Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

Mostrando las entradas para la consulta Librerías ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta Librerías ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

viernes, 1 de julio de 2016

Librería El Principito en Islantilla



Hoy os quería traer una librería especial para nuestra particular colección de "La vuelta al mundo en 80 librerías" emulando al mítico "La vuelta al mundo en 80 días" de Julio Verne... Ya sabéis que bajo este epígrafe vamos atesorando librerías especiales que nos vamos encontrando a nuestro paso por el mundo.

Pues bien para nuestra colección, que no es por nada, pero ya tiene un buen montón de esas librerías especiales, hoy os traigo una que se llama "El Principito". Es un nombre bonito ¿verdad? para una librería. Pues además ésta se merece su puesto porque está en un lugar que nunca esperarías encontrarla.

En Huelva, en Islantilla, donde da gusto ir a esa playa kilométrica, y dentro de un Centro Comercial, más concretamente en su primera planta, en el mismo paseo marítimo de la playa, ahí está. 

Tan coqueta ella, tan acogedora, tan llenita de libros y con una terraza donde puedes desayunar, tomar el brunch, el vermout, el te loco de Alicia... y escuchar chill out. Ya lo veis, está abierto a todas horas. Es una librería coctelería.

Qué gusto descubrirla.









viernes, 11 de noviembre de 2022

Día de las Librerías 2022

 


Hoy, 11 de noviembre de 2022, es el Día de las Librerías. 

 Y como no tengo remedio cuando he salido de trabajar me he ido a celebrarlo a una de ellas y ya he salido de allí con mi botín de dos flamantes libros bajo el brazo. Estoy segura de que caminaba por la calle con una sonrisa que me daba tres vueltas a la cabeza.

Es uno de esos enormes y pequeños placeres de la vida: ir a una libreria y ver qué me puedo llevar. Se me pasa el tiempo y ni me entero allí dentro, saltando de sección en sección, leyendo en voz baja los títulos en los lomos, pensando "que me llevo, que me llevo", frotándome las manos con pura avaricia de cuento, porque me llevaría media tienda ¡qué digo media! la tienda entera acarrearía si pudiera.

A poco que lo pienso algunas de ellas están ligadas ya de por vida a acontecimientos importantes de mi paso por el mundo: Aquella Paradox que fue una de nuestras primeras salidas juntos, cuando empezábamos a caer por ese precipio peligroso por el que felizmente nos despeñamos, justo antes de decirle al mundo "Cerrado por amor".

Y aquella de Zaragoza donde me dieron aquel premio de relato. Cuando solo me presenté por si sonaba la flauta y nos íbamos a visitar a mis amigas las mañas y ¡va me lo dan! ¡Qué bueno!

O aquellas preciosas de más allá de las fronteras, y que no he podido dejar de conocer cuando viajé a esas ciudades: La mágica livraria Ler Devagar en Lisboa, la fantástica librería Lello de Oporto o la más antigua del mundo también en Lisboa.

Hay tantas que tengo entrelazadas a inolvidables viajes que hasta he perdido la cuenta. Pero me acuerdo de aquella mítica de San Francisco, la City Light Books, que visité con mis amigos. O aquellas que ya no existen seguro como la acogedora A Lura dos Livros de Tavira o esa pequeñita y maltrecha de Damasco. Sin embargo sobreviven en mi memoria a salvo del olvido, la especulación o las guerras. 

Son mi debilidad, no puedo dejar de pasar por ellas sin llevármelas, aunque solo sea en fotografía, sobre todo si tienen un nombre inolvidable, como me ocurrió con "La palabra escrita" de Eslovenia o "Le silence de la mer" en Vennes de Francia. Tengo que leerme ese libro. Por no hablar de las que, nada más descubiertas, te devuelven libros como "La Rayuela" de Berlín, donde además pasamos una estupenda y soleada mañana.

Cuántas habré visitado ya, cuántas fotografiado, incontables desde luego. 

¿Pero cómo no hacerlo si en ellas palpitan mil y unas historias? Te abren mil y una puertas por las que asomarte a vivir otras vidas. 

Son el modo más sencillo de escaparte, de viajar, de soñar. El mejor refugio. 

Son, qué le vamos a hacer, mi paraiso y mi perdición. 

11 de noviembre de 2022, Día de las Librerías.



Librería desaparecida Paradox en Alonso Martinez, Madrid

 

Este cartel estaba en la librería "Las tres rosas amarillas" de Madrid


Librería París. Entrega de premios de relatos. Año 2018
 



Librería Ler Devagar en Lisboa

Librería Lello Irmao de Oporto
 
 
 
Librería Bertrand en Lisboa
 
 
 
Librería City Light Books en San Francisco

 
Antigua Librería A Lura des Livros en Tavira (Portugal)




Librería La palabra escrita en Eslovenia



 
 Librería Le Silence de le Mer en Vennes
 
 
 

Librería La Rayuela en Berlín




jueves, 10 de julio de 2014

Librerías muy curiosas en Granada



Hoy vamos a dedicar la entrada a las librerías.

Aquí os traigo dos librerías que me han atrapado por distintas razones. Hace tiempo que quería traerlas al blog y se van pasando los días y se había ido pasando. Vamos a poner orden pero ¡ya!

Ambas están en Granada. Son preciosas ¿verdad? Tan coloreadas. 

Y además tienen historia. La de arriba se llama "Sostiene Pereira" como la famosa novela histórica del escritor italiano Antonio Tabucchi:

"Lisboa, 1938. La opresiva dictadura de Salazar, el furor de la guerra civil española llamando a la puerta, al fondo el fascismo italiano. En esta Europa recorrida por el virulento fantasma de los totalitarismos, Pereira, un periodista dedicado durante toda su vida a la sección de sucesos, recibe el encargo de dirigir la página cultural de un mediocre periódico, el Lisboa. Pereira tiene un sentido un tanto fúnebre de la cultura: prefiere la literatura del pasado, dedicarse a la elegía de los escritores desaparecidos, preparar necrológicas anticipadas. Necesitado de un colaborador, contacta con un joven, Monteiro Rossi, quien a pesar de haber escrito su tesis acerca de la muerte está inequívocamente comprometido con la vida..." 

Y la de abajo se llama "Al sur de Granada" como la novela de Gerald Brenan, el autor anglosajón que escribió esta novela en 1957, gracias a los apuntes que había tomado tras vivir unos años en un pueblecito de Las Alpujarras:

"Yegen es un pueblo alpujarreño, plácidamente recostado en una suave ladera rugosa, arañada por limpios regatos de aguas cantarinas, gratas al paladar. En el vivió Brenan varios años, entre 1920 y 1934, en busca de sí mismo, arrebatado por la sencilla espontaneidad de las gentes que lo pueblan. Las palabras, los gestos, los ruidos, el trajín, las creencias y costumbres de tipo folklórico, todo lo anota minuciosamente Brenan, lo contrasta, se documenta, se deja empapar día a día. El resultado es esta obra, un libro curioso en el cual admiramos tanto el primor con que están descritos los tipos y sus maneras y el marco en que se mueven como las originales interpretaciones que el autor hace de cuanto observa"


miércoles, 28 de agosto de 2013

La vuelta al mundo en 80 librerías...

Librería de Croacia

Todavía es agosto, aunque esté dando las últimas bocanadas. Todavía parece que es tiempo de ocio y de viajar. ¿Qué mejor forma de hacerlo que por las librerías del mundo?

Antes de meternos en el otoño y la rutina me apetecía dar un nostálgico repaso a algunas de las librerías que he atrapado a lo largo y ancho del mundo: Croacia, Portugal, Siria, EEUU...

Aquí os las dejo... 

Cuánto me gustaría volver...



También en Croacia

Una preciosa librería en Tavira (Portugal) A Lura dos livros

De éste acogedor lugar ya hablamos en este blog:




Una modesta librería en Siria ¿Cómo estará ahora? Qué lástima...

Un clásico: City Lights books en San Francisco (EEUU)






Rodeado de las trattorias, clubes de striptease, y los rascacielos de la playa de San Francisco del Norte es City Lights Bookstore , no sólo un punto de referencia a la poesía, sino también un campo de batalla por la libertad de expresión.
Luces de la ciudad fue fundada en 1953 por el poeta Lawrence Ferlinghetti y Peter D. Martin como primera librería de todo bolsillo de la nación. En 1955, se convirtió en Ferlinghetti único propietario de la tienda y lanzó City Lights Publishers con el fin de presentar la obra de los poetas beat, que estaban teniendo dificultades para encontrar un lugar para su escritura, con los principales editores de la Costa Este. A través de los años, Pocket Poets Series ciudad Luces introdujo escritores como Allen Ginsberg , Frank O'Hara , y Jack Kerouac . Hoy en día, la prensa tiene más de un centenar de títulos impresos, con títulos adicionales que se publican cada año.

- See more at: http://translate.googleusercontent.com/translate_c?depth=1&hl=es&prev=/search%3Fq%3Dcity%2Blights%2Bbooks%2Ben%2BSan%2BFrancisco%26client%3Dfirefox-a%26hs%3DhET%26rls%3Dorg.mozilla:es-ES:official%26channel%3Dfflb&rurl=translate.google.es&sl=en&u=http://www.poets.org/viewmedia.php/prmMID/5758&usg=ALkJrhhtgmGUI9z9LV6GDjVRlV9omOBGwQ#sthash.lHLlSTPa.dpuf

Rodeado de las trattorias, clubes de striptease, y los rascacielos de la playa de San Francisco del Norte es City Lights Bookstore , no sólo un punto de referencia a la poesía, sino también un campo de batalla por la libertad de expresión.
Luces de la ciudad fue fundada en 1953 por el poeta Lawrence Ferlinghetti y Peter D. Martin como primera librería de todo bolsillo de la nación. En 1955, se convirtió en Ferlinghetti único propietario de la tienda y lanzó City Lights Publishers con el fin de presentar la obra de los poetas beat, que estaban teniendo dificultades para encontrar un lugar para su escritura, con los principales editores de la Costa Este. A través de los años, Pocket Poets Series ciudad Luces introdujo escritores como Allen Ginsberg , Frank O'Hara , y Jack Kerouac . Hoy en día, la prensa tiene más de un centenar de títulos impresos, con títulos adicionales que se publican cada año.

- See more at: http://translate.googleusercontent.com/translate_c?depth=1&hl=es&prev=/search%3Fq%3Dcity%2Blights%2Bbooks%2Ben%2BSan%2BFrancisco%26client%3Dfirefox-a%26hs%3DhET%26rls%3Dorg.mozilla:es-ES:official%26channel%3Dfflb&rurl=translate.google.es&sl=en&u=http://www.poets.org/viewmedia.php/prmMID/5758&usg=ALkJrhhtgmGUI9z9LV6GDjVRlV9omOBGwQ#sthash.lHLlSTPa.dpuf

Cuna del movimiento beat e intelectual

City Lights es uno de esos auténticos símbolos que quedan del legado de los 60 en la mítica ciudad de San Francisco. La edad dorada e intelectual de la ciudad californiana sigue presente con su famosa librería City Lights, aún se respira un aroma a libros, a cultura, a pacifismo y a poesía, y sobre todo a una época dorada de grandes nombres, pues hasta Kerouac y Dylan pasaban por aquí para leer poemas.
Rodeado de las trattorias, clubes de striptease, y los rascacielos de la playa de San Francisco del Norte es City Lights Bookstore , no sólo un punto de referencia a la poesía, sino también un campo de batalla por la libertad de expresión.
Luces de la ciudad fue fundada en 1953 por el poeta Lawrence Ferlinghetti y Peter D. Martin como primera librería de todo bolsillo de la nación. En 1955, se convirtió en Ferlinghetti único propietario de la tienda y lanzó City Lights Publishers con el fin de presentar la obra de los poetas beat, que estaban teniendo dificultades para encontrar un lugar para su escritura, con los principales editores de la Costa Este. A través de los años, Pocket Poets Series ciudad Luces introdujo escritores como Allen Ginsberg , Frank O'Hara , y Jack Kerouac . Hoy en día, la prensa tiene más de un centenar de títulos impresos, con títulos adicionales que se publican cada año.
- See more at: http://translate.googleusercontent.com/translate_c?depth=1&hl=es&prev=/search%3Fq%3Dcity%2Blights%2Bbooks%2Ben%2BSan%2BFrancisco%26client%3Dfirefox-a%26hs%3DhET%26rls%3Dorg.mozilla:es-ES:official%26channel%3Dfflb&rurl=translate.google.es&sl=en&u=http://www.poets.org/viewmedia.php/prmMID/5758&usg=ALkJrhhtgmGUI9z9LV6GDjVRlV9omOBGwQ#sthash.lHLlSTPa.dpuf

martes, 21 de abril de 2020

Rialto,11. Naufragio y pecios de una librería. Belén Rubiano


"Yo tenía una librería en Sevilla..."


A la manera de Memorias de Africa comienza este libro que os quería reseñar hoy.


Le toca el turno a la reseña de "Rialto, 11" de Belén Rubiano. 

Pues para los amantes de los libros y las librerías, este libro podría ser muy ameno. Yo he disfrutado bastante con él, con tantas anécdotas y sinsabores en torno al negocio del libro.

"Solamente hay una manera de leer, que es huronear en bibliotecas y librerías, tomar libros que llamen la atención, leyendo solamente esos, echándolos a un lado cuando aburren, saltándose las partes pesadas y nunca leer nada por sentido del deber o porque forme parte de una moda".

No es una novela, son unas memorias de una librera. Son el reflejo de la persecución de un sueño, el recuerdo y recuento de la aventura de ir a por todas con una pasión. 

Siempre pensé que si yo alguna vez ponía un negocio, cosa harto improbable porque para eso hay que tener una buena dosis de valentía de la que yo carezco, yo pondría una librería. Así que rápidamente me atrajo este libro, porque habla precisamente de eso, de poner una librería...

Este libro rememora lo que supuso para la autora ser la librera de una pequeña librería en una plaza de Sevilla. Rialto, 11 además del título, es la dirección de esa librería, la dirección por la que se conocía. Dicho negocio cerró sus puertas un día de otoño de 2002.

Pero la historia comienza cuando su futura fundadora aún no tiene ese negocio, y se embarca como dependienta de otra librería en Sevilla, una de una cadena. Ahí aprenderá el oficio. Y verá que no es un oficio tan idílico, sino que hay que recomendar lo que uno no recomendaría y correr mucho a por un libro que piden, además de hacer un horario larguísimo.

Así que tras ver un local de una antigua joyeria con preciosas vitrinas que podría llegar a convertirse en una coqueta librería se embarca atendiendo a su vocación. 


"En ningún momento fue fácil, ni lo conseguí siempre, que la libreria me diera para vivir y en los años en que fui su dueña tuve que olvidar muchas cosas (como la palabra vacaciones). Pero fue la primera vez en mi vida que yo era feliz en tiempo real y no retrospectivamente. Ni una sola de las mañanas en que introduje en la cerradura aquella llave tan seria y tan grande, pues estaba pensada para proteger diamantes y caudales; ni una sola mañana de aquellos años, os decía, dejé de ser una niña con zapatos nuevos que no tuvo necesidad de que viniera el tiempo y arramblara con todo para saberlo, agradecerlo y disfrutarlo."

 El libro está escrito con una prosa muy ágil, amena, directa, con mucha dosis de humor. Y utiliza un lenguaje tan visual, tan lleno de imagenes y anécdotas que por momentos tú sientes que estás dentro de Rialto 11, a la que me hubiera gustado mucho conocer.

Estas memorias están salpicadas de anécdotas con personas de la literatura reconocidas como la del día que tuvo una conversación con Carmen Balcells sin pretenderlo, o el que se presentó Vilamatas en su librería gracias a lo que ponía en la pizarra de delante de la librería, en la que Belen todos los días escribía una frase, o un aforismo, o lo que se le ocurriera.

También habla de gente anónima como el loco que se presentó un día en la librería y acabó amenazándola con un cuchillo, o del listo que todos los sábados le robaba libros para venderlos en el mercadillo, o los niños que querían que les contara el argumento del libro para no tener que leerlo y hacer su trabajo. 

Belén nos habla de sus novatadas y de sus problemas económicos, pero también de los maravillosos amigos que hizo en su libreria y que la acompañaron tantas tardes con una copa de vino o un café. 

"-¿Lo has leído?
-¿Debería?
-Cuanto antes.
-Vale
-¿Te gusta Mengano?
-Rijoso.
-Vale
Oye, tú has leído a Zutana, ¿me gustaría?
-Tiene tal cosa, de 2003 y en tal editorial, que sí. De lo demás, nada.
-Vale
Rafael el Gallo y Belmonte, ya mayores, se sentaban a ver pasar la vida en la puerta de los cafés que aprovechaban la sombra del siglo pasado en la calle Sierpes. Apenas hablaban entre ellos e imagino sus intercambios de impresiones muy parecidos a los nuestros. Porque envejecer implica, creo, entre otras muchas cosas, la necesidad de encontrar con quién estar callado y el cultivo hacendoso de dicha compañía. "
 
He subrayado muchos párrafos de este libro no solo por lo que decía sino por cómo lo decía. La precisión de sus comentarios, la naturalidad en su forma de exponer, la forma de transmitir los sentimientos. 

Además he tomado nota de varios escritores a los que tengo que investigar. 

En general, me he sentido muy identificada con su amor por los libros.

"Rialto tenía una buena sección de poesía (en la inauguración de la Casa del Libro, pude comprobar que la de ellos no era mayor) y así me lo aseguró un día Jacobo Siruela, cuando todavía estaba al frente de su maravillosa editoria con el nombre de su título nobiliario, quién me compró tres poemarios asegurándome, lo que me costó creer aunque me hizo muy feliz, que muchas librerías importantes de Madrid (y las nombró) tenían una sección más pobre que la mía y con peor criterio. Muchas mujeres no comparten que lo que se puede contar en trescientas páginas alguien lo haga con un poema y no sea, en sí mismo, algo malo. A los hombres, en general, esto mismo les parece admirable y yo lo comparto. Un hombre ni siquiera necesita un poema paa convencerse de que necesita un libro. Le basta, os lo prometo, un verso bueno."

Belén hace recuento de cuánto hizo y cuánto debería haber hecho o no. Belén sufre con los márgenes de beneficios, la distribución, las devoluciones, las grandes superficies... Belén te cuenta la cruda realidad, cómo lo vivió y lo hace tan bien que te transmite sus sentimientos de alegría, de desazón, de agobio, y finalmente de tristeza por tener que cerrar su libreria. 

Este, es un libro para los amantes de los libros.

Una delicia. 


#Rialto,11
#BelénRubiano

lunes, 6 de octubre de 2014

"La vuelta al mundo en 80 bibliotecas"

Ésta biblioteca que casi pasa desapercibida en un rinconcito está en el precioso pueblo de Albarracín


Con la entrada de hoy abrimos una nueva etiqueta en este blog "La vuelta al mundo en 80 bibliotecas"

Ya sabéis que tenemos la de "La vuelta al mundo en 80 librerías" donde voy reuniendo esas librerías que encuentro en mi camino que son "especiales" por alguna razón: por su aire decadente, por su precioso escaparate, por su distribución... por lo que sea. 

Bueno pues hoy abrimos un cajón para guardar esas bibliotecas, esos lugares mágicos llenos de libros, de aquí o de allá, que merecen que les dediquemos un momento. Ya teníamos una entrada dedicada a este tema bajo la etiqueta "Bibliotecas Públicas". Pues bien, voy a intentar aglutinar esas entradas con éstas para que todas quepan en el mismo "cajón" y así le hacemos un guiño más a Julio Verne que tan buenos ratos nos hizo pasar con sus novelas en aquellas siestas veraniegas e interminables de nuestra adolescencia.

Ya sabéis, es lo que tiene ser una "letraherida"...

Hoy vamos a dedicar nuestro espacio de bibliotecas a las que he encontrado en el mes de julio por pueblecitos de Teruel y Tarragona.




Éstas dos fotos de arriba pertenecen a la moderna biblioteca que tienen en Gandesa en Tarragona, ya os hablé de este pueblo con motivo del Museo que tiene sobre la Batalla del Ebro y al que ya dedicamos una entrada:

Contrastando totalmente con la biblioteca de Gandesa, de nuevo traemos unas bibliotecas mucho más modestas.



Las dos fotos de arriba pertenecen a la misma. ¿No os parece entrañable el cartelito del horario escrito a mano? Me encantó. Son de un pueblecito pequeño de la Comarca del Matarraña en Teruel. Creo que se llamaba Mazaleón, donde tienen una carcel en muy buen estado, y que pertenece a la ruta de las cárceles que se puede hacer en esta zona.





Y ésta última foto está tomada en otro pueblo del Matarraña, en Valjunquera, cuya Casa Cultural no era exactamente una biblioteca pero se merecía su foto ¿verdad?.

Qué bonita esta zona de Teruel, merece muchísimo la pena pasar unos días conociéndola, con sus pueblecitos de piedra, sus rincones medievales, su tranquilidad.

domingo, 7 de junio de 2020

"El infinito en un junco" de Irene Vallejo





"Siempre me asusta escribir las primeras líneas, cruzar el umbral de un nuevo libro. Cuando he recorrido todas las bibliotecas, cuando los cuadernos revientan de notas enfebrecidas, cuando ya no se me ocurren más pretextos razonables, ni siquiera insensatos, para seguir esperando, lo retraso aún varios dias durante los cuales entiendo en qué consiste ser cobarde. Sencillamente, no me siento capaz. Todo debería estar ahí -el tono, el sentido del humor, la poesía, el ritmo, las promesas-. Los capítulos todavía sin escribir deberían adivinarse ya, pugnando por nacer, en el semillero de las palabras elegidas para empezar. Pero ¿Cómo se hace eso? Mi bagaje ahora mismo son las dudas. Con cada libro vuelvo al punto de partida y al corazón agitado de todas las primeras veces. Escribir es intentar descubrir lo que escribiríamos si escribiésamos, así lo expresa Marguerite Duras, pasando del infinitivo al condicional y luego al subujuntivo, como si sintiese el suelo resquebrajarse bajo sus pies.
En el fondo, no es tan diferente de todas esas cosas que empezamos a hacer antes de saber hacerlas: hablar otro idioma, conducir, ser madre. Vivir."


Hoy os quería hablar de un regalo.

Un regalo que me he hecho a mí misma durante el confinamiento. Mi libro estrella de lo que va de año en mis lecturas. Lo que va de año y lo que irá, porque sé que lo será durante mucho tiempo. Me va a ser díficil terminar con otro con la sensación con la que he terminado la lectura de éste.

Pocas veces leo ensayo, pero de vez en cuando intercalo este tipo de lectura con las novelas. Me gusta leerlos en papel, para subrayarlos y anotar en los márgenes, mientras que para la novela suelo utilizar el kindle.

Pues bien, durante esta pandemia me ha acompañado "El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo" de la filóloga Irene Vallejo. En cuánto podía escaparme un ratito al patio a leer después de comer, ahí iba cargada con él y un lapicero.

Lo había pedido en la carta a los Reyes Magos y ahí lo tenía, esperando pacientemente su turno. Hasta que alguien me habló de él, y dije ¡Pero si yo lo tengo! Y fue cogerlo y ya no soltarlo.

Premio el Ojo Crítico de Narrativa 2019. Premio Las Librerías Recomiendan de No Ficción 2020. Premio Búho al Mejor Libro de 2019, que otorga la Asociación Aragonesa de Amigos del Libro. EL ENSAYO REVELACIÓN DE LA TEMPORADA...

Me ha encantado.

Desde uno de esos juncos del Nilo que se utilizaron para empezar a escribir, ahora tengo 400 páginas que me han enseñado un montón de cosas sobre el libro y la escritura, su evolución y su historia.

Está escrito con un tono cercano que transmite mucho. Didáctico pero nada empalagoso, ni tedioso, ni pedante, nada de eso. La autora te va contando pequeños relatos que orbitan en torno a la escritura, la historia del libro, la lectura. 

Es también un libro de viajes, el viaje del libro y de todo cuánto hay a su alrededor. Un libro que habla de biliotecas y de librerías. Un libro que habla de la tradición oral y de la escrita. Un libro que habla de ritos y de costumbres. Habla de los benshis y de las hetairas, habla de dioses y mitos. De autores, de escritores de todos los tiempos, de las mujeres, de películas, de oficios, de mil y una cosas.

Es un libro que transmite el entusiasmo que la autora siente por este mundo, y con el que yo me siento muy identificada. 

"En la sociedad judia medieval se celebraba con una ceremonia solemne el momento del aprendizaje, cuando los libros hacían partícipes a los chiquillos de la memoria comunitaria y del pasado compartido. Durante la fiesta de Pentecostés, el maestro sentaba en su regazo al niño al que iba a iniciar. Le enseñaba en una pizarra en la que estaban escritos los signos del alfabeto hebreo y a continuación un pasaje de las Escrituras. El maestro leía en voz alta, y el alumno repetía. Luego se untaba con miel la pizarra y el iniciado la lamía, para que las palabras penetrasen simbólicamente en su cuerpo. También se escribían letras en huevos duros ya pelados o en pasteles. El alfabeto se volvía dulce y salado, se masticaba y se asimilaba. Entraba a formar parte de uno mismo. "

Partiendo de la mítica Biblioteca de Alejandría, la autora va a ir contándonos, centrándose más en los griegos y después en los romanos. Pero todo ello salpicado de aventuras, de vivencias, de viajes. Después hablará de la Edad Media, de sus monjes, y hasta nuestros días.

Tiene una estructura lineal en lo principal, pero al mismo tiempo es digresiva y va dando saltos constantes en el tiempo, atras y adelante, adelante y atras, sin hacer nada monótona la lectura.

El tono es ameno, didáctico cómo os decía, pero sin ser tostón en ningún momento. Son pequeños relatos hilados donde tan pronto te cuenta historias como anécdotas, con una atmósfera cercana, alegre, a ratos con humor y muy bien escrito. La autora ha sido aquí narradora, cronista, periodista, con tintes autobiográficos incluso, sin perder la frescura en ningún momento.


Ana María Moix me contó una vez que en los años setenta, un mediodía quedó a comer con la prodigiosa camana del boom latinoamericano: Vargas Llosa, Gabriel García Marque, Bryce Echenique, José Donoso, Jorge Edwards... Entraron en un restaurante de Barcelona donde había que apuntar el pedido y entregárselo por escrito al camarero. Pero ellos bebiendo y conversando, se desentendieron del menú y de las aproximaciones interrogativas de los camareros. Al final tuvo que interrumpir el maitre. Irritado por tanta cháchara apasionada y tan poco interés gastronómico. Se les acercó y, sin reconocerlos, preguntó con voz enojada: "¿Es que nadie sabe escribir en esta mesa?".
Hoy asuminos que, a nuestro alrededor, la inmensa mayoría de la gente lee y escribe. Detrás de esta situación hay una larguísima ruta de siglos. (...)
(...)
 Somos seres económicos y simbólicos. Empezamos escribiendo inventarios, y después invenciones (primero las cuentas: a continuación los cuentos).


Los libros, y la escritura, que siempre estuvieron y siempre estarán, a pesar de todas las invasiones, de los bárbaros, de los saqueos, los incendios, las catástrofes. A pesar de las nuevas tecnologías, de internet, ahí están y estarán.
 

"Es seguro que en la época más temprana de los poemas y las narraciones escritas, no hubo una forma única de nombrarlos. Las listas de libros de las primeras bibliotecas de la historia, en el Oriente antiguo, mencionan las obras por su tema. "Para rogar al DIos-Tempestad" se lee en una tablilla de arcilla encontrada Hamusa. La siguiente entrada del listado dice: "Sobre la purificación de un asesinato". Con todo, el método más habitual fue usar las primera palabras del texto: Enuma Elish (en acadio: "Cuando en lo alto..." (...)
Es hermoso el viejo modo de nombrar las historias por el comienzo, como si, sin querer, arrastrados por su hechizo, empezásemos ya a narrarlas. Italo Calvino restacó ese antiguo procedimiento cuando tituló una de sus más fascinantes novelas: "Si una noche de invierno un viajero".
Los primeros títulos fijos, únicos e inamovibles pertenecieron a las otras teatrales. Los dramaturgos atenienteses fueron pioneros en titular sus piezas, con las que competían en certámenes públicos y debían quedar a salvo de toda confusión al anunciarlas, promocionarlas o declararlas ganadoras. Prometeo encadenado, Edipo Rey o las Troyanas nunca tuvieron otro nombre o apellido. La prosa, en cambio, tardó más en adquirir títulos duraderos..."


Éste es un libro para estudiarlo, más que para leerlo. Un libro donde he subrayado y subrayado, donde he escrito en los márgenes y al final también. Un libro que debería volver a empezar esta tarde, cuando lo terminé esta mañana. Un libro que consultaré muchas veces y releeré muchas más. Qué pena me está dando ya de que se me olviden muchas de las cosas que he leído en él. 

Este libro es un homenaje. Es pasión.

Por favor si os gusta leer tanto o más que comer, si os gusta escribir, si os gusta que os cuenten cosas, si os gusta aprender, leed este libro. 
 
«Somos los únicos animales que fabulan, que ahuyentan la oscuridad con cuentos, que gracias a los relatos aprenden a convivir con el caos, que avivan los rescoldos de las hogueras con el aire de sus palabras, que recorren largas distancias para llevar sus historias a los extraños. Y cuando compartimos los mismos relatos, dejamos de ser extraños.»






Irene Vallejo (Zaragoza, 1979) se doctoró en Filología Clásica por las universidades de Zaragoza y Florencia. En la actualidad lleva a cabo una intensa labor de divulgación del mundo clásico impartiendo conferencias y a través de su columna semanal en el diario Heraldo de Aragón. De su obra literaria destacan las novelas "La luz sepultada" (2011) y "El silbido del arquero" (2015), la antología periodística "Alguen habló de nosotros" (2017) y los libros infantiles "El inventor de viajes" (2014) y "La leyenda de las mareas mansas" (2015).



#Irene Vallejo
#Ensayo
#Libros

lunes, 14 de agosto de 2017

Oporto y sus murales

Oporto. Mayo 2017


Oporto, aquel mayo luminoso del 2017, también nos prestó unos cromos para nuestra colección de "Murales y trampantojos".

Era una ciudad tan paseable, con tantos rincones bellos... Sus preciosas iglesias de azules azulejos y sus vistas al atardecer sobre el río Duero, sus elegantes escaparates y sus librerías. ¡Sus librerías! ¿Os acordáis de la librería Lello?

Pero había otro Oporto, el que descubrías paseando, el que te atrapaba con su explosión de colores como en la fachada de la fotografía que encabeza esta entrada, de un restaurante. O el Oporto en blanco y negro de sus delicados dibujos en cualquier rincón, cualquier mueble urbano, como en la foto de debajo de este párrafo.

Oporto. Mayo 2017


Y ese otro Oporto que no era turístico, pero que seguía siendo el de las calles adoquinadas y tranvías, el de las flores en los balcones de las casas y las murales en cualquier recodo. 

Oporto. Mayo 2017

 Oporto, qué buena escapada en cualquier estación.


Si quieres ver los murales de otras ciudades, ya sabes que están todos en la pestaña de "Murales y trampantojos". Te dejo un enlace por si quieres recordarlos:



viernes, 20 de enero de 2012

El paso de los escritores por Madrid: Las casas y las librerías... ¿Casualidad?





Ya sabéis, a estas alturas no os descubro nada, cuánto me gusta al ir caminando por Madrid, tropezar con algúna fachada o algún rincón donde haya huellas de escritores.

Hoy os traigo algunas de esas placas.

La de arriba es la de la casa donde murió José Zorrilla. Está en Alonso Martinez, según bajas por la calle Santa Bárbara, dirección Gran Vía, te cruzas con la calle Santa Teresa y ahí mismo en la casa que ocupa el núm. 1 está la placa. Curiosamente debajo, compartiendo espacio con el Café Bulevar, está una librería a la que yo tenía que ir algunas veces cuando estaba estudiando Psicología, la librería Paradox, especializada en libros de humanidades. Así que cómo no pensar en cuánto sabrán las paredes de esa casa, que han compartido a Zorrilla en tiempos, con esta librería ahora.




Esta foto de encima del párrafo, ya os la traje al blog, cuando el aniversario del nacimiento de Miguel Mihura. La casa donde nació Miguel Mihura, está en la calle Libertad, en pleno barrio de Chueca. Muy cerca del Café Libertad 8, un lugar que me gusta mucho, donde tantas veces hemos ido a escuchar lecturas, a hacerlas nosotros mismos, o a escuchar a cantautores. ¿Habéis leído la placa ? Está bien ¿eh?




Esta placa que pusieron con ocasión del centenario del nacimiento de León Felipe está en una casa, en pleno barrio de las Letras, en la misma calle Huertas donde hemos ido mil veces a tomarnos algo. Qué acierto hacerla peatonal... Está situada en una casa de la acera de la derecha según subes hacia la Plaza de Santa Ana.





Y por último la de Pío Baroja, que descubrí casi por casualidad en pleno centro de Madrid. Muy, muy cerquita de la puerta del Sol. Enfrente de la entrada donde ponen el Cortilandia del Corte Ingles, hay una Casa del Libro que hace esquina. Pues ahí en esa fachada de la callecita de La Misericordia, núm. 2, entre las ventanas de la librería La casa del Libro, está la placa que tenéis encima. Ahí mismo vivió Pío Baroja, a dos pasos del Monasterio de las Descalzas, muy cerca de la galería de exposiciones de Caja Madrid donde siempre hay exposiciones gratuitas que suelen estar bien, al ladito de Cortilanda... Ménudo sitio...

¿Es una casualidad que varias casas donde han nacido o vivido escritores ahora estén ocupadas por librerías?

La verdad es que da qué pensar...

martes, 4 de noviembre de 2014

Librerías que cierran... Madrid cultural



El otro día, yendo a mi tertulia, pasé por la librería Paradox y cual fue mi sorpresa cuando vi que cerraban... Qué pena me dió. 

A esta librería situada en la calle Santa Teresa núm. 2, en el mismo edificio donde está la casa en que murió el poeta José Zorrilla (ya lo veis en la foto superior), cuando yo era estudiante de Psicología venía a menudo a comprar mis libros... Está en mis recuerdos de Facultad, en los de mis veinte años. También aquí, años más tarde, vine con un buen amigo otra tarde que recordaré siempre. 

Es una librería con ese encanto especial que tienen muchas librerías de siempre: el tacto y el color de la madera, el olor a libros, con su escalera y su luz tenue.

He entrado en su página y tienen una carta de despedida, en la que además anuncian descuentos por su próximo cierre. Os copio parte de ella y os anoto el enlace por si queréis echar un vistazo. 

Bienvenido a Paradox

Estimado cliente y amigo:

Esta carta comienza por el final: por el adiós a la tarea de mantener la vida de esta veterana librería. Bueno, más bien estoy escribiéndote con el anuncio y la primicia de una cercana despedida. Hay que arreglar las finanzas y cuadrar el balance, reducir el stock y hacer cuentas con clientes y editores. Hablar con abogados, procuradores y bancos. De forma que, próximamente, en el marco del Concurso de Acreedores, la librería pasará a la Fase de Liquidación.
Hasta que llegue ese momento, queremos ofrecerle la posibilidad de comprar libros, que se encuentren en stock en la librería, con descuentos especiales:
20% en cualquier compra
30% para compras superiores a 150 euros.
...

Siento mucho que la historia de 36 años vaya a terminar así, pero hace tiempo ha dejado de ser posible atender la demanda cultural y, a la vez, financiarla. Así que ya veremos como nos despedimos de manera decente mirando adelante.
Mientras tanto, si quieres ayudarnos, ven a vernos para comprar libros de nuestro stock en oferta especial e irrepetible. Y, así, nos daremos las gracias mutuas por la buena relación amistosa que hemos cultivado tanto tiempo y hablaremos de libros que es lo que nos gusta… no de penas
Hasta pronto y buena lectura.
José Javier (Checho) Lasa
(Paradox Libros S.L)

http://www.paradox.es/








viernes, 5 de mayo de 2017

¡Hasta cerradas merecen la pena las librerias!




Esta entrada está dedicada a dos de los temas principales de este blog: Madrid y Las librerias.

Hay ocasiones en que en una misma entrada se pueden aunar ambos temas. Ésta es una de ellas, traemos dos librerías de Madrid, del barrio de Malasaña. Quiero descubriros cómo ¡hasta cerradas! las librerías pueden tener mucho encanto.

La que encabeza la entrada es la Librería Tres rosas amarillas. Está especializada en libros de relatos. Y también en los libros móviles con desplegables. Qué chulos son algunos de éstos ¿verdad? Los llaman libros pop-up: http://tresrosasamarillas.es/

Pero además de todo eso, me encantó pasar por su verja y descubrir el cartel de debajo: "Cerrado por amor". Había que hacer foto.




Y la siguiente librería es la "Arrebato Libros". Ya hemos hablado de ella. También está en el barrio de Malasaña. 

Dice su página web que es "mundialmente pequeña". Y trae esta frase:

“Hay cosas que son difíciles de definir en esencia. Sobre todo si Arrebato no es del todo una librería, como no es exactamente una editorial, como no es con exactitud un núcleo de gestión cultural, sino que es todo a la vez". 

Además de visitar la librería, merece la pena visitar su página web: http://www.arrebatolibros.com/es/




Yo hoy os la traigo porque también cerrada es bien chula. Fijaos en su puerta...

Y poco más.
A disfrutar del fin de semana, de la tranquilidad y del ocio.

martes, 18 de octubre de 2011

Algunas librerías del mundo...


Tenía pendiente traeros hasta aquí algunas de las librerías con las que he tropezado este verano. Siempre me gusta poder enseñaroslas.

La de arriba "La Feltrinelli" estaba en Catania. Cuando abrieron, en ella encontré algunos marcapáginas con frases sobre libros que me gustaron mucho.

Ésta de debajo del párrafo estaba en Palermo llenita de estudiantes comprando los libros para el nuevo curso.Ya veis que de "scontos" hacían...


En cambio en la debajo compraban libri...



Este es uno de los quioscos que proliferaban por las calles de todas las ciudades...


Y ésta última es una joyita que encontré en Erice, un pueblecito medieval precioso. En ese momento cayó un buen chaparrón y qué mejor lugar para esperar que escampara. Cómo si yo necesitara excusas... Aquí la teneis "La bottega del libro". Era chula ¿eh?