Las fotografías de la entrada de hoy nos llevan a un personaje con el que alguna vez hemos topado: "El siseñor de las patas verdes". Las fotografías las tomé yo una noche por Madrid en el verano pasado. Me hizo mucha gracia el nombre que habían elegido para la librería y claro no me pude contener...
Por supuesto la palabra "siseñor" no está en el diccionario de la Rae. Buscando por aquí y por allá en internet he dado con un diccionario del habla de Villafranca de los Caballeros donde lo incluyen:
Siseñor: en cuestión de regalos, nada o algo insignificante. El siseñor puede ser con las patas colgando, pintao en un comino o con las patas verdes.
Por otro lado he buscado y rebuscado el origen de esta expresión y no he encontrado una única explicación. Mi compañera, cuya familia procede de tierras de Guadalajara, dice que en su infancia "un siseñor de patas verdes" era una varita de un olivo y que en cuanto la veías vaya si decías ¡sí señor, sí señor! Yo soy de Madrid pero mi familia es de Toledo y también lo había escuchado aunque más en la idea de un personaje imaginario de la familia de los gamusinos y demás... En internet he leído que por Jaén también han escuchado hablar de este ser.
Pero el origen de la expresión, no hay forma, no lo encuentro. Ni tampoco cómo se ha difundido.
En un estudio titulado "Sobre los límites de la fraseología. Dichos y locuciones pragmático-conversacionales de carácter burlesco en español" de Lucía Luque Nadal de la Universidad de Córdoba también señalan a nuestro protagonista: "¿Qué me vais a regalar? Un siseñor de las patas verdes". Los encuadran dentro de el apartado "Respuestas absurdas a preguntas cansinas":
- ¿Dónde vamos? A cazar gamusinos
- ¿Mamá que me vas a comprar para mi santo? una peralta
¿Y eso que es? Una mierda así de alta
- ¿Qué me vais a regalar? Un siseñor con las patas verdes.
- ¿Qué me vais a comprar? Un lerele con pelo
- ¿Qué vamos a comer? Canguinos y patas de peces
- ¿Qué me vas a comprar? Un tilíntín pal moño y unas medias colorás
-...
http://ddd.uab.cat/pub/landes/11394218v10/11394218v10p87.pdf
Resumiendo "el siseñor de las patas verdes" va viajando
por toda la peninsula como un ser imaginario del lenguaje popular. Puede adquirir una forma tangible como las varitas lisas y "peligrosas" del olivo, o intangible formando parte de las respuestas rápidas que nos daban nuestras madres ante nuestras insistentes preguntas, quedando ya para siempre como integrante de la mitología infantil.
En cualquier caso ahí pervive en el trastero de nuestra memoria.
Para terminar la entrada os copio una canción de Vainica doble donde hablan de ellos:
9. EL SISEÑOR DE LAS PATAS VERDES (Album Taquicardia)
Quisiera ser leucocito y navegar por tus venas
como si fuera un barquito bogando en la mar serena,
y naufragar en la playa de tu corazón de arena.
Quisiera ser cigarrillo dentro de tu pitillera
y esconderme en tu bolsillo para estar siempre a tu vera.
Que nos mira tu mujer y se pone hecha una fiera.
Si tú esperas en la cumbre y yo te aguardo en el llano,
nunca encenderemos lumbre del roce de nuestras manos,
y qué tonta pesadumbre mirarnos siempre lejanos.
Si señor. Si señor que tú me pierdes.
Si señor. Dame un "siseñor" con las patas verdes.
Quiero ser idea fija y acomodarme en tu mente,
entrando por la rendija abierta de tu inconsciente
y que te sea inevitable tenerme siempre presente.
Quisiera ser inicial en incrustación bordada,
un motivo ornamental en el centro de tu almohada,
que amanezca tu mejilla con mi nombre señalada.
Voy a asaltar tu castillo con audacia delincuente
y voy a hacer picadillo de tus ideas decentes.
Házmelo algo más sencillo tendiéndome a tiempo un puente.