Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

Mostrando entradas con la etiqueta Veletas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Veletas. Mostrar todas las entradas

jueves, 5 de agosto de 2021

Cuéntame uno de veletas

 

Junio 2021 La Palma


Acababas de decir que este verano no salían muchas veletas a nuestro encuentro, cuando de pronto apareció.

Billaba en lo más alto, silenciosa e intacta.

Dicen que si sueñas que ves un ángel, o varios, tocando trompetas vienen buenas nuevas, noticias ansiadas o inesperadas, pero al fin y al cabo noticias que abren un próspero porvenir.

¿Y tú crees esas cosas? Pregunté con el más puro escepticismo escapándoseme por los ojos y la voz.

Me miraste, sonreíste, y echaste a andar dejando escapar tu respuesta al aire, como si fuera una cometa:

Yo lo que creo es en las veletas. 

 

Y como el ángel, además de llevar trompeta, tocaba hacia el norte, para allá que fuimos en busca del próspero porvenir.


Junio 2021 La Palma

Julio 2021 Ajo (Cantabria)

Julio 2021 Isla (Cantabria)

Julio 2021 Isla (Cantabria)


domingo, 21 de febrero de 2021

El baúl de las veletas

 

Vilafamés (Castellón)

Algunas tardes de los domingos abríamos el baúl de las veletas.

Cogíamos una holgada mochila, metíamos dentro cinco o seis de ellas escogidas al azar, y nos echábamos a la calle.

Eran esas tardes mustias que no conseguíamos espantar la tristeza. Esas que se nos pegaba a la piel una sensación de frustación e impotencia que, a traición, secuestraba nuestro ánimo y las ganas de pelear. Cuando un vaho de incertidumbre pegajoso nos iba derrotando de dentro afuera sin remedio. Arrugándonos.

Primero sacábamos del botiquín las frases curativas. Una buena frase enrollada al cuello abriga mucho y reconforta. Pero a veces según las sacábamos se deshacían en palabras huecas que caían al suelo, rodando y rodando en todas direcciones. 

Entonces, sujetándonos el corazón para que no se cayera tambien al suelo, y se nos rompiera aún más, recurríamos a las veletas. 

Nuestro tesoro.

Las habíamos ido atesorando viaje tras viaje, y guardábamos celosamente en un enorme baúl. 

 

Castellón ciudad

Cogíamos una holgada y resistente mochila, metíamos dentro cinco o seis de ellas escogidas al azar, y nos echábamos a la calle.

Cada tres manzanas sacábamos una y nos dejábamos guíar por lo que señalara. 

Que si la de la bruja, que si la del castillo, que si la del león o la sirena.

Castellón ciudad
 

Cada una era la puerta de entrada a un cuento. 

Cada una suponía una nueva dirección para echar a andar de nuevo. 

Nos daría otra vez el aire en la cara.

Nos sentiríamos arropados.

Y de la mano recorríamos despacio el barrio siguiendo a las veletas de nuestro baúl, hasta cansarnos.

Con la ilusión intacta, con la esperanza de distraer la tristeza, de darle esquinazo, de respirar profundamente hasta llenar los pulmones.

Y seguir caminando.

 

Benicarló (Castellón)

@Rocío Díaz

domingo, 5 de agosto de 2018

Veletas y días felices


Cádiz. Junio 2018


Había días que nos mirábamos al espejo
y no reconocíamos la cara que nos contemplaba.
Días que no habían nacido para pensar ni decidir.

Entonces,
nos desenroscábamos la cabeza con cuidado
 y la dejábamos dentro de la vitrina donde teníamos la vajilla buena.

Respirábamos profundo y 
echábamos a andar sin más rumbo
que el señalado por la primera veleta que encontrábamos.
Hasta que tropezábamos con la segunda
y cambiábamos nuestra dirección,
que duraría hasta dar con la tercera, 
y luego la cuarta, la quinta, la...
dejándonos llevar.

Y así, solo así,
recordábamos los días felices.

Conil de la Frontera. Junio 2018



Mazagón. Julio 2018

Faro (Portugal) Julio 2018

Almancil (Portugal) Julio 2018

lunes, 26 de octubre de 2015

Mambrú se fue a la guerra... Origen de la canción




Es lunes. Qué difíciles son los lunes ¿verdad? ¿No os parece que necesitamos una veleta para que nos señale con determinación el final de la semana? Parece que viendo una luz al final del tunel uno se anima.

Bueno pues la veleta de hoy es una muy famosa. ¿Os acordais de Mambrú? ¡Sí! El Mambrú que se fue a la guerra... Bueno pues hay una veleta en un pueblo de Guadalajara que dicen que es Mambrú. El pueblo se llama Arbeteta. 

"Arbeteta es un pequeño pueblo de la provincia de Guadalajara situado a mil metros de altitud entre los valles del Tajo y el Guadiela.  En su iglesia parroquial construida en los siglos XVII-XVIII, con esbelta torre barroca diseñada por el arquitecto Pando. Y sobre ella hay una gran veleta, a la que llaman “el Mambrú”, porque según dicen, de lejos, tiene figura de hidalgo caballero inglés"... Ésto nos cuenta Carmen Gozalo de Andres, en su artículo "Mambrú, la legendaria giraldilla de Arbeteta".




 



¿Quién era Mambrú?

Mambrú en realidad era Marlborough, pero lo españolizamos fonéticamente en su día para poder decirlo. 

Efectivamente este señor existió y era un militar inglés. Cuentan que los soldados francedes fueron quiénes inventaron esta canción a comienzos del siglo XVIII, para celebrar la supuesta muerte de este militar inglés Duque de Marlborough que los había derrotado muchas veces.

La canción original decía:

«Marlborough s’en va-t-en guerre. Mironton, Mironton Mirontaine, ne sais quand reviendra» [Marlbourough se fue a la guerra. Mironton, Mironton Mirontaine, no sé cuando volverá].


El caso es que se dejó de cantar por las tropas francesas porque el Duque en cuestión no había muerto. Sin embargo la canción, que ya estaba viva, había seguido ya su camino por el boca a boca hasta llegar a una de las nodrizas de Luis XVI, que se la cantaba al pequeño para dormirle. A la Reina María Antonieta, la madre del pequeño, le hizo gracia y la aprendió difundiéndola por palacio en las fiestas de la Corte. 

 Como la corte francesa estaba muy relacionada con los borbones llegó la canción hasta España y como todo lo francés estaba tan de moda tuvo mucho éxito. Y al final todas las niñas cantaban aquello del tal Mambrú, que ya hemos comentado que fue la españolización del Marlborough.  
Y ya veis, tres siglos que llevamos cantándole a Mambrú.  

Fuentes:

Mambrú , la legendaria giraldilla de Arbeteta- Carmen Gozalo de Andrés (Historiadora)

Ya está el listo que todo lo sabe - Blog de 20 mn de Alfred López