Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

martes, 31 de julio de 2012

«Caprichos para violín y cuerpo» de Ara Malikian




 Hoy nos os voy a hablar de libros ni de literatura. 

Hoy os quería comentar que el sábado estuve escuchando al violinista Ara Malikian en el Teatro Bellas Artes de Madrid. Escuchando y viendo, porque se trata de un espectáculo en el que la música se entrelaza con la danza.

Se titula "Caprichos para violín y cuerpo". Y a mí me gustó, yo lo disfruté.

Es música del compositor Niccoló Paganini, sus 24 Caprichos. Música que a algunos de los otros espectadores que escuché les parecía "estridente". Y quizás sí lo sea un poco. 

Pero a mí me gustaba mucho la unión con los bailarines, las coreografías que se hacían entorno al violinista. Los bailarines lo hacían muy bien. Hay un solo de uno de los bailares que se quita la camiseta que me gustó mucho, lo hacía muy bien. Y hay otro en el que pintan un cuadro, muy curioso... No sé, me gustó. Lo bien sincronizados que estaban, el juego de colores, verles bailar... me gustaba. Son de la compañía Dragones en el Armario.

Yo nunca había ido a escuchar a Malikian y tenía ya muchas ganas de hacerlo. Algunos de mis amigos que ya habían ido otras veces a verle, me decían que les había gustado más en otras ocasiones, porque además hablaba más con el público y es simpático. Sobre todo cuando son actuaciones para niños, he oído siempre que merecen mucho la pena. Aquí la verdad es que no habla nada. Nada de nada. Pero bueno a mí no me importó demasiado.

En fin... que yo sí que disfruté con el espectáculo. Dura hora y media y creo que se lo han trabajado mucho y se nota. Ya otra cosa, es que te guste más o menos ese tipo de música o el compositor.

A mi me han entrado ganas de ir a escuchar a Malikian, en cuánto pueda, a otro sitio. Ver otro espectáculo.

Y el teatro Bellas Artes, para mí, tan incómodo como siempre... No es de mis preferidos desde luego.

Os dejo con un par de vínculos para que os hagáis una idea si os interesa:




 

Ara Malikian – Violín solo – “24 caprichos de Niccolo Paganini”
Marisol Rozo – Dramaturgia y Dirección

Intérpretes:
Ara Malikian – violín
Andoni Larrabeiti – Bailarín
Patricia Roldán – Bailarina
Patrizio Niccolai – Bailarín
Vanessa Sanabria – Bailarina
Marisol Rozo – Bailarina





«Caprichos para violín y cuerpo»

Ara Malikian Teatro Bellas Artes (Madrid)
Del 25 de julio al 12 de agosto
Horario 20:30 horas. Domingo 19:00 horas

lunes, 30 de julio de 2012

En un periquete - Origen de la expresión




 En el libro que estoy leyendo ha aparecido la expresión "En un periquete".

Me hizo gracia, porque hacía tiempo que no la escuchaba, la verdad, y me quedé con ella rondando por la cabeza.

¿Y de dónde vendrá?

Bueno la inmediata fue buscarla en el diccionario de la Real Academia:

Periquete.

1. m. coloq. Brevísimo espacio de tiempo. Volverá en un periquete.

 
Y luego ya, muy afanosa yo, me puse a buscar el origen de Periquete, palabra que solo encontramos en esta expresión.
 
Peeeero ahí comenzaron los problemas...
 
No hay una única versión. ¿Y cual es la buena?
 
Bueno mientras alguien no me diga cual es la buena y cual no, os voy a comentar las distintas versiones que he encontrado.
 
1.- Corominas en su “Diccionario Etimológico” la da como derivado de “perico”, originariamente diminutivo de “Pero”‘ (Pedro) y a partir de ahí ‘especie de papagayo’ y, por otra vía, ‘antiguo tocado de pelo postizo.
 
Por este lado entonces llegaríamos a que Perico, es un diminutivo de Pero, forma antigua de Pedro y de donde viene el apellido Pérez. Hoy en día Perico se utiliza como forma hipocorística de Pedro, es decir como un nombre recortado o modificado buscando una acepción cariñosa, como Francis por Francisco o Toño por Antonio.

También recordamos que Pero como Pedro y Perico se han empleado como nombres progenéricos para referirse a un hombre cualquiera. Así, se dice lo de Pero Grullo, lo de como Pedro por su casa o lo de Perico de los Palotes, sin que ninguno de estos nombres se refieran a sujetos concretos sino imaginarios.

Si un loro imita en el habla al hombre, imitará al imaginario Perico, de ahí que a ciertos loros se los llame pericos o periquitos, que debería entenderse como hombrecillos. Y la cadena de acepciones se alarga no por el Perico hombre sino por los pericos y periquitos aves, de manera que al tupé que se ponía en la parte superior delantera de la cabeza, al estilo Travolta o Chiquilicuatre, se le llamaba periquillo, por su semejanza con la cabeza de ciertos loros.

Pero hay otros posibles orígenes de la expresión.
 
2. La hipótesis del profesor gallego José Luis Pensado Tomé, que en 1998 publicó en el “Boletín de la Real Academia Española” (tomo 78, cuaderno 273) unas “Notas etimológicas” (pp. 121-130), la segunda de las cuales se titula “En un periquete” y aventura que la palabra en cuestión se formó a mediados del s. XIX por metátesis de “repiquete”, voz que el Diccionario define como “repique vivo y rápido de campanas parecido al redoble del tambor”. Lógicamente, el repiquete (que, según el Diccionario de Autoridades se producía golpeando la campana con un instrumento de hierro distinto del badajo) debía de ser de breve duración (pensemos en el repiqueteo de la campanilla en la misa católica), y por ahí se formaría la expresión. Lamentablemente, el artículo del Prof. Pensado no está disponible en línea.
 
 
Y más orígenes... que proceden de su etimología, también con varias versiones:
 
3. Etimología de «peri-quete». Viene del griego clásico peri, que significa 'alrededor de', 'en torno a', etc. y kete, que viene de keteo o keteomai, en voz pasiva; en ambos casos significa 'buscar bajo los velos lo que nadie ve'.

De donde se sigue que pasa en un periquete lo que sucede en un entorno temporal tan velado que por su brevedad resulta inapreciable.

4. Y tenemos otra versión etimológica:Vendría del prefijo Peri (entorno alrededor) y de la raíz Keté o Cuete (embriaguez). Vendría a significar algo así como "andar ebrio alrededor de algo".

 
¿Alguien tiene otra versión del origen de esta expresión?
 
¡Pues venga que nos lo diga en un periquete!
 
 
Fuentes:

http://www.latarea.com.mx/articu/articu11/aceves11.htm

http://cvc.cervantes.es/foros/leer_asunto1.asp?vCodigo=38047

http://www.sinideas.net/showthread.php?637-Diccionario-Panhisp%E1inico-de-Dudas/page5

http://jamillan.com/lengua/2011/04/29/%C2%BFcuantos-telediarios/

domingo, 29 de julio de 2012

Photoespaña 2012 en el Botánico de Madrid





Dentro de PhotoEspaña, en el Pabellón Villanueva del Botánico, había dos exposiciones colectivas: "Espacio compartido" y "air_por_photo".  Ya no están, terminaron el 22 de julio. Pero las visité ese último fin de semana, y quería compartir con vosotros algunas de las fotos que se exponían porque me gustaron bastante.   
Espacio compartido:    La exposición utiliza como punto de partida el año 1987, en el que Reagan y Gorbachov firman el Tratado INF de limitación de armas nucleares. Este acontecimiento, junto a la caída del muro de Berlín y el colapso de la URSS y sus estados satélites, marca el final de la Guerra Fría y da paso a una nueva era global a cuya formación contribuye también la creación y el desarrollo de Internet. 

Edificaciones que en su época reflejaron ideales de modernidad pero que hoy en día solo revelan el fracaso de esas utopías. Vastos paisajes desde una gran distancia, como si se observaran de un avión que sobrevalora un mundo nuevo. Al final quieren reflejar el nivel de desconexión que siente el individuo a pesar de estar más conectado que nunca...


Os dejo con las dos fotografías que más me gustaron.








La segunda exposición que había era  Air_port_photo , donde se exhibía la obra de varios fotógrafos españoles, entre ellos algunos que ya conocía y que me gustan mucho: Rubén Acosta /Alberto García-Alix / Chema Madoz...

En 2005, se creó el Premio Fundación Aena de Fotografía, coincidiendo con el X aniversario de la Fundación. Con este premio se han incorporado a la colección 18 fotografías, correspondientes a los tres premiados en cada convocatoria y paralelamente se han adquirido piezas que han revitalizado y enriquecido el patrimonio artístico de Aena, de artistas como Alberto García-Alix, Chema Madoz, Chema Alvargonzalez, Santiago Sierra y Daniel Canogar. 

 Las obras reunidas para la exposición responden a diferentes inquietudes artísticas: la preservación de la naturaleza y la cultura, discursos artísticos de denuncia social o reflexiones sobre espacios deshumanizados, entre otras.


Me gustaron mucho las fotos de esta segunda exposición, me gustaron casi todas. Aquí os dejo con muchas de ellas. 

















viernes, 27 de julio de 2012

La locomotora de Praga - Eduardo Galeano - Hoy día de Olimpiadas...





Hoy día de Olimpiadas, dejadme que os copie este fragmento del día de hoy del último libro de Eduardo Galeano. Ya os he comentado que tiene un relatito para cada día, y que me gusta mucho. Bueno pues es de hoy, muy apropiado...

Julio
27


La locomotora de Praga


Hoy culminaron, en Helsinki, las Olimpiadas de 1952.
Emil Zatopek, imbatible corredor de fondo, fuerte y veloz como una locomotora, ganó tres medallas de oro.
En su país fue declarado héroe nacional y se le otorgó el grado de coronel del ejército checoslovaco.
Unos años después, en 1968, Zatopek apoyó la insurrección popular y se opuso a la invasión soviética.

Y el que era coronel fue barrendero.


Los hijos de los días
Eduardo Galeano

jueves, 26 de julio de 2012

Con los libros y la imaginación...



Con este calor y este cansancio que va dejando el paso de la semana en nosotros, quizás lo que más nos apetezca es relajarnos viendo fotografías. 

No solo fotografías originales  sino además de libros.

A mí me gustan mucho.

Me las mandó una amiga que sabe cuánto nos gustan al blog y a mí estas cosas: http://pilupiruletadefresa.blogspot.com/

Ya de paso os invito a visitarla.

Y mirad, mirad que fotos tan curiosas...













miércoles, 25 de julio de 2012

Paloma Sánchez presenta su poemario "Atleta que mira el paisaje"



Quería hablaros del recital de poesía y música dónde estuve el domingo pasado, día 21 de julio en la Madrilera, en el barrio de Malasaña de Madrid.

Paloma Sánchez, poeta y compañera de nuestra tertulia Rascamán, presentaba de nuevo su poemario "Atleta que mira el paisaje". Como la vez anterior se trató de un recital a tres voces, pues estaba acompañada en la palabra por la actriz Verónica Gil y por el poeta y coordinador de nuestra tertulia,  Javier Díaz Gil, compañía de lujo para la poeta.

 En la música estuvieron Álvaro Sánchez, Alfonso San Miguel e Ignacio San Miguel.

Como siempre, pudimos disfrutar de un espectáculo entretenido y ameno. La palabra se apoya sobre la música, y viceversa, no solo acoplándose, sino creciendo el de forma muy grata con la fusión.

Paloma Sánchez, reinterpreta su poesía con esa forma de recitar suya, tan peculiar, pausada y rítmica al mismo tiempo. Se deja llevar por ella con la voz y con el cuerpo, logrando transmitir inmediatamente con su público cuánto tienen sus versos de sentimental y reflexivo.

Y los músicos cuánto me gustan. Comenzaron tocando con sus guitarras y cantando una canción compuesta por ellos mismos, para continuar con otras tres de otros que reconocías inmediatamente asintiendo con la cabeza, y terminabas musitando con los pies y en voz baja. Finalizaron con una versión de "Over  the rainbow" que a mí, particularmente, me gusta mucho. Ignacio San Miguel nos dejó con la canción de Sabina dedicada a Chavela Vargas.

La Madrilera es un pequeño teatro en Malasaña donde por segunda vez hemos podido disfrutar de este recital de poesía y música que no te deja indiferente. Apenas dura una hora que se te pasa volando. Os recomiendo que la próxima vez que lo hagan no dejéis de acercaros, porque lo disfrutareis.

Os dejo con algunas fotos, las luces rojas no ayudaban nada la verdad a la fotografía. Y con algunos vídeos de la representación, para que podáis haceros una idea. No es lo mismo que estar allí, pero bueno... menos es nada.


























lunes, 23 de julio de 2012

La librería ambulante de Christopher Morley




Que nos llamen hombres no nos convierte en hombres. Ninguna criatura sobre la faz de la tierra tiene derecho a creerse un ser humano a menos que esté en posesión de un buen libro. (pag. 63)


Ayer me terminé de leer el libro "La librería ambulante" de Christopher Morley. Un libro que habla del amor a los libros.

Un libro ligero, corto, que se lee en un suspiro, pero simpático, mientras lo lees tienes una sonrisa en la cara al descubir las aventuras que viven esos personajes tan peculiares. Aunque, al mismo tiempo se trata de una historia profunda donde te encuentras con frases como esa que encabeza esta entrada.

Su tema: El amor a los libros, a la naturaleza, al placer y la importancia de las cosas sencillas.

Está contado en primera persona, lo cuenta uno de los personajes: Helen McGill, una granjera soltera en torno a los cuarenta años (los cuarenta años de principios del siglo XX en los EEUU rurales, no los de ahora) que vive en el mundo rural de los Estados Unidos de principios del siglo pasado.

Pero vamos al argumento de esta singular novela, que parece un cuento:

La protagonista y narradora de la historia, Helen McGill, es una soltera cuarentona, que fue institutriz y ahora es granjera. Vive junto a su hermano Andrew (otro granjero que se ha convertido en escritor famoso y solo vive para escribir) y durante años no ha hecho otra cosa que ocuparse de la granja, cocinar, cuidar de los animales y de su hermano. Hasta que un buen día llega a la granja un personaje curioso, el señor Mifflin que va conduciendo un carricoche tirado por un viejo caballo Peg. El carricoche es una librería ambulante bautizada como El Parnaso y le acompaña Bock, un perro muy juguetón. Esa comitiva con el señor Mifflin al frente recorre el país, de pueblo en pueblo, vendiendo libros, tratando de convencer a los habitantes de cada casa de las ventajas de tener el hábito lector. 

El señor Mifflin ha oído hablar de Andrew y de su voracidad lectora y pretende venderle la librería con todo su contenido en libros y con el perro y el caballo, para dedicarse a escribir un libro. Helen entonces
piensa en adquirirla antes de que la vea su hermano y la compre él, dejándola sola y abandonada en la granja. Y en unos minutos se gasta todo el dinero ahorrado a lo largo de su vida en la librería ambulante y se va con el Sr. Mifflin a emprender una nueva vida. Pero las cosas no son tan fáciles como parecen y comienzan los problemas.

Los personajes pues ya los veis: Personajes caricaturescos. Una granjera regordeta, un vendedor de libros estrafalario, dicharachero, bravucón con pinta de enano saltarín y el granjero, hermano de la primera. Personajes principales que se van alternando con otros secundarios que van encontrando en el camino y con los que van viviendo mil y una aventuras.

Toda la historia tiene un ritmo tranquilo, pausado, escrito con un lenguaje sencillo pero con referencias a los clásicos de la literatura. Está escrito en un tono humorístico y fresco, pero salpicado de las sentencias filosóficas, profundas y maravillosas sobre libros que va diciendo el Señor Mifflin:

"La última vez (un cliente) quería algo de Shakespeare pero no se lo di porque no lo vi preparado para leerlo"

"Un buen libro debe ser simple. Y como Eva, debe provenir de algún lugar entre la segunda y la tercera costilla: debe haber un corazón latiendo en su interior".

La historia se desarrolla en apenas cuatro días, y está ambientada en el mundo rural de EEUU, el señor Mifflin quiere llegar al tren que le ha de llevar a Brooklyn, y van pasando por los bosques cercanos a Long Island.

 
 
 
Christopher Morley (1890-1957) nació en Haverford, Pensilvania. Fue periodista, novelista, ensayista y poeta estadounidense. También produjo obras de teatro durante algunos años.


Estudió en Harverford College, donde su padre trabajaba como profesor de matemáticas. Posteriormente, se matricularía en la universidad inglesa de Oxford para estudiar historia moderna durante tres años. En 1913, de vuelta en Estados Unidos, se instaló en Nueva York y comenzó a trabajar en la editorial Doubleday. Pocos años después se convertiría, recorriendo Estados Unidos como columnista y reportero, en uno de los periodistas más prestigiosos de su época. Su primera novela, La librería ambulante, fue publicada en 1917, y se considera un clásico.