Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

domingo, 10 de marzo de 2019

"Concha Méndez. Memorias Habladas, memorias armadas" de Paloma Ulacia Altolaguirre



"Yo soy la hija mayor de once hermanos. Me pusieron de nombre Concepción Josefa Pantaleona. Nazco en un calle pequeñ, calle de Colmenares, cerca de Cibeles. Los primeros veranos de mi infancia los pasé en el Sardinero, cerca de Santander. Aquellos paseos en familia me despertaban el deseo de los viajes transatlánticos. Todo empezó cuando miraba los barcos; me encantaba ver su recorrido llegando a puerto; desde los cinco o seis años ya decía que en uno de esos navíos me iría a América. Recuerdo la visita de un amigo de mis padres. Al presentarnos al señor, éste preguntó a mis hermano: "Pequeños, ¿Qué queréis ser de mayores?" No recuerdo lo que contestarían, pero viendo que a mí no me preguntaba nada, teniendo la cabeza llena de sueños, me le acerqué y le dije: "Yo voy a ser capitán de barco", "Las niñas no son nada", me contestó mirándome. Por estas palabras le tomé un odio terrible a este señor."
Pág. 24

Tenía que hablaros del último libro que he leído: Concha Méndez. Memorias habladas, memorias armadas" de su nieta Paloma Ulacia Altolaguirre.

Sí, se trata de las memorias de Concha Méndez, que su nieta fue recogiendo en cintas mientras ella las grababa y luego nos las reescribió en este libro, atendiendo a los hechos transcendentes y dándole unidad. Se editó en 1990, y ya no se encontraba, pero que ha vuelto a reeditar la editorial Renacimiento. 

Me ha parecido un libro muy interesante, porque Concha Mendez lo debió ser.

Hija de una señora de la aristocracia y del hijo de un albañil que se enriqueció reformando viviendas, Concha Méndez fue la mayor de once hermanos y nació en Madrid en 1898.

Debió ser una mujer muy vital, muy independiente, que no quería seguir los cánones de la época para las mujeres de su clase. Ella quería de mayor ser algo, quería estudiar, quería viajar y lo consiguió en un tiempo en el que eso no era nada habitual. 

"No solo íbamos a las verbenas, sino que nos metíamos por todas partes. Concha Albornoz, que era la hija del Ministro de Educación Pública, fue la amiga que conservé del colegio. En la misma casa de departamentos en la que vivía ella, en el piso alto, vivía Valle Inclán. Era un hombre con aquella rara cualidad de mantener la atención de los otros durante horas: era fantástico. Nos contaba una procesión que atravesaba España, de norte a sur, citando cada provincia, y los hechos que se sucedían eran de humor; con fina ironía sacaba gracia de cada anécdota..."
Pág 53

Fue campeona de natación y fundadora del Lyceum Club. Coetanea de la Generación del 27, Concha Méndez fue novia de Luis Buñuel durante 7 años, y amiga de la pintora Maruja Mallo y de Salvador Dalí y Lorca. En 1926 publica su primer poemario, Inquietudes (que Ernestina de Champourcín definió como «un prodigio de intuición femenina»). Después escribiría Surtidor, Niño y sombras (a raíz de la muerte de su hijo al nacer), Sombras y sueños y otros veinte poemarios y obras de teatro.

 Aunque después de viajar en barco a Londres y Buenos Aires, terminó casándose con el último poeta que aprendíamos cuando enumerábamos a los que componían la llamada Generación del 27, con Manuel Altolaguirre. 

 Se le había presentado Lorca, y ella quiso aprender con él que era aquello de la imprenta. Se casaron en 1932, aunque ella era algunos años mayor lo que tampoco era muy usual, y juntos editaron revistas tan importantes como Héroe, 1616 y Caballo Verde para la poesía. Ella no era solo su mujer, sino que vestida con un mono azul trabajaba con éste codo con codo. En su casa de la calle Viriato de Madrid vivía también Luis Cernuda, el excentrico y dificil poeta, que terminó muriendo también muchos años después en la casa de México de Concha Méndez, cuando ésta ya era viuda. Y Neruda también frecuentaba su casa de Madrid.

"Sacamos seis números de la revista Héroe. En ella no solo incluimos a los poetas de la Generación, sino también a Rosa Chacel, Ernestina de Champourcin, y a varios escritores extranjeros: Alfonso Reyes, Julio Supervielle y Genaro Estrada. Editábamos solo poesía, porque Manolo y yo trabajábamos solo en la imprenta, nos hubiera sido imposible incluir ensayos o cuentos. Él era el tipógrafo y yo, vestida de mecánico, la fuerza que hacía girar la imprenta. También me encargaba de tomar los paquetes e ir a repartirlos en metro."
Pág. 96

Después llegó la guerra y el exilio. Primero en París, luego La Habana y finalmente en México.


Os he contado a muy grandes rasgos la peripecia vital de esta autora. Pero lo bueno es ir descubriéndola a medida que lees sus memorias, que me han parecido muy entretenidas, muy ágiles, por la forma de contarlas ella. Aunque por supuesto se ve que su nieta las ha ordenado después, normal por otra parte, porque son los recuerdos de una persona de ochenta años. Lo importante es que su fuerza, su dinamismo están presenten en cada recuerdo que trae hasta nosotros. Nos deja ser espectadores de excepción de aquellos años. Nos deja reunirnos con aquellos escritores y artistas que tan importante hicieron a aquel tiempo de nuestra historia. Vemos aquel Madrid de los años 20, años 30, sus verbenas, sus calles, sus personas. Después también a través de sus ojos los horrores de la guerra y despues del exilio.

Fue una mujer muy valiente que viajó y conoció mundo sin atarse a los corsés de aquella moral y costumbres. Se emancipó, se independizó cuando aquello no era nada usual. Pero además fue también poeta, y escritora de teatro. Y tuvo la imprenta con Altolaguirre donde imprimieron libros de los principales autores del 27. Después se separarían, aunque siempre estarían más o menos cerca, pero ella siguió escribiendo y llenando su casa con artistas.

Si os interesa esta época de nuestras letras, la vida cultural de entonces, es un libro interesante que nos ofrece otra visión, la visión de una de las mujeres sobresalientes de la época por su independencia y su implicación en las letras. Una mujer que se codeaba con los autores de la Generación del 27 que hemos estudiado, pero sobre todo que crecía con ellos.

"Y entre todo esto que me gusta pensar, pienso que a través de mi obra estaré en comunicación con gentes a las que no conozco y con quién siempre habrá una cierta emoción que nos una. Creo que cuando uno se comunica así, no puede morir del todo. Y sin llegar al final de mi vida , he llegado al final de mis memorias y me pregunto: ¿He sido feliz o desgraciada? Creo que en la balanza pesa más lo primero. ..."
Pág 155.





#Concha Méndez
#Las Sinsombrero
#Generación del 27

viernes, 8 de marzo de 2019

Feliz 8 de Marzo. Uno de mis relatos: "Los juegos de las niñas sabias" de Rocío Díaz Gómez



¡Por todas las mujeres! Las sabías, las menos sabias, las famosas y las anónimas, las cercanas y las lejanas, las nuestras y las otras. Feliz 8 de marzo.


Os dejo con uno de mis relatos "Los juegos de las niñas sabias". En el 2011 fue 2º premio de relato corto del X Certamen de Narrativa Breve "Mujeres en el arte" que había convocado la concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Valencia.






Los juegos de las niñas sabias

Rocío Díaz


Cuentan que en algún lugar, a salvo del tiempo y el espacio, están jugando unas niñas.

A la pequeña Safo jugando al escondite siempre le toca contar. Pero no suma diez, ni treinta, no suma cuarenta ni cincuenta. Ella cuenta en endecasílabos, cuenta hasta once, y vuelve a comenzar. Safo tamborilea con sus dedos, inventa versos que algún día descubrirán escritos en papiros que nos la devolverán inmortal.

A la niña Isadora, en cambio, el mar la tiene hipnotizada. Le gusta jugar descalza en la arena, le gusta mirar las olas durante horas. Sola, y en silencio, con el pelo suelto y sus vestidos vaporosos de finas telas envolviéndola, juega Isadora durante horas a mover sus manos y sus pies siguiendo el vaivén de aquellas ondas...

La pequeña Frida, que no puede moverse de su cama, juega a vivir más que las demás. Juega a mezclar los colores, juega a despistar con la pintura un destino de animal eternamente herido.

Las tres niñas solitarias tampoco juegan al escondite. Solas con su padre en aquel páramo las niñas Brontë inventan mundos de fantasía al que escapar. Miopes e inteligentes, cultas y pobres las niñas quieren relatarlos, quieren transformarlos en palabras escritas, aunque “las mujeres no debieran hacerlo”.

Mientras tanto, la niña Camille juega con la arcilla. La niña coja pero bella, la niña de carácter fuerte y voluntad tenaz se recrea en esculpir con fuerza y sentimiento. Esculpe con pasión piezas delicadas pero impresionantes, bellas en sus rasgos, intensas en su profundidad.

¿Y la pequeña Alma? Alma ya es una niña artista que juega a componer música. Y lo hace muy bien. La niña Alma tiene el adorno del talento, pero además es muy guapa y pasional. Y cómo juega con la música, cómo compone, aún tan pequeña ella.



Pero cuentan que hay ocasiones en que los cuentos de hadas no terminan bien para las niñas que esconden una pasión. Las niñas que crecen y se convierten en mujeres queriendo bailar, queriendo componer música, queriendo escribir, queriendo esculpir. Queriendo alejarse de lo considerado “normal”, de lo establecido. Y llegará un día que esas niñas tendrán que defender lo que les apasiona. La poesía, la danza y la pintura. La literatura, la escultura y la música. La vida para con esas mujeres mostrará sus garras y colmillos. La vida tendrá una punta afilada llena de ponzoña que se les clavará donde más les hiera, donde a punto esté de acabar con ellas.

Y quizás Safo vivió con sus compañeras en un clima demasiado distendido y propicio a todos los comentarios. Safo mujer quizás entendía la vida de forma diferente... quizás más femenino, quizás solo femenino.

Y esa forma revolucionaria de bailar y de vivir, esos temas de las danzas, la muerte o el dolor, tan alejados de los clásicos de duendes y trasgos, a Isadora años después le haría cosechar abucheos y polémicas.

Y nunca podrá jugar a correr Frida Khalo, en un principio dolorida por la polio y después por un accidente salvaje y cruel. Pasará casi toda su vida en la cama, pintando y pintando, mientras la enfermedad y los dolores van ganándole terreno a sus ganas de vivir.

Y las hermanas Brontë jugaron a imaginar, a escribir historias. Pero hubieron de hacerlo con disfraces, con opacos seudónimos y  malas críticas.

Y a Camile Claudel la vida fue resquebrajándole su interior de escultora. Se esforzaba por ser reconocida, por vivir de su arte, pero una sociedad conservadora, un amor demasiado amargo, unas críticas despiadadas por su condición femenina, fueron enloqueciéndola poco a poco

Y demasiado pasional, la joven y brillante Alma se enamoró de aquel maduro Gustav Mahler. Por apoyarle a él dejó a un lado su talento, esa carrera que tanto prometía en la música. Y después de Gustav, llegaron otros, pero también se volcó en el talento de cada uno de ellos, olvidándose del propio.

Y cuentan, siempre cuentan que aquellas mujeres terminaron por penar su pasión.



Hubo que dejar pasar el tiempo. Dejar que el poso de los años fuera transformando a la sociedad y su moral. Dejar que subiera a la superficie lo que realmente importa.

Porque Safo en su isla se recreó en su vocación y en la belleza.
Porque Isadora, mito y carácter, rompió con las tradiciones y revolucionó la danza.  
Porque la fuerza de voluntad de Frida y sus ganas de vivir las fue plasmando en cada uno de sus pequeños autorretratos surrealistas.
Porque las hermanas Brontë escribirían obras maestras de la literatura universal.
Porque finalmente Camile y Alma serían reconocidas por su escultura y su música, independientemente  de las de sus amados.



 Cuentan que en algún lugar, a salvo del tiempo y el espacio, siempre están jugando unas niñas. Niñas sabias a quiénes el arte rescató del olvido.

©Rocío Díaz Gómez



 #8 de Marzo - Día Internacional de la Mujer
#Relatos Rocío Díaz Gómez
#Relatos mujeres

jueves, 7 de marzo de 2019

Sagrario del Peral y Paco Fenoy



Sagrario del Peral

Rascamán, 7 de marzo de 2019



Feliz no cumpleaños Sagrario.
Ojalá seas más feliz allá.

Un abrazo muy cálido.



Aún quedan locos. (Sagrario del Peral).

Ayer caminaba todavía, una posibilidad entre nosotros
hoy es tan tarde, quizás lo fue siempre.
Las aguas que nos unieron eran quimeras,
 flores de un día
como el deseo caprichoso, navega mientras el placer embriaga.

Después se olvida con la velocidad de otros dedos que acarician
los mismos lugares que buscábamos juntos
Necesito parar un tiempo que jamás se detiene
quiero seguir soñando y pensar que permaneces.

Despierto y la vulgaridad se hace paso
todo brilla menos
el reloj no me lleva a tu encuentro
la pesadilla me trae el periódico
desayuno la era del desamparo
Menos mal que aún quedan locos
que hablan de poesía y mueren por un verso.




Paco Fenoy


Seguro Paco que allá donde estés, durante todo este año que ha pasado, tampoco te has perdido ni una tertulia.

Un abrazo Compañero.







Y con un beso
en la gruta desnuda
viene la danza.

Iba cediendo
encendida de amor.
Lúbrico ritmo

Larga de gozo
se convida al delirio.
Montaña y Luna.

Era su cántico
extravio de vértigo.
Sima completa.


Paco Fenoy


domingo, 3 de marzo de 2019

"La caseta del telégrafo" en Tenerife





Cuando nos íbamos de viaje, nos gustaba dejarnos llevar por señales que salían a nuestro encuentro y no teníamos anotadas en nuestros itinerarios. Señales azarosas y llenas de misterio que abrían una puerta ante la que nuestra curiosidad no podía hacer otra cosa que aventurarse. 

Al fin y al cabo un viaje es una aventura.

“La caseta del telégrafo” decía aquella señal en la rotonda camino del Faro de Punta de Teno, en Tenerife. 

Como las circunstancias quisieron que nos costara tres viajes llegar hasta aquel faro, tres veces nos salió al paso la señal en nuestro camino indicándonos “la caseta del telégrafo”.

¿Qué telégrafo? ¿Qué caseta? Pero tres veces ya eran muchas para ignorarlo.

No tuvimos más remedio que ir en su busca. Cuando falló el sentido común y el google maps, recurrimos a aquel paisano amabilísimo que quiso que visitáramos todas las excelencias de un pueblecito que a primera vista tenía bien poco que ofrecer. Pero que luego nos regaló un pedazo de la historia y una pequeña biblioteca de esas que me gustan a mí. 



Por el momento nos encaminábamos a la tan anunciada Caseta del Telégrafo. Caseta que, por fin, en la orilla del mar nos esperaba impoluta por fuera e inaccesible por dentro. 

Para rastrear su historia sólo teníamos que retroceder hasta el año 1883. ¡Solo! Cuando se comunicaron las islas de Tenerife con la Isla de La Palma mediante la instalación de un cable submarino. Vaya si la caseta tenía historia. El amarre se llevó a cabo en el pueblecito de Los Silos, y en lo alto del acantilado de la pequeña playa de Agua Dulce. Fue el primer cable que se ponía en el océano Atlántico. El primero.

Después el tendido del cable se extendería hasta Cádiz. El 6 de diciembre de 1883 se envió un telegrama conmemorativo. Poco a poco se fueron uniendo el resto de las Islas Canarias por cable y quedó la línea abierta al servicio el 12 de febrero de 1885.

Tenerife al incorporarse a las comunicaciones empezó a recibir mucho turismo británico. Y las costumbres tinerfeñas se abrieron más.




Todavía se conserva la caseta para recordarnos la historia. Se restauró en el año 2001 porque ya estaba muy deteriorada.

Qué descubrimiento. Qué oportuna la señal. Y qué bien hicimos siguiendo su indicación. 

Viajar con mayúsculas es dejarse guiar por las señales azarosas, seguir nuestro instinto y descubrir.



#La caseta del telégrafo
#Los Silos
#Tenerife

viernes, 1 de marzo de 2019

Viceversa en Febrero. Sala Galileo Galilei de Madrid


El 22 de febrero, fue viernes, y Viceversa estuvo de nuevo en la sala Galileo Galilei.
Y nosotros con ellos.

Adelantando puestos hasta alcanzar una de las mesas de la primera fila.

Cantando todas las canciones otra vez.
Cantando desde la primera hasta la última.

Disfrutándolo todo.



Vengan pequeños y grandes
y no olvidarán jamás
el fabuloso programa que les voy a presentar.
Mientras el siglo cansado va acercándose a su fin
anímense, no lo duden,
que se van a divertir. 


Ocupen su localidad
y presten todos atención
a punto está de levantarse
el telón....





Y si hubiera salido Sabina, ya habría sido... 
Lo más.

Pero de todos modos cuánto lo disfrutamos.







#Viceversa
#Sala Galileo Galilei de Madrid
#Conciertos

jueves, 28 de febrero de 2019

"Las sinsombrero2: Ocultas e impecables" de Tania Balló. Reseña literaria



Confieso que la época de La Generación del 27 siempre me ha resultado muy atractiva.

Diez autores que hemos estudiado tanto y que supusieron un movimiento cultural apasionante: Pedro Salinas, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Jorque Guillén, Dámaso Alonso, Rafael Alberti, Manuel Altolaguirre, Emilio Prados, y Lorca. Ese grupo de autores que surgieron a raíz de su reunión en Sevilla para la conmemoración del 300 aniversario de la muerte de Luis de Góngora.

Me interesa mucho la revolución cultural de entonces. La época de la Residencia de Estudiantes donde muchos de ellos coincidieron siempre me ha gustado. También la de la Residencia de Señoritas y la del Lyceum Club.

Pero ya se sabe que de ellos solo conocimos sus nombres masculinos, sus compañeras de estudios, sus compañeras intelectuales y artistas no han llegado hasta nosotros. Incluso habiendo sus compañeras de pandilla, y de clase. Habiendo sido sus mujeres y sus novias, ni ellos mismos como Buñuel (cuya novia durante siete años fue Concha Mendez) o como Alberti (que no hablaba de María Teresa León, su compañera) han hablado de ellas. Todas fueron mujeres brillantes que se merecen su lugar y que las conozcamos.

Tania Balló en sus dos libros de las Sinsombrero quiere que algunas de estas mujeres recuperen su lugar en la historia. 

En el blog ya está la reseña del primero de estos libros, que por cierto me encantó. Os dejo el enlace por si queréis recordarla.



En ese primer libro se habló de: Margarita Manso (1908-1960), Marga Gil Roesset (1908-1932), Concha Méndez (1898-1986), Maruja Mallo (1902-1995), Angeles Santos (1911-2013), María Zambrano (1904-1991), María Teresa León (1903-1988), Rosa Chacel (1898-1994), Ernestina de Champourcin (1905-1999), y Josefina de la Torre (1907-2002).


Y en este segundo volumen se habla de otras: Artistas como Delhy Tejero o Rosario Velasco, traductoras como Consuelo Bergés, Académicas como Carmen Conde, escritoras como Elena Fortún que en realidad no se llamaba así, sino que era un seudónimo... Artistas de todas las disciplinas, asi olvidadas todas.

En concreto en este libro se habla de: Carmen Conde, Delhy Tejero, Margarita Ferreras, Consuelo Berges, Rosario Velasco, Elena Fortún y Lucía Sánchez Saornil.

Lo que cambia del primer volumen a éste, es que en este segundo libro se habla de mujeres que tras la guerra civil se quedaron en España, no se exiliaron. Y aún así, de muchas de ellas, apenas hemos escuchado nada, porque aún quedándose, se las silenció.Y eso que no todas eran de izquierdas.

 De Carmen Conde es de la que más se había oído hablar porque fue la primera mujer en ser elegida académica de la Real Academia Española en 1978. Claro ya eran otros tiempos. Pero tampoco se sabe mucho más de su vida. En esta ocasión la autora ha querido profundizar más en ella. 

Y con las demás ha realizado una verdadera labor de investigación a través de sus familiares o de otras mujeres con las que tuvieron relación. Con su técnica de las constelaciones ha ido tirando del hilo de sus palabras cuando salió su nombre en los diarios o conversaciones de otra. En este sentido este libro está bien porque ves el trabajo que hay detrás, ese trabajo de la escritora por investigar y conocer a la protagonista de su estudio. Muy interesante esa labor. 

Yo no había oído hablar de muchas de ellas. No sabía nada de Margarita Ferreras, de Consuelo Berges, de Rosario Velasco o de Lucia Sánchez Saornil. Y ha sido muy interesantes conocerlas, tanto en su obra como en su vida. Por ejemplo parece mentira que Consuelo Berges, habiendo sido la mano derecha de Clara Campoamor haya trascendido tan poco.

De otras mujeres de este libro algo sabía, como por ejemplo de Delhy Tejero a la que descubrí en una exposición de la Residencia de Estudiantes en la que se hablaba de la Residencia de Señoritas. Junto a los de Maruja Mallo, aparecían algunos de sus cuadros entre las fotografías. Y me resultaron muy atractivos. Me apetecía mucho saber más de ella. 

Y por supuesto de Elena Fortún y de su Celia sabía. Pero no podía ni imaginar la vida que había tenido esta escritora, su vida sentimental, los avatares de su obra. Qué interesante.

Son libros que se leen bastante rápido. Y nos dan una panorámica de la vida cultural, social, familiar de las mujeres artistas de aquella época. También gracias a ellos conocemos otros libros que nos pueden ayudar a profundizar en este tema. Por ejemplo yo a raíz de éste me compré "Memorias habladas, memorias armadas" de Concha Méndez que me tiene de lo más entretenida. Qué mujer tan original.

En fin, si os interesa este tema, os recomiendo estos dos libros. Yo mientras esperaré a que Tania Balló nos saque el tercero que he leído que estaba preparando.


jueves, 21 de febrero de 2019

Los nombres de las tiendas. Tenerife. El Médano

En el Medano. Febrero 2019


Nuestra colección de nombres curiosos de tiendas se quejó de que el blog no le hacía caso. 

Menuda pataleta montó para hacerse escuchar. Amenazaba con descolocar todas las fotos de la colección, eliminar entradas, arrasar con la etiqueta entera de "Nombres" y "Letreros".

Así que el blog se ha puesto nerviosito y me ha llamado al orden.  

Y envuelta en esta espiral de nervios y prisas, he recuperado dos fotos de nombres de tiendas que llevaba días queriendo traer. 

Tema: El Mar 

Lugar de origen: El Médano (Tenerife). 

Espero que os gusten porque son curiosas y muy marítimas, y le van fenomenal a un lugar como El Médano, con tanto encanto y tanto atractivo para los amantes del mar o de los deportes acuáticos.

"Calmachicha" se llama la tienda de la foto que encabeza la entrada.

He buscado el origen de esta expresión "Calma chicha". Intuía que procedería del lenguaje marinero y en la página de Rinconete del Instituto Cervantes he encontrado un artículo de Arturo Ortega Morán que precisamente se titula así y donde dice:

"Pudo ser que, algún día del siglo XVIII, en uno de tantos viajes a través del mar, el viento cesó y el barco se detuvo. El calor y la quietud desesperante, hicieron exclamar a un marinero de origen francés algo así como «¡esto es una calma chiche!». En francés, chiche significa «avaro», de modo que la expresión podría traducirse como «¡esto es una calma avara!», esto, por no ceder ni un ápice de viento. La expresión debió gustar a los marineros españoles; hacía tiempo que la palabra «calma» había perdido su dureza y necesitaban una nueva forma de echar en cara a la naturaleza su «avaricia».

Al acomodarse a la fonética castellana, se dijo «calma chicha» para nombrar a esos momentos en que la ausencia de viento hacia desesperar a los marineros. Sería cuestión de tiempo para que, coloquialmente, se usara para referirse a cualquier situación de quietud desesperante."

Calma chicha
Por Arturo Ortega Morán
 
 


"No hay mar que por bien no venga" se llama la tienda de la foto con la que termina la entrada. Donde han jugado con el refrán "No hay mal que por bien no venga", y se lo han llevado a su terreno marítimo, muy ocurrentes.



En el Médano. Febrero 2019
#Nombres de las tiendas
#Letreros
#El Médano
#Tenerife