No leía a Bernardo Atxaga desde aquella novela suya "El hijo del acordeonista". Ya hace unos cuántos años.
Así que me dije que ya era tiempo de volver a este autor que tiene un universo propio y una prosa cuidada y rica, y lo he hecho con su última obra: "Casas y tumbas".
En primer lugar quiero destacar que me gusta cómo ha estructurado el autor la novela, repartiéndola en seis partes, seis historias, de alguna manera relacionadas. Cada una de estas historias a su vez está subdividida en capítulos. Para finalizar con un epílogo con forma de alfabeto que me ha encantado.
Sin embargo os tengo que decir que me ha parecido una novela desigual. Hay relatos que me han llegado bastante, que me han atrapado y entretenido y quería todo el rato volver a ellos. Como me ocurrió con el primero y los dos últimos. Y en cambio hay otros a los que yo hubiera quitado bastantes páginas.
El tema que podríamos decir que une todas las historias, el germen que subyace, es la amistad y el paso del tiempo.
En cuánto al argumento pues depende de la historia. En la primera se nos cuenta de la llegada de Elias a un pueblo del norte, Ugarte. Elias es un niño que vuelve sin habla, tras pasar una temporada en un internado del sur de Francia aprendiendo francés. En la segunda historia estaremos con unos jóvenes que prestan el servicio militar en el cuartel de El Pardo... Y así con varias historias más de las que no quieros desvelaros mucho para no destriparos la novela.
Está ambientada en España, en el norte, y cuando arranca la novela estamos en el año 1972. A medida que discurran las historias iremos saltando de año, 1970, 1985, 2012, 2017.
Los personajes están bien perfilados, de algunos solo sabremos en alguna ocasión y de varios sabremos en más de una historia, como de los gemelos con los que entabla amistad aquel niño, Elias, el niño sin habla que os contaba del primer cuento. En unas nos fijaremos en ellos porque tienen un papel más protagonista y en otras casi de refilón, pero eso nos ayudará a no perderlos de vista.
Yo resaltaría de esta novela la forma en que está estructurada, tal y cómo decía son varias historias que forman todas juntas una novela, se ensamblan de tal forma que todas juntas forman un mundo, una historia más grande, la novela. Porque aunque no se sigan, consiguen que sobrevueles un espacio durante un período de años y veas como el paso del tiempo ha repercutido sobre los distintos personajes.
Además está muy bien ambientada, muy logradas sus coordenadas espacio temporales, reflejándose las señas de identidad del autor. Los espacios, además del rural del norte, del País Vasco, que por supuesto está muy bien trasladado al papel, nos llevan también a unos universos pequeños donde los personajes tienen que interrelacionarse mucho, donde el tiempo pasa lento, donde pasan muchas cosas o apenas nada. Me estoy refirieron al colegio, al cuartel, al hospital, y lo que pasa dentro de ellos, siempre tan intenso.
Y, cómo os comentaba, me ha gustado especialmente el epílogo que Atxaga le ha puesto a esta novela-libros de cuentos, en forma de alfabeto. Un curioso y distendido alfabeto donde el autor nos cuenta a los lectores el porqué de muchos asuntos que atañen a él mismo y a la novela. Me ha parecido muy especial este epílogo. Muy acertado.
En general, me ha gustado volver a este autor y su mundo literario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios me enriquecen, anímate y déjame uno