Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

jueves, 21 de mayo de 2015

"Música para feos" de Lorenzo Silva




“We are ugly, but we have the music.”
– Leonard Cohen


El último libro que leí ha sido "Música para feos" de Lorenzo Silva. 

Siempre que escucho que Lorenzo Silva saca libro quiero leerlo. Por supuesto si es de Bevilacqua y Chamorro sin dudarlo ni medio segundo, pero si no es de ellos pues resulta que también. Me gustan las novelas de este autor a quién siento tan cercano desde que vino a a nuestro taller de creación literaria hace un montón de años a hablarnos de la construcción de las novelas y nos encantó su argumentación (que solo estaba en su cabeza), la claridad de su exposición y su proximidad.

En este caso se trata de una historia de amor. Una historia de amor dificil en el mundo actual.

 El argumento arranca con Mónica que, aún siendo periodista vocacional, está inmersa en un empleo que no le gusta nada y además tampoco es nada feliz en su vida sentimental. Así está su vida, cuando una noche en un garito de copas al que la ha arrastrado una compañera de trabajo conoce a Ramón mientras está bailando... Sube al coche/reina de la noche/olvida tu malhumor…

El tema de la novela yo creo que puede ser cómo hay amores que merecen ser vividos a pesar de las dificultades, de los conflictos, de las guerras, de la distancia, de su brevedad o de la misma muerte. Su intensidad, su verdad, los salva.

«Lo de estar con alguien es muchas veces una ilusión: muchas parejas que ves paseando por ahí hace años que no están el uno con el otro, en realidad. Tú y yo no necesitamos pasear juntos para estarlo. Yo te siento aquí, como si estuviera contigo desde siempre. Como si siempre fuera a estar».

 La novela está contada en primera persona desde la voz de Mónica. Lo cuenta una mujer y lo cuenta muy bien desde su voz femenina, desde su mirada femenina, desde su sensibilidad. Está ambientada en la actualidad donde los medios informáticos y de comunicación como por ejemplo el skipe están muy presentes.

Los personajes son Mónica y Ramón. Ella es una veinteañera que como os contaba no está en uno de sus mejores momentos vitales. Su trabajo de mileurista no le llena en absoluto, no tiene nada que ver con su vocación periodística. Además arrastra alguna que otra historia sentimental fallida y no tiene demasiadas ganas de embarcarse otra vez en ninguna. Él, Ramón, es varios años mayor ya ha entrado en los cuarenta, es una persona comprometida y misteriosa porque no sabemos a qué se dedica ni nos lo quiere desvelar tan fácilmente. Su vida es un misterio que Mónica irá conociendo poco a poco. Son dos antihéroes, dos solitarios que se encuentran y sienten con mayúscula.

"Lo único limpio y hermoso que de veras he tenido."

Poco se puede contar más de esta historia. Hay que leerla para sentirla porque lo mágico son esos diálogos que tienen los personajes. Tiene un giro brusco en la trama que ves venir pero no quieres aceptar y que de pronto te deja diciendo: ¿Pero bueno y ahora qué? Que da lugar a una reflexión social donde lo importante es el telón actual de fondo que hay detrás, los paisajes que se cuentan casi al final de la novela cuando de la mano de los protagonistas visitas lo que no es visitable.

"Música para feos" es una historia de amor profunda que no cae en ningún tipo de sensiblería ni cursilería. Tampoco tiene escenas tórridas ni explícitas sino que todo en esta historia está contado de forma impecable y sutil.

«Quien sólo te folla te da la libertad de puntuarle y olvidarlo; quien acierta a amarte, y a provocar que le ames, antes o después será tu cárcel».

La música que ya lleva su título (y cuyo por qué se te desvela en la historia de la mano de Leonard Cohen) está muy presente en toda la trama. Cómo lo está también en nuestra vida ¿no? ¿A quién no le viene algún recuerdo de la mano de una melodía? Pues sí aquín también es muy importante porque detrás de lo que se nos cuenta hay una banda sonora compuesta de 21 canciones de buena música que se van intercambiando los personajes en cada cita. Y que nosotros, los lectores, vamos a ir conociendo y disfrutando poco a poco. Éste punto musical en mi opinión mejora mucho la novela: Leonard Cohen, Alan Parsons Project, Alison Moyet, Amy Winehouse, Roy Orbison, ELO, Franco Battiato...

Aquí podéis ver la lista completa de canciones:
http://www.planetadelibros.com/musica-para-feos-libro-195481.html



A mí me ha gustado mucho porque la narración logra que en muchos momentos yo me haya sentido identificada. Me gusta la atmosfera de intimidad que sabe crear el autor, me gusta la intensidad en el sentimiento que trasmite. Y claro, como Mónica, yo también me enamoraría del personaje masculino... 




Lorenzo Silva (Madrid, 1966) es licenciado en derecho y escritor, comenzó su producción literaria en la década de los ochenta. Su obra abarca diversos géneros que van desde la poesía al ensayo, pasando por la novela y los artículos periodísticos. Es autor también de algunas obras para el público juvenil. A pesar de su juventud, ya ha obtenido varios galardones, entre los que destaca el premio Nadal del año 2000 con El alquimista impaciente, el premio Primavera 2004 con su obra Carta Blanca y el Premio Planeta en 2012 con La marca del meridiano, la séptima entrega de Bevilacqua y Chamorro (una de sus obras más conocidas). Posteriormente, en 2014 publicó la octava entrega "Los cuerpos extraños".

miércoles, 20 de mayo de 2015

Casas de los escritores


Ya sabéis que me gusta mucho cuando paseando por Madrid encuentro las huellas de los escritores que nos precedieron. 

El otro día en la calle Velazquez me encontré con la casa donde vivieron y murieron los hermanos Alvarez Quintero. Serafín Álvarez Quintero (Utrera, 1871 - Madrid, 1938) y Joaquín Álvarez Quintero (Utrera, 1873 - Madrid, 1944) fueron narradores, poetas, periodistas pero sobre todo se les conoce por ser los dramaturgos de principios del XX famosos por sus obras en el llamado "género chico". Sainetes y comedias ingeniosas que transmitían una visión amable de la vida.







Ya en el Paseo de Recoletos encontramos la casa donde estaba la editorial que publicó la primera edición de Platero y yo. En otras entradas de este blog ya hemos dedicado un espacio a las casas de Juan Ramón Jiménez en Madrid y fuera de Madrid. Os voy a pegar el enlace por si queréis recordarlas, ya tenemos un buen montoncito de entradas con Casas de los escritores:

http://rociodiazgomez.blogspot.com.es/search/label/Las%20casas%20de%20los%20escritores






Y por último volvemos a la dramaturgia porque también en la calle Velazquez, encontramos la casa donde vivió Pedro Muñoz Seca (Puerto de Santa María, 1881 - Paracuellos del Jarama, 1936).  

Pedro Muñoz Seca fue profesor en Madrid de latín, griego y hebrero y se hizo famoso como dramaturgo de principios del siglo XX. Es de la misma época que los hermanos Alvarez Quintero de los que hablábamos al princpio de esta entrada. Fue muy famoso por el humor de sus composiciones. En el teatro de Muñoz Seca se va perfilando una peculiar forma de hacer comedia: el astracán, subgénero que exagera y deforma hasta lo increíble los rasgos cómicos utilizando todo tipo de recursos con el único fin de hacer reír. 

Tras el estreno de La venganza de don Mendo, su popularidad alcanzó las cotas más altas y su producción teatral fue muy abundante, cosechando grandes éxitos: La pluma verde (1922), Los chatos (1924), La tela (1925), Los extremeños se tocan (1927)... todas éstas obras en colaboración con Pérez Fernández. En su obra hay una cierta evolución porque abandona el costumbrismo de los Quintero y se afianza en la astracanada con cierto acercamiento a la alta comedia. 




lunes, 18 de mayo de 2015

Exposición "De la Imprenta a la Hoguera" en Guadalajara


Hasta el 30 de mayo en la Biblioteca Pública de Guadalajara se puede visitar una exposición titulada "De la imprenta a la hoguera" muy interesante. Es itinerante, ya ha estado en Ciudad Real, Puertollano, Valdepeñas, Pedro Muñoz, Piedrabuena... y en más lugares. Yo la descubrí de pura casualidad cuando fui a esta Biblioteca al encuentro de tertulias que hacemos todos los años, desde hace ocho, con el grupo poético que se reune allí: la Tertulia Fernando Borlán y la nuestra.

Pues bien, en esta exposición se presenta una visión general sobre los libros que han sido prohibidos en distintas partes del mucho en épocas diferentes. Es un recorrido por la censura y la quema de libros, y por tanto por el miedo al poder de la palabra. 

Se compone de once paneles divulgativos de los distintos tipos de razones que han dado lugar a la censura y por tanto de los libros que la han sufrido. 

Razones ideológicas o políticas, razones morales, razones religiosas han dado lugar a censura en libros de todo tipo, incluídos juveniles e infantiles: Las aventuras de Huckel Berry Finn, El guardián entre el centeno, Las mil y una noches, Harry Potter, Lolita, El amante de Lady Chaterley, muchos de Ramón J. Sender...  Muchísimos libros la verdad.

Es una exposición muy curiosa e interesante, no os la perdáis si tenéis la oportunidad. Tenemos que celebrar todos los días la libertad que tenemos a la hora de escoger y leer. Qué suerte tenemos ¿Verdad?









domingo, 17 de mayo de 2015

39 Feria del libro antiguo de Madrid - 2015



Ya está otra vez en Madrid la Feria del libro Antiguo y de Ocasión. Ya estamos en la edición XXXIX.

La otra tarde estuve de visita, me gusta mucho. Cada año para mí es visita obligada.

Estuve buscando un libro que no encontré por más que preguntamos en distintas casetas. 

Sin embargo encontré otro que no andaba buscando y que me parece que puede estar muy bien: De Fernando León de Aranoa: "Contra la Hipermetropia". Qué suerte tuve de encontarlo, desconocía su existencia. Ya os contaré qué tal, pero creo que me gustará.

Bueno pues nada, animaos ¡¡que ya va a terminar!! Que termina hoy día 17 de mayo. Veeenga que os la vais a perder... Ya me contareis qué tal os ha ido.




viernes, 15 de mayo de 2015

"Piel de mail" de Iñaki Túrnez




"Es posible que escribiendo uno aprenda a rebuscarse por dentro, a reconocer en qué lado del corazón se le ubican los cariños y qué entresijo los desengaños, en medio de cuántos intestinos los rencores y en qué puño la rebeldía. Y es posible, también, que todos esos estímulos se acaben transmutando en versos, en historias o personajes, como si tuviéramos la facultad de transformar órganos en palabras y sueños en desenlaces, convirtiéndonos nosotros mismos en literatura."


El último libro que he terminado de leer ha sido la novela "Piel de mail" de Iñaki Túrnez.

Soy una privilegiada porque, aún no estando publicada todavía, el autor que es compañero de tertulia me la ha dejado leer porque ha ganado la IX edición del Premio Novela Corta Encina de Plata que organiza el Ayuntamiento de Navalmoral de la Mata entre 77 presentadas a concurso.

Me ha gustado mucho.

El argumento a grandes rasgos cuenta como el protagonista, un hombre llamado Luis Mario, no muy afortunado en amores, decide entrar en un taller literario por internet y ahí conoce a Eva con la que inicia una relación especial.

Los temas que aborda en la narración son varios: Los distintos sentimientos que albergamos las personas. El amor en todas sus vertientes aunque al final se trate de un solo sentimiento universal y aplastante, devastador e inmenso. Los talleres de creación literaria. Los cursos por internet (sus beneficios y sus desventajas...). En fin, es una novela corta donde se abordan múltiples temas.

Está contada en primera persona, se trata de un narrador testigo, solo sabemos la versión del protagonista. Y es una historia lineal en el tiempo. Por otra parte espacialmente se desarrolla en Bilbao, en Austria, en Cataluña... Y sobre todo en la red, ese espacio vasto y misterioso.

 "Con el paso de los años, el cajón de los asuntos aplazados se rebosa de tal manera que ya no hay quién lo abra, cono si no fuéramos sino un inmenso armario lleno de voluntades insatisfechas."

La trama es interesante, es entretenida y te tiene ahí pillada para ver en que queda esa relación que entabla el protagonista. El protagonista que es un anti héroe. El ritmo no decae en ningún momento.

Tengo que decir también, en honor a la verdad, que casi lo que menos me gusta de la novela es su título. Después de leída me parece que es oportuno, tiene mucho sentido con lo que cuenta la historia, es verdad. Y por ello me gusta mucho que se utilice la palabra piel, sin embargo lo de "mail" no me acaba de convencer mucho, no me gusta esa palabra que no es española para un título. Aunque, repito, tiene mucho sentido haber elegido este título, la idea, pero yo lo habría dicho de otra forma. O lo habría intentado, no sé si lo habría conseguido.

Pero independientemente de eso, me gusta la historia que cuenta, y creo que tiene un punto de giro sorprendente casi al final, que aunque yo imaginaba antes de desverlarse no me importó demasiado porque de todo lo que más me ha gustado es la forma de contar del autor. Ese modo profundo de mirar el mundo. Esa manera de diseccionar los sentimientos al narrar. Esa prosa que incluye tantas imágenes que la vuelven en ocasiones un poco lírica. El manejo del lenguaje que está bastante conseguido, al igual que ese tono melancólico que va en aumento. Hasta el final de la novela que me ha parecido muy bueno.

Sí, creo que el desenlace está muy conseguido, me ha gustado mucho cómo termina. Eso es muy importante y el autor lo ha conseguido. Sobre todo me gusta especialmente la última línea y ese poso que te deja, ese eco que te dura hasta mucho después de terminada de leer.

No puedo decir mucho más, creo que es un premio merecido y espero que no tardemos mucho en ver en papel esta historia, como deberían estar todas las que están bien escritas.



"En aquella madrugada, con el cielo escupiéndonos salivazos de lluvia y pena a partes iguales, la melancolia no era una mala compañera de asiento".

miércoles, 13 de mayo de 2015

"Cuento de verano" de Rocío Díaz Gómez




Hace tanto calor en Madrid en este Mayo 2015 que hasta mis cuentos se resienten...




Cuento de verano

                       
Yo quería escribir un cuento de verano.

Un cuento de tergal, ligero, fresco, con párrafos cortos y líneas más cortas todavía. Frases de tirantes, un principio escotado sin cuello, un argumento cien por cien algodón. Un cuento con un desenlace estampado que, por encima de la rodilla, dejara a los lectores con ganas de leer y leer, más y más.

Yo quería escribir un cuento de verano por el que se colara el murmullo del viento moviendo las páginas de los álamos hasta que lo interrumpiera, de vez en cuando, el sonido seco y vertiginoso de un húmedo chapuzón, que refrescara la piel de la historia.

Un cuento con personajes indolentes que se estiraran bajo el sol con vocación reptiliana.

Uno en el que la acción solo fuera existir boca arriba y existir boca abajo, hasta que el conflicto estallara de calma y esos personajes se refrescaran, se secaran, se tostaran, para terminar adormilándose muy despacio otra vez bajo el sopor del sol.

Yo quería escribir un cuento calmo y relajante. Uno corto de verano. Sí.

Pero los personajes, aún no sé por qué, se rebelaron y la abuela del cuento de verano de pronto bajándose el bañador hasta la cintura, hizo top less, y volaron al aire sus pechos pálidos de setenta y tantos, desafiando al decoro y la gravedad, dándose vuelta el argumento como un calcetín. No, no sé por qué el abuelo del cuento encerrándose en el cuarto de baño, escribió con un dedo en el vaho del espejo: “Odio el verano, el calor y el pescaíto frito y no quiero volver nunca más a Benidorm” dejando a la mujer, la nuera y los nietos con el cubo y la pala ya en las manos, sentados en el coche a punto de arrancar pensando ¿Y quién clavará la sombrilla en primera línea del argumento del mar?

Y si la abuela hacía top less y el abuelo no madrugaba para clavar la sombrilla, y si los nietos crecían, y en vez de hacer castillos en la arena, se morían por acariciar con sus dedos el camino que una gota de mar, imparable, vertiginosa, tras tirarse de cabeza desde el pelo chorreante de su amiga, iba dibujando sobre la piel hasta alcanzar y perderse en el misterioso desfiladero que formaban sus recién descubiertos pechos. Aquel desfiladero que los hipnotizaba, aquel por donde ellos, quién fuera gota, también se tirarían de cabeza improvisando una voltereta mortal…

Y si todos, todos mis personajes se rebelaban ¿Qué cuento de verano podría yo inventar?

Sin embargo, yo era disciplinada y tozuda. Yo era de letras y párrafos y argumentos. Yo quería escribir un cuento de verano, sí. Un cuento de tergal, ligero, fresco, con párrafos cortos y líneas más cortas todavía. Y no paré hasta que conseguí escribir el más corto, el más cálido, el más soleado cuento de verano. Y escribí despacio dos palabras, dos, pero que encerraban todas las historias veraniegas posibles, que podrían decir todos los personajes, en traje de baño o no, dos palabras:

Qué calor.


©Rocío Díaz Gómez

Rocío Díaz Gómez



La preciosa Ilustración es de Gurbuz Dogan Eksioglu.