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martes, 13 de diciembre de 2016

Un rifirrafe con la palabra "rafe". PALABRAS


Hoy vamos a dedicar la entrada a una palabra, que al menos yo había escuchado mucho, pero que no sabía su significado.

Me estoy refiriendo a la palabra: Rafe. Me ha sugerido mi hermano mayor que podría dedicar una entrada del blog a ella, y la verdad es que yo creo que sí que la merece.

Mil veces había escuchado yo eso de "Rifirrafe". ¿Vosotros no? ¿Y sabíais lo que significa "rafe"? ¿Y "rifi"?

Bueeeeno vamos por partes.

Lo más escuchado, lo de "rifirrafe", así todo seguidito y con dos erres, sí que viene en el diccionario de la Real Academia, y se trata del significado que utilizamos habitualmente:


rifirrafe
De or. onomat.
1. m. coloq. Contienda o bulla ligera y sin trascendencia.

Es de esas palabras que provienen de la onomatopeya, de querer plasmar en palabras el sonido del ruido de la bulla. 


onomatopeya
Del lat. tardío onomatopoeia, y este del gr. ὀνοματοποιΐα onomatopoiḯa.
1. f. Formación de una palabra por imitación del sonido de aquello que designa. Muchas palabras como quiquiriquí han sido formadas por onomatopeya.
2. f. Palabra cuya forma fónica imita el sonido de aquello que designa; p. ej., runrún.

Hasta aquí bien. Pero empezábamos hablando de la palabra "rafe". El diccionario de la Real Academia nos habla de dos acepciones en el significado de esta palabra.

rafe1
Del ár. hisp. ráff, y este del ár. clás. raff.
1. m. Ar. y Mur. Borde, límite externo o superior de algunas cosas.
2. m. Ar. alero (‖ parte del tejado).



rafe2
Del gr. ῥαφή raphḗ 'costura'.
1. m. Anat. Línea prominente en la porción media de una formación anatómica, que parece producida por la reunión o sutura de dos mitades simétricas. Rafe perineal, escrotal.
2. m. o f. Bot. En algunas semillas, cordoncillo saliente que forma el funículo.

El primer signficado nos habla de borde, límite externo o superior. Y el segundo significado nos habla de esa línea que se forma al juntar dos partes. En el primer caso la palabra tiene un origen árabe, en la palabra Raff. Y en el segundo caso, un origen griego, en la palabra Raphe o costura.

Busco en internet y veo que en general parece que es más habitual utilizarla en el lenguaje médico, es decir, en su segunda acepción.

Pero hay algunos localismos que también aluden a ella, por ejemplo he leído que en Aragón se refieren a "rafe" para aludir al alero, es decir en su primera acepción. Y en Murcia también, para designar el borde superior de algunas cosas, incidiendo también en su primera acepción.

En el rastreo de esta palabra encuentro también Rafe, como Red de Apoyo a Futuros Empresarios. Es decir nombra a un organismo que depende de la Agencia de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación. Y se nombra con una sigla: RAFE.

Recordamos lo que era una sigla.

sigla. 1. Se llama sigla tanto a la palabra formada por las iniciales de los términos que integran una denominación compleja, como a cada una de esas letras iniciales. Las siglas se utilizan para referirse de forma abreviada a organismos, instituciones, empresas, objetos, sistemas, asociaciones, etc.


Y para terminar buscamos "rifi". Y... me temo que no existe. No la recoge el diccionario de la Real Academia.

Bueno pues ya hemos investigado hoy en otra palabra: Rafe.

Y además hemos recordado el "rifirrafe". Me gustan las palabra onomatopéyicas, tan sonoras ellas.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

De la palabra "tafanario"



Termina el mes de noviembre, y he pensado que hoy vamos a hacer una entrada sobre palabras.

Hoy os traigo una que no es muy habitual, aunque sí muy antigua. ¿Vosotros sabéis lo que significa: tafanario?

La palabra es sonora, distinta, casi elegante.

Pues nos dice el diccionario de la Rae:




tafanario
 
De antifonario 'trasero'.
1. m. coloq. nalgas (‖ porciones carnosas y redondeadas).


Real Academia Española © Todos los derechos reservados

Efectivamente, nos estábamos refiriendo a las nalgas, el culo, el pompis, el trasero, las posaderas... Mil y un sinónimos mucho más escuchados que ¡tafanario!

En el diccionario de María Moliner no viene.
 

¿Y cual es el origen de tan ilustre vocablo? Os preguntaréis vosotros y me pregunto yo. 

Vemos que en el diccionario de la Rae nos dice que viene de "antifonario" o trasero. 

Consultando en internet encuentro que Amando de Miguel en uno de sus artículos habla de esta palabra remitiéndonos a otra persona, os lo copio:

"Félix Juan Cabasés (Azpeitia, Guipúzcoa) señala el origen de la voz tafanario (= trasero, culo). Procede de antifonario, el conjunto de antífonas, cantos litúrgicos que se entonan junto a los salmos. El antifonario ocupa la parte última del breviario. El humor clerical se introdujo para llamar tafanario a lo que está detrás, al trasero. La historia es ingeniosa, aunque no me convence del todo. Por lo menos prueba que los ñoñismos se introducen como juego en el idioma."

Pero si no convence a D. Amando de Miguel...

He encontrado también un blog http://palabraria.blogspot.com.es/2014/08/tafanario.html  donde hay una entrada muy extensa sobre este tema, donde se rastrea la historia del vocablo por los distintos e importantes diccionarios que la han recogido:

Nos dice que la palabra en cuestión aparece en el diccionario de Autoridades:

"S. m. La parte posterior, ó assentaderas. Es voz jocosa, y festiva. Lat. Posteriora."



Academia mantiene lo dicho por Autoridades hasta la edición de 1869, en la que lo varía un poco:



"TAFANARIO. m. fam. La parte posterior del cuerpo humano, ó asentaderas."



En la edición de 1899 dice que procede de tabalario, y en la siguiente, la de 1914, de la 2ª acepción de antifonario, trasero. Se mantiene lo dicho en las siguientes. En la de 1985 dicen que este vocablo se utiliza poco, y en la de 1992, la definen solo como "nalgas"
Si queréis mucha más información consultad este blog porque la verdad es que hace una entrada de lo más extensa y pormenorizada.


Y acabamos con unos versos ocurrentes como suelen ser cuando se alude a estos temas:
Quién no tenga monetario
que ponga por relicario
el tafanario.
  - Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com/opinion/amando-de-miguel/el-origen-de-las-palabra

s-38543/

lunes, 31 de octubre de 2016

Jalogüin, Origen de la palabra



Vamos por la calle y es imposible no escuchar a la palabra "Jalogüin" en boca de unos y otros. 

Porque no os engañeis nosotros decimos "Jalogüin" con nuestra "j" y nuestra "g", y como la diéresis no la utilizamos mucho pues en esta palabra nos permitimos su uso.

Y hacemos bien, ya que la adoptamos, la españolizamos.

El caso es que la fiesta de las muertos y las calabazas nos ha invadido. Así que vamos a ver si por lo menos sabemos cual es el origen de la palabra.

Jalogüin, viene de Halloween, que a su vez es una contracción de la expresión escocesa "All Hallows`Even" que significa "anochecer de todos los santos" o "víspera de todos los santos". 

Por otra parte tampoco es una fiesta de EEUU, como mucha gente cree, sino que tiene un origen celta, como parte del "Samhain". Ésta es una palabra gaélica que significa "El final del verano" y aludía a unas celebraciones que se hacían cuando se terminaban las cosechas y los días se hacían más cortos. Los celtas creían que esa noche los muertos podían visitar a los vivos. Y se encendían hogueras para ahuyentar a los malos espíritus. Los celtas también iban recogiendo alimentos por las casas para ofrendas a los dioses. De aquí lo de los niños que van por las casas pidiendo dulces. Y preparaban un gran nabo hueco con carbones encendidos dentro representando a un espíritu.

Los inmigrantes irlandeses que emigraron a Norteamerica en el siglo XVIII, y después en el XIX con más fuerza, llevaron sus celebraciones y sus palabras. Pero en EEUU era más fácil encontrar calabazas que nabos...

Y con la globalización, otra vez vuelve a Europa, de donde salió.



La foto la hice yo este verano en Canadá.


jueves, 20 de octubre de 2016

De palabras "Estafermo" y "Testaferro"



Hoy vamos a hablar de dos palabras compuestas (formadas por la unión de dos palabras simples), que proceden ambas del italiano y que además, tienen semejanza en su sonido: la palabra ESTAFERMO y la palabra TESTAFERRO. Me gustan estas asociaciones aleatorias que nos dan la posibilidad de detenernos un poco en ellas.

La primera me la sugirió un día mi hermano mayor, y la verdad es que es una palabra bonita. Y después se me ocurrió que podíamos hablar también de "testaferro", porque se parecen un poco, y eso lleva a veces a confusiones. Al tener el mismo número de sílabas, llevar las mismas vocales y casi las mismas consonantes, se puede prestar a dudas. Son palabras que suenan parecido, tienen semejanza fonética, pero no tienen nada que ver en sus significados.

Quizá sería un caso cercano, aunque yo creo que no llegan a serlo, a lo que se llama palabras PARÓNIMAS: palabras que se escriben parecido y tienen pronunciación y significados distintos. Por ejemplo, actitud/aptitud, perjuicio y prejuicio...


Buscamos en el diccionario de la Rae la palabra "estafermo" nos encontramos con la siguiente definición:



estafermo
 
Del it. sta fermo 'estate firme, tente tieso'.

1. m. En juegos y ejercicios de destreza caballerescos, figura giratoria de un hombre armado con un escudo en una mano y una correa con bolas o saquillos de arena en la otra, al que golpeaban con una lanza los participantes, que debían evitar que, al girar, les devolviese el golpe.

2. m. Persona que está parada y como embobada y sin acción.

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Efectivamente la palabra estafermo designa una figura o maniquí que podía moverse, y que en la Edad Media se utilizaba para practicar o jugar a tirarle la lanza de tal forma que no se las devolviese. 

Estafermo viene de "stá firme" en italiano.

Y en consecuencia se llama también "estafermos" a las personas paradas, pasivas...



Por otro lado, testaferro también nos viene del italiano:

testaferro.
 
Del it. testa-ferro 'cabeza de hierro'.
1. m. y f. Persona que presta su nombre en un contrato, pretensión o negocio que en realidad es de otra persona.

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 Como ya hemos dicho su origen está en la palabra "testa" que en el latín aludía al caparazón y las conchas de los animales, y al evolucionar pasó a aludir al craneo de las personas y del craneo terminó por pasar a la cabeza.

Consultando en internet he encontrado que un posible origen de la palabra podría haber surgido "en el siglo XVI. El Ducado de Saboya había sido arrebatado a Carlos III, y ocupado territorialmente por el Rey de Francia, Francisco I. Pero en lugar de quitarle el trono, el monarca galo decidió mantener a Carlos III en su cargo, quitándole todo poder decisorio. El monarca desempeñó su papel durante más de 15 años hasta que le sucedió su hijo, Manuel Filiberto cuando era solo un bebé.
Mientras creció el joven Filiberto emuló a su padre, siendo el hombre de paja del Rey de Francia cuando creció gracias a su carácter fuerte fue recuperando el poder del ducado. Entre sus súbditos se le conocía como «testa di ferro» cabeza de hierro o lo que en España llamamos cabezota. Con el tiempo el término fue perdiendo este significado y pasó a designar precisamente lo contrario: a la persona que se deja manejar por otra"




Con tantos casos de corrupción se ha hablado mucho en los periódicos de los "testaferros", personas que han dado su nombre y tras las cuales se esconden muchos casos de ocultamiento de patrimonio. Vamos, que los testaferros "dan la cara"...

También se habla de "testaferros" en el ámbito de la psicología, para referirse a personas con un trastorno de personalidad por el cual adoptan la personalidad de otra, o se ven manipuladas por otras. 


Bueno y lo vamos a dejar aquí, podríamos hablar más de ello pero como repasito está bien así.


sábado, 3 de septiembre de 2016

Nostalgia, la palabra y su origen



Es viernes, el primer viernes de septiembre.

En Madrid se nota que ha venido ya mucha gente, me temo que para muchos se han terminado las vacaciones... Dentro de nada comenzarán los colegios, la rutina se irá imponiendo y el tiempo del sol, del aire libre, del ocio poco a poco irá quedándose atrás. No será dificil que la nostalgia, esa nube húmeda y plomiza, comience a formarse sobre todas las cabezas.


nostalgia.
Del lat. mod. nostalgia, y este del gr. νόστος nóstos 'regreso' y -αλγία -algía '-algia'.
1. f. Pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos.
2. f. Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida.

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La palabra nostalgia que, como ya hemos visto en la definición, se formó gracias a la unión de la palabra griega "nostos" que significa regreso y la también griega "algos" que quiere decir dolor. Es decir el dolor que causa el deseo de regresar.

Eso mismo fue lo que quería que significara el médico suizo Johannes Hofer, quién inventó la palabra en su tesis médica escrita hacia el año 1668. Es un neologismo. Una palabra nueva. El médico quería buscar la palabra que significara esa tristeza, ese dolor por estar separado de tu casa, de tu familia, o de una alegría que has perdido. He leído que creó la palabra a raíz del estudio del sufrimiento que experimentaban tanto un estudiante, como su sirviente por estar alejados de su casa. Enfermaron, y solo la vuelta al hogar les curó de su dolor.

Tiene un significado muy parecido a la palabra "saudade" portuguesa.


Me gusta a mí mucho esta palabra, es sonora.

¿Y a vosotros?



viernes, 12 de agosto de 2016

Verano, arte callejero y la palabra "noray"


Es verano. 

El arte de las calles nos lleva hasta el agua. Más exactamente hasta los nórais. Y las fotos las hice en Lisboa.

Me gusta la palabra noray.



noray
 
De or. inc.
1. m. Mar. Poste o cualquier otra cosa que se utiliza para afirmar las amarras de los barcos.
2. m. Mar. Amarra que se da en tierra para asegurar la embarcación.

La palabra noray tiene un origen incierto, no se sabe muy bien de dónde viene. Pero no hay lugar con costa donde no esté esta palabra en un toldo, una cafetería, una heladería... en todas partes.

He leído en la página del Instituto Cervantes que en catalán, norai está documentado en el siglo XV, aunque Corominas lo sitúa en el XVI.

Su plural es noráis o norayes.

Buen fin de semana largo de agosto. 






lunes, 8 de agosto de 2016

"Ultramarinos"



Yo no sé si ya hemos hablado en el blog de la palabra "Ultramarinos". Pero si ya lo hemos hecho, la palabra en cuestión es tan bonita, que no importa que nos repitamos.

Ya apenas hay tiendas de ultramarinos, sin embargo yo las recuerdo de mi infancia como esos establecimientos llenos de misterio, donde había mil y un alimentos que descubrir. Olían además tan bien... Es una palabra llena de nostalgia, muy evocadora.


Nos dice el diccionario de la RAE:



ultramarino, na
1. adj. Que está o se considera del otro lado o a la otra parte del mar.
2. adj. Esp. Dicho de un género o de un comestible, y especialmente del de fácil conservación: Traído del otro lado del mar, y sobre todo de América o Asia. U. m. c. s. m. pl. Lonja, tienda de ultramarinos.

Eran esas tiendas donde estaban los alimentos que traían de tierras lejanas, del otro lado del mar...

Se ve muy claro en la misma palabra: "Ultramarinos", es sencillo desmembrarla: Del prefijo Ultra (más allá), de la palabra "mar" del latín mare, más el sufijo "ino" del latín "inus" que denota relación o pertenencia, en este caso que pertenece al mar.

Eran y son, en los pocos casos en los que aún perviven, tiendas con mucho encanto: sus latas de conserva haciendo torres bien ordenadas, sus mostradores de madera y cristal, sus galletas o cualquier otro alimento a granel o al peso. Alimentos que perduraban, como perdura segurmente la memoria de alguna de ellas en nosotros. 

Os dejo con algunas fotos de ellas, tomadas por mí este verano en León, en Astorga. Dónde aún resisten algunas de ellas, afortunadamente.



martes, 12 de julio de 2016

De la palabra "Pedante" tan interesante



En la entrada anterior hablábamos de una zapatería portuguesa que se llamaba "pedantes". Y cómo una cosa lleva a la otra hoy quería hablar de la palabra "pedante". Sobre todo porque quería dejar constancia de otra acepción de la palabra.

Bueno pero empecemos por la definición de la palabra según el diccionario de la RAE:


pedante
Del it. pedante.
1. adj. Dicho de una persona: Engreída y que hace inoportuno y vano alarde de erudición, téngala o no en realidad. U. t. c. s.
2. adj. Dicho de una cosa: Propia de un pedante.
3. m. desus. Maestro que enseñaba a los niños la gramática yendo a las casas.


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Todos más o menos sabemos lo que es un pedante, cómo dice la definición, un engreído.

He leído que de la palabra "paiz, paidoz", del griego, proviene la palabra italiana pedante, según Covarrubias. Y nos dice Joan Corominas en su diccionario etimológico que «pedante» es sustantivo con uso registrado en castellano desde 1535. Al castellano llega a través del italiano pedante, 'maestro de escuela'. Porque pedante es deformación producida en Italia con el cultismo pedagógico, por identificación popular jocosa con la voz vulgar italiana preexistente pedante, 'soldado de a pie', 'peatón', aludiendo al hecho de que el acompañante de niños es peatón constante.
 
Y así lo mantuvo también el Diccionario de Autoridades ya con la acepción del maestro...

Yo quería que nos detuviéramos en eso mismo. En que antiguamente se usaba la palabra "pedante" para denominar a los profesores que iban por las casas ( a pie) enseñando a los niños latín, griego y otras sabidurías importantes para hacerse unos caballeros de provecho.

Por lo que he leído parece ser que estos maestros estaban muy bien preparados, porque tenían que pasar varias pruebas selectivas para que los admitieran. Había pocas casas que se lo pudieran permitir y muchos maestros. Entonces tenían que convecer con su "sapiencia", fuera como fuera, a los padres de los niños para que los eligieran a ellos y a otros no, de ahí que se entregaran a toda clase de discursos y florituras en el alarde de sus conocimientos, tanto que llegaran a parecer unos resabiados.

Y de ahí que se terminara utilizando este término de pedante para las personas engreídas.


domingo, 19 de junio de 2016

De la palabra "mapa" y la etimología de las palabras



Ya hemos pasado la mitad de junio, y poco a poco todos nos vamos a ir yendo de vacaciones.

El que más y el que menos se está mirando los mapas...

Y a propósito de ellos, ¿Vosotros sabéis de dónde viene la palabra mapa?

Pues en latín la palabra mapa designaba un pañuelo, una servilleta, un tela en general. 

A las representaciones del mundo conocido, que por aquel entonces se dibujaban sobre una tela, se les llamaba "mappa mundi". Que vendría a ser algo así como "Tela del mundo".

Y aunque utilizamos la palabra mapamundi en nuestra lengua, también utilizamos mapa.



También relacionado con la palabra mapa, están esos mapas etimológicos que ha creado no hace mucho un usuario de Reddit, en los que ha elegido varias palabras y ha coloreado de forma igual los países que comparten su origen. Están fenomenal, os dejo con alguno de ellos.

Me encanta el de la palabra "piña". Que la mayoría dicen "ananas"... ¡Pues nosotros decimos PIÑA! Hasta ahí podímos llegar ¿no?



Aquí tenemos el mapa de la palabra "Iglesia": Con mucha influencia del griego "Casa de Dios".





Y solo os dejo con un mapa más, el de la palabra Té. Que en su mayoría está muy dividido y proviene de dos dialectos chinos, del Amoy y del Cantonés.





Si queréis ver alguno más de estos mapas buscarlos en internet, porque han arrasado. No me extraña, son de lo más curioso ¿verdad?

Diccionario del origen de las palabras - Alberto Buitrago y J. Agustín Torijano de Espasa.


jueves, 16 de junio de 2016

De la palabra "Rehilete"



Hace nada hablábamos aquí, en el blog, del yoyó con motivo de su día mundial. Y hoy vamos a hablar del rehilete.

¿Mandeee?

Sí. He dicho REHILETE.

Yo no tenía ni idea de lo que era. Pero lo mismo vosotros sí. 

¿Sabemos lo que es?

Ya, con la pista de la foto...

Pues yo aprendí esta palabra ayer, en mi tertulia. Uno de mis compañeros la llevaba escrita en un poema muy evocador que nos leyó. Mi compañero se llama Miguel de Leceta y la palabra era ésta:

rehilete
 
De rehilar 'zumbar'.
1. m. Flecha pequeña con una púa en un extremo y papel o plumas en el otro, que se lanza por diversión para clavarla en un blanco.
2. m. Juguete que consta de un zoquetillo de madera o corcho con plumas que se lanza al aire con una raqueta.
3. m. Dicho malicioso, pulla.
4. m. Taurom. banderilla (‖ palo para clavar en los toros).

Esta definición es del diccionario de la Real Academia.

En el María Moliner, no viene "rehilete", pero sí viene:

Rehilar:
Pronunciar una consonante sonora con rehilamiento.

Rehilamiento:
Vibración que se produce en el punto articulación ciertas consonantes y que suma su sonoridad a la de las cuerdas vocales.


Ninguno de los dos diccionarios recoge la definición que nos dió mi compañero y por la que había escrito la palabra en su poema:

Cuba Guat Méx Perú
Juguete de niños que consiste en una vara o palo en cuyo extremo va sujeta una rueda o estrella de papel que gira impulsada por el viento.
sinónimos:molinillo

Un molinillo. Sí en otros países como Cuba, Guatemala, México o Perú se llama rehilete.

Es bonita la palabra.


lunes, 6 de junio de 2016

6 de junio - Día Mundial del Yoyó


Pues sí, el 6 de junio, es el Día Mundial del Yoyó ¿Vosotros lo sabíais?

Pues yo no, me acabo de enterar. Qué cosas... ¿Y quién no ha tenido un yoyó? 

Yoyó es una palabra que a todos nos trae recuerdos de algún momento ¿verdad? Pero ¿Os habéis preguntado alguna vez de donde viene esa palabra?


Cómo hacemos siempre, comenzamos por su definición según el Diccionario de la Real Academia:

yoyó
 
Tb. yoyo, Cuba, El Salv. y Méx.
1. m. Juguete de origen chino que consiste en dos discos pequeños unidos por un eje en torno al cual se ata y enrolla una cuerda por la que se lo hace subir y bajar de manera sucesiva a impulsos de la mano.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados


¿Entonces de dónde viene esa palabra?

Pues he leído, a pesar de lo que dice la definición de la Real Academia, que en un principio el yoyó era un arma arrojadiza que nos viene desde Filipinas. "Yoyó" significa en tágalo (lengua nativa de Filipinas) "viene, viene". La idea era arrojar el yoyó a las patas de un animal, para que se enredara en él, y se cayera al suelo.Era un yoyó mucho más grande que el que estamos acostumbrados a ver.

La versión que más he encontrado es la de éste origen filipino como arma arrojadiza. Aunque también he leído que podría proceder de China, como nos decía el diccionario, y tendría una función hipnótica, estaríamos hablando del 1000 a.C. o que ya aparece dibujado en vasijas de la Grecia clásica en el 500 a.C, y también en otras de Egipto. Hay varias versiones, cómo veis.

El caso es que con el tiempo, y ya convertido en un juego se lo llevaron desde Filipinas los británicos a Europa, pero no pasó de ahí su importancia, aunque lo cambiaron de nombre. 

Hasta que ya a principios del siglo XX, y con este mismo nombre de yoyó, se lo llevó desde Filipinas hasta Estados Unidos un empresario filipino Pedro Flores. Comenzándolo a fabricar de forma industrial. 

Pero quién lo popularizó de veras, fue el hombre de negocios Donald Franklin Duncan (1892-1971)  que le compró la fábrica y la patente a Flores, le hizo algunos cambios como el tipo de nudo de fijo a corredizo, y ya en 1930, registró la propiedad intelectual del nombre “yo-yo” para poder usarlo durante 30 años...

Así que, ya veis, tiene un origen de lo más remoto y una azarosa vida hasta verlo convertido en juguete, tal y cómo lo hemos conocido. 

Pero bueno a nosotros lo que nos importaba en este blog, era saber que la palabra "yoyó" es una palabra que nos viene del tángalo, Filipinas, y que significaba "viene, viene".


viernes, 8 de abril de 2016

¡Viernes! Qué palabra tan buena...




Hoy es viernes, qué alegría. 

Promesa de descanso, de libertad, de ocio.

¿Y alguna vez nos hemos parado a pensar de dónde viene la palabra Viernes?

Viernes viene del latín. De la palabra "Véneris die", que era el genitivo latino, o lo que es lo mismo "día de Venus". ¡¿Cómo no nos va a gustar la palabra?!

La palabra "Véneris die", en castellano fue perdiendo el "die", supongo que por aquello de la economía de lenguaje hablado, y terminó siendo "veneris".

En otras lenguas, también románicas como el castellano, en cambio no lo perdió. Por eso en italiano se dice "venerdi" o en francés "vendredi".

En Véneris, la primera sílaba, acabó convirtiéndose en "ie" como ha ocurrido en algunos verbos irregulares como "temblar", que se dice "tiemblo". 

Y perdió la sílaba del medio que era más débil que la primera sílaba.

Finalmente terminó por convertirse en "viernes".

lunes, 4 de abril de 2016

De Tararear y Quique Gonzalez. Auditorio de Leganés 3 Abril




Yo hoy tarareo, no dejo de tararear las canciones que ayer tocó Quique González.

Qué bueno es Quique González. http://www.quiquegonzalez.com/


Acaba de sacar su décimo disco, con su banda Los Detectives, y titulado: Me mata si me necesitas. 


A mí me gustan mucho sus canciones más lentas, más intimistas. 




Ayer estuvo tocando en el Auditorio de la Universidad Carlos III en Leganés. Estuvo fenomenal. Primero las entradas agotadas. Después el público incapaz de estar sentado levantado en pie, bailando con los pies, tocando las palmas, tarareando. 



Y por eso hoy tarareo todo el rato sus canciones. 

¿Y por qué tarareo? Porque tararear viene de la palabra "Tarara", y he buscado el origen de la palabra en varios sitios y parece haber coincidencia en afirmar que etimológicamente tiene dos posibles explicaciones. O que venga de tararí, tal y cómo dice en su primera acepción el significado de la palabra tarara, que significa toque de trompeta, o puede ser que venga de su segunda acepción porque "tarara" también es ser un loco, es tener poco juicio.

Así que así estoy yo hoy, medio loca en este lunes lluvioso, canturreando entre dientes todo el santo día, como una "tarara", las canciones que más me gustan de Quique Gonzalez.


tararear
De tarara y -ear.
1. tr. Cantar entre dientes y sin articular palabras.




tarara
De or. onomat.
1. f. tararí (‖ toque de trompeta).
2. adj. coloq. Loco, de poco juicio. U. t. c. s.







De la palabra "lluvia" y todos sus sinónimos


 
Hoy llueve, llueve sobre Madrid, y creo que sobre España entera.

Y lo hace, al menos en Madrid, de esa forma lentita y minúscula, cierta y tranquila, que te va empapando poco a poco, poco a poco, sin remedio y sin descanso.

Es abril, tiene que llover.

Y es bonita la palabra lluvia. ¿No créeis? ¡Y cuántas formas de decir lluvia que existen y todas bien bonitas!

Ya que es abril me gustaba dedicar esta entrada a esa palabra y sus múltiples variantes según la forma de llover o la geografía.

En primer lugar deciros que la palabra "lluvia" viene del latín pluvia.

A la llovizna o chubasco de poca intensidad lo llaman en algunos lugares aguanina, un término similar a cernidillo y a bernizo. De ahí que "Llover a bernizo" es lloviznar. En Mallorca, la lluvia fina recibe el nombre de albaina y en algunos lugares de Canarias se denomina Chiriso. En el norte, ¿Quién no conoce el sirimiri? O también el orvallo.

Que lo que ocurre es que cae un chaparrón, en León lo llaman bastiao, y en Asturias bastarao. Bastio lo llaman en otros lugares a la mezcla entre lluvia y viento. Generalmente cuando caen chaparrones lo llaman en según qué lugares: chucear, chubascar, chaparrear. Y de ahí la frase coloquial "Caen chuzos de punta".En Extremadura al chaparrón lo llaman chiringa y en Canarias palo de agua; en Aragón andalocio o rujiada y en el País Vasco zaparrada o chaparrada.

Sinónimos de chaparrón son un chapetazo, un chapetón, un zarpazo, un charpazo, una aguazada, una batida, un batilazo, vamos lo que es que te caiga "una chupa de agua".

Jarrear o diluviar llamamos muchas veces coloquialmente a esas lluvias intensas. También decimos "llover a mares", "llover guijarros" o la tan frecuente "llover a cántaros", incluso escascar dicen en Cantabria, o cantalear que es llover copiosamente. 

Cuando la lluvia es escasa y esquiva, se le llama matapolvo, rugete (Teruel), o babinas (en León). Hay una expresión curiosa "está el día de culadas" cuando tenemos esos días que llueve a ratos un poco, y luego nada. 

Y cuando al fín deja de llover, decimos escampar o albanciar, abellugar (Asturias), espazar (Aragón) o escarpiar. Si además de dejar de llover ya clarea el cielo se le llama en Asturias: abocanar.

El lenguaje, ya lo hemos dicho muchas veces, está vivo. Por eso es muy rico. El lenguaje no solo tiene una raíz etimológica que lo define, sino que en él influyen también la geografía de los hablantes, no se designará igual a la lluvia en un lugar que apenas llueve, que en el norte que llueve tan a menudo. E incluso influye decisivamente el mundo afectivo que actúa como un filtro de nuestras palabras, no es igual que estés deseando que llueva por las cosechas, por las alergías y demás, que ya estés cansado de tanta y tanta lluvia. 

Geográficamente podemos decir por ello, al igual que los esquimales tienen muchos nombres para la nieve, en el norte tienen muchísimas formas de llamar a la lluvia... He leído que tienen más de cien formas. Y cómo hemos dicho se debe tanto a la raíz etimológica como al lugar:

 Hay términos con los que se denomina a la lluvia que puede proceder del viento, como por ejemplo del griego "Boreas". Por eso he leído que orballo, orballeira, orballada; chuvisco, chuviscada, chuviña, procederían del latín "pluvia", pero del término griego "Boreas" con el que se denominaba al viento del norte que trae agua procederían otras lluvias como babuxa, babuxada, barruxeira, barruxada, barruceira. Incluso hay otras formas que procederían de otra palabra del latín "turbo" –indicaba cualquier tipo de objeto impulsado con un movimiento circular–. De aquí nos llegarían palabras como trebón, torbón, treboada, torboada...


En fin... que podríamos hablar de este tema largo y tendido porque hay mucha riqueza en el lenguaje. Desde siempre hemos mirado al cielo y hemos dependido de él. Cómo para que no lo reflejen nuestras palabras...





Fuentes:
Aemet - Agenda meteorológica
http://www.farodevigo.es/sociedad-cultura/2012/03/05/lluvia-galicia-cien-caras/629602.html

lunes, 29 de febrero de 2016

La palabra "bisiesto" - Origen de la palabra






Hoy es el día 29 de febrero, estamos en un año bisiesto. ¿Y vosotros sabéis de dónde viene esta palabra: bisiesto?

Más o menos ya todos sabemos porque existe un año bisiesto, pero no está mal recordarlo: Nuestro planeta rota 365,24219 veces durante una órbita completa alrededor del sol, por tanto un año dura 365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos, no 365. Al emperador Julio César se le ocurrió crear los años bisiestos. Si cada año nosotros contamos esos 365 días, perdemos esas 5 horas que deberemos recuperar. Durante tres años contamos esos 365 y al cuarto recuperamos el día que falta, los 29 días que tiene febrero, el año bisiesto. Si no añadiéramos un día completo cada cuatro años, las estaciones acabarían descompasadas del calendario, de tal manera que después de unos 700 años, en el hemisferio norte la Navidad caería en mitad del verano. Al revés, en el hemisferio sur.

Pero cómo este blog es de palabras y del lenguaje. Nuestra pregunta es: ¿De dónde viene la palabra "bisiesto"? ¿Cual es su origen?

Pues del latín. Directamente del latín. ¿Y por qué? Pues porque en latín no existía el día 29 cada cuatro años, lo que existían eran ¡dos días 24! 

¿Y eso por qué? Os preguntaréis... Pues bien la historia nos dice que:


En los tiempos de Julio César, el primer día de cada mes se llamaba calendas, el séptimo eran las nonas y el décimoquinto día eran los idus. En lugar de decir 28 de febrero, los romanos decían primum dies ante calendas martias (primer día antes de las calendas de marzo). El 27 de febrero era el secundum dies ante calendas martias (segundo día antes de las calendas de marzo), el 26 de febrero, tercer día y así sucesivamente. 

Para introducir su novedad, el año bisiesto, Julio César intercaló un día entre el sexto y el quinto día antes de las calendas, o sea entre los días que hoy son el 23 y el 24 de febrero.

Entonces ellos para nombrar al día 24 decían: "Diem sextum ante calendas martias" que es lo mismo que decir: "Día sexto antes del primero de marzo". Porque cómo ya hemos dicho "calendas" eran todos los días primeros de cada mes. 

Pero cómo cada cuatro años ellos tenían dos días 24 de febrero, por ese día adicional que Julio Cesar incluyó, pues al 24 bis le denominaban: bis sextus dies ante calendas martias, o sea, "segundo día sexto antes de las calendas de marzo" y el año que contenía ese día se llamó por eso bissextus.

Pues bien, de ese "bis sextum", nos ha llegado la palabra "bisiesto".


domingo, 14 de febrero de 2016

Aquel "transistor" de nuestra infancia: Una palabra mágica



Ayer, 13 de febrero de 2016, fue el Día Mundial de la Radio. 

En su quinta edición estuvo dedicada a su papel en las catástrofes, en las emergencias.

Pero tiene una gran papel anónimo e individual. Un papel doméstico y cercano, uno casero y minúsculo, que sin embargo deviene en enorme, al menos para mí.

Yo quería dedicarle una entrada del blog a la radio por su importancia en la comunicación por supuesto, pero también en nuestras vidas, en la de ayer, en la de siempre. Yo soy más de radio que de televisión. Todas las mañanas, sea día laborable o día festivo, lo primero que hago en cuánto amanezco es encenderla, con el volumen bajito para no molestar, pero puesta. Y voy por mi casa con mi radio pequeña, mi "transistor" particular, como se decía antiguamente. Ya nadie dice "el transistor". Sin embargo es una palabra mágica. Esa palabra tiene un poder evocador impresionante. Es decirla, pensarla, e inmediatamente te trasladas a otro lugar lejano de tu infancia.

De niña en mi casa la primera radio que recuerdo era una muy grande de la marca Marconi, que la había hecho mi padre. Recuerdo que mi madre siempre tenía puesta la radio mientras desayunábamos con leche condensada y galletas Príncipe. Mientras mojábamos las galletas, mientras nos vestía y preparaba, escuchábamos un programa donde la voz de Enrique Dausá daba la hora cada minuto, y entre medias esperábamos "El cuento corto de hoy". Parece que lo estoy escuchando aún. "Radio hora, minuto a minuto". La voz de mi madre y ese soniquete recordándonos que se iba pasando el rato y había que apresurar, es la banda sonora de mi infancia. 



 Supongo que de aquellos desayunos me quedó esta afición por la radio. Me encanta. Si ando por casa no sé ir sin ella. Casi siempre Radio Nacional de España.

Los días laborables mientras desayuno y me arreglo para ir a trabajar escucho a Alfredo Menéndez en Las mañanas. Por las tardes, un par de días, los que puedo escuchar un poco al Ciudadano García, y más tarde El Ojo Crítico. Y los fines de semana siempre escucho No es un día cualquiera de Pepa Fernández, La Observadora de Teresa Viejo, Documentos y La Estación Azul. 

Escucho mucho más la radio que veo la televisión. Aprendo mucho con ellos, y no solo me hacen compañía mientras voy a trabajar, sino que también lo hacen cuando hago mi caminata diaria, o los fines de semana mientras plancho y trasteo por mi casa. 

Pero no quiero extenderme más. 

No me costaría nada seguir escribiendo solo ello, sobre su papel evocador, su papel de compañero, su magia. Pero en realidad, solo quería dedicarle unas palabras de homenaje, una entrada pequeñita a la RADIO. 

Pero así, con mayúsculas: LA RADIO.

miércoles, 10 de febrero de 2016

"Herrete" La palabra de hoy



El otro día hablábamos de la palabra "dragonera" que yo no conocía y hoy vamos a hablar de otra de la que tampoco tenía noticia y que descubrí gracias a unos dibujos animados, que estuve viendo con mis sobrinas, que se llaman "Phineas y Ferb". 

Muy buenos estos dibujos, muy educativos. Hasta tienen una canción a propósito de este tema "La canción del club del Herrete" que podeís escuchar en youtube.



Esa es la palabra de la que hablaremos hoy:

¡Herrete!

¿Alguien conoce el significado de esta palabra?

Nos dice el diccionario de la Real Academia Española:

herrete
Del dim. p. us. de hierro

1.m Remate, generalmente metálico, que se pone a las agujetas, cordones, cintas, et., para que puedan entrar facilmente por los ojetes.

Procede como veis del diminutivo poco usado de hierro.


Y efectivamente los herretes son esos terminales metálicos que llevan los cordones de nuestros zapatos o tantos cordones. 

¡A ver si no se nos olvida!


Bueeeno que no se diga os dejo con la canción:

lunes, 8 de febrero de 2016

"Dragonera" una nueva palabra que no conocía






Hoy vamos a dedicar esta entrada a una nueva palabra... 

¡TA TA TA CHAAAAN!

¡Dragonera!

¿La conocíais?

Imagino que muchos de vosotros sí. Pues yo no. Nunca la había oído.

Porque no me estoy refiriendo al nombre del islote del archipiélago de Las Baleares que así se llama también: Isla Dragonera, y que está considerado como Parque Natural.

No, me estoy refiriendo al objeto denominado “dragonera”. Escuché por primera vez esta palabra de boca del mayor de mis sobrinos, al que le gusta la montaña y participa en el blog “La madriguera”, que trata esos temas, y del que os copio el enlace por si os apetece echarle un vistazo:


Pues bien, en una de esas entradas del blog se hablaba de los “bastones” para salir a hacer senderismo. Y ahí fue cuando yo escuché la palabra “dragonera”.

Esta palabra no viene en el diccionario de la Rae. El diccionario te lleva a la palabra “dragonear”.

Sin embargo, en muchos sitios relacionados con el senderismo y otros deportes se dice que la dragonera es la correa con un lazo ajustable, para poder asegurar el palo a la mano del usuario.



Inmediatamente con esta curiosidad mía por las palabras, me pregunté el por qué de esa denominación. Buscando por aquí y por allá encontré que también se llama con este término a la correa de los sables. Y saltando de una información a otra recalé en algunas páginas más sobre esgrima, arquería y demás donde encontré que probablemente se llama así por influencia del francés “dragonne” que significa fiador de un sable.

Finalmente todo nos lleva a la caballería "Dragones" que eran unos soldados que se desplazaban a caballo pero que generalmente luchaban a pie. Sus caballos eran pequeños o de peor precio, por un lado para que fuera más fácil bajar de ellos y por otro porque si al hacerlo los perdían que no fuera tan grande la pérdida. Estos "dragones" luchaban con el rifle o la pistola, pero también a espada o sable. Para que fueran capaces de disparar, mantenían la espada desenvainada manteniéndola unica a la muñeca por una correa.
Los dragones parecen tener su origen en Francia a mediados del siglo XVI. En España la primera unidad de dragones se creó en el año 1634. 

Si buscamos la palabra "dragón" en el diccionario de la RAE sí que encontramos una acepción que nos podría llevar a esta palabra, me refiero a la séptima acepción:

7.m. Soldado que hacía el servicio alternativamente a pie o a caballo.

Luego, resumiendo, de los soldados "dragón" vendría que su correa se llamara "dragonera".

Y de los soldados ha ido saltando a demás objetos que interesa que lleven su correa: el sable, el piolet, los bastones... 

Es la explicación que he encontrado que más me convence. De todos modos si alguien tiene alguna explicación alternativa pues bienvenida será.