Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

Mostrando entradas con la etiqueta Libros leídos en 2021. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Libros leídos en 2021. Mostrar todas las entradas

jueves, 13 de enero de 2022

"Los ingratos" de Pedro Simón - Premio Primavera de Novela 2021

 


"Veníamos de las paredes de adobe. Íbamos hacia el papel pintado. Aspirábamos a ser gotelé. Veníamos de los hijos que se bañaron en sangre. De esa pintura bélica veníamos. Mis amigos, mis hermanas y yo éramos la mercromina."


Recién comenzado el año, este 2022, me terminé de leer "Los ingratos" de Pedro Simón.

Me habían recomendado esta novela especialmente y la verdad es que la disfruté mucho. Me ha parecido muy emotiva, muy tierna, muy intensa. Un gusto leerla.

«Si hacerse mayor era dejar de explorar un mundo sin límites, si consistía en desistir de los peces abisales en el ultramarinos, si era dejar de escarbar en la tierra o dejar de subirse a los árboles para tener los pies en el suelo, si era cambiar de miedos en vez de tratar de vivir con ellos; si suponía todo eso, digo, entonces yo no querría ser mayor». (Página 238)

 

El argumento nos cuenta la historia de David, un niño de siete años y de su familia. Nuestro protagonista es el mas pequeño de los tres hijos. Su madre es una maestra rural, que cambia de escuela muy a menudo porque no tiene plaza fija. Debido a la falta de tiempo de su madre, y de su padre que sigue trabajando en Madrid, a la vida de David llega Emérita, una señora del pueblo, medio analfabeta, grandota y sorda. 

 "El hombre es un animal, decía mi madre. Uno que cuando eres novia te mira como un lobo y que cuando eres su mujer te ladra como un perro." (p. 101)

 

El tema de la novela, no voy a destripar nada, es lo que nos dice el título: La ingratitud. También es el retrato del paso de la infancia a la vida adulta, lo que dejamos, lo que perdemos. 

Los personajes están muy bien perfilados: Mercedes, la madre. Natalio, el padre. Las dos hermanas, Las blandas. Emérita, Eme. los amigos de David: Vicente Jesús, el primer mejor amigo; Gregorio, el segundo y todos los demás: Eladito, Sufragia, el Pirracas, la Encarni, Mario el Dos Velas, Eugenio Tododieces, Sarita... Hasta El Fliqui, el perro de David.

Muy bien ambientada en un pueblo en el año 1975, está escrita con una prosa muy limpia, muy cuidada. 

Para contárnosla, se van alternando dos voces, en primera persona. Por un lado tenemos la voz de David, de Currete, como le llamará Emérita, que nos habla desde la actualidad, de ahí la nostalgia que impregna su historia. Aunque es una voz infantil, una mirada infantil. La inocencia, la transparencia. Y por otro lado tenemos, de vez en cuando, el punto de vista de Eme en forma epistolar, las cuartillas de Emérita, la que se hace un sitio, la que da, la que va escribiendo su historia con jirones de su piel. La historia de estos dos personajes es la historia de la familia. Es puro multiperspectivismo. Diferentes modos de ver una misma historia.

La novela "Los ingratos" es nostalgia y más nostalgia, es muy profunda, muy sentimental. Conmovedora y entrañable. Una vez que la empiezas, no puedes dejarla. Al menos yo. Y está tan bien contada, que es muy fácil verse reflejado, te identificas. 

Os la recomiendo.

"Era una tristeza infantil, que es todo lo contrario de una tristeza pequeña."

sábado, 6 de noviembre de 2021

"La noche de plata" de Elia Barceló

 


Pues tenía muchas ganas de leer algún libro de Elia Barceló, y escuché a una compañera hablar de "La noche de plata"y dije pues ya está, a por el libro de esta autora que la tengo ganas.

Me atrajo el argumento con el que publicitaron la novela:

Carola Rey Rojo, policía española en excedencia, especialista en secuestros y homicidios infantiles y, para su desgracia, madre de una niña desaparecida veintitantos años atrás, vuelve a Viena, la ciudad donde todo ocurrió para encargarse de deshacer la biblioteca de un marchante de arte que ha fallecido. Allí, su situación familiar se enredará, mientras que se verá envuelta en otra nueva trama policial a la que atenderá junto con su amigo y colega, el inspector Wolt Almann. Y si eso era poco, desaparece otra niña...


La novela, a mi entender, tiene un ritmo un poco desigual. Tiene un buen arranque, es potente, abre muchos interrogantes que habrá que ir cerrando. Y al principio me tenía muy atrapada. Pero, después en algunos capítulos me ha parecido un poco lenta en su desarrollo. 

Aunque está bien escrita, no había leído nada de esta autora y me ha parecido que tiene un estilo preciso, elegante, pulcro, rico, que va fluyendo solo. Está estructurada la novela en capítulos cortos que deberían imprimir a la narración un buen ritmo (aunque la trama, ya os decía, en algunos pasajes lo retarda) y la autora ha salpicado la trama con los giros suficientes para que no se pierda el interés del todo. 

Sobre todo la ambientación me ha parecido muy buena, las descripciones muy ricas, los escenarios muy detallados, tanto de la ciudad de Viena y sus mercadillos navideños, como de la preciosa casa donde vive la protagonista que está llena de salas a cual más interesante. El título alude a las noches de Viena. Todo eso me ha gustado bastante, por eso creo que leeré algún libro más de ella, porque he estado investigando y tienen mejores críticas otras novelas suyas, como El color del silencio.

Pero desde luego ésta no deberían etiquetarla como novela negra. Aunque la novela, en general, me ha tenido entretenida, creo que sobran algunas páginas, y ha sido bastante predecible su final. Creo que con el tema tan duro que toca de fondo, los niños desaparecidos y asesinados, aludiendo expresamente a los intermediarios, pasa la trama un poco por este tema de puntillas. En mi opinión debería haber profundizado más en ello. Yo esperaba más explicaciones, más detalles al final. Y he encontrado que la autora ha recurrido a estrategias un poco facilonas para explicarnos. No quiero decir más para no destriparlo. Por todo ello el final creo que es lo menos logrado de esta novela, y dadas sus caracteríticas es un poco pretencioso incluirla de lleno en el género negro cuando la editorial o las críticas hablan de ella. Quizá ese sea el problema, que lees las frases que han dicho de esta novela en los periódicos y demás, y te haces otra idea. Al menos yo.

Pero está bien escrita y, cómo os decía, tengo intención de leer algún que otro libro de esta autora para formarme una mejor opinión.




lunes, 25 de octubre de 2021

"La gente no existe" de Laura Ferrero

 


 «No tendría más de seis años y sus padres, sus tíos, incluso su abuelo, reunidos a lo largo de la mesa, fingieron no ver a Gabriel. Él hablaba y ellos no lo oían. Incluso su padre empezó: “Y el pequeño Gabriel ¿dónde está?, ¿alguien puede ir a buscarlo a su habitación?”. “¡Gabriel! —llamó su madre—. Está lista la comida.” Y la nana, que era la única que podía haberlo entendido, la cómplice de todos sus juegos, alegrías y pesadumbres, se quedó callada, en la puerta de la cocina, mientras Gabriel decía: “Estoy aquí. Estoy aquí. ¿Es que no me veis?”. Pero los adultos siguieron su cháchara. “¡Estoy aquí!” Por unos instantes, Gabriel dejó de existir. De hecho, creyó que nunca había existido».

 

 En el apartado de Reseñas le llega el turno a "La gente no existe" de Laura Ferrero. Me he sentido muchas veces identificada con lo que cuentan estos relatos y sobre todo con lo que no cuentan. Esa es una sensación muy íntima y placentera. Y son relatos tan cotidianos y a la vez tan profundos, que cómo no hacerlo. 

Por ello tengo que recomendar este libro de relatos.

Es paradójico que me guste más leer novelas que libros de relatos, cuando mis mejores momentos conmigo misma los paso escribiendo relatos. Pero lo cierto es que es así.

Sin embargo eso no me ha ocurrido con este libro: "La gente no existe", de Laura Ferrero. Se trata de un conjunto de relatos de temas variopintos: Os copio los que dicen en su reseña para no desvelaros más. Un padre lleva a su hija adoptiva a conocer a su madre biológica, una mujer se enamora de su vecino de abajo a quién solo conoce por cómo cuida su frondoso jardín. Un hombre da una fiesta para celebrar que ha superado su cáncer. Una madre lleva a su hija a ver un montón de casas que no pueden comprar. Una mujer recuerda a su abuela que ha muerto sola en un hospital... por poner varios ejemplos. 

 

"A veces, Amelia se esconde detrás de la verja y se queda ahí, de pie, observando cómo sus compañeros de clase, que salen en tropel, se abalanzan al cuello de esas madres que los esperan a la salida del colegio con los bocadillos envueltos en papel de plata, donuts para los afortunados, y bollycaos si aún hay más suerte. A Amelia le gusta quedarse ahí, a caballo entre los dos mundos, la escuela y la calle, agarrada a esa mochila en la que Cobi extiende los brazos con traje y corbata. «Friends for life», se lee en el bolsillo exterior. De puntillas, mirando a través del jazmín enredado en los barrotes, fantasea por unos segundos. Observa a las madres de sus compañeros, de sus amigos, y piensa en cómo sería ser hija de Susana, por ejemplo, que va a buscar a Matías con un 4×4 enorme de color blanco que aparca en la esquina. O de Pati, la madre de Tito, su mejor amigo, que no tiene marido porque se murió pero tiene una casa con piscina a la que Amelia va muchos viernes. O de Antonia, tan divertida y cariñosa siempre, la madre de Alejo, al que el Ratoncito Pérez le trajo un viaje a París de regalo: le dejó una tarjeta debajo de la almohada y en ella se recortaba la silueta de la torre Eiffel...."


Es un libro de sentimientos, pero también una ráfaga de vida cotidiana, y un pensamiento íntimo que se ha escrito sobre el papel. Es lo que llevamos dentro, pero también lo que vivimos fuera. Es todo eso y más.

Es un libro de relatos que habla de abuelas, de padres, de madres, de amores. De lo que se piensa para uno mismo. Relatos sobre los miedos que tenemos, sobre lo vulnerables que somos. Son relatos que me creo, que siento. 

Relatos que te emocionan, que te pellizcan, que desde luego no te dejan indiferente. Relatos normales, pero que de tan normales duelen. 

Escritos con precisión, con elegancia, atendiendo a los detalles. 

 “Uno de los hombres le dijo a Teo, sonriendo: “Parece que os lleváis a la llorona, eh”. La monja les contó que Mina se había encariñado mucho con algunas de ellas. Cuando salieron del orfanato, Teo exclamó triunfante: “Nos hemos llevado a la única que aún puede llorar. Hay vida ahí, Lara” .

 

En fin... que ya tengo otro libro de esta autora esperándme en casa para devorarlo.

 

 

lunes, 4 de octubre de 2021

"La fosa" Lola Montalvo. Reseña Literaria

 


Hoy mi blog se ha puesto en jarras delante de mí y me ha espetado: “¡Eh! Ya es otoño y comenzó el curso, nada de estar por ahí holgazaneando todo el santo día ¿Me oyes?” ha dicho con esa voz de blog refunfuñón que tiene. Le he mirado de reojillo y tragándome las ganas de decirle tres o cuatro adjetivos malsonantes acompañando a la frase “¿A mi edad me vas a venir tú con monsergas?”, me he puesto, murmurando para mis adentros, a terminar una reseña literaria que tenía a medias. Porque en el fondo tiene razón, aunque le fallen un pelín las formas. Que cuánto menos se hace, menos se quiere hacer, dice la ley universal de la indolencia.

Así que vamos a ello.

El último libro que he terminado es "La fosa" de Lola Montalvo. Llegó a mis manos por casualidad, pero la verdad es que desde el primer momento me atrajo con esa portada decorada con una foto antigua con dos niños vestidos iguales, y unos huesos. Ultimamente con el libro electrónico mi memoria ya no retiene las portadas como lo hacía antes con los libros de papel. Una más de las desventajas del ebook, aunque por sus evidentes ventajas yo no pueda vivir ya sin él.

El argumento que nos cuenta esta novela es el siguiente: Por un lado comienza con un episodio de un fusilamiento de varias personas en el año 1940. Y por otro, en Castillejos de la Sierra, un pueblo de Sevilla, y en la actualidad, han comenzado los trabajos de exhumación de una fosa común fuera de la tapia del cementerio. Se les va a unir una antropóloga forense conocida, Mar Torralba, que viene acompañada de su sobrino de diez años, Dani. El niño no habla porque, además de estar traumatizado a raíz de muerte de su madre a manos de su padre, esconde un oscuro secreto. Y por si todo eso es poco, en la fosa descubren un cadáver que no muestra signos de haber sido fusilado, con el característico tiro de gracia en la cabeza, sino que parece que sufrido otro tipo de heridas más propio de un asesinato que no de un fusilamiento.

Y con esos mimbres, la novela está servida para su degustación. 

En general yo he estado bastante entretenida mientras la leía.

El tema es muy actual, se aborda el tema de la memoria histórica, la exhumación de las fosas de la guerra civil. Y también, latente, está el de la violencia de género.

Las coordenadas espacio temporales, están bien delimitadas. Por un lado la acción se desarrolla en Andalucía, como os comentaba en el argumento, en el pueblo de Castillejos de la Sierra. Está muy bien reflejado el ambiente de pueblo, las casas bajas, la plaza, los vecinos, el calor... Y por otro lado temporalmente hablando tenemos una acción que se desarrolla en los años cuarenta del siglo pasado, y otra en la actualidad. No es que toda la novela esté oscilando entre las dos épocas, pero tanto al principio como al final sí que el argumento recurrirá al pasado para explicarse, lo que imprime más ritmo a la lectura.

Los personajes están bien perfilados. Quizá en algún momento he podido pensar que el niño es demasiado maduro para su edad. Pero en general están bien. Con algunos de ellos, como Dani, el niño, el barrendero o la tía empatizaremos rápidamente.

Es una novela que, a pesar de su longitud, se lee bastante bien. La prosa es sencilla y el ritmo ágil, hay acción y variedad de personajes.

Y además tiene su pequeña dosis de intriga. No es una novela de misterio para nada, porque enseguida uno hila cabos, pero contempla cierta dosis de misterio.

Pero, desde luego, en mi opinión es una novela de personajes, el foco de la atención del narrador está en ellos, en su creación, en que cobren vida, en mostrarnos al lector cómo sobreviven a sus propias historias. Se ve muy bien al final de la novela, cuando la autora nos detalla con bastante precisión cómo van a continuar con sus vidas tras el desenlace.

Habrá que ver que más sigue escribiendo esta autora. 


viernes, 10 de septiembre de 2021

Las lágrimas de Claire Jones - Berna González Harbour. Reseña Literaria


 

 Ay. Cuánto me cuesta tener al día las reseñas de los libros que termino de leer. ¿Debería abandonar este empeño? No os creais que no me lo pregunto a menudo.

 

Podía hacerlo. Jueves y viernes en Ávila, con Tomás. Y el sábado a Santander. Podría cerciorarse de que Carlos se afeitaba, se cuidaba, desayunaba sin grasa y comía en algún garito sin demasiadas fritangas. Dios, si lo pensaba un minuto, ¿cuánto tiempo hacía que no vigilaba su frigorífico, su horario, si tomaba demasiadas copas o cumplía al menos una quinta parte de la dieta que le había impuesto el médico? ¿Cuánto hacía que el enfermo amigo se había convertido en su propio cuidador? Sí, debía hacerlo. Mientras Rodrigo pagaba la cuenta e insistía en que ella se olvidara, al fin tecleó:

 «Ok, Martín. Me has convencido. Iré a Santander.» 

Y volviéndose a Rodrigo mientras ambos se levanta-ban para salir de La Amistad, le preguntó: 

—¿Y por qué crees que nadie encontró a la señora Buscapié?


Esta novela de Berna González Harbour “Las lágrimas de Claire Jones” es una novela de intriga entretenida. Resulta que forma parte de una trilogía, y sin darme cuenta me leí en primer lugar la que ocupa el tercer puesto, así que muchos de los personajes, mientras la leía, me parecían que no estaban demasiado bien descritos. Hasta que me di cuenta de que no solo formaba parte de una saga donde la protagonista era la misma comisaria, sino que había comenzado la serie por el último, madre mía qué cabeza, y claro ya di por hecho que los personajes, de la parte de la novela correspondiente a la vida privada de la protagonista, ya debían estar más que presentados en los anteriores volúmenes y no hacía falta detallarlos con más precisión. Ya me vale. En cualquier caso comentaros que a ésta novela la preceden Verano en rojo (2012) y Margen de error (2014).

Lo que nos cuenta el argumento es que la comisaria María Ruiz se encuentra desterrada en Soria, donde el último suceso que no se resolvió, y del que se tiene noticia, ocurrió en 1954, cuando una mujer que presuntamente asesinó a su marido con matarratas desapareció para siempre. De estar viva, tendría 101 años. Desde que la destinaron a Soria, sacándola de Madrid, la comisaria Ruiz viaja todos los fines de semana a Ávila, donde visita a su compañero Tomás, que está en coma. En ese momento, el comisario Carlos, un amigo suyo, finalmente ha conseguido convencerla para que un fin de semana se airee y vaya a visitarlo a Santander. Pero lo que tenían que ser un par de días de tranquilidad se convierte en el mejor incentivo, pues que va a dar allí con su nuevo caso: un coche abandonado en la zona del puerto. En el maletero, una chica muerta, y en el asiento del copiloto, un ejemplar del periódico The Times con fecha del 15 de octubre de 1998 y una noticia recortada. 

Ya tenemos el misterio servido.

Se trata de una novela estructurada en 60 capítulos, dividida en dos partes. Cómo os decía se lee bien. No ha sido la novela de mi vida, ni siquiera la novela de intriga de mi vida. Pero quizá haya sido porque no las he leído en el orden correcto. Aún así, es una novela que me resultado entretenida, la prosa es sencilla y, a pesar de que no existen grandes sorpresas o puntos de giro, tiene ritmo, al que contribuyen además la profusión de diálogos. Está contado desde diversos puntos de vista, el de la Comisaria, el de la víctima... Ese punto también le da más agilidad a la lectura.

Como originalidad resaltar que trate el tema de la intervención de “los cuáqueros” en nuestra Guerra Civil. Eran éstos una sociedad religiosa fundada en el siglo XVII en Inglaterra. Unos cristianos protestantes que aliviaron las condiciones penosas de los Republicanos, tanto en la guerra en algunas ciudades españolas, como sobre todo en los campos de refugiados de Francia. Nuestra novela está ambientada en Santander, donde existe un cementerio protestante que tendrá su protagonismo en la novela y que enlaza muy bien con la historia de esta comunidad religiosa.

Luego la novela toca este tema histórico, y además aborda el tema de la corrupción en la policía, la prostitución y la soledad.

Creo que lo mejor de la novela, además de tocar el tema de los cuáqueros, que al menos a mí me ha resultado interesante (no es que lo desconociera, ya lo había leído en ficción en el libro de Isabel Allende "Largo pétalo de mar"), es que esta novela está bien ambientada. Es muy visual en lo que quiere reflejar la autora, y podemos casi "ver" el elegante ambiente pero solitario de la protagonista, el sórdido de los garitos que empieza a frecuentar o el casi bucólico de su abuela y esos cristianos, de tan bien reflejados como me han parecido.

Con la fila de libros que tengo, dado mi despiste, no creo que vuelva a esta autora para leer los libros anteriores, pero no descarto leer uno de los siguientes.