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viernes, 25 de octubre de 2024

"La niña del sombrero azul" de Ana Lena Rivera - Reseña literaria

 



-¿Sabe que, desde hace años, el Colegio de Abogados de Asturias permite colegiarse a mujeres?

-Desconocía ese dato.

-¿Sabe cuántas hay colegiadas? Ninguna. ¿Por qué cree que no hay más mujeres colegiadas o estudiando? Preguntó Amelia.

-No sé que decirle, quizá no tienen inquietud por las leyes.

-Por favor, no me decepcione, que le tengo por un hombre inteligente y abierto. 

-Supongo que las barreras sociales y familiares no ayudan a las mujeres que tienen objetivos académicos.


Termino el último libro de Ana Lena Rivera "La niña del sombrero azul" con una grata sensación. 

Es una novela larga, que pasa de las 600 páginas y se reparte en treinta y un capítulos, pero la verdad es que no dejan de ocurrir sucesos así que me ha parecido muy entretenida, en el mejor sentido de la palabra. 

El argumento nos habla de Manuela, una joven humilde de una aldea del norte de España, que con apenas diecisiete años entra a trabajar en la casa de los Marqueses de Armayor, como criada. Ahí conocerá a Alexandra, la hija de los Marqueses, y nacerá entre ellas una amistad que durará toda la vida. 

Está ambientada, como os comento, en el norte de España, en Gijón y Oviedo, pero también en Madrid. Y sus coordenadas temporales se extienden desde el verano de 1929 cuando comienza la historia hasta casi el año 2000 que termina. 

Durante todos estos años veremos, a través de sus ojos y las vicisitudes que se ven obligados a sufrir Manuela y todos sus allegados, como va cambiando nuestro país. La República, el malestar político previo a la Guerra Civil, la propia Guerra, los vencedores y vencidos, la II Guerra Mundial, nuestra postguerra, la transición... Es un viaje por todo el siglo XX. Y con él repasaremos todos los importantes acontecimientos a que dieron lugar: el sufragio de la mujer, la emigración de los Republicanos, los niños que se marcharon a Rusia, La Guerra Fría, el distinto trato que ha tenido la mujer según el país donde viviera, el maltrato, las adopciones... Me ha parecido muy interesante todo este repaso a nuestra historia.

Es una novela más de mujeres que de hombres, las historias no solo de la protagonista sino la de las demás mujeres están más detalladas y son más profundas, tienen más capas. Podríamos decir que es un homenaje a la vida de aquellas antepasadas en el tiempo que les tocó vivir. Cuanto ha cambiado en cien años nuestro país en la vida de las españolas. Desde la vida que tuvieron nuestras abuelas y madres hasta la que están viviendo nuestras hijas. Como en su novela anterior el tema de la costura está muy presente, puesto que para esa generación fue muy importante, tanto para las pobres como para las más adineradas. Yo recuerdo a mi madre siempre cosiendo, cuando podía hacerlo. 

Es también un homenaje a la amistad entre las mujeres, no solo por la de la protagonista con Alexandra, que por supuesto también, salvándose todas las convicciones sociales, sino también por la que se establece entre más mujeres de la historia que ayudan en los peores momentos. Casimira, Rosita, Claudina, Octavia... Conoceremos a muchos personajes femeninos dignos de representar y visibilizar otras historias.  


-¡Coño! -saltó el ingeniero jefe- ¿Me va a decir a mí una piola cuál es la fuerza del mar en la Habana?

Telva nunca le había preguntado a Ricardo qué quería decir cuando la llamaba piolita porque asumió que era un apelativo cariñoso, pero en boca de aquel hombre ya no le sonó igual. 

-No sé qué coño, como dice usted, es una piola, pero por si acaso: ¡su madre!

La cosa no llegó a las manos porque el resto de los ingenieros lo impidieron y se llevaron al jefe a calmarse con unos tragos.

-¿Qué es una piola? -le preguntó Telva al que parecía más calmado de sus compañeros cubanos.

-La que come pingas negras -recibió como respuesta. 


Al principio de comenzar la lectura de este libro me recordaba demasiado a las series de televisión que hay después de comer con tantísimos capítulos y buf, sabiendo que además tenía tantas páginas, por un momento dudé de si me atraparía la historia. Pero lo cierto es que enseguida me metí en ella y ya no pude dejar de leer. Me ha sorprendido. Tiene una prosa que fluye muy bien, es una lectura muy ágil, donde a Manuela y los suyos les ocurren tantas peripecias que no puedes dejar de ver qué va a sucederles después. La autora ha sabido repartir muy bien los conflictos de la trama, y no deja de haber un desenlace cuando ya hay otro conflicto asomando. Además te vas encariñando de Manuela que es un personaje que está bien conseguido, es creíble, una superviviente de su destino.  

Todos los libros de esta autora que he leído los he disfrutado. Tanto los de novela negra, como los históricos. Aquí creo que ha sabido condensar un largo período de nuestra historia de forma detallada y entretenida a través de esos personajes, y además lo ha escrito con una prosa rica, elegante pero muy natural, y eso tiene mucho mérito. 

Es una novela que desde luego que se presta a convertirse en imagen y a que hagan de ella una telenovela de muchos capítulos para después de comer, por supuesto se quedaría corta con respecto a la novela, pero seguro que conseguiría mucha audiencia y yo me alegraría. 


sábado, 11 de junio de 2022

"Las herederas de la Singer". Ana Lena Rivera. Reseña Literaria

 


Tiene una portada preciosa la novela ¿verdad? Al menos para los que ya vamos teniendo una edad. 

Es una portada tremendamente evocadora. ¡Cuántas veces no habré visto yo a mi madre delante de la máquina de coser Singer! cuando yo era muy pequeña. Después la guardó en uno de esos muebles que se hacían para tenerla tapada. Modas...Y más tarde se arrepintió de haberla guardado ahí... No me acuerdo qué fue de aquella máquina, ahora que lo pienso cuánto me gustaría conservarla en casa. Todavía puedo escuchar aquel traqueteo.

En fin...

1

Ana, 2019

El primer recuerdo de la vieja Singer que me viene a la cabeza es del día que murió Franco. Me levanté antes que de costumbre por el trajín que se oía en nuestro pequeño piso a las afueras de Oviedo, pero no fui al colegio. Mi padre tampoco acudió a trabajar. Tengo grabada en la memoria su imagen mientras fumaba un puro frente al televisor. Se había servido una copa de coñac, como la que se bebía en la sobremesa de los domingos. La radio sonaba en el cuarto de costura, donde me encontraba con mi madre y con la abuela Aurora, las tres solas, porque aquel día las aprendices de modista no llegaron.

Mi madre estaba nerviosa y de mal humor.

«Este hombre nos va a traer problemas. ¿A quién se le ocurre? Con lo que huelen los puros», la oí decir por detrás del petardeo arrítmico y suave de la máquina de coser de la abuela, que debía de volver locos a los vecinos. Tenían que entregar cuatro vestidos para una boda de postín, que se iba a celebrar nada menos que en el hotel de La Reconquista, icono de la elegancia en Oviedo por ser el único cinco estrellas de la ciudad. En pleno diciembre. El padre de la novia estaba enfermo de cáncer y temían que no pudiera asistir si esperaban al verano. La primera prueba la tenían apalabrada para cuatro días después.

 (...)

Pues la novela a mí me ha parecido tan atractiva como su portada. La he disfrutado mucho. No podía dejar de leerla hasta que no la he terminado. 

La autora ha aparcado la novela negra y se ha zambullido en una saga familiar de lo más interesante.

En esta novela se encierra la historia de cuatro generaciones de mujeres. La bisabuela Aurora, la abuela Águeda, la madre Ana y la hija Alba. Todas por "A". Cuatro generaciones de mujeres luchando siempre por encontrar su lugar en el mundo, aunque a cada una las tocó un tiempo de vida muy, muy diferente. Distintas Españas. Otros años, otros problemas. Pero gracias a las cuatro historias vamos recordando la historia en mayúsculas de nuestro país: la guerra, la postguerra, la transición, la democracia, el momento actual con su pandemia. Y, en consonancia, se refleja la evolución de la sociedad española. Por poner un ejemplo me ha parecido muy interesante la visión de la llegada de la menstruación en dos de los personajes según la época que estábamos atravesando. Cómo ha cambiado la vida, menos mal.

Arranca la novela con la vida de Aurora, más o menos en el 1938, y termina en la actualidad, pasada la pandemia. Ese es el lapso temporal que abarca la historia completa. Y en el espacio geográfico salta de Asturias a Madrid constantemente, pasando por Sevilla. 

Y ahora que tenemos las coordenadas espacio-temporales, no os creais que la historia va discurriendo linealmente. No, nada de eso. La autora ha sabido imprimir muchísimo ritmo a lo que cuenta, troceando las biografías de las cuatro protagonistas en pequeños fragmentos que nos va describiendo alternando protagonistas y tiempos verbales. Y, en mi opinión, lo ha hecho muy bien. Es muy dinámica, pero no te pierdes en ningún momento. Encabeza cada fragmento con el nombre y una fecha. Vamos, cómo para perderse... Y después, te narra aquel episodio de su vida. Así que la historia se rompe, se adelanta, se atrasa, y esto agiliza mucho la narración y la lectura. Pero siempre conservando la dosis de intriga de cómo los personajes llegaron a ese momento que nos anticipan. No es una novela nada previsible.

La Singer es el hilo conductor, el hilo que va uniendo a las cuatro historias como si las cosiera las unas a las otras...

Los temas que se abordan en la novela, dado el período temporal tan amplio que abarca, son múltiples: la guerra,la postguerra y sus desastres: el hambre y el abuso de poder. Las tradiciones, las costumbres, el machismo. Las relaciones sexuales. La maternidad. La enfermedad. La homosexualidad. Muchos temas. Pero en definitiva todos se resumen en la lucha por la supervivencia de unas mujeres fuertes. 

En cuánto a la forma de escribir, la novela está escrita con una prosa sencilla pero al mismo tiempo rica en acciones, en sucesos, muy bien descritos. Pasan muchas cosas en esta historia, y claro eso la hace muy entretenida. Cosas buenas y cosas malas, que la autora sabe cómo contar en su crudeza, llegando hasta el lector, conmoviendo. Y cómo decía antes sin crear una historia previsible, todo lo contrario. Además, la autora es virtuosa con los diálogos. Toda la novela está salpicada de ellos y eso hace que la historia cobre velocidad y que puedas ver a los personajes hablando, moviéndose, gesticulando... Los personajes, la mayoría femeninos, están bien perfilados. Son personajes poliédricos, con aristas. Tanto los personajes principales como los secundarios. Los hombres tienen su importancia pero realmente los que brillan son los personajes femeninos. No hay mujeres malas ni buenas, hay mujeres de carne y hueso que yendo a contracorriente siguen avanzando, creciendo, luchando. 

Merece la pena la novela.