Yo
era la única a quien no le importaba que siguierais con nosotros. A mi
modo callado y complejo seguías gustándome, me sentía dichosa por el
simple hecho de observarte día tras día. Y tus padres me caían bien,
sobre todo tu madre; la atención que me dedicaba casi llegaba a
compensar tu indiferencia.”
Qué mejor forma de comenzar un mes en este blog que trayendoos otra reseña de libros. Sobre todo ahora que es verano y probablemente encontremos más tiempo y ocasiones para abandonarnos al placer de la lectura.
En esta ocasión quería comentaros
cuánto me gustó Tierra desacostumbrada de una autora estadounidense de
origen bengalí Jhumpa Lahiri, un libro de relatos publicado en el año
2008 que fue considerado como mejor libro de la temporada por el New
York Times.
Llegué
a este libro porque me lo recomendó un amigo mío que consideró que
quizás me gustaría. Y vaya si lo ha hecho. Esa prosa delicada y serena
pronto me atrapó.
Pero bueno, vamos por partes:
Lo
primero es deciros que no se trata de una novela, sino que bajo ese
título “Tierra desacostumbrada” se esconde un conjunto de relatos.
Relatos largos, relatos sobre la vida cotidiana de personas normales y
corrientes cuyo único nexo es proceder de familiar bengalíes pero que
ahora viven en Estados Unidos. Relatos contados de forma pausada, con
detalle, describiendo las costumbres de esas personas que parecen buscar
la felicidad pero cómo les cuesta alcanzarla. Relatos con recetas de
cocina y tradiciones, con bodas arregladas y sentimientos que tan
difícil parecen ser expresados.
Este
libro está estructurado en dos partes. La primera parte está formada
por cinco relatos independientes y la segunda es una sola historia
dividida en tres relatos. Por cierto me ha encantado esta segunda parte
de la forma que ha sido escrita.
En
cuanto a los personajes, ya os he contado que se trata de hombres y
mujeres que tienen origen bengalí pero viven o trabajan en Estados
Unidos. Inmigrantes indios de segunda o tercera generación Son
personajes intelectualmente cultivados de profesiones liberales que
forman parte de una unidad familiar con mucho peso en los individuos.
“Pranab
no era el hermano menor de mi padre. Era otro bengalí de Calcuta que
había ido a parar a las áridas costas de la vida social de mis padres a
principio de los setenta, cuando vivía en un apartamento alquilado en
Central Square y podían contar las amistades con los dedos de la mano.
Pero yo no tenía ningún tío de verdad en América, así que me enseñaron a llamarle Pranab Kaku”
Los
relatos cuentan historias cotidianas de sus vidas. Los temas son el
amor, la rutina, la decepción, el dolor… La familia, la tradición. Temas
universales. La búsqueda de la individualidad a pesar del peso de la
familia, de las raíces. La búsqueda, al fin, del amor y la felicidad.
Pero
me ha gustado mucho la prosa de esta autora. Esa forma de contar serena
y elegante. Quizás con un toque de melancolía o nostalgia. Es una prosa
sencilla, a la que imprime un ritmo pausado. Son relatos para leer
saboreándolos. No se trata de historias trepidantes ni emocionantes,
sino que se trata de disfrutar la historia en sus pequeños detalles. La
autora utiliza una forma de narrar que mientras te describe la situación
va buceando en la intimidad del personaje. Rebusca en su mundo
interior, en sus deseos, en sus preocupaciones, en sus obsesiones, en
sus secretos. No se limita a narrar sus actos sino que hace mucho
hincapié en la vida interior de ellos.
Lo vemos nada más comenzar el
libro en el relato también titulado “Tierra desacostumbrada”, qué título
más evocador
¿verdad? Ya vemos ahí cómo la chica del relato va descubriendo sus
propios sentimientos a través de la nueva vida de su padre viudo con un
nuevo amor. O quizás aún lo vemos mejor en ese enamoramiento silencioso
del protagonista del relato titulado “No es asunto de nadie”.
Aunque
desde luego a mí la parte que más me ha gustado ha sido la segunda, la
titulada “Hema y Kaushik”, por lo que cuenta y por cómo lo cuenta. Es
como una pequeña novela contada a dos voces, multiperspectivismo, pero escrito en tres relatos diferentes unidos por el mismo hilo argumental. Los dos primeros contados en primera persona narrando su propia vida cada uno de los personajes. Después, a
modo de broche final, el tercer relato donde se encuentran.
En
fin, y resumiendo, que un libro muy recomendable. Pero como decía Sabina en "Rebajas de enero": “emociones fuertes buscarlas en otra canción”. No se trata de eso, desde luego, aquí solo encontrareis un pedazo de la historia de unos personajes cuya vida es
sencilla y discurre entre sus deseos y sentimientos, encuentros y desencuentros. Encontrareis relatos que hablan de personas de origen bengalí que, al fin y al cabo, solo buscan ser más felices.
Como todos ¿no?
“Se
volvió para mirar a su nieto dormido… de pronto cobró conciencia de que
probablemente no viviría lo suficiente para ver a Akash alcanzar la
edad adulta, que no vería a su nieto como un hombre de mediana edad, un
anciano, y esa simple realidad lo entristeció”
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