, la lengua del derecho romano y la lengua de la inscripción de Cesarea  de Poncio Pilatos, prefecto de Judea ( ...[Po]ntius Pilatus [Praef]ectus Iuda[ea]e) entre los años 26-36 d.C.

El arameo, también llamado caldeo y siríaco o siriaco por los autores greco-romanos, es la mejor denominación (por ser la más antigua, la más autóctona y la más precisa) para una lengua semítica que se difundió extraordinariamente, ya desde finales del segundo milenio antes de Cristo, con motivo de la expansión y los sucesivos asentamientos de diversas tribus nómadas o semi-nómadas arameo-hablantes, que ocuparon tierras cultivables que en la actualidad corresponderían a partes de Iraq, zona sur de Turquía, Siria, norte de Israel y parte de Jordania.

La penetración del arameo en Judea, y con más razón en Galilea, en tiempos de Jesús, el Cristo o Mesías de los cristianos, es bien conocida ya desde antiguo. El historiador judío Flavio Josefo (s. I d.C.), autor de la Guerra de los Judíos, dice que antes de la versión griega había escrito esta obra “en mi lengua materna para los bárbaros de las regiones superiores...". De las palabras de Josefo se desprende que esa “lengua materna” no podía ser el hebreo sino el arameo, y además un buen arameo literario, común al público culto de los numerosos pueblos, naciones y lenguas citados.

Por esta razón se piensa que la lengua materna de Jesús (Jesu Muttersprache) sería el arameo, y esta creencia alcanzó tal popularidad que ha llegado a ser muy corriente en español la expresión de “jurar en arameo”, que en origen sería muy irreverente, pues se trataría de jurar en la acepción de “echar votos y reniegos”, o sea blasfemar, con el agravante de hacerlo en arameo para que la blasfemia llegase más directamente al interesado, en este caso a Jesucristo, Segunda Persona de la Santísima Trinidad de acuerdo con el misterio fundamental de la fe cristiana.





Aunque no tiene nada que ver con la expresión "Jurando en arameo" y solo a  modo de curiosidad os dejo también con esta foto que hice en Maalula de una matrícula de un coche. Como vereis debajo de la matrícula hay dibujado un pez, pues bien, el guía Yasser (nuestro guía en Siria) nos contó que ese dibujo del pez lo ponen en sus coches los que son cristianos, para reconocerse entre ellos.

lunes, 27 de septiembre de 2010

"No hay tu tía" o "No hay tutía"



 Supongo que todos a estas alturas alguna vez habreis oído la expresión "No hay tu tía" con el significado de no hay remedio o no hay solución. ¿No os habéis preguntado nunca de donde podría venir?

Yo sí, por eso he investigado un poco y he encontrado  varios lugares donde se explica, entre ellos he escogido un artículo de Ramón Solsona publicado en La Vanguardia en agosto de este año:


PALABRAS VIAJERAS: NO HAY TUTÍA

24/08/2010
Tutía, escrito todo junto. No se refiere a ninguna tía ni a ningún otro pariente. Bien mirado, eso de la tía es extraño, porque jamás decimos 'no hay tu suegra', 'no hay tu cuñada' o 'no hay tu primo'.

Pero ¿qué diablos es la tutía? Si lo buscan en los diccionarios, lo más probable es que les diga que se trata de un óxido de cinc, lo cual no explica satisfactoriamente la expresión. Pero si tenemos en cuenta que la tutía o atutía se utilizaba para fabricar colirios y ungüentos que llegaron a ser casi una panacea para curarlo todo, entendemos que se diga «no hay tutía» cuando algo no tiene remedio o cuando alguien se ve en un atolladero.

 Ya veis resulta que viene de un ungüento, un colirio o un medicamento, la tutía o tuthía, lo he encontrado escrito de ambas formas y parece ser que era de origen arabe attuttiya.

Por otra parte en el blog de Lengua Española de Alberto Bustos, se explica como se ha llegado de la expresión "No hay tutía" a la de "No hay tu tía". Ha sido como ocurre otras veces, el hablante transforma la expresión en palabras que conoce, apoyándose en ellas cambia la expresión originaria hasta convertirla en otra que para él tiene más significado. Hace una falsa separación. Él conoce las palabras "tu" y "tía", mucho más que "tutía" de ahí el cambio. Pero os dejo con el vínculo de dicho blog donde lo explica.


http://blog.lengua-e.com/2007/no-hay-tu-tia-etimologia-popular/

sábado, 14 de agosto de 2010

"Por los pelos..." frase hecha de origen marinero


En este último viaje que he hecho, he visitado en Palos de Moguer la reproducción que tienen allí de las tres carabelas. Es una visita muy completa donde puedes ver un vídeo de cómo se gestó por parte de Colón el viaje del descubrimiento y luego puedes pasearte por el recinto donde hay un museo permanente y  el muelle con las carabelas, en las que puedes entrar.

Pues bien el guía que nos tocó para hacer la visita guíada nos hizo una disertación muy amena y completa sobre todo ello, sobre aquel tiempo y las dificultades para hacer el viaje, las características de aquellas embarcaciones y de los marineros, y en ella aludió al origen de la expresión "Por los pelos" que procede de la costumbre que existía entre los marineros de llevar melena, para que si tenían la mala suerte de caer el agua, por algún temporal, fuera mucho más sencillo agarrarlos del pelo y volver a subirlos a bordo lo antes posible.

Os dejo con el vídeo donde "por los pelos" (y nunca mejor dicho ya lo vereis)  pude grabar cuando este guía nos lo contaba:



Por los pelos. Se refiere a la costumbre marinera de dejarse melenas para poder asir de las mismas a los marineros que caían al agua.
(Wikipedia)


martes, 4 de mayo de 2010

"Hace un día de perros" y otras expresiones meteorológicas




Hace un día de perros 


El perro, como guardían y protector, es un animal muy querido por nuestra civilización occidental; sin embargo, en otras culturas ha corrido peor suerte, siendo visto como portador de desgracias. Esto explica el sentido peyorativo de la expresión "tiempo de perros" o "hace un día de perros".




Caer chuzos de punta

En presencia de un fuerte aguacero, percibimos las gotas de lluvia en su caída como si fueran pequeñas agujas. La expresión "caer chuzos de punta" lo describe muy gráficamente, ya que el chuzo era el bastón terminado en una punta metálica que antiguamente llevaban los serenos.



Frente meteorológico

El concepto de "frente" se lo debemos al meteorólogo noruego Vilhem Bjerknes, quién utilizó ese nombre en clara alusión a un frente militar. El frente nuboso separa dos masas de aire de distinta naturaleza; el bélico marca el límite entre dos ejércitos enémigos.



Agencia Estatal de Meteorología
Agenda El Tiempo 2010

lunes, 5 de abril de 2010

"Estar a la cuarta pregunta" y "Salirse por peteneras"


Ya sabéis que me gustan las frases hechas, me gusta saber cual es su origen, conocerlas, domesticarlas para después a la hora de escribir tener cuidado de ir evitándolas o utilizándolas solo para el lenguaje de un determinado personaje. Quizás me gusten por eso... Los humanos somos así de contradictorios.


Hoy vamos a hablar del origen de dos frases hechas muy usuales en el habla: Estar a la cuarta pregunta y Salir por peteneras.

Para hacerlo vamos a recurrir a los artículos de Amando de Miguel. Que de ésto sabe mucho y lo explica de forma muy sencilla.




Estar a la cuarta pregunta.

En los tribunales de antaño a los detenidos se les hacían, de entrada, cuatro preguntas. Las tres primeras eran los datos de identificación (nombre, edad, domicilio) y la cuarta indagaba el patrimonio a los posibles efectos de responsabilidad civil. Ahí es donde cumplía contestar que el detenido era insolvente, pobre de solemnidad, con el fin de evitar la posible multa. Eso era «estar a la cuarta pregunta».

Amando de Miguel
Libertad Digital, España
Lunes, 13 de abril del 2009



Salirse por peteneras.

Significa hacer o decir algo inoportuno, alejado del objeto de la conversación o simplemente de lo esperado. La Petenera fue una famosa cantante de flamenco de mediados del siglo XIX, llamada así por haber nacido en Paterna de la Ribera (Cádiz). La petenera acabó siendo una variante del cante flamenco, una especie de malagueña. Si uno se sale o arranca por peteneras es como decir que se pone a cantar alegremente para no seguir la conversación o escabullirse de algo serio.


Amando de Miguel
libertaddigital.com, España
Martes, 17 de febrero del 2009



Amando de Miguel es catedrático emérito de Sociología de la Universidad Complutense. Realizó estudios de postgrado en la Universidad de Columbia y ha sido profesor visitante en las de Yale y Florida y en el Colegio de México. Ha profesado, además, en las universidades de Valencia y Barcelona. En 2008 ha sido profesor visitante en la Universidad de Texas (San Antonio). Ha publicado más de un centenar de libros y miles de artículos. Ha sido galardonado con los premios de ensayo: Espasa (1988), Jovellanos (2001), Miguel Espinosa (2003), Premio de Cuentos Café El Pícaro (Toledo, 2004) y Premio Ensayo Breve de Sociología Fermín Caballero (Cuenca, 2007).Es colaborador habitual de la cadena Onda Cero y el periódico virtual Libertad Digital y miembro del Consejo Económico y Social de la Comunidad de Madrid.

viernes, 16 de octubre de 2009

Frases hechas. Origen religioso de algunas de ellas



A poco que nos detengamos a pensar en lo que acabamos de decir, nos damos cuenta de muchas veces estamos utilizando un montón de frases hechas, sobre todo en el lenguaje coloquial. ¿Que queremos decir cuando decimos "echar a uno con cajas destempladas" o "se ha roto la crisma"? Bueno más o menos sabemos el significado y todos nos entendemos. ¿Pero sabemos de dónde provienen estas frases? Es muy curioso el origen de muchas de ellas.


Os dejo hoy con unas cuántas:


He tomado la explicación del libro:


¿Qué queremos decir cuando decimos...?
José Luis García Remiro
Alianza Editorial





Hecho un adefesio



Va hecho un adefesio, decimos de una persona de aspecto ridículo, normalmente por llevar una prenda de vestir inadecuada o algún adorno extravagante. Antes se dijo “hablar adefesio” por decir despropósitos, disparates, cosas que no vienen a cuento de lo que se está tratando. Y así “adefesio” pasó de significar despropósitos, disparates a significar traje, prenda de vestir ridícula; y por último, persona de exterior extravagante y disparatado.

Ad Ephesios
es el título de una carta de San Pablo a los fieles de Éfeso. Aunque en ella condena la embriaguez y recomienda no beber vino, el carácter de cosa inútil o absurda se lo atribuyó el humor popular quizá por el hecho de que están tomadas de esta carta las palabras, que en el ritual religioso del matrimonio, dice el celebrante a los nuevos esposos como recomendación para su nuevo estado de casados y que, con tanta frecuencia, resultan inútiles.

Así lo interpreta Unamuno en Nuevo Mundo.



Echar a uno con cajas destempladas

Significa echar de malas maneras, violentamente. En esta expresión, caja es tambor, que puede destemplarse soltándole las cuerdas para que afloje el parche. Los tambores y otros instrumentos se aflojaban en ciertas circunstancias, como en ceremonias y cortejos fúnebres, para que diesen ese sonido destemplado. Así también, con las cajas destempladas, se expulsaba de la milicia a los soldados declarados infames, y se acompañaba a los reos al patíbulo. De esta costumbre en cortejos fúnebres y luctuosos, pasó al lenguaje común para expresar toda despedida de malos modos.



Romperse la crisma

Es descalabrarse, romperse la cabeza. También lo utilizamos como amenaza: “Te voy a romper la crisma”. Aquí crisma se toma por cabeza. En realidad crisma es el óleo que se consagra el jueves santo y con el que se unge en la cabeza a los catecúmenos cuando se les bautiza. La imaginación popular asoció este óleo sagrado a la cabeza y terminó llamando a la cabeza con el nombre del crisma que en el bautizo se pone sobre ella.

Es otro caso de las muchas locuciones que han pasado a nuestro idioma provenientes del mundo religioso.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Frases hechas. Artículo de Amando de Miguel


Hoy os dejo aquí con un artículo que ya tiene un par de años pero vigente porque aborda las cuestiones de las frases hechas. A mí me parece curioso. Incluso habla de la controvertida frase "En olor de multitudes".
Bueno aquí está. A ver qué os parece a vosotros.




FRASES Y EXPRESIONES


Ramón (supongo que García Vinuesa) desea saber el significado de la locución «largo y tendido». No tiene mayor misterio. Indica que algo ocupa una amplia extensión. Se supone que es una pieza rectangular cuya fórmula del área es la multiplicación de lo largo por lo ancho o tendido. Es muy parecida a la expresión «a lo largo y a lo ancho». Vienen a ser ilustraciones de un principio retórico muy característico del idioma español por el que se construyen expresiones adverbiales reduplicativas.



Recordemos:

De modo y manera (= así)

Única y exclusivamente (= solo)

Lo primero y principal (= principalmente)

Al fin y a la postre (= en definitiva)

Lo cierto y verdad (= verdaderamente)

Más pronto que tarde (= en seguida)

De una vez por todas (= decisivamente)


No hay por qué desechar tales construcciones retóricas, pero tampoco hay que abusar de ellas.

Pilar María Rojas me pregunta por el significado de «a la sazón». Es un modo adverbial, equivalente a «entonces», «en aquel tiempo». Se deriva del latín satio-onis (= tiempo de sembrar, sementera); requiere que la tierra esté en su momento oportuno para esas labores. De ahí, sazón como el estado adecuado de algo, por lo general de un fruto cuando está maduro. De modo más amplio, la sazón es tanto como la ocasión o la coyuntura propicias para proseguir con alguna acción.


Respecto a la famosa frase «¿Ladran? Señal de que cabalgamos» Alicia C. Morales me comunica que Claudio Verdú Egea afirma que el origen está en la novela Cristo en los infiernos de Ricardo León. Creo recordar que ya comentamos aquí esa referencia. No obstante, Ricardo León la debió de tomar de algún otro sitio. Ricardo León es un escritor exageradamente retórico y nada creador. Seguimos sin saber cómo se originó la frasecita. Desde luego, no es del Quijote, como muchas personas creen.


José María Navia-Osorio, hablando del orbayo, se pregunta por el sentido de la expresión «llover a chuzos», incluso «caer chuzos de punta», para una lluvia o granizo intensos. Se trata de una expresión hiperbólica para llamar la atención de algo que resulta exagerado. El chuzo era el arma tradicional de los serenos o vigilantes nocturnos: un palo rematado por un pincho de acero. Es clara la impresión de la lluvia o granizo fuertes como si lo que cayera fueran chuzos y, no digamos, chuzos de punta. Con la misma función hiperbólica, en inglés se dice que «llueve gatos y perros». En español hay muchas alusiones hiperbólicas al cuerpo: «poner los pelos como escarpias», «hacerse la boca agua», «hacer de tripas corazón», «respirar por la herida», etc.


Fausto Deza me recrimina el uso de en olor de multitudes como «una de las expresiones erróneas más desafortunadas y malsonantes que existen». Para don Fausto «la expresión correcta es en loor de multitudes». La cual «se ha corrompido en tan desagradable resultado [en olor de multitudes] como consecuencia, seguramente, del analfabetismo funcional que impera en los profesionales de la comunicación [...] Se trata de una forma de hablar impuesta por unos cuantos». Pues no, señor; no tiene usted razón. Reconozco mi analfabetismo funcional y mi ignorancia, pero en este caso -lo siento- las cosas son al revés de cómo usted pregona. En olor de multitudes es una lógica derivación de en olor de santidad. Simplemente al descubrir los cadáveres de algunas personas tenidas por santas, se verificaba que sus cuerpos no se habían corrompido. La piadosa leyenda era que de esos cadáveres incorruptos emanaba una natural fragancia muy agradable; era el «olor de santidad». El juicio no lo establecía ningún tribunal, sino el pueblo congregado en la plaza, la multitud. Es lógico, por tanto, que el carisma de una persona viva se reconociera por el recibimiento que le hacía el pueblo. De esa manera, el personaje en cuestión se sentía acogido «en olor de multitudes».


La cosa viene de lejos. Odor urbanitatis decía Cicerón, esto es, «aroma de elegancia». En español se emplea correctamente «en olor de...» (se completa con cualquier sustantivo ponderativo). Covarrubias escribe en el Tesoro: «Olor: la fragancia que echan de sí las cosas que se evaporan; algunas veces es malo y otras bueno». El Diccionario de Autoridades dice de olor: «Metafóricamente se entiende en las cosas morales por fama, opinión y reputación». Precisamente de esa ambivalencia resulta la incomprensión popular de la expresión metafórica en olor de multitudes. En su lugar, hace unos pocos lustros se empezó a decir en loor de multitudes, pero esa expresión sí es producto del analfabetismo disfuncional. La transmutación es la consecuencia de no entender la estupenda ambivalencia de olor. La suprema elegancia del lenguaje está en que muchas palabras mantienen distintos significados, incluso contradictorios. Quien no sepa entender esa cualidad del lenguaje, por favor, que no escriba.


Definitivamente el DPD (Diccionario panhispánico de dudas) reconoce la locución en olor de multitudes: «con la admiración y la aclamación de muchas personas, en medio del fervor y el entusiasmo de mucha gente». Añade el DPD que la versión «en loor de multitudes» [es] «una ultracorrección que debe evitarse».



Autor

Amando de Miguel
Libertad Digital (Madrid, España)
Martes, 9 de Enero del 2007

jueves, 9 de julio de 2009

Dichos y Frases hechas



A mí siempre me ha parecido muy curioso el origen de algunas expresiones o frases hechas.

Os voy a dejar aquí hoy un par de ellas. "Se va a armar la gorda" y "Sin decir agua va".

Se va a armar la gorda
Así decimos para amenazar o anunciar que se puede producir alguna pendencia o alboroto ruidoso. Aunque parece que ya se hablaba de la gorda antes de la revolución de 1868. Fue en los meses anteriores a septiembre de ese año cuando se popularizó esta expresión para referirse a la revolución que se avecinaba y que el pueblo anunciaba y al mismo tiempo sentía “como una tormenta que se les venía encima”, algo que se adensaba en el ambiente y que podía explotar en cualquier momento. En la calle, en los cafés, en las tertulias y mentideros de Madrid, se preguntaban cuándo “se iba a armar la gorda”, que según creían, resolvería una situación que ya resultaba insostenible. La gorda era la revolución y al fin se armó el 29 de septiembre de 1868 contra Isabel II, provocando la caída de los Borbones.
Un testigo de la época, Eusebio Blasco, en unas charlas que da en 1898 en el Ateneo madrileño sobre el Madrid de 1868, nos cuenta cómo, al incorporarse a la capital como periodista “no oía más que una palabra que se le grabó en el oído, palabra que repetía todo el mundo, que era la expresión de toda una época, el anuncio del fin de una sociedad y de la aparición de una nueva. Madrid repetía en voz baja y a todas las horas: “¡La gorda: se va a armar la gorda, viene la gorda”.
Luego ya quedó en expresión popular para indicar cualquier alboroto o pendencia que se avecinaba o que se iba a armar. Pérez Galdós, Fortunata y Jacinta: “Lo que él quería era que se armase la gorda; pero muy gorda, a ver si...”

Sin decir agua va
Significa “sin avisar” y se utiliza como reproche a quién nos ocasiona un daño o pesar sin habernos prevenido. Esta locución recuerda a los tiempos en que se vaciaban los orinales en la calle arrojando su contenido desde la azotea de las casas, que entonces servían de excusado, al grito de “agua va”. Parece que no siempre se avisaba o, al menos, no con tiempo suficiente para evitar molestas salpicaduras. Hasta el siglo XIX no se impuso la necesidad de instalar letrinas en el interior de las casas.
Había disposiciones municipales que regulaban el modo y la hora para este vaciado de inmundicias y aguas sucias en la calle. La hora, que solía ser al anochecer pero que variaba según fuese verano o invierno, era una de las llamadas “hora menguada” o desdichada, para las calles, y por supuesto, para quienes transitaban por ellas...
Lo amenaza de que se previniese cada uno. Particularmente cuando se iban a decir que verdades que podían molestar. Quevedo en Romances varios: “Chitona ha sido mi lengua /habrá un año, y ahora torno/ a la primer taravilla: / agua va, que las arrojo / quítenseme de delante”.



Del libro,
"¿Qué queremos decir cuando decimos...? Frases y dichos del lenguaje diario"
Jose Luis García Remiro. Alianza Editorial