Se nos ha muerto "El Luna" me ha dicho, con ojos tristes, la adolescente que me devuelve a mis tiempos de instituto.
Cuando se enteró ayer, último día de este marzo cruel que apenas ha terminado, sintió un pellizco en el corazón.
Otro.
"El Luna..." ¿Te acuerdas? me dijo zarandeándome desde mi interior. Que se ha muerto...
Por fuera, y a la vista de los adolescentes de ahora, verás una "una señora", pero por dentro me acuerdo de aquellos años míos como si hubieran ocurrido ayer, he dicho harta ya de sus recriminaciones a mi yo adolescente. Me acuerdo de todo, le he repetido, sin emitir una sola palabra.
Porque si te dió clase alguien así, ¿sabes? he seguido diciéndole, no le olvidas ni queriendo.
"El Luna" cómo decíamos entonces, era distinto, peculiar, especial.
"El Luna" cómo decíamos entonces, era distinto, peculiar, especial.
¿Te acuerdas de aquel día que nos hizo a todas enseñarle las manos porque se horrorizó de las uñas pintadas de negro de una compañera de la primera fila? ¿Y te acuerdas de aquel día que le dijo a Jaime "Señor Leroy deje usted de saltar por encima de las mesas"? ¿Y te acuerdas de...?
Mil y una anécdotas llegan en tropel envueltas en una sonrisa. Eran los tiempos de FAMA, y de las risas. Los tiempos de la adolescencia y el Instituto, los del parque y los amigos. Los tiempos de la pasión más absoluta en los sentimientos y las vivencias. Todo era tan trascendental como si se fuera a terminarse el mundo al minuto siguiente.
"El Luna" era un caballero de mediana edad, nos parecía entonces, aunque vete tú a saber cuántos años tendría, que se preocupaba por la estética de nuestras uñas, además de por nuestros conocimientos de Arte. Sus clases eran mágicas. Sabía muchísimo pero lo explicaba, lo transmitía, aún mejor. Aunque ¡cuidado con él! era ocurrente y expresivo, su humor era irónico y afilado, sus modales exquisitos, pero sabía imponer respeto como ninguno.
Ni una mosca se escuchaba cuando él explicaba. Y cuando te contaba sus viajes, lograba encandilarte hasta el punto de verte allí a dónde hubieras viajado con él; eran tan coloreadas, tan precisas sus descripciones, que lograba que desearas conocer inmediatamente aquel lugar.
¿Y te acuerdas del último éxamen? Cómo olvidar el último examen de Arte de aquel COU, el último curso divertido de mi vida.
Cuando ya estábamos todos sentados cada uno en su mesa, distanciados y preparados para comenzar el éxamen comenzó a nombrarnos solo a algunos. Entre ellos yo. ¡¿Pero ahora porqué nos nombra?! grité en mi interior, reconcomida de nervios, sintiéndome parte de algo que no entendía, mientras me decía que con tanta historia a mí se me iban a olvidar la mitad de las cosas, con la de materia que entraba en el examen y que había tenido que memorizar y memorizar.
Pero "al Luna" le gustaban las sorpresas, le gustaba azuzarnos con las palabras, dejarnos boquiabiertos y expectantes. "Pues bien señores, dijo despacio y entre silencios, todos estas personas que he nombrado pueden levantarse e irse, están aprobados". "¿Cómo? ¿Sin hacer el éxamen?" "Si se quieren quedar por si suben nota... pueden hacerlo. Pero claro, también podrían suspender...".
Nos faltó tiempo para levantamos todos inmediatamente y salir de aquella clase, aún perplejos, aún atacaditos de nervios, pero allí no se quedó ni uno de los nombrados. Todos nos quedamos con la media que nos salía de las dos primeras evaluaciones.
Qué tío "El Luna".
Se nos ha muerto "El Luna" me ha dicho, con ojos tristes, la adolescente, que aún palpita dentro de mí y me devuelve a mis tiempos de instituto.
"El Luna", uno de los mejores profesores que he tenido en la vida. Mi profe de Historia del Arte en COU en el INB Conde de Orgaz.
Un lujo de profesor y apenas lo sabíamos.
Un lujo.
¿Y te acuerdas del último éxamen? Cómo olvidar el último examen de Arte de aquel COU, el último curso divertido de mi vida.
Cuando ya estábamos todos sentados cada uno en su mesa, distanciados y preparados para comenzar el éxamen comenzó a nombrarnos solo a algunos. Entre ellos yo. ¡¿Pero ahora porqué nos nombra?! grité en mi interior, reconcomida de nervios, sintiéndome parte de algo que no entendía, mientras me decía que con tanta historia a mí se me iban a olvidar la mitad de las cosas, con la de materia que entraba en el examen y que había tenido que memorizar y memorizar.
Pero "al Luna" le gustaban las sorpresas, le gustaba azuzarnos con las palabras, dejarnos boquiabiertos y expectantes. "Pues bien señores, dijo despacio y entre silencios, todos estas personas que he nombrado pueden levantarse e irse, están aprobados". "¿Cómo? ¿Sin hacer el éxamen?" "Si se quieren quedar por si suben nota... pueden hacerlo. Pero claro, también podrían suspender...".
Nos faltó tiempo para levantamos todos inmediatamente y salir de aquella clase, aún perplejos, aún atacaditos de nervios, pero allí no se quedó ni uno de los nombrados. Todos nos quedamos con la media que nos salía de las dos primeras evaluaciones.
Qué tío "El Luna".
Se nos ha muerto "El Luna" me ha dicho, con ojos tristes, la adolescente, que aún palpita dentro de mí y me devuelve a mis tiempos de instituto.
"El Luna", uno de los mejores profesores que he tenido en la vida. Mi profe de Historia del Arte en COU en el INB Conde de Orgaz.
Un lujo de profesor y apenas lo sabíamos.
Un lujo.
Muere el historiador de arte Juan José Luna a los 74 años
Fue conservador del Museo del Prado y un gran conocedor de la influencia artística francesa en España
Juan José Luna, ex conservador del Museo del Prado,
falleció este fin de semana a los 74 años. Entró a trabajar en la
institución en 1980 -aunque colaboraba desde 1969, con 23 años- y fue
Jefe de pintura francesa, inglesa y alemana de 1986 a 2002, y de las
pinturas del siglo XVIII, desde 2003 hasta su jubilación. Su
especialidad fue la influencia del arte francés en España, sobre todo en
el siglo XVIII, a pesar de la falta de interés popular por este momento
histórico y de lo mucho que se lamentaba por ello. De hecho, los
primeros estudios que se publicaron en España sobre las colecciones de
pintura francesa se los debemos a sus investigaciones.
https://elpais.com/cultura/2020-03-30/muere-el-historiador-de-arte-juan-jose-luna-a-los-74-anos.html
Adiós a Juan José Luna, una vida de pasión por la historia del arte
El director adjunto de Conservación e Investigación del Prado evoca la figura de quien fuera jefe de Departamento de Pintura del siglo XVIII del museo Actualizado:
A mediados de los años 80 del siglo pasado Juan José Luna (1946-2020) era conservador de Pintura Francesa, Inglesa y Alemana del Museo del Prado, antes de ascender en 2003 a jefe de Departamento de Pintura del siglo XVIII.
En esa época yo era becario del Instituto Diego Velázquez, del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas. En cierta ocasión me sorprendió
con una llamada telefónica en la que me ofrecía la que fue mi primera
conferencia en el Prado. Al advertir mi sorpresa, me propuso sin dudar: “Panini” y, tras una breve conversación, colgó el teléfono.
Un texto precioso que me ha emocionado. Yo no le tuve como profesor (soy del 67), aunque sí mi hermana que siempre me hablaba mucho de él diciendo que era uno de los mejores profes que ha tenido. Hay profesores y maestros, y por lo que veo éste señor era lo segundo.
ResponderEliminarSí, a todos los que aprendimos con él nos ha dejado unos buenos recuerdos inolvidables. Te agradezco mucho que te hayas detenido a leer mi reseña, y que además me hayas dejado tu comentario sobre aquel "maestro". Gracias.
ResponderEliminarRocío, qué bonito lo que has escrito de tu profesor, Cómo se nota le aprecio que le tenías, sin saberlo, como dices. Escribes maravillosamente. Siento su pérdida. Gracias por compartirlo con nosotros.
ResponderEliminarUn beso grande
javier