Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

domingo, 21 de noviembre de 2021

Las Meninas en Madrid

 


Miden 1,80 cm y son de colores. Hechas de la carne de la fibra de vidrio escaparon corriendo de algún palacio donde habían entrado de niñas para servir a alguna Reina o sus Infantas, hasta recalar en un Madrid bullicioso este noviembre del año 2021.

No entienden el tráfico ni las pandemias, no saben por qué las miran y menos por qué las fotografían. 

Pero les gusta verse reflejadas en las miradas de sorpresa, en las sonrisas espontáneas y en ese: "¡Mira otra Menina!", que las personaliza.

 







viernes, 19 de noviembre de 2021

19 de noviembre Día Mundial del Retrete y un poeta

 

China. Septiembre de 2007

 

 Hoy 19 de noviembre es el Día Mundial del Retrete. 

 

Mi querido retrete:

Hoy tenía que escribirte.

Porque ¿Quién no se ha encontrado alguna vez con una sorpresa indeseable en algún retrete? No nos damos cuenta de lo importante que es hasta que no salimos de casa. ¡Que levante la mano el que nunca salió, como una bala, con arcadas o sin respirar! Sí, no hay más remedio, hay que ponerse un poco escatólogicos para hablar de este tema. 

Desde luego a mí jamás se me olvidarán varios de ellos. Siempre me acuerdo de uno de China, en el templo del Sol, donde encontré a una lugareña encaramada a uno de ellos, de pie haciendo sus necesidades, con la puerta y algo más en pompa. Para mí, que acababa de bajar del avión, con sueño de mil horas y un calor que me moría, se me quedó grabado para siempre jamás. Luego ya me curé de espanto porque no era nada raro dadas sus costumbres. 

Y cómo olvidar otro donde entramos mi amigo Javier y yo en EEUU, en el Parque Nacional de Yosemite, que estaba tan oscuro que ni vi nada, pero ni quería ver, y de donde salimos con una peste envolviéndonos que no se nos quitaba de encima por más kilómetros que caminábamos al aire libre... ¡Ay! pero cuando la necesidad apremia, entras donde y cómo sea.

En fin... ¿Quién no tiene batallitas de éstas?


Nos dice la Real Academia:

retrete

Del occit. o cat. retret.

1. m. Aposento dotado de las instalaciones necesarias para orinar y evacuar el vientre.

2. m. inodoro.

3. m. desus. Cuarto pequeño en la casa o habitación, destinado para retirarse.

 

Como veis la etimología de la palabra "retrete" nos dice que viene del ocitano, o del catalán "retret" que a su vez vendría del latín "retractum", y que viene a aludir a la expresión "lugar retirado". 

Retrete, escusado, inodoro, letrina (que es como lo llamaban los romanos), servicio, de mil formas lo llamamos. 


¿Y quién inventó tan maravilloso artefacto?

 Por supuesto los retretes han existido hace miles de años. Hay vestigios en Creta ya de cierta taza con un desagüe, y de la época romana han llegado hasta nosotros innumerables restos de instalaciones que utilizaban, de forma pública.Era un lugar para sociabilizarse.

Ojalá en la Edad Media los hubieran utilizado más. Acordaos de aquello de ¡agua va! y un chorro "de todo" cayendo por las ventanas... De la que nos hemos librado naciendo en la actualidad. 


Pero bueno lo que yo os quería contar es que parece ser que el retrete tal y como lo conocemos ahora, lo inventó ¡un poeta! Si es que ésto se lo tengo yo que contar a mis amigos poetas de la tertulia. ¿Veis cómo son necesarios? Es broma, por supuesto.

Pero no es broma no, que Sir John Harrington, que era un noble ingles aficionado a las artes y los poemas, inventó el primer inodoro contemporaneo. Lo que le trajo muchas chuflas a su alrededor, pobre, con el buen servicio, y nunca mejor dicho, que nos estaba haciendo a la posteridad.

Sir John Harrington, allá por el año 1590 por encargo de la Reina Isabel I, que era su mecenas, inventó una taza con su sistema de vaciado, en un lugar apartado, que nos serviría para "hacer nuestras cositas" con intimidad y limpieza. Y todo esto lo dejó escrito en su libro "La Metamorfosis de Ajax".

Pero, como os he dicho, solo se ganó burlas, la Reina no le quiso patentar el invento y fue olvidándose.

Después de eso, tuvieron que pasar dos siglos más para que ya en 1775, un relojero llamado Alexander Cummings, patentara el sistema del Water Closet, de ahí lo de WC, o "armario de agua", al que en 1884 el hojalatero inglés Thomas Crapper le agregaría el sifón. Así se conectaba el retrete con la toma de agua, y se irían todos los olores. Por eso también se le llama "inodoro".

 

 Las fotos de esta entrada son mías, que he ido haciendo en distintos años aquí o allá. 

La foto que encabeza la entrada es de una amiguita peluda que me encontré en China en un retrete. ¡Menos mal que me di cuenta nada más entrar! Ay madre si no me percato... Me muero. Podéis imaginar que salí disparada a otro. Pero claro volví a hacerle la foto... Porque ahí seguía, que el retrete debía ser suyo, y ahí mismo que posó, tan pichi ella, para la posteridad.


Y las otras dos fotos son de letreros, una está hecha en Vietnam y la otra en Tailandia. 

Pues nada. Hoy la entrada ha salido de aquella manera...

Pero va por ti querido retrete, que es tu día.


Vietnam. Septiembre de 2017

Tailandia. Septiembre de 2012


domingo, 14 de noviembre de 2021

Recital poético de "Voces al Verso" en la Torre de los Lujanes de Madrid.

 


Tarde de poesía en uno de los lugares más elegantes y con más historia de Madrid, la torre de los Lujanes en la Plaza de la Villa.

Como dijo el presentador del recital, por fín Lorca estuvo en la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País. 

El grupo Voces al Verso compuesto por tres poetas que recitaron muy, muy bien: Manuel Sanz, Juan Calderón y Juan B. Raña. Éstos dos últimos compañeros de mi tertulia.

Los tres estuvieron acompañados a la guitarra de Francisco Moyano que puso el justo contrapunto musical.

Los intérpretes iban alternando pasajes de la biografía del poeta con poemas extraídos de sus libros, ofreciéndonos una visión tanto de su vida como de su poesía.

La sala tenía el aforo completo.


No estaba yo en el mejor sitio para grabar, pero os dejo con algunos momentos de la velada.

 


 


 


 

 






 


 

sábado, 6 de noviembre de 2021

"La noche de plata" de Elia Barceló

 


Pues tenía muchas ganas de leer algún libro de Elia Barceló, y escuché a una compañera hablar de "La noche de plata"y dije pues ya está, a por el libro de esta autora que la tengo ganas.

Me atrajo el argumento con el que publicitaron la novela:

Carola Rey Rojo, policía española en excedencia, especialista en secuestros y homicidios infantiles y, para su desgracia, madre de una niña desaparecida veintitantos años atrás, vuelve a Viena, la ciudad donde todo ocurrió para encargarse de deshacer la biblioteca de un marchante de arte que ha fallecido. Allí, su situación familiar se enredará, mientras que se verá envuelta en otra nueva trama policial a la que atenderá junto con su amigo y colega, el inspector Wolt Almann. Y si eso era poco, desaparece otra niña...


La novela, a mi entender, tiene un ritmo un poco desigual. Tiene un buen arranque, es potente, abre muchos interrogantes que habrá que ir cerrando. Y al principio me tenía muy atrapada. Pero, después en algunos capítulos me ha parecido un poco lenta en su desarrollo. 

Aunque está bien escrita, no había leído nada de esta autora y me ha parecido que tiene un estilo preciso, elegante, pulcro, rico, que va fluyendo solo. Está estructurada la novela en capítulos cortos que deberían imprimir a la narración un buen ritmo (aunque la trama, ya os decía, en algunos pasajes lo retarda) y la autora ha salpicado la trama con los giros suficientes para que no se pierda el interés del todo. 

Sobre todo la ambientación me ha parecido muy buena, las descripciones muy ricas, los escenarios muy detallados, tanto de la ciudad de Viena y sus mercadillos navideños, como de la preciosa casa donde vive la protagonista que está llena de salas a cual más interesante. El título alude a las noches de Viena. Todo eso me ha gustado bastante, por eso creo que leeré algún libro más de ella, porque he estado investigando y tienen mejores críticas otras novelas suyas, como El color del silencio.

Pero desde luego ésta no deberían etiquetarla como novela negra. Aunque la novela, en general, me ha tenido entretenida, creo que sobran algunas páginas, y ha sido bastante predecible su final. Creo que con el tema tan duro que toca de fondo, los niños desaparecidos y asesinados, aludiendo expresamente a los intermediarios, pasa la trama un poco por este tema de puntillas. En mi opinión debería haber profundizado más en ello. Yo esperaba más explicaciones, más detalles al final. Y he encontrado que la autora ha recurrido a estrategias un poco facilonas para explicarnos. No quiero decir más para no destriparlo. Por todo ello el final creo que es lo menos logrado de esta novela, y dadas sus caracteríticas es un poco pretencioso incluirla de lleno en el género negro cuando la editorial o las críticas hablan de ella. Quizá ese sea el problema, que lees las frases que han dicho de esta novela en los periódicos y demás, y te haces otra idea. Al menos yo.

Pero está bien escrita y, cómo os decía, tengo intención de leer algún que otro libro de esta autora para formarme una mejor opinión.




lunes, 1 de noviembre de 2021

Los cipreses de los cementerios. 1 de noviembre del 2021. Día de todos los Santos

 


   Dice la mitología griega que el dios Apolo regaló a Cipariso una jabalina para cazar. El muchacho feliz con su regalo se fue al bosque a cazar con ella, pero mató por error a un ciervo, protegido de las ninfas, un ciervo sagrado que tenía las astas de oro y guirnaldas de piedras preciosas. Cuando Cipariso se dió cuenta de a quién había matado, fue tanto su dolor que por más que le decían era inconsolable. El jóven le pidió al dios Apolo que le permitiese penar para siempre. Y el dios, aunque no quería perderlo, atendiendo a su súplica le convirtió en un hermoso árbol. Su pelo se convirtió en un follaje espeso de color verde oscuro y su delgado cuerpo se fue cubriendo de corteza de árbol. Apolo, con tristeza, contempló cómo poco a poco fue creciendo hasta el cielo hasta transformarse en un majestuoso ciprés y entonces suspiró diciéndole: Durante toda la eternidad te lloraré, hermoso jóven. Mientras, tú compartirás la tristeza de los demás. Y para siempre estarás entre los afligidos".



 

 

Dicen que ya las antiguas civilizaciones plantaban cipreses en los cementerios.

Dicen que la forma ascendente de este árbol hacia los cielos, ayudaba a que las almas encontraran el camino más recto hasta éstos, los encaminaban a dónde debían, los ayudaban en su ascenso.

Para la cultura cristina representan la inmortalidad, la incorruptibilidad y los nobles sentimientos.




Por otra parte, dicen también, que además de que son buenos como cortavientos, sus propias características los hacen muy adecuados para permanecer en los cementerios: Que sus raíces crezcan de forma vertical no estropea las tumbas o monumentos funerarios que hay a su alrededor.

Que sus hojas perennes y duras que, aguantan en cualquier estación, apenas ensucian. 

Que su rápidez de crecimiento y longevidad, algunos incluso han durado tres siglos, favorece que apenas necesiten cuidados.




 

Las fotos están tomadas este fin de semana en la Sacramental de San Justo de Madrid.


domingo, 31 de octubre de 2021

LuzMadrid: Festival Internacional de la Luz en Madrid. Octubre 2021

 

Embrace, de Charles Sandison (Fachada del Palacio Real)


Octubre se despide lluvioso. Muy lluvioso.

Sin embargo, Madrid necesitaba esta lluvia que va a limpiar sus calles, sus edificios, su aire. 

Octubre se despide también luminoso.

Y Madrid deja que varios artistas engalanen sus fachadas y sus calles de juegos de luces y colores, de vídeos y voces, de movimiento y de arte.

 

Y madrileños y forasteros nos damos cita bajo esa lluvia pertinaz, nos damos cita para pasear bajo el aguacero admirando otro Madrid, el festivo, el multitudinario, el jaranero que decía doña Emilia Pardo Bazán.


'La vida continúa entre hojas blancas', de Luzinterriptus (Plaza Mayor).

'Intrude family', de Amanda Parer (Puerta del Sol)

Disparate Volador', de Ángel Haro (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando


'Camino a la vida', de Juanjo Llorens (Fachada del Palacio de Cibeles)



lunes, 25 de octubre de 2021

"La gente no existe" de Laura Ferrero

 


 «No tendría más de seis años y sus padres, sus tíos, incluso su abuelo, reunidos a lo largo de la mesa, fingieron no ver a Gabriel. Él hablaba y ellos no lo oían. Incluso su padre empezó: “Y el pequeño Gabriel ¿dónde está?, ¿alguien puede ir a buscarlo a su habitación?”. “¡Gabriel! —llamó su madre—. Está lista la comida.” Y la nana, que era la única que podía haberlo entendido, la cómplice de todos sus juegos, alegrías y pesadumbres, se quedó callada, en la puerta de la cocina, mientras Gabriel decía: “Estoy aquí. Estoy aquí. ¿Es que no me veis?”. Pero los adultos siguieron su cháchara. “¡Estoy aquí!” Por unos instantes, Gabriel dejó de existir. De hecho, creyó que nunca había existido».

 

 En el apartado de Reseñas le llega el turno a "La gente no existe" de Laura Ferrero. Me he sentido muchas veces identificada con lo que cuentan estos relatos y sobre todo con lo que no cuentan. Esa es una sensación muy íntima y placentera. Y son relatos tan cotidianos y a la vez tan profundos, que cómo no hacerlo. 

Por ello tengo que recomendar este libro de relatos.

Es paradójico que me guste más leer novelas que libros de relatos, cuando mis mejores momentos conmigo misma los paso escribiendo relatos. Pero lo cierto es que es así.

Sin embargo eso no me ha ocurrido con este libro: "La gente no existe", de Laura Ferrero. Se trata de un conjunto de relatos de temas variopintos: Os copio los que dicen en su reseña para no desvelaros más. Un padre lleva a su hija adoptiva a conocer a su madre biológica, una mujer se enamora de su vecino de abajo a quién solo conoce por cómo cuida su frondoso jardín. Un hombre da una fiesta para celebrar que ha superado su cáncer. Una madre lleva a su hija a ver un montón de casas que no pueden comprar. Una mujer recuerda a su abuela que ha muerto sola en un hospital... por poner varios ejemplos. 

 

"A veces, Amelia se esconde detrás de la verja y se queda ahí, de pie, observando cómo sus compañeros de clase, que salen en tropel, se abalanzan al cuello de esas madres que los esperan a la salida del colegio con los bocadillos envueltos en papel de plata, donuts para los afortunados, y bollycaos si aún hay más suerte. A Amelia le gusta quedarse ahí, a caballo entre los dos mundos, la escuela y la calle, agarrada a esa mochila en la que Cobi extiende los brazos con traje y corbata. «Friends for life», se lee en el bolsillo exterior. De puntillas, mirando a través del jazmín enredado en los barrotes, fantasea por unos segundos. Observa a las madres de sus compañeros, de sus amigos, y piensa en cómo sería ser hija de Susana, por ejemplo, que va a buscar a Matías con un 4×4 enorme de color blanco que aparca en la esquina. O de Pati, la madre de Tito, su mejor amigo, que no tiene marido porque se murió pero tiene una casa con piscina a la que Amelia va muchos viernes. O de Antonia, tan divertida y cariñosa siempre, la madre de Alejo, al que el Ratoncito Pérez le trajo un viaje a París de regalo: le dejó una tarjeta debajo de la almohada y en ella se recortaba la silueta de la torre Eiffel...."


Es un libro de sentimientos, pero también una ráfaga de vida cotidiana, y un pensamiento íntimo que se ha escrito sobre el papel. Es lo que llevamos dentro, pero también lo que vivimos fuera. Es todo eso y más.

Es un libro de relatos que habla de abuelas, de padres, de madres, de amores. De lo que se piensa para uno mismo. Relatos sobre los miedos que tenemos, sobre lo vulnerables que somos. Son relatos que me creo, que siento. 

Relatos que te emocionan, que te pellizcan, que desde luego no te dejan indiferente. Relatos normales, pero que de tan normales duelen. 

Escritos con precisión, con elegancia, atendiendo a los detalles. 

 “Uno de los hombres le dijo a Teo, sonriendo: “Parece que os lleváis a la llorona, eh”. La monja les contó que Mina se había encariñado mucho con algunas de ellas. Cuando salieron del orfanato, Teo exclamó triunfante: “Nos hemos llevado a la única que aún puede llorar. Hay vida ahí, Lara” .

 

En fin... que ya tengo otro libro de esta autora esperándme en casa para devorarlo.