Según el diccionario de la Real Academia:
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domingo, 22 de agosto de 2010
La tienda de los desavíos
Según el diccionario de la Real Academia:
lunes, 7 de junio de 2010
Biquini o bikini
¿Y vosotros sabéis de donde viene?
Pues vamos a hacer un poco de memoria.
Si buscamos en el diccionario de la Real Academia Española encontramos:
jueves, 1 de abril de 2010
Torrijas
Dulce que por cierto a mí me gusta mucho, sobre todo las que hace mi madre. Y no sé si sería pensando en ellas con placer anticipado, cuando he pensado de dónde vendría la palabra en cuestión.
La primera sorpresa que me he llevado es que el diccionario de la Real Academia no recoge la segunda acepción de la palabra torrija, la de borrachera, tan habitual en el lenguaje coloquial. Ma ha sorprendido la verdad, y más sabiendo que recoge otras mucho más chocantes (acordaros de "almóndigas, toballa y murciégalo..."). Sin embargo el diccionario María Moliner sí que la recoge. Os copio a continuación ambas definiciones.
En el diccionario de la Real Academia de la Lengua:
torrija.
(De torrar).
1. f. Rebanada de pan empapada en vino o leche y rebozada con huevo, frita y endulzada.
torrar.
1. tr. tostar (‖ poner algo a la lumbre hasta que tome color).
Torrija 1 f. Rebanada de pan empapada en leche y después rebozada en huevo y frita; a veces, se cubre después de frita con almibar; también se puede empapar en vino en vez de en leche.
2. (inf) Borrachera.
"Su origen se remonta a la Edad Media . La torrija o torreja aparece ya documentada en el siglo XV, citada por Juan del Encina: «miel y muchos huevos para hazer torrejas», al parecer como plato indicado para la recuperación de parturientas. Su cuna la encontramos en los conventos y era el remedio perfecto para aprovechar el pan sobrante. Poco tiempo después, se comenzaron a preparar en las casas.
Las primeras recetas se remontan al Libro de Cozina de Domingo Hernández de Maceras (1607) y Arte de cozina, pastelería, vizcochería y conservería de Francisco Martínez Motiño (1611). La torrija era a comienzos de siglo XX muy habitual en las tabernas de Madrid y se servía con los chatos de vino.
Su asociación a la Cuaresma se debe tal vez a la necesidad de aprovechamiento de pan, ya que durante el tiempo de Cuaresma no se podía comer carne..."
http://www.diles.es/noticia-435-torrijas-origen-divino.htm
"Al mismo tiempo debemos hacer constancia que tan sencillo manjar también fue, y suponemos que sigue, elaborado por los sefardíes con un origen y fin diferente, tal como nos indica su propio nombre "Rebanadas de Parida", por ser principal alimento para las mujeres recién paridas con el propósito de bajarles la leche para amantar. Sus ingredientes eran los siguientes: 10 rebanadas de pan blanco fresco, 3 huevos batidos, 1 l. de leche, aceite de oliva y miel y se preparaba calentando el aceite y mientras esto ocurría se mojaban las rebanadas en leche y luego se pasaban por huevo batido y se freían, se escurrían del aceite y mojaban en miel."
http://grupogastronomicogaditano.com/Articulos/LasTorrijas.htm
Bueno y ahora que ya nos hemos "alimentado" por dentro vamos : ¡A por las torrijas!...
lunes, 29 de marzo de 2010
WC
¿POR QUÉ DECIMOS WC SI ELLOS LO LLAMAN TOILET?
01/10/2009
Autor
Emili J. Blasco
lunes, 22 de marzo de 2010
Gaznápiro
No sé que asociación extraña he hecho en el trastero imposible y revuelto de la memoria que de pronto he vuelto a tropezar con ella. Hace años y años que no se la escucho a nadie. Pero la he entresacado de mi niñez, la he limpiado el polvo y la he puesto guapa para dejárosla en mi blog.
¿No os parece curiosa la palabra "gaznápiro"? A mí me encanta.
Llega de la época en que mis hermanos y yo eramos pequeños. Mi hermano el que va detrás de mí, el cuarto, que entonces era muy flaco y tenía el pelo rubio siempre largo y rizado todo alborotado, cogía manias con mucha facilidad, y de pronto no hacía más que estirar los brazos o mover la cabeza o cosas por el estilo de los nervios que tenía siempre y lo inquieto que era. Entonces mi madre cuando ya se hartaba de verle hacer monerías le decía: ¡Pero te quieres estar quieto so gaznápiro!
Y ahí se me quedó a mi la palabra colgando de un clip de las tonterías de mi hermano, o lo que es lo mismo, colgando de aquellos tiempos revueltos y alegres... (Afortunadamente ahora mi hermano ya no hace todas esas tonterías... hace otras. No, no las hace, es broma... por supuesto.)
En fín pues que quería dejaros aquí con esta palabra que según el diccionario de la Real Academia significa:
gaznápiro, ra.
(De or. inc.).
1. adj. Palurdo, simplón, torpe, que se queda embobado con cualquier cosa. U. m. c. s.
He buscado su etimología pero hay varias versiones os dejo con un par de ellas:
Este adjetivo se aplica hoy al sujeto ‘palurdo, simplón, torpe, que se queda embobado con cualquier cosa’. Está registrado en nuestra lengua desde la primera mitad del siglo XIX, aunque el Diccionario sólo lo incorpora en su edición de 1884.
Su origen es incierto, pero Corominas propone el vocablo gesnapper, supuestamente formado por los soldados españoles en Flandes con las palabras neerlandesas gesnapp ‘parloteo’, ‘charla’ y snapper ‘charlatán’.
Estos textos ha sido extraídos de los libros de Ricardo Soca La fascinante historia de las palabras y Nuevas fascinantes historias de las palabras.
Extraído de http://etimologias.dechile.net/?gazna.piro
La palabra gaznápiro, en Andalucía como en México, se usa para el "tonto palurdo". La Academia la ha dejado sin etimología (ver DRAE), pues estas palabras de expresividad popular son de las más difíciles para seguirles la pista, quizá porque no lleguen a los textos escritos sino muy tarde, con todo su camino evolutivo ya hecho en la expresión oral. Por eso me voy a atrever a proponer alguna hipótesis sobre ella, imitando las sugerencias de Don Maxi para chirona.
Me luce que algo tiene que ver con gaznate, porque muy a menudo se relaciona la tontuna con la capacidad de engullir, como que el tonto a veces no vale para trabajar pero bien que come como una lima sorda. También al torpe malcriado se le llama zampatortas, al necio se le llama badulaque, que era antiguamente un guiso de vísceras y desperdicios, el pan duro es un mendrugo, y mendrugo se llama también al tonto. Pero, además, por otro lado, la palabra parece influída por la voz chápiro, que es un derivado regresivo de chapirón, que es el paralelo de origen francés [chaperon "caperuza", recuérdese el cuento de Perrault de "Le petit chaperon rouge" = "la Caperucita Roja"] de capirote, que, entre otras acepciones tiene la del conjunto formado por la muceta (esclavina que cubre pecho y espalda) y el capillo (gorro con flecos) del color respectivo de cada facultad, que usan los doctores en ciertos actos solemnes de las universidades, de manera que un tonto de capirote es un tonto graduado de doctor en tontería por prestigiosas universidades de todo el mundo, p.e. doctor por lo vaina (9ª acepción del DRAE).
Así que si juntamos el gaznate del tonto tragaldabas con el chápiro verde del tonto graduado, aparece la voz gaznápiro. Es hipótesis que someto al superior criterio de esta docta asamblea.
¿Alguien da más versiones?
lunes, 1 de marzo de 2010
¡Albricias!
No sé si os pasará a vosotros, pero a mí hay algunas palabras que me gustan sobre todas las demás. Quizás porque son muy sonoras, porque parecen tener un olor, porque al decirlas hasta podría saborearlas, o porque inmediatamente traen a la memoria un tropel de recuerdos que se ponen la zancadillalos unos a los otros…
Por mil razones yo tengo un lugar en ninguna parte donde guardo unas palabras.
Hoy quería empezar por Albricias.
“Esta palabra se emplea para referirse al regalo que se da al que trae una buena noticia, pero actualmente albricias se emplea principalmente como interjección para expresar júbilo, como hace Carlos Fuentes en este trecho de su novela Cristóbal Nonato (1987):
O sea, sobrinitos, que se acerca el Día Doce de Octubre y la celebración del Quinto Centenario de nuestro descubrimiento, o como dijesen los indios de Guanahaní al ver que se aproximaban las carabelas, ¡Albricias, albricias que hemos sido descubiertos!
La palabra proviene del árabe bisara, que significaba 'buena noticia' y también 'recompensa que se daba a quien la traía'.
La palabra se generalizó en la Península Ibérica a partir del siglo XII, bajo formas muy variadas, tales como alvices, albriças y alvíxeras, entre otras. En portugués se impuso la forma alvíssaras.”
Ricardo Soca
Me gusta mucho esta palabra “¡Albricias!”, se me llena la boca, sin querer me sonrío, y me contagio de una tibia alegría. Albricias me devuelve a la infancia, me recuerda a los tebeos de mis hermanos, el Jabato, el Corsario de Hierro, el Capitán Trueno. Aunque quizás ni lo dijeran esos personajes, pero da igual, porque cuando pienso en esa palabra veo un montón grande de tebeos y una pared empapelada de dibujos granates. Veo a Lord Bemburry con su peluca y el pie apoyado en una silla, dolorido por la gota. Y de nuevo los veranos vuelven a ser interminables y llenos de lecturas... ¿No es para decir "Albricias"?
jueves, 25 de febrero de 2010
De murciégalos, toballas y almóndigas...
albóndiga.
(Del ár. hisp. albúnduqa, este del ár. clás. bunduqah, y este del gr. [κάρυον] ποντικόν '[nuez] póntica' ).
1. f. Cada una de las bolas que se hacen de carne o pescado picado menudamente y trabado con ralladuras de pan, huevos batidos y especias, y que se comen guisadas o fritas.
(De murciégalo).
1. m. Quiróptero insectívoro que tiene fuertes caninos y los molares con puntas cónicas. Tiene formado el dedo índice de las extremidades torácicas por solo una o a lo más dos falanges y sin uña. Es nocturno y pasa el día colgado cabeza abajo, por medio de las garras de las extremidades posteriores, en los desvanes o en otros lugares escondidos.
Toballa.
1. f. toalla (‖ pieza de felpa).
(Del ant. tobaja, y este del germ. *thwahljô).
1. f. Pieza de felpa, algodón u otro material, por lo general rectangular, para secarse el cuerpo.
2. f. ant. Cubierta que se tendía en las camas sobre las almohadas.
~ sanitaria.
1. f. El Salv. y Ven. compresa higiénica.
arrojar, o tirar, la ~.
1. locs. verbs. Dep. Dicho del cuidador de un púgil: Lanzarla a la vista del árbitro del combate para, dada la inferioridad de su pupilo, dar por terminada la pelea.
2. locs. verbs. coloq. Darse por vencido, desistir de un empeño.
lunes, 15 de febrero de 2010
"Los impertinentes"
Pero la verdad es que no os quería hablar del Museo en sí, sino de un objeto de los muchos que tienen allí y que ahora ya no se ven, o mejor dicho no del objeto en sí, sino de la palabra que lo define: “Los impertinentes”. Una palabra no sé si llamar moribunda o simplemente en desuso puesto que el objeto que designaba se dejó de utilizar.
Pero siempre me ha hecho mucha gracia esta denominación. ¿Sabéis qué eran “los impertinentes”?
Pues en el diccionario de la Real Academia de la Lengua en su tercera acepción podemos leer:
Impertinente.
(Del lat. impertĭnens, -entis).
…
3. m. pl. Anteojos con manija, usados por las señoras.
Pues sí, eran esas gafas con una sola y larga patilla que usaban sobre todo las señoras. Ahora ya no se ven, pero en el siglo XIX eran muy corrientes.
Sabemos que ya en la Europa del siglo XIII se usaban lentes para afinar la visión y tratar la vista cansada. Con el tiempo los anteojos o lentes que pueden sujetarse a las orejas se llamaron gafas. En sentido estricto las primeras datan de 1727 cuando un óptico inventó las patillas. Las gafas han recibido otros nombres como anteojos, antiparras, binóculos o espejuelos, como aún las llaman en Cuba.
Pero “los impertinentes” parece ser que era más propio del universo femenino.
He encontrado una hoja del periódico “El día de Cuenca” datado en 1921 donde se daban una serie de consejos a las féminas sobre cómo utilizar “los impertinentes” me ha parecido muy curioso. Aquí os dejo la primera página para que veáis la cabecera del periódico, el título y la fecha, y también la segunda página, donde está el artículo que os comento, en el lado izquierdo.