Hay regalos que te salvan un día, una semana, un mes.
Regalos con los que vuelves a su etimología: "agasajar", "tratar bien", "mimar".
Y te dejas acariciar por ella.
Regalos que de pronto aparecen en tu buzón o en tu patio, discretos, silenciosos, pero únicos y brillantes y te hacen olvidar los sinsabores de los últimos días.
Los libros y las flores. Etereos, grandes.
Sillas invisibles de Juan Calderón, poemario que ya has reseñado aquí y que guarda tesoros en forma de versos a los que volver cualquier día. Ya tienes tu ejemplar con esa preciosa dedicatoria. Gracias, gracias, gracias.
Y uno de tus cactus, pequeño, peligroso pero que te tenía reservada ese despliegue de color y belleza.
La belleza está en las cosas pequeñas, en las cosas cotidianas, en el día a día.
Hay regalos que te salvan un día, una semana, un mes.
AMISTAD
Para mi querido Juan Bautista Raña
que me hace agradable la existencia.
Para mi querido Juan Bautista Raña
que me hace agradable la existencia.
Porque me pones alas
en aquellos momentos
en los que dejo de sentirme pájaro,
y eres frescor de lluvia
cuando mi voz se agosta
entre los pentagramas
de tristes melodías,
o te conviertes en epístola
para poner calor
en el iglú de mi buzón vacío.
en aquellos momentos
en los que dejo de sentirme pájaro,
y eres frescor de lluvia
cuando mi voz se agosta
entre los pentagramas
de tristes melodías,
o te conviertes en epístola
para poner calor
en el iglú de mi buzón vacío.
Porque te sientas a tejerme abrigos
con madeja de sueños,
y me abrazas de frente
cuando sabes que el mundo
pretende asesinarme por sorpresa,
he decidido que tu nombre
sea en mi propio diccionario
la definición más hermosa
de todas las palabras.
Juan Calderón
Sillas vacías
Editado por Los Libros del Mississipi.
2020
#Regalo
#Poemario
#Cactus
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