“Cuando consigues aquello que anhelas, de vez en cuando necesitas mirar atrás, sentirte vulnerable otra vez”.
Bueno, quiero ir poniéndome al día de las reseñas de lecturas veraniegas así que hoy os quería volver a hablar de una novela. En ésta caso una que me ha gustado mucho “El pantano de las mariposas” de Federico Axat.
He
estado de lo más entretenida leyéndola, y te deja un poso dulce que me
gusta mucho. Eso sin contar con el quiebro que le da el autor al final y
que te deja totalmente perpleja, al menos a mí.
Pero vamos por partes…
El
argumento es el de una historia de niños que desarrolla en Carnival
Falls, una población de 20.000 habitantes situada en el centro de Nueva
Inglaterra, en Estados Unidos. Protagonista la historia Sam Jackson que
perdió a su madre cuando tenía un año y ahora vive en una casa de
acogida, la granja de los Carroll, junto a otros huérfanos. Sam se pasa
la vida con Billy yendo en bicicleta al bosque y compartiendo secretos.
Hasta que llega al pueblo Miranda, la hija de los Matheson, la familia
más poderosa y adinerada del lugar. Miranda también tiene doce años y
desde la copa de un árbol, Sam espía a esa niña que le atrae…
El
tiempo de la historia son los años ochenta en EEUU como hemos visto.
Pero recorre muchos años, porque aunque la parte central es la niñez, te
cuenta desde diez años antes, comienza en el año 74, hasta bastante
después, el 2010 cuando Sam recuerda con nostalgia su historia y el
camino que le ha llevado a ser como hoy es. La trama es líneas pero
tiene algún que otro salto en el tiempo cómo veis.
Y
bueno, toca muchos temas: El último verano de la niñez, el paso a la
adolescencia, la amistad, el primer amor… Con algunos ingredientes de
misterio, como son los ovnis, o más bien la visión de ellos que se tenía
en los años ochenta.
A
mí me recordaba a Tom Sawyer, pero también tiene suspense, porque está
llena la historia de misterios que se irán resolviendo. Es como una
mezcla de géneros.
Los
personajes están muy bien perfilados. A Sam, Billy y Miranda enseguida
les coges cariño. Los demás personajes secundarios: Los Carroll, el
matrimonio Meyer, una pareja de ancianos a quien Sam quiere mucho,
Orson, un niño matón que también vive en la granja de los Carroll,
Preston Matheson, padre de Miranda… Todos ellos muy importantes en la
trama y también bastante conseguidos. Y cómo no comentar la sorpresa
final gracias a la habilidad del autor.
“Había
desaparecido ese velo mágico que hacía que pudiéramos decirnos casi
cualquier cosa, mirarnos a los ojos y abrir nuestros corazones; dejamos
la niñez atrás como la piel de una serpiente, y la pubertad nos arrebató
la frescura de la verdad”.
Me
ha gustado mucho cómo está escrita la historia. Cómo el autor te lleva
por dónde quiere, cómo te va sirviendo misterios que luego se van
resolviendo hasta el quiebro final de la historia. Su estilo es sencillo
pero muy efectivo, casi elegante. Sabe cómo administrar la emoción
alternando a los personajes reales con otros fantásticos. La prosa es
fluida, entretenida, cuidada, suave.
El
resultado es que no quieres abandonar esa historia. Por lo menos a mí
me ha pasado eso. Estás atrapado y tan encariñado con los personajes que
te resistes a desprenderte de sus vidas.
Os recomiendo esta novela. Me ha sorprendido bastante el final, me ha entretenido y me ha gustado mucho toda ella. He descubierto a este autor argentino al que no pienso perder de vista.
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