En ese grupo donde yo soy "la hermana de" hasta mi nombre está ya pillado.
Pero, lejos de importarme, disfruto mucho del título.
Porque cuando una es de papelitos secundarios o incluso, desde aquellas lejanas funciones del cole, es feliz con ser solo voz, hasta lo agradeces. Así que cuando me toca ejercer de "hermana de", que es a menudo porque en casa teníamos aquel carné de familia numerosa, no solo estoy cómoda sino que me siento arropada y sobre todo orgullosa. Yo sería mucho peor si no hubiera tenido los hermanos que tengo. Pero en ese grupo, decía, donde ejerzo de añadida, nos juntamos hijos, padres, hermanos, amigos de los amigos del que nació detrás de mí. Y cuando ocurre, miro a mi alrededor y admiro la variedad armoniosa de edades, parentescos, querencias, y me sonrío. Es bonito, imagino que lo sabrán, el logro de juntarnos a tantos diferentes para algo lúdico.
Esta vez nos apretujamos en una pequeña sala de cine. Ya en otra ocasión había disfrutado con ellos de "Atraco a las 3". Qué buena. "Fernando Galindo, ¡Un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo!"
Pero ahora tocaba una del oeste. El bueno de James Stewart y el mítico John Wayne luciendo esas posturitas suyas de vaquero de pocas palabras pero valiente hasta morir, apoyándose sobre una pierna mientras humea el cigarro entre sus dedos. "El hombre que mató a Liberty Valance". Un clásico que, sin embargo, yo no había visto, qué infeliz, y disfruté un montón.
Cuando comenzaron las citas cinéfilas solo eran para los del grupo, se trataba de que los hijos conocieran y valoraran pelis antiguas. Afortunadamente, y con el tiempo, pensaron lo de la sala pequeña de cine y engordaron el grupo con la familia, los amigos... Y ya sabes: Al principio parece que se va a quedar la sala medio vacía y al final hay que recortar que no cabemos. Y que si yo llevo a éste y tú a aquel, total 43 butacas pero espera que hay que sumar un montoncito de sillas plegables.
¿Y esa suerte de acabar en un cine solo para los "de casa"? Todas caras conocidas, familiares o casi familia, asistiendo juntos y expectantes, en la oscuridad, al triste destino del hombre que mató a Liberty Valance.
En ese grupo de amigos donde yo solo soy "la hermana del que nació detrás de mí", supieron encontrar el secreto para seguir juntos a pesar de tantos vaivenes, el paso del tiempo y los trabajos, las bodas y los hijos, los azares de la vida. Qué ejemplo de amistad y saber vivir.
Qué mérito. Ole.
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