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sábado, 26 de diciembre de 2020

"Los últimos románticos" de Txani Rodríguez

 

 

 «Y a todas las personas que fueron amables alguna vez conmigo»

 

Anoche me terminé este libro: "Los últimos románticos" y la verdad es que creo que está bien.  

Está bien porque consigue metérsete dentro. Es una novela corta, tiene apenas 200 pagínas, pero está llena de detalles de esos que os digo que se te quedan revoloteando alrededor de la cabeza; pequeñas pinceladas que ves, que con pocas palabras han dibujado un ambiente, un atmósfera que logra situarte, de un plumazo, en medio de la historia. Y eso dice mucho de la escritora, en mi opinión.

La protagonista es Irune, que vive en un pueblo cerca de Bilbao, un pueblo en el que hay una fábrica de papel donde trabaja nuestra protagonista. Irune es solitaria, y parece que lleva una vida un poco sosa donde se deja llevar un poco por las circunstancias. Reparte su tiempo entre ir a trabajar, venir de trabajar y poco más. Pero tiene varios problemas: un problema físico, uno vecinal, y uno laboral, que van poco a poco empujándola a tomar las riendas de su vida.

Más o menos este es el argumento, sin querer contaros mucho para no destriparos nada.

Con este pequeño argumento aborda variados y enormes temas: La soledad, el maltrato, la lucha y la solidaridad obrera, la enfermedad, el amor... 

 

"Podría decir que me sorprendió, pero ya me había acostumbrado a que me dejara el descansillo hecho un asco. Así que apoyé las bolsas en la pared, abrí la puerta de casa, saqué una escoba y un recogedor del armario del balcón y volví al rellano. Esta vez solo había esparcido un puñado de colillas apestosas. Podía haber sido peor. Desde que lo denuncié, raro era el día en el que no me encontraba cáscaras de naranja, pieles de pollo o verduras putrefactas, entre otros restos orgánicos.

  

Eso también me ha gustado de esta novela. Que sin ser una novela trepidante, sin tener los grandes giros en la narración, porque está contada de forma líneal y pausada, no da ningún salto en el tiempo, ni prácticamente en el argumento, va hacia adelante, hacia adelante y de algún modo te engancha. Y ahora que lo pienso te engancha porque aunque está contada de forma muy sencilla aborda temas muy importantes que te calan, cómo os decía antes.

Me ha encantado la dedicatoria, que os he copiado al principio: "Y a todas las personas que fueron amables alguna vez conmigo". Ole. Qué bueno, qué mejor forma de agradecerlo que dedicarles un libro, con lo que cuesta escribir una novela... Muy bien. 

También reconozco que me llegado bastante el título "Los últimos románticos". Y me ha dibujado una sonrisa la parte de sus llamadas periódicas a Renfe preguntando por billetes a diversos lugares.

En fin... Que esta novela, sin tener un ritmo trepidante, sin contar las grandes hazañas es chirimiri que te va empapando. Es una novela con muchos silencios que tú tienes que llenar. Las flores de papel que hace en casa y luego lleva a un lugar, la ropa tendida en el balcón de su vecina, las asas de una bolsa que se clava en los dedos, la voz que le responde siempre cuando necesita escuchar a alguien, los compañeros apostados en frente de la fábrica... Todos esos detalles crean una atmósfera, te cuentan una historia muy cercana, que la hacen especial.

 

"Los japoneses no son gente parlanchina, y eso me gusta. Tienen sus perversiones sexuales y sus cosas raras, ya lo sé, les gusta salir a la calle vestidos de peluches, frecuentan bares de gatos, lo tienen todo lleno de máquinas expendedoras, y diría que gastan muy mal carácter, pero no conozco a nadie que sea absolutamente normal. Yo, por ejemplo, suelo calentarme la cara con el aire del secador de pelo, y no creo que eso me caracterice en absoluto, aunque es probable que a algunas personas esa costumbre les parezca denitoria. También tengo que caminar siempre por la derecha y cuando me rodean muchas personas, me mareo. Además, pagaba el alquiler de un piso, a pesar de ser la propietaria de una vivienda desocupada, para que al levantar la vista de mis tareas pudiera ver la lápida de mis padres."


La escritora vasca Txani Rodríguez es periodista y guionista, además de novelista. Además de publicar cuatro novelas, ha publicado un libro de relatos y varios cómics como guionista. También, colabora en programas radiofónicos y en el diario “El Correo”.

 



domingo, 20 de diciembre de 2020

"Las voces del Pamano" de Jaume Cabré. Reseña

 

 

"Para combatir la muerte es necesario escribir: es cruel escribir y que la muerte oculte todo signo de esperanza. Seguramente fue entonces, mientras esperaba a Jordi, cuando entendió que Oriol Fontelles había escrito desesperadamente, para que la muerte nunca dijera la última palabra."


Este fin de semana he terminado de leer "Las voces del Pamano" de Jaume Cabré.

No es un libro nuevo, fue publicado por primera vez en el año 2004.

Pero no me lo había leído, y me atrajeron algunas críticas hasta tal punto que comencé su lectura. Lo cierto es que me ha gustado bastante.

 Es una historia cuyas coordenadas espacio-temporales son las siguientes: Se ambienta en una población imaginaria llamada Torena, que está situada cerca del pirineo de Lérida. Cerca del río Pámano, que dicen que si se escuchan sus aguas, morirás pronto. Y cronológicamente abarca un período de la historia que comienza hace cien años, en los años 20 del siglo XX, y termina recién instaurada la monarquía, tras la muerte de Franco. 

Sin embargo, una de las características de este libro que más me han atraído es que no lleva un registro fiel al tiempo cuando está contado, sino que salta contantemente adelante y atrás, centrándose sobre todo en el tiempo de recién terminada la guerra, cuando los maquis y los falanguistas se disputan esa zona muy de cerca. Y cuando digo que salta en el tiempo, no solo me refiero a que los hechos están desordenados cronológicamente, sino que el narrador puede volver a ellos más de una vez para contártelos con más detalle, o desde otro punto de vista... o bien con distinto recurso literario. El autor puede llegar incluso hasta entremezclarte en una misma frase dos tiempos muy diferentes.

Los temas que subyacen al argumento son la venganza, los odios, el amor, el afán de poder y los secretos. 

Y el argumento que podemos encontrar en cualquier parte es el extracto de cómo comienza el libro: 

 Tina, una pacífica maestra, fotografía al azar una escuela de un pequeño pueblo de un valle del Pallars que está a punto de ser demolida. Tras la pizarra, se encuentra una cajita que contiene una larga carta escrita en un cuaderno escolar que jamás llegó a su destinatario. Poco a poco, Tina se irá adentrando en la memoria de esos valles e irá desvelando las piezas de una historia de maquis, falangistas y héroes anónimos envuelta en la bruma del olvido y la tergiversación, que se mezcla con los vuelcos de su propia vida.

Es una novela coral, hay varios personajes y cada uno va hilando su propia historia. Aunque todas forman un entramado que se cruza y descruza, y entre la que resalta la historia del personaje principal "Elisenda Vilabrú". Puesto que este personaje nos va a acompañar todos los años que se cuentan, desde que es jovencita y se casa, hasta el momento final donde ya es una anciana. Después está "Tina Bros", que es una maestra gordita que encuentra por casualidad los cuadernos del otro personaje principal, el maestro "Oriol Fontelles". Estos dos últimos me han parecido entrañables. Y luego al otro lado tenemos al "Alcalde Targa". Son personajes bien perfilados, muy intensos.

No quiero contaros mucho para no destripar la novela. No es para nada una novela trepidante, ni siquiera rápida. Es lenta, densa. Es una historia donde todo se cuece despacio, muy despacio, al calor de la venganza, del ansia de poder y del amor. Una historia fruto de los acontecimientos que se dieron lugar en un período de nuestra historia muy violento y triste, el de la guerra, y sobre todo la posguerra. Es una novela sobre los vencedores y los vencidos. Que sí, que hay muchas con este tema, pero creo que ésta es diferente, sobre todo por cómo está contada. 

Eso, cómo está contado, me ha resultado de lo más atractivo. Mucho. La prosa me ha parecido muy rica, y muy original. Lleva monólogo interior dentro de los diálogos, lleva humor en cierta forma de contar, retranca, y muchos giros y coletillas, que repite a lo largo de toda la novela que hacer hincapie en ciertas cosas. Te cuenta la historia desde varios lados por distintos caminos.

Esto es lo que más yo resaltaría de esta novela, la forma de contar la historia. Muy conseguida. Una novela que te engancha y ya no la puedes soltar. Pero en mi caso, sobre todo, porque me ganó la forma de narrar de este autor. Ese estilo complejo que tiene donde se transparenta su pericia como escritor. Te cuesta entrar, pero una vez le has cogido la forma de escribir, la coges con tanto gusto que hasta la saboreas. Y terminas el libro y a pesar de sus seiscientas y pico páginas que has leído, pasan los días y todavía lo llevas dentro.

Tengo que leerme más libros de Jaume Cabré.


#novela

#JaumeCabré


viernes, 6 de noviembre de 2020

"Agua salada" de Jessica Andrews. Reseña Literaria



 11
Acabamos con los desechos de la vida de mi abuelo
por toda la ropa y el pelo. Por toda la piel. Me enteré de
que a los pedacitos volantes de ceniza se los llama «ánge
les de fuego». Después de un incendio doméstico, se los
considera muy peligrosos porque pueden reavivar las
llamas. Son pequeños y frágiles, pero siguen ardiendo.
 
 
 Terminé de leer "Agua salada" de Jessica Andrews con una sensación ambigua.
La primera mitad del libro me gustó bastante, sin embargo luego me fui desinflando. 
 
Es una novela de la que me atrajo la forma en la que está escrita. Está dividida en cuatro partes y un epílogo. Son capítulos muy cortos, muchos de menos de una página. Lo que imprime a la lectura que sea muy ágil, muy fluida. Y por otra parte muchos capítulos son muy poéticos, es una prosa poética. En cualquier caso están llenos de imágenes y son muy visuales. También se trata de imágenes muy sensoriales, mucho de la piel, del cuerpo. Llevando los sentimientos hasta lo físico. Eso me resultaba muy atractivo.
 
Por otra parte no lleva un orden líneal, sino que la autora escribió todos los capítulos seguidos, toda la historia y luego los descolocó y buscó para ellos otro orden, para que dieran la sensación de que son recuerdos. Eso me ha parecido un acierto. También con eso se consigue que la lectura sea menos rutinaria porque vamos dando saltos para atras y hacia adelante en la historia.

Todo eso que afecta a la creación literaria de la novela me sorprendió y me ha gustado leerla para descubrir cómo había quedado. Ese aspecto me ha parecido positivo.

El argumento de la novela es la historia de una chica, Lucy, desde que es niña hasta la madurez. Está contada en primera persona. Y espacialmente se desarrolla entre el pueblo de su niñez Sunderland, su vida universitaria de Londres, y por último en un pueblecito irlandés. 

Al hacerlo toca temas como las relaciones familiares, los problemas de dinero, el alcoholismo... En general el tema es la búsqueda de sí misma por parte de la protagonista. Aborda la pertenencia o no a una familia, a un lugar.

A mí me han llegado bastante más los capítulos en los que la voz narradora aún es una niña. La parte en la que ya es una universitaria que vive en Londres se me ha hecho más pesada. Tanto desenfreno nocturno y resaca mañanera, se me ha hecho un poco ya cansado. Sin embargo, me atraían los capítulos que están ambientados en Irlanda. 

 16
Hubo momentos en los que Londres era como si me
perteneciese. Tumbada sobre el rocío en lo alto de Tele-
graph Hill después de una fiesta, el color albaricoque de
rramándose por el horizonte. Zigzagueando en bicicleta
entre el tráfico con un vestido fino, una mano en el mani-
llar y la otra en el aire, agarrando hilos invisibles. Bailan
do en un almacén sucio con el sudor goteándome entre
los pechos como jarabe y mis amigos contorsionándose a
mi alrededor.
Se me ocurre que quizá ése es el encanto. Londres te
empuja hasta el límite sin concesiones y cuando te parece
que estás a punto de caer te hace saber, por un instante,
que has encontrado tu sitio.
Es una ciudad en constante renovación, y en el fragor
de las oportunidades y las trabas comencé a perder de
vista quién quería ser. Me quedé tumbada en la cama ob
servando cómo se derretía el sol hasta quedar reducido a
farolas y vuelta a empezar, siguiendo con los dedos los
dibujos que me hacían las sombras en la piel.
 
 
En conclusión, aunque me ha parecido un poco repetitiva en una de sus partes, me ha resultado atractiva esta novela por su forma de contar, por el intimismo que transmiten algunos capítulos o pasajes, por esa prosa poética a veces tierna y otras salvaje con la que se expresa la protagonista. También, más que por su argumento, por la originalidad a la hora de montar la estructura de la novela. 


“En los meses que precedieron a la muerte de mi abuelo, algo entre mi madre y yo se rompió. Su presencia en mi vida había sido sólida y valiosa; luego, de repente, ya no estaba allí. Noté que se apartaba de mí. Me dolió por dentro como si me tirasen de los intestinos. El amor me tenia confusa; esa capacidad que tiene el amor de atraparte y darte la libertad al mismo tiempo. Cómo podía hacer que la gente intimase hasta esos extremos para luego separarlos por completo. Cómo podía abandonarte la gente que te quería cuando más la necesitabas”.
 
 
 


jueves, 15 de octubre de 2020

"Morir no es lo que más duele" y "Antes mueren los que no aman" de Inés Plana

 


Y ocurre que el tiempo va muy deprisa, tanto, que no deja que ordenemos lo que vamos viviendo en esas estanterías invisibles que nos inventamos para interiorizar lo que nos pasa.

Y ocurre que "una" lee más rápido que reseña. Y más cuando a "esa una" le gusta también reseñar faros y murales, palabras y su origen, bibliotecas y no sé cuántas cosas más, en un blog intangible pero muy "presente".

Por eso, también ocurre que "aquella una" se ve de pronto reseñando por pares lo leído, con ánimo de economizar tiempo y no perder detalle. 

Y "todas las unas" que habitan en mí han decidido que hay que reseñar ya las últimas dos novelas que han terminado de leer. Ambas de novela negra, ambas de Inés Plana.

Porque ha tenido que leerse una detrás de otra porque le han parecido bastante entretenidas. Y la historia iba a continuar, y una, esa una, aquella una, todas, no querían perderse qué pasaba. ¡¿Cómo se lo iban a perder!? si era tan fácil como devorar otras quinientas paginitas... Casi ná.

Pero que oye te las lees volando. De verdad.

Porque estas novelas son de las nuestras, de las que están ambientadas en nuestra tierra, en los alrededores de Madrid. Que si en la sierra madrileña, que si en Avila, que si en nuestras barriadas y pueblos del sur de Madrid.

Y la primera de ellas "Morir no es lo que más duele" comienza con un ahorcado, un ahorcado al que le han arrancado los ojos. Pero que además lleva en un bolsillo un papelito con el nombre de una persona, una chica, que dice no conocerle de nada y aparentemente no tiene absolutamente nada que ver con el ahorcado.

Estamos en el año 2007, hace nada, ya veis. Pero la historia nos va a llevar atras, atras... Y no os cuento más porque entonces os la destriparía.

En esta novela vamos a conocer al teniente Tresser y al cabo Coira, ambos de la policia judicial de la guardia civil. Vamos a conocer a la psiquiatra Adelaida, y a Luba, una cría con una vida nefasta. Y además de conocerlos vamos a querer saber tanto de ellos, mientras descubrimos por qué está ahorcado el ahorcado, que nos leeremos esta novela de más de cuatrocientas páginas bien corriendo. 

Y no solo eso, sino que querremos seguir leyendo la siguiente, la de las quinientas, donde seguiremos la historia de estos cuatro personajes y sus dilemas y peripecias vitales, dos años después, en el año 2009.

Donde además de su historia nos encontraremos la del incidente con que empieza esta segunda novela: En las navidades del 2009 una funcionaria de la Seguridad Social muere al ser empujada violentamente contra una cristalera.

 En las dos novelas, hay varios narradores que nos ofrecen su propio punto de vista de lo que les ocurre y nos lo van contando. Multiperspectivismo sí. Y quizá no haya mucha intriga, no os voy a engañar, porque enseguida sabemos quiénes son los malos, pero no importa, porque paradójicamente y aún así, el interés no decae en ningún momento. 

Por una parte creo que la autora ha sabido inventar unos personajes principales tan atractivos que nos atrapan y nos llevan a su terreno de tal forma que queremos seguir sabiendo de ellos. 

Y por otra, la autora ha sabido escribir dos novelas con acción, donde pasan muchas cosas, donde vamos siguiendo el hilo de varias subtramas sin que dejemos de saber de ellas en ningún momento. Y además las ha escrito con una prosa sencilla, y con el ritmo justo.

Si eres aficionado o aficionada a la novela negra, a la intriga, a nuestras novelas de crímenes, deberías leer a Inés Plana.

Ha sido como haber leído una sola novela muy larga, que sin embargo, que ha ido ganando puntos a medida que iba avanzando la historia de puro entretenido que era hacerlo.

 

Inés Plana

Inés Plana nació en Barbastro (Huesca). Es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona y desde el principio desarrolló su carrera profesional en Madrid. Ha trabajado en diversos medios de prensa escrita y, en el terreno editorial, ha creado y coordinado distintas colecciones de títulos relacionados con la divulgación de la historia y el arte. Actualmente es directora del periódico-magacín Vivir Bien, en la Comunidad de Madrid.

 

domingo, 20 de septiembre de 2020

"Casas y tumbas" de Bernardo Atxaga. Reseña literaria



No leía a Bernardo Atxaga desde aquella novela suya "El hijo del acordeonista". Ya hace unos cuántos años.

Así que me dije que ya era tiempo de volver a este autor que tiene un universo propio y una prosa cuidada y rica, y lo he hecho con su última obra: "Casas y tumbas". 

En primer lugar quiero destacar que me gusta cómo ha estructurado el autor la novela, repartiéndola en seis partes, seis historias, de alguna manera relacionadas. Cada una de estas historias a su vez está subdividida en capítulos. Para finalizar con un epílogo con forma de alfabeto que me ha encantado.

Sin embargo os tengo que decir que me ha parecido una novela desigual. Hay relatos que me han llegado bastante, que me han atrapado y entretenido y quería todo el rato volver a ellos. Como me ocurrió con el primero y los dos últimos. Y en cambio hay otros a los que yo hubiera quitado bastantes páginas.  

El tema que podríamos decir que une todas las historias, el germen que subyace, es la amistad y el paso del tiempo.

En cuánto al argumento pues depende de la historia. En la primera se nos cuenta de la llegada de Elias a un pueblo del norte, Ugarte. Elias es un niño que vuelve sin habla, tras pasar una temporada en un internado del sur de Francia aprendiendo francés. En la segunda historia estaremos con unos jóvenes que prestan el servicio militar en el cuartel de El Pardo... Y así con varias historias más de las que no quieros desvelaros mucho para no destriparos la novela.

Está ambientada en España, en el norte, y cuando arranca la novela estamos en el año 1972. A medida que discurran las historias iremos saltando de año, 1970, 1985, 2012, 2017. 

Los personajes están bien perfilados, de algunos solo sabremos en alguna ocasión y de varios sabremos en más de una historia, como de los gemelos con los que entabla amistad aquel niño, Elias, el niño sin habla que os contaba del primer cuento. En unas nos fijaremos en ellos porque tienen un papel más protagonista y en otras casi de refilón, pero eso nos ayudará a no perderlos de vista.

Yo resaltaría de esta novela la forma en que está estructurada, tal y cómo decía son varias historias que forman todas juntas una novela, se ensamblan de tal forma que todas juntas forman un mundo, una historia más grande, la novela. Porque aunque no se sigan, consiguen que sobrevueles un espacio durante un período de años y veas como el paso del tiempo ha repercutido sobre los distintos personajes.

Además está muy bien ambientada, muy logradas sus coordenadas espacio temporales, reflejándose las señas de identidad del autor. Los espacios, además del rural del norte, del País Vasco, que por supuesto está muy bien trasladado al papel, nos llevan también a unos universos pequeños donde los personajes tienen que interrelacionarse mucho, donde el tiempo pasa lento, donde pasan muchas cosas o apenas nada. Me estoy refirieron al colegio, al cuartel, al hospital, y lo que pasa dentro de ellos, siempre tan intenso.

Y, cómo os comentaba, me ha gustado especialmente el epílogo que Atxaga le ha puesto a esta novela-libros de cuentos, en forma de alfabeto. Un curioso y distendido alfabeto donde el autor nos cuenta a los lectores el porqué de muchos asuntos que atañen a él mismo y a la novela. Me ha parecido muy especial este epílogo. Muy acertado.

En general, me ha gustado volver a este autor y su mundo literario.


martes, 15 de septiembre de 2020

"El futuro recordado" de Irene Vallejo. Reseña Literaria



"...Los ojos, la frente, los pómulos saben hablar quedamente y así se expresa el carácter, porque cada persona guarda silencio a su manera -tensa, quejosa, exigente, comprensiva o relajada-. También hay formas de callar con un corazón hospitalario. Una antigua leyenda cuenta que, cuando un nuevo ser humano va a llegar al mundo, Dios le pone el índice sobre los labios para animarlo al sigilo. Así se explica el pequeño surco que tenemos entre la nariz y el labio: es la impronta dejada por esa primera iniciación al silencio, mientras esperamos nacer."

Pág. 74
El futuro recordado
Irene Vallejo


Uno de mis mejores descubrimientos de este año raro, por no decir terrible, ha sido descubrir la escritura de Irene Vallejo.

Ya os conté en otra entrada que me había leido "El infinito en un junco" de esta autora (Premio El Ojo Crítico de Narrativa 2019 y Premio Las Librerías Recomiendan de No Ficción2020) y me encantó. Yo, que soy de novelas, de historias, resulta que me vi atrapada por ese ensayo sobre libros y escritura. Cuánto se aprende con ese libro, y de qué forma más amena.


Pues bien, me he leído también de esta autora "El futuro recordado". Son muchas menos páginas, ciento y pico, pero igualmente de instructivas y entretenidas. Aunque por supuesto si tuviera que elegir me quedaría con las cuatrocientas de "El infinito en un junco".

"El futuro recordado" es una recopilación de columnas que la autora ha escrito y publicado en el periódico "Heraldo de Aragón". En ellas volvemos de su mano a los clásicos, paradójicamente tan actuales. 

En cada página encontramos una reflexión, un pedacito de conocimiento, donde une el pasado y el presente más actual, del cual se sirve para comenzar y para mostrarnos como siempre estamos dando vueltas a los mismos temas. Por el libro vemos desfilar a Safo, Tucídides, Séneca, Montesquieu, Wilde... por nombrar a algunos, que son muchos más.

Nos cuenta de mitos, leyendas, en definitiva, historias clásicas más modernas que nunca y que todavía nos pueden enseñar tanto. Y tal y como os comentaba, su estilo es ameno, a veces ensayo, a veces narrativa, e incluso algo de poesía, de lirismo, de imágenes varias. Es un estilo muy atractivo.

Está incluído también, en este libro, el discurso que dió en el año 2019 para inaugurar la Feria del Libro de Zaragoza, y la verdad es que me ha resultado de lo más interesante:

“Tengo que zambullirme a diario en el océano de las palabras, vagar por los anchos campos de la mente, escalar las montañas de la imaginación”.
 
Venga, no tienes por qué leerte este pequeño pero importante libro de un tirón, sino que se puede degustar como es, a sorbos de cultura. 

Yo os lo recomiendo. Merece la pena.




Atraída desde la infancia por las leyendas de Grecia y Roma y por el luminoso mundo mediterráneo, Irene Vallejo Moreu (Zaragoza, 1979) estudió Filología Clásica y obtuvo el Doctorado Europeo por las Universidades de Zaragoza y Florencia. Fruto de su labor investigadora y periodística son un ensayo dedicado al poeta Marcial y dos recopilaciones de las columnas que publica en el periódico Heraldo de Aragón, muestra de un singular periodismo filosófico que trenza los temas del presente y las enseñanzas del mundo antiguo: El pasado que te espera (2010) y Alguien habló de nosotros (Contraseña, 2017). Ha publicado hasta la fecha dos novelas: La luz sepultada (2011), en la que relata la irrupción de la guerra en las vidas particulares y cómo vuelve irreconocible lo cotidiano, y El silbido del arquero (Contraseña, 2015), una peculiar novela histórica con ecos homéricos y virgilianos. También ha publicado dos libros infantiles (en 2014, El inventor de viajes, con ilustraciones de José Luis Cano, y en 2015, La leyenda de las mareas mansas, con ilustraciones de Lina Vila) y, en colaboración con la poeta Inés Ramón, La mañana descalza (2018), en el que se ofrece una mirada actual sobre el mundo de la mitología clásica. En 2019 se publicó su ensayo El infinito en un junco (Premio El Ojo Crítico de Narrativa 2019 y Premio Las Librerías Recomiendan de No Ficción 2020). Actualmente es columnista de Heraldo de Aragón y de El País Semanal.

martes, 8 de septiembre de 2020

"La melodía de la oscuridad" de Daniel Fopiani



Se me había quedado sin reseñar una novela. Ainssss. Y ya tengo dos más esperando su turno... Ainsss otra vez.

Bueno vamos a poner orden.

"La melodía de la oscuridad" de Daniel Fopiani.

Cuando en julio iba a viajar unos días a Cádiz y Málaga, me quise leer un par de novelas que transcurrieran en estas ciudades.

Ambientada en Málaga me leí "El paseo de los Canadienses" de Amelia Noguera, cuyo reseña la escribí el pasado 12 de agosto:

Pues bien ambientada en Cádiz me leí "La melodía de la oscuridad" de Daniel Fopiani.

¿Qué nos cuenta el argumento? "Adriano es un hombre acabado, nada queda de aquel aguerrido sargento que sufrió un atentado en Intxaurrondo que le dejó ciego. La explosión le reventó las cuencas oculares y la vida entera: ahora es un monstruo desfigurado, invidente, que vive en Cádiz dependiente de su mujer, Patricia, que apenas soporta la rutina y que, a pesar del profundo amor que siente por su marido, no puede dejar de estar angustiada, además, por el dolor incesante de no haber tenido hijos."

 Sí, es una novela policíaca donde buscaremos a un asesino en serie que va cometiendo homicidios por la ciudad de Cádiz.

Tengo sentimientos encontrados con esta novela. 
Mientras la leía me parecía muy entretenida. Me atrapó con su historia, la intriga está bien dosificada, y mantiene el interés. También es cierto que no es un asesino cualquiera el que nos vamos a encontrar, es peculiar, es bastante interesante. Por otra parte, os debería decir que los crímenes no son ninguna tontería, la verdad, son un poco, bastante, truculentos, salvajes... no nos vamos a engañar, son duros.

Pero el autor ha creado un personaje, el asesino, que va a despertar nuestro interés. Porque además nos lo va a ir presentando en una segunda línea argumental a medida que se van sucediendo los asesinatos. Lo cual también aumenta la intriga.

Luego por tanto el autor creo que ha acertado, en general, en unos casos con más acierto que otros, en la creación de los personajes. Me parece que está bien perfilado el asesino y también el protagonista, ese Adriano, es un personaje potente. Un sargento retirado, invidente, a causa de una explosión en el País Vasco. Con una existencia un poco penosa por sus circunstancias, que está acompañado, permenentemente dependiente, de su mujer Patricia, a quién le salpica obviamente toda la situación, y de su perro guía. Creo que es un personaje que tiene fuerza, que está bien creado, que transmite y con el que vamos a empatizar bastante. 

También creo que el autor ha acertado con la estructura de la novela, no es muy larga, con capítulos cortos, con un estilo muy ágil, directo, sencillo, donde cómo os decía, la intriga está bien dosificada. Despierta el interés y lo mantiene.

¿Y por qué digo que me provoca sentimientos encontrados? Pues porque el final me despistó. Yo creo que no está muy bien cerrado. En mi opinión lo ha cerrado demasiado deprisa, ha dejado flecos, que despiertan dudas. En mi opinión.

Pero eso no quita para que en general me pareciera una novela muy entretenida, y que si más delante hay otros casos con este sargento Adriano al frente y yo topara con ellos, sin duda los leería. 

Cuando estuve en Cádiz fui visitando alguno de los escenarios de la novela, para refrescarlos.  El primer cadáver el asesino lo deja delante del Hércules de Farnesio en el Museo de Cádiz.





En el segundo homicidio tendrá mucha importancia  y está relacionado con "El Árbol del Mora", esos dos ficus históricos, enormes, que se plantaron en el año 1903.




 Ay que ganas de volver pronto a Cádiz.





#reseña
#novela

sábado, 22 de agosto de 2020

"Rewind" de Juan Tallón. Reseña Literaria



A la vuelta de los días, sin embargo, te restableces y la diabólica velocidad del mundo vuelve a embelesarte. Te olvidas de todo, en especial de la idea de disfrutar de otra manera de la vida. La propia realidad te desposee de la aflicción, supongo, y del duelo y de tus remordimientos por vivir como vivías, y cuando lo adviertes estás girando nuevamente, como si el desconsuelo por la muerte de tus amigos hubiese pasado en balde. Y eso es sencillamente, terrible, terrible, terrible”.


El último libro que he leído "Rewind" de Juan Tallón merece mucho la pena.

El argumento nos cuenta la historia de una explosión y su repercusión en las personas a las que afectó. En el piso vivía un grupo de estudiantes de distintos paises en Erasmus, que acostumbraban a hacer fiestas a las que acudían todos los amigos y personas del vecindario. Sin embargo aquel viernes en el que les habían ocurrido cosas que les estaban haciendo felices, de pronto el mundo explotó haciéndose añicos.

No quiero contaros mucho para no destriparos casi nada.

Pero me ha parecido un libro muy recomendable no solo por lo que cuenta, sino sobre todo por cómo lo cuenta. El autor ha estructurado la novela en varios relatos, en los cuales exploramos lo que ocurrió desde varios puntos de vista. Estamos "rebobinando" la historia, de ahí su título. Pero no solo rebobinamos sino que vamos a ir hacia adelante tres años más, indagando en cómo ha afectado la explosión al único superviviente y a ciertas personas que les rodeaban.

De este modo se tocan muchos temas en la novela: Por supuesto, el inevitable, de cuántas y distintas formas podemos encajar los golpes que te da la vida. Y después, se tocan temas variados como el primer amor, el fracaso en el matrimonio, el terrorismo, la soledad, la amistad, los abusos...  y la pérdida. Sin contar con la reflexión implícita de que no estamos solos en el mundo, que conformamos un tejido de tal manera interrelacionado que si algo le pasa a uno, inevitablemente salpica a los demás.

Los personajes principales son los chicos que vivían juntos: Paul, que contará el mismo la historia, Emma, Anouk, Didier, Ilka y Luca. Pero luego tenemos otros personajes que irán apareciendo a medida que vayan ellos contándonos, desde su punto de vista, la historia, que son: Álvaro (padre de Emma), Hanna (quioskera), Gianna (hermana de Luca) y Violette (enfermera de Urgencias). 

 Comienza contando la historia Paul, y terminaremos volviendo otra vez al relato de Paul. 

 “La vida se vuelve un disparate sin que te des cuenta, a traición. Podía ser un disparate incluso mientras te parecía maravillosa y con sentido”

Como os decía de este libro tengo que resaltar cómo está contado. Cómo lo ha estructurado el escritor, me parece todo un acierto. Cómo lo son los personajes que ha elegido para contar la historia, personajes de su familia, allegados, o que los acaban de conocer en la misma desgracia. Personajes que cubren todos los puntos de vista. Después y además, encuentras que son relatos cortos que se necesitan, que conforman un todo. Un todo contado con un lenguaje muy cuidado, donde se ve que se se han ido escogiendo las palabras con detalle, en un afán de ir diseccionando los sentimientos.

En mi opinión muy recomendable.


Juan Tallón (Vilardevós, Ourense, 1975) es licenciado en Filosofía, ejerce el periodismo y ha colaborado en medios como El Progreso, El País, Jot Down y la Cadena SER. Es autor de varios libros en gallego, y en castellano ha publicado obras de no ficción como Libros peligrosos y Mientras haya bares y las novelas El váter de Onetti, Fin de poema y Salvaje Oeste.

miércoles, 12 de agosto de 2020

"El paseo de los Canadienses" de Amelia Noguera. Reseña Literaria



 «Mi madre mató a Jacinto una mañana clara. Era febrero. Hace mucho tiempo que todos los años, a esa misma hora y esté donde esté, veo sus ojos. Es mi memoria, no quiere olvidar; aunque lo contrario del olvido no es el recuerdo, sino la verdad».

He leído varios libros estas vacaciones que aún no he tenido tiempo de reseñar.
No querría que la fila fuera creciendo, así que voy a ver si pongo un poquito de orden.
Cómo me iba a ir a pasar unos días a Málaga y Cádiz, quería leer alguna novela que se desarrollara en estas tierras.

Y la primera que encontré "El paseo de los Canadienses" de Amelia Noguera, me ayudó a trasladarme a las tierras malagueñas, antes de poner un pie allí.


«Como decía Gerald Brenan, Los españoles, tan humanitarios habitualmente, tienden en momentos de entusiasmo a un frenesí histérico de muerte y destrucción». (Página 281)

La novela es una ficción ambientada en un hecho histórico, lo que se ha llamado "La desbandá" o "La desbandada". Imagino que muchos sabréis a qué estoy aludiendo. A uno de los episodios más desgraciados de la guerra civil. El que se produjo con la matanza de muchas personas, muchos civiles, muchas mujeres y niños, en una carretera que unía Málaga y Almería. 

Comprendereis que ambientada la novela en este trágico episodio, no es muy alegre. Ni falta que hace.

Arranca la historia justo cuando una gran parte de la población civil abandona Málaga en dirección a Almería. Febrero de 1937. Estaban esperando ayuda del gobierno republicano, pero como no llegaba, ante el empuje de las tropas fascistas emprenden la huida. Y aquello es una matanza, porque les bombardearon desde el aire con los aviones, y Queipo de Llano desde el mar también.  

La autora sitúa a las dos protagonistas, Isabel y Fernanda, coincidiendo en esta huida. A ellas junto a sus dos hijas, Azucena y Martina. Las dos mujeres no tienen la misma ideología, y no huyen por las mismas razones, pero aquí el azar hace que ellas, que ya se conocían, vuelvan a coincidir. Y aquí nacerá la amistad inquebrantable entre las dos niñas, sus hijas, que nos cuenta la novela.

Este es el tema principal de la novela, la amistad.  Y la supervivencia.

Los personajes principales de la historia son mujeres, porque además de estas cuatro protagonistas tendremos también a la abuela Ángela, que tendrá mucho peso en la historia. Son unos personajes muy creíbles, muy bien perfilados, con sus contradicciones y sus luces. Los personajes masculinos son más bien secundarios de la historia, aunque alguno de ellos nos dará una buena sorpresa.

Es una novela entretenida, no decae el ritmo. 
Está contada en primera persona por una de las protagonistas, cuya identidad se irá desvelando al transcurrir la historia. Aunque está intercalándose esa narración en primera persona, con otras voces, muchos testimonios reales (entre otros, los de un piloto italiano, un miliciano republicano, un arquitecto canadiense, un falangista del buque Canarias, otro anarquista republicano, una enfermera del Socorro Rojo Internacional, un jornalero, un militar profesional republicano, una presa de la cárcel de mujeres de Málaga), que ofrecerán una visión multiperspectivista de lo que cuenta, que, es mi opinión, ahonda en la riqueza literaria de la novela. 
Es también, dado el momento en el que se desarrolla la historia, una novela muy conmovedora, que narra algunos momentos muy duros de nuestra historia. Pero que se lee bien, como os decía es entretenida, es ágil, tiene un punto de misterio que se irá desvelando, y de paso nos recuerda un hecho histórico de nuestra guerra civil del que no se ha hablado demasiado, y fue una barbaridad.

No conocía a esta autora, no había leído nada de ella, pero no descarto repetir con ella. Además de transmitir con su prosa, ha escrito una novela muy ágil. 
#novela
#Málaga

martes, 28 de julio de 2020

"Verdugos" de Esteban Navarro. Reseña Literaria




El penúltimo libro que me he leído ha sido "Verdugos" de Esteban Navarro.

Nos dice el argumento: "En 1952, las hermanas Encarnación y Matilde Silva Montero fueron asesinadas en el interior del estanco que regentaban en la ciudad de Sevilla. La policía no tarda en detener a los tres autores: Juan Vázquez, Antonio Pérez y Francisco Castro, siendo condenados a pena de muerte mediante garrote vil. El verdugo, Bernardo Sánchez Bascuñana, coincide unas semanas después de la ejecución con un amigo suyo, un guardia civil jubilado, y le cuenta una terrible verdad: los acusados eran inocentes. El guardia civil decide iniciar una investigación por su cuenta para hallar a los verdaderos culpables del doble crimen."


Pues ha sido entretenido. No ha sido tan adictivo como prometía la reseña que había leído, pero bueno entretenido sí. Está estructurado en capítulos cortos y es ágil, se lee bien.

Lo que me ha gustado ha sido esa mezcla que tiene el libro entre hechos históricos que han sido reales, como el asesinato de las dos estanqueras en el año 1952 o que aparezcan las figura de Jarabo, el célebre asesino, o de Salvador Puig Antich, el jóven anarquista que fue el último ejecutado en el año 1974 en nuestro país por el garrote vil. Esa mezcla que tiene el libro entre los hechos históricos y la ficción, me ha resultado curiosa y me ha recordado hechos que sabía y no recordaba o que simplemente desconocía.

También, creo que está bien ambientado el ambiente franquista, los años cincuenta se reflejan bien en las costumbres, las marcas de las cosas...

Pero mediada la novela ya sabes qué ocurrió con el asesinato con el que comienza la novela, y el autor empieza ha dilucidar las semejanzas y diferencias entre ser verdugo y víctima, eso quizá te pueda hacer perder un poco el interés, o al menos creo que eso me ha ocurrido a mí. Aunque por otra parte, he seguido la lectura y bueno no ha estado mal, he estado entretenida, aunque no es la novela negra que yo pensaba que iba a ser.



#Reseña
#Novela



miércoles, 15 de julio de 2020

"El paseo de los canadienses" de Amelia Noguera y los refugios de Almería. Literatura y viajes.




Te encantaba cuando leyendo una novela, de pronto tropezabas con algún lugar dónde habías estado. De pronto, te sentías deslizarte por el sumidero de la memoria hasta zambullirte de cabeza en un mar de imágenes del tiempo que viviste en aquel lugar, ya fueran días u horas, qué más daba, volvías a nadar entre aquellas aguas de un lugar remoto, un tiempo pasado, un viaje que de nuevo te hacía sonreír.

Hacía poco tiempo que te había ocurrido con "El mal de Corcira" de Lorenzo Silva, y la isla de Formentera, sobre todo con su Faro. De pronto al leer aquella descripción te viste allí,  y era como si otra vez vivieras lo que viviste entonces, los acantilados y una rata, el faro, el autostop y un perro que, contra todo pronóstico, te quería. Sentías de nuevo lo que habías sentido aquella vez. Era mágico. El poder de la literatura, la evocación de los recuerdos, la magia de los viajes y aquel revuelto maravilloso que consistía en sentirlo todo a la vez. Otra vez. Siempre.

Todo permanece intacto en la memoria, solo hay que saber cómo traerlo de nuevo al presente.


Esta vez ha ocurrido con el libro "El paseo de los canadienses" de Amelia Noguera. De pronto hablaba de los refugios de la guerra de Almería. Y te viste allí. Y habían pasado cinco años, fue en el verano de 2015, pero era ahora, porque estaba ocurriendo otra vez. Otra vez la oscuridad y aquellos pasillos angostos, de nuevo la humedad y la piel de gallina de pensar cuántos horrores se debieron vivir allí  y todavía impregnaban las paredes. Era Almería, era verano, pero sentías frío.

 La literatura y los viajes, la mejor combinación posible. Viviendo en ti. Siempre.

 

"Fernanda siguió las indicaciones de una enfermera del Socorro Rojo que servía comida a los refugiados bajo otra carpa enfrente del Ayuntamiento y no tardó en encontrar la entrada al refugio que conducía al quirófano del que nos había hablado el guardia. (...) Pero la verdad es que no le faltaba razón: aterraba caminar por esos pasillos tan húmedos y fríos, estrechos, sin ventanas, que, a menudo, olían a orines y, sobre todo, contaban historias de terror. No olvidaré nunca las inscripciones de las paredes, los mensajes, los ruegos... El intenso miedo que los que utilizaban aquel lugar para ponerse a salvo de los bombardeos dejaban plasmado en el yeso. Ese miedo, además, se nos contagió a medida que avanzábamos  por los túneles e íbamos viendo las camillas con los heridos vendados, quejándose o callados, con la vista perdida, sentí ganas de correr hacia la salida.
(...)
Alguien corrió una cortina que estaba cerca de nosotros. Recurdo los pequeños azulejos azules de la sala llena de aparatos de metal blanco. Mis ojos aún no se habían acostumbrado a la poca luz, pero no me hizo falta para vislumbrar a mi madre en la sombra... 
(...)
Nunca he vuelto a Almería y debo decir que apenas recuerdo cómo era entonces. Jamás he podido dejar de sentir un miedo atroz al pensar siquiera en recorrer el mismo camino que me llevó allí. Mi hija me contó que taparon las entradas de todos los refugios en los años cuarenta y que ahora el quirófano y varios túneles se pueden visitar, es la red de refugios abiertos al público más larga de toda Europa. La entrada a aquel quirófano donde encontré a mi madre y supe que mi hermano había muerto está taponada ahora por un kiosco donde se vende la prensa, chicles y palomitas, diseñado por Guillermo Langle, el mismo arquitecto que ideó los cuatro kilómetros de refugios en los que los almerienses intentaban desesperadamente evitar las bombas. Sobre otros, ahora hay bares donde se vende pescaíto frito y bebidas frías. Algunos no saben lo que ocurrió allí, ni tampoco les importa."

El paseo de los Canadienses 
Amelia Noguera






http://rociodiazgomez.blogspot.com/2015/07/el-refugio-de-la-guerra-civil-espanola.html

Os dejo el enlace a mi blog, de la entrada que escribí sobre Almería y sus refugios en julio de 2015.

Y el de esta etiqueta de "Literatura y viajes" de Lorenzo Silva y su último libro "El mal de Corcira":
https://rociodiazgomez.blogspot.com/2020/06/el-mal-de-corcira-de-lorenzo-silva.html



#Almería
#Refugios
#Viajes
#Literatura
#El paseo de los canadienses
#Amelia Noguera

martes, 23 de junio de 2020

El mal de Corcira de Lorenzo Silva



- Subamos a la Mola. Y de paso os enseño el faro.
De nuevo, el trayecto duró tan solo unos pocos minutos. La subida era agradable, entre la densa vegetación que tapizaba la falda de aquella elevación de poco menos de doscientos metros que marcaba la cota superior de la isla. Sobre el altiplano que la coronaba había un pueblo, Pilar de la Mola, que se veía vacío y apacible bajo la poderosa luz del mediodía. Había que hacer un esfuerzo para recordar que estábamos en noviembre: la temperatura no bajaba mucho de los veinte grados y aquel sol y aquel aire transparente hacían pensar en un eterno verano. Al bajar del coche, junto al faro que se alzaba en el extremo oriental de aquella pequeña meseta y de la isla, el viento nos recordó en seguida la estación, aunque tampoco suponía una excesiva molestia.
El faro era hermoso, como todos los faros, aunque hacía tiempo que no lo encalban. Junto a él había una pequeña casa, la residencia del farero en tiempos, supuse, y me pregunté si aún la ocuparía algún funcionario de aquel cuerpo que según me dijo uno de los pocos que quedaban, y al que conocí durante una investigación en Almería, se había declarado ya a extinguir...
(...)
- ¿Y ese monolito?
- Está dedicado a Julio Verne -dijo-. Sacó la isla de una novela.
-Es cierto -recordé de pronto-Hector Servadac.
Eva me miró con asombro.
-Increible, mi subteniente. es usted la primera persona con la que me tropiezo que no es de Formentera y se sabe el título del libro.
-Bueno es que lo he leído.
(...)

El mal de Corcira
Lorenzo Silva



Y qué agradable es cuando de un placer sacas otro, como un conejo de una chistera, como si abrieras una hilera de matriuskas a cual mas preciosa.

Y estás leyendo un libro que te tiene atrapada, el último de Lorenzo Silva, sí el último de Bevilacquaa, y de pronto te habla del Faro de La Mola en Formentera. Aquel lugar que recuerdas con una sonrisa.

Donde había un faro, y un acantilado, y un monolito que recordaba a Julio Verne y hasta hicisteis autostop.

Donde estaba aquel perro que decidió que en ningún sitio estaría más cómodo que encima de mis piernas.Todo el camino en aquel coche que nos recogió...


El placer de la lectura, el de los viajes, el de las aventuras, el del caminar bajo el sol sin prisas ni horarios.

Qué suerte aún me queda medio libro de Lorenzo Silva, lo estoy disfrutando mucho.
Ya os lo contaré mejor.
Y más suerte aún de que este año iremos a cazar faros. 
También ya os los presentaré.

La vida está salpicada de pequeños placeres,
solo hay que estirar el brazo,
abrir la mano,
tocarlos,
sentirlos.

Y disfrutar.





miércoles, 17 de junio de 2020

"La Nena" de Carmen Mola - Reseña Literaria




Bueno pues ya me terminé "La Nena" de Carmen Mola.

Tercer libro de la serie cuya protagonista es la inspectora Elena Blanco.

Me lo he leído volando, porque es de esos libros que empiezas y no puedes dejar. Eso sí todo el rato pensando que el autor, o autora de esta serie, porque Carmen Mola es un seudónimo, cada vez se inventa "malos" más crueles, sádicos y de todo...

Y aún así, no puedes parar de leer.

Así que ¿qué os puedo decir? que después de leer la primera "La novia gitana" y la segunda "La red púrpura", ya sabía que en cuánto saliera la tendría que leer. Y en cuánto la comencé me dije "Buf que pinta de durilla tiene la novela", lo cual tampoco me extrañaba. Y hasta pensé "No sé si tengo cuerpo estos días para esta novela", pero claro sigues, sigues y sigues, hasta que le das fin.

Muy entretenida. Mucho. Como las anteriores.

Tiene los mismos protagonistas, que son los del equipo policial de siempre, los de la Brigada de Análisis de Casos, aunque con una nueva incorporación, la de Reyes. Y esta vez parece que Elena Blanco, la inspectora que nos había dejado y estaba al mando, vuelve, no sabemos para siempre, pero esperemos que sí.

Otra vez también está ambientada en la actualidad y en Madrid, lo cual a mí me encanta porque los escenarios son muy reconocibles, muy familiares, con lo cual la acción te la imaginas perfectamente. Está muy bien ambientada en esta ciudad. También en esta misma, hay un par de incursiones a Segovia y a Cuenca. En concreto al mundo rural.

En este caso arranca la trama con la desaparición de "Chesca", una compañera del equipo. Y todo apunta a que no ha sido queriendo. No os quiero contar más porque no os quiero chafar nada de la historia.

Las tres novelas de la serie, tienen un ritmo muy bueno, son muy ágiles, te enganchan rápidamente. Hay mucha acción, mucho diálogo. Y a veces, incluso en estos menesteres que nos traemos tan escabrosos, hasta con cierto humor. En este caso he sonreído con las conversaciones entre Orduño y Reyes. Está claro que el personaje de Reyes, "la nueva", va a dar mucho juego. Es un personaje muy peculiar que llama la atención, no pasa desapercibido, un acierto para la novela. 

Como os decía el ritmo es ágil, fluye muy bien, a lo que ayudan los diálogos, pero también que los capítulos son cortos y la acción va saltando rápido de un tema a otro. La intriga está muy bien dosificada, no se pierde el interés en ningún momento. Siempre se va avanzando. Y aunque cómo os comentaba "los malos" son muy malos, lo peor del ser humano, no se puede decir que se recree en la sangre, ni la casquería, no, simplemente con unas pinceladas te pone en la situación más cruda, sin llegar a hacértelo más desagradable de lo que es. Que lo es.

En fin, no quiero destripar nada, solo deciros que es novela policíaca de la nuestra que merece mucho la pena. Os recomiendo las tres. Eso sí en orden, porque aunque todas me han gustado, siguen un orden cronológico, aunque sean casos distintos.



#Novela
#CarmenMola

domingo, 7 de junio de 2020

"El infinito en un junco" de Irene Vallejo





"Siempre me asusta escribir las primeras líneas, cruzar el umbral de un nuevo libro. Cuando he recorrido todas las bibliotecas, cuando los cuadernos revientan de notas enfebrecidas, cuando ya no se me ocurren más pretextos razonables, ni siquiera insensatos, para seguir esperando, lo retraso aún varios dias durante los cuales entiendo en qué consiste ser cobarde. Sencillamente, no me siento capaz. Todo debería estar ahí -el tono, el sentido del humor, la poesía, el ritmo, las promesas-. Los capítulos todavía sin escribir deberían adivinarse ya, pugnando por nacer, en el semillero de las palabras elegidas para empezar. Pero ¿Cómo se hace eso? Mi bagaje ahora mismo son las dudas. Con cada libro vuelvo al punto de partida y al corazón agitado de todas las primeras veces. Escribir es intentar descubrir lo que escribiríamos si escribiésamos, así lo expresa Marguerite Duras, pasando del infinitivo al condicional y luego al subujuntivo, como si sintiese el suelo resquebrajarse bajo sus pies.
En el fondo, no es tan diferente de todas esas cosas que empezamos a hacer antes de saber hacerlas: hablar otro idioma, conducir, ser madre. Vivir."


Hoy os quería hablar de un regalo.

Un regalo que me he hecho a mí misma durante el confinamiento. Mi libro estrella de lo que va de año en mis lecturas. Lo que va de año y lo que irá, porque sé que lo será durante mucho tiempo. Me va a ser díficil terminar con otro con la sensación con la que he terminado la lectura de éste.

Pocas veces leo ensayo, pero de vez en cuando intercalo este tipo de lectura con las novelas. Me gusta leerlos en papel, para subrayarlos y anotar en los márgenes, mientras que para la novela suelo utilizar el kindle.

Pues bien, durante esta pandemia me ha acompañado "El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo" de la filóloga Irene Vallejo. En cuánto podía escaparme un ratito al patio a leer después de comer, ahí iba cargada con él y un lapicero.

Lo había pedido en la carta a los Reyes Magos y ahí lo tenía, esperando pacientemente su turno. Hasta que alguien me habló de él, y dije ¡Pero si yo lo tengo! Y fue cogerlo y ya no soltarlo.

Premio el Ojo Crítico de Narrativa 2019. Premio Las Librerías Recomiendan de No Ficción 2020. Premio Búho al Mejor Libro de 2019, que otorga la Asociación Aragonesa de Amigos del Libro. EL ENSAYO REVELACIÓN DE LA TEMPORADA...

Me ha encantado.

Desde uno de esos juncos del Nilo que se utilizaron para empezar a escribir, ahora tengo 400 páginas que me han enseñado un montón de cosas sobre el libro y la escritura, su evolución y su historia.

Está escrito con un tono cercano que transmite mucho. Didáctico pero nada empalagoso, ni tedioso, ni pedante, nada de eso. La autora te va contando pequeños relatos que orbitan en torno a la escritura, la historia del libro, la lectura. 

Es también un libro de viajes, el viaje del libro y de todo cuánto hay a su alrededor. Un libro que habla de biliotecas y de librerías. Un libro que habla de la tradición oral y de la escrita. Un libro que habla de ritos y de costumbres. Habla de los benshis y de las hetairas, habla de dioses y mitos. De autores, de escritores de todos los tiempos, de las mujeres, de películas, de oficios, de mil y una cosas.

Es un libro que transmite el entusiasmo que la autora siente por este mundo, y con el que yo me siento muy identificada. 

"En la sociedad judia medieval se celebraba con una ceremonia solemne el momento del aprendizaje, cuando los libros hacían partícipes a los chiquillos de la memoria comunitaria y del pasado compartido. Durante la fiesta de Pentecostés, el maestro sentaba en su regazo al niño al que iba a iniciar. Le enseñaba en una pizarra en la que estaban escritos los signos del alfabeto hebreo y a continuación un pasaje de las Escrituras. El maestro leía en voz alta, y el alumno repetía. Luego se untaba con miel la pizarra y el iniciado la lamía, para que las palabras penetrasen simbólicamente en su cuerpo. También se escribían letras en huevos duros ya pelados o en pasteles. El alfabeto se volvía dulce y salado, se masticaba y se asimilaba. Entraba a formar parte de uno mismo. "

Partiendo de la mítica Biblioteca de Alejandría, la autora va a ir contándonos, centrándose más en los griegos y después en los romanos. Pero todo ello salpicado de aventuras, de vivencias, de viajes. Después hablará de la Edad Media, de sus monjes, y hasta nuestros días.

Tiene una estructura lineal en lo principal, pero al mismo tiempo es digresiva y va dando saltos constantes en el tiempo, atras y adelante, adelante y atras, sin hacer nada monótona la lectura.

El tono es ameno, didáctico cómo os decía, pero sin ser tostón en ningún momento. Son pequeños relatos hilados donde tan pronto te cuenta historias como anécdotas, con una atmósfera cercana, alegre, a ratos con humor y muy bien escrito. La autora ha sido aquí narradora, cronista, periodista, con tintes autobiográficos incluso, sin perder la frescura en ningún momento.


Ana María Moix me contó una vez que en los años setenta, un mediodía quedó a comer con la prodigiosa camana del boom latinoamericano: Vargas Llosa, Gabriel García Marque, Bryce Echenique, José Donoso, Jorge Edwards... Entraron en un restaurante de Barcelona donde había que apuntar el pedido y entregárselo por escrito al camarero. Pero ellos bebiendo y conversando, se desentendieron del menú y de las aproximaciones interrogativas de los camareros. Al final tuvo que interrumpir el maitre. Irritado por tanta cháchara apasionada y tan poco interés gastronómico. Se les acercó y, sin reconocerlos, preguntó con voz enojada: "¿Es que nadie sabe escribir en esta mesa?".
Hoy asuminos que, a nuestro alrededor, la inmensa mayoría de la gente lee y escribe. Detrás de esta situación hay una larguísima ruta de siglos. (...)
(...)
 Somos seres económicos y simbólicos. Empezamos escribiendo inventarios, y después invenciones (primero las cuentas: a continuación los cuentos).


Los libros, y la escritura, que siempre estuvieron y siempre estarán, a pesar de todas las invasiones, de los bárbaros, de los saqueos, los incendios, las catástrofes. A pesar de las nuevas tecnologías, de internet, ahí están y estarán.
 

"Es seguro que en la época más temprana de los poemas y las narraciones escritas, no hubo una forma única de nombrarlos. Las listas de libros de las primeras bibliotecas de la historia, en el Oriente antiguo, mencionan las obras por su tema. "Para rogar al DIos-Tempestad" se lee en una tablilla de arcilla encontrada Hamusa. La siguiente entrada del listado dice: "Sobre la purificación de un asesinato". Con todo, el método más habitual fue usar las primera palabras del texto: Enuma Elish (en acadio: "Cuando en lo alto..." (...)
Es hermoso el viejo modo de nombrar las historias por el comienzo, como si, sin querer, arrastrados por su hechizo, empezásemos ya a narrarlas. Italo Calvino restacó ese antiguo procedimiento cuando tituló una de sus más fascinantes novelas: "Si una noche de invierno un viajero".
Los primeros títulos fijos, únicos e inamovibles pertenecieron a las otras teatrales. Los dramaturgos atenienteses fueron pioneros en titular sus piezas, con las que competían en certámenes públicos y debían quedar a salvo de toda confusión al anunciarlas, promocionarlas o declararlas ganadoras. Prometeo encadenado, Edipo Rey o las Troyanas nunca tuvieron otro nombre o apellido. La prosa, en cambio, tardó más en adquirir títulos duraderos..."


Éste es un libro para estudiarlo, más que para leerlo. Un libro donde he subrayado y subrayado, donde he escrito en los márgenes y al final también. Un libro que debería volver a empezar esta tarde, cuando lo terminé esta mañana. Un libro que consultaré muchas veces y releeré muchas más. Qué pena me está dando ya de que se me olviden muchas de las cosas que he leído en él. 

Este libro es un homenaje. Es pasión.

Por favor si os gusta leer tanto o más que comer, si os gusta escribir, si os gusta que os cuenten cosas, si os gusta aprender, leed este libro. 
 
«Somos los únicos animales que fabulan, que ahuyentan la oscuridad con cuentos, que gracias a los relatos aprenden a convivir con el caos, que avivan los rescoldos de las hogueras con el aire de sus palabras, que recorren largas distancias para llevar sus historias a los extraños. Y cuando compartimos los mismos relatos, dejamos de ser extraños.»






Irene Vallejo (Zaragoza, 1979) se doctoró en Filología Clásica por las universidades de Zaragoza y Florencia. En la actualidad lleva a cabo una intensa labor de divulgación del mundo clásico impartiendo conferencias y a través de su columna semanal en el diario Heraldo de Aragón. De su obra literaria destacan las novelas "La luz sepultada" (2011) y "El silbido del arquero" (2015), la antología periodística "Alguen habló de nosotros" (2017) y los libros infantiles "El inventor de viajes" (2014) y "La leyenda de las mareas mansas" (2015).



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