Es lunes.
Qué difíciles son los lunes ¿verdad? ¿No os parece que necesitamos una veleta
para que nos señale con determinación el final de la semana? Parece que viendo
una luz al final del tunel uno se anima.
Bueno pues
la veleta de hoy es una muy famosa. ¿Os acordais de Mambrú? ¡Sí! El Mambrú que
se fue a la guerra... Bueno pues hay una veleta en un pueblo de Guadalajara que
dicen que es Mambrú. El pueblo se llama Arbeteta.
"Arbeteta
es un pequeño pueblo de la provincia de Guadalajara situado a mil metros de
altitud entre los valles del Tajo y el Guadiela. En su iglesia parroquial
construida en los siglos XVII-XVIII, con esbelta torre barroca diseñada por el
arquitecto Pando. Y sobre ella hay una gran veleta, a la que llaman “el
Mambrú”, porque según dicen, de lejos, tiene figura de hidalgo caballero
inglés"... Ésto nos cuenta Carmen Gozalo de Andres, en su artículo
"Mambrú, la legendaria giraldilla de Arbeteta".
¿Quién era Mambrú?
Mambrú en realidad era Marlborough, pero lo españolizamos fonéticamente en su día para poder decirlo.
Efectivamente este señor existió y era un militar inglés. Cuentan que los soldados francedes fueron quiénes inventaron esta canción a comienzos del siglo XVIII, para celebrar la supuesta muerte de este militar inglés Duque de Marlborough que los había derrotado muchas veces.
La canción original decía:
«Marlborough s’en va-t-en guerre. Mironton, Mironton Mirontaine, ne sais quand reviendra» [Marlbourough se fue a la guerra. Mironton, Mironton Mirontaine, no sé cuando volverá].
El caso es que
se dejó de cantar por las tropas francesas porque el Duque en cuestión no había
muerto. Sin embargo la canción, que ya estaba viva, había seguido ya su camino
por el boca a boca hasta llegar a una de las nodrizas de Luis XVI, que se la
cantaba al pequeño para dormirle. A la Reina María Antonieta, la madre del
pequeño, le hizo gracia y la aprendió difundiéndola por palacio en las fiestas
de la Corte.
Como la
corte francesa estaba muy relacionada con los borbones llegó la canción hasta
España y como todo lo francés estaba tan de moda tuvo mucho éxito. Y al final
todas las niñas cantaban aquello del tal Mambrú, que ya hemos comentado que fue
la españolización del Marlborough.
Y ya veis, tres
siglos que llevamos cantándole a Mambrú.
Mira que la he cantado y nunca hubiera imaginado que tuviera una historia tan complicada.
ResponderEliminarClaro que la habrás cantado Amparo. Yo creo que todos la hemos cantado alguna vez. Tres siglos y la seguimos cantando. Se merecía una explicación sobre su origen ¿No crees? Muchas gracias por tus comentarios y tu atención. Un beso, Rocío
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