Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

lunes, 4 de mayo de 2015

Ángel González - Casas de los Escritores



Hay una plaza en Madrid, la plaza de San Juan de la Cruz, por donde acostumbro a pasar muy a menudo. Una plaza que relaciono con situaciones agradables porque acostumbro a estar en ella en mi tiempo de "amigos". Por esas casualidades buenas de la vida también es la plaza donde vivió Ángel González, el poeta, uno de "mis poetas". 

Ya que ayer recordé uno de sus poemas con motivo del día de la madre, hoy siguiendo con él me gustaba hacer una entrada con su casa para nuestra colección de Las casas de los escritores. 

Ángel González fue un poeta de la llamada Generación de los 50. Escribió una poesía muy sencilla, nostálgica, social, y con un punto de ironía que me encanta. Nació en Oviedo en 1925. Estudio Derecho y periodismo y fue funcionario público en el Ministerio de Obras Públicas. Vivió en Sevilla, en Madrid, y en los setenta se trasladó a dar clases a la Universidad de Alburquerque donde impartió clases de literatura hasta 1990. Y a partir de ese momento vivía a caballo entre las dos ciudades Alburquerque y Madrid. Aquí os dejo cómo hablaba de ello, entresacado de una entrevista:

“Estados Unidos es el país de las mil caras, y no todas son hermosas. En cualquier caso, nunca me sentí fuera de España, a donde vuelvo con frecuencia y por largas temporadas, como hice siempre. En Nuevo Méjico vivo gustosamente bastante aislado y un tanto aburrido, pero eso tiene un lado positivo: me obliga a trabajar y allí hago lo poco que hago. En España, en cambio, me divierto mucho pero no sé hacer otra cosa. Necesito los dos espacios, ir y volver. Creo que ya no podría quedarme en uno de ellos para siempre”.

Para despedir esta breve entrada sobre Ángel González y sus casas, se me hace dificil elegir algún poema suyo con el que ilustrar esta entrada. Pondría cualquiera de los del disco que musicó Pedro Guerra que me encanta "La palabra en el aire". Pondría "Me basta así" o "Mientras tú existas" seguro. Pero claro siempre pongo los mismos. Así que hoy elegiré, un poco al azar, algún otro:


 TODO AMOR ES EFÍMERO
 
Ninguna era tan bella como tú
durante aquel fugaz momento en que te amaba:
                                            mi vida entera.



INMORTALIDAD DE LA NADA
 
Todo lo consumado en el amor
no será nunca gesta de gusanos.
Los despojos del mar roen apenas
los ojos que jamás
—porque te vieron—,
                                        jamás
se comerá la tierra al fin del todo.
Yo he devorado tú
me has devorado
en un único incendio.
Abandona cuidados:
lo que ha ardido
ya nada tiene que temer del tiempo.



ESTOS POEMAS
 
Estos poemas los desencadenaste tú,
como se desencadena el viento,
sin saber hacia dónde ni por qué.
Son dones del azar o del destino,
que a veces
la soledad arremolina o barre;
nada más que palabras que se encuentran,
que se atraen y se juntan
irremediablemente,
y hacen un ruido melodioso o triste,
lo mismo que dos cuerpos que se aman.

Todos de Ángel González




domingo, 3 de mayo de 2015

Día de la madre - 3 de mayo 2015 - Ángel González







Primera evocación


Recuerdo bien a mi madre.
Tenía miedo del viento,
era pequeña de estatura,
le asustaban los truenos,
y las guerras
siempre estaba temiéndolas
de lejos,
desde antes de la última ruptura
del Tratado suscrito
por todos los ministros de asuntos exteriores.

Recuerdo que yo no comprendía.
El viento se llevaba
silbando
las hojas de los árboles,
y era como un alegre barrendero
que dejaba las niñas
despeinadas y enteras,
con las piernas desnudas e inocentes.

Por otra parte, el trueno
tronaba demasiado, era imposible
soportar sin horror esa estridencia,
aunque jamás ocurría nada luego:
la lluvia se encargaba de borrar
el dibujo violento del relámpago
y el arco iris ponía
un bucólico fin a tanto estrépito.

Llegó también la guerra un mal verano.
Llegó después la paz, tras un invierno
todavía peor. Esa vez, sin embargo,
no devolvió lo arrebatado el viento.
Ni la lluvia
pudo borrar las huellas de la sangre.
Perdido para siempre lo perdido,
atrás quedó definitivamente
muerto lo que fue muerto.

Por eso (y por más cosas)
recuerdo muchas veces a mi madre:

cuando el viento
se adueña de las calles de la noche,
y golpea las puertas, y huye, y deja
un rastro de cristales y de ramas
rotas, que al alba
la ciudad muestra desolada y lívida;

cuando el rayo
hiende el aire, y crepita,
y cae en tierra,
trazando surcos de carbón y fuego,
erizando los lomos de los gatos
y trastocando el norte de las brújulas;

y, sobre todo, cuando
la guerra ha comenzado,
lejos —nos dicen— y pequeña
—no hay por qué preocuparse—, cubriendo
de cadáveres mínimos, distantes territorios,
de crímenes lejanos, de huérfanos pequeños...





Para escuchar en la voz del poeta el poema:

http://palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz1.php&wid=1171&t=Primera+evocaci%F3n&p=Angel+Gonz%E1lez&o=%C1ngel+Gonz%E1lez

sábado, 2 de mayo de 2015

Trampantojos y murales de Madrid




Ya hace un buen montón de entradas hablamos de la palabra "Trampantojo", exactamente fue el 14 de octubre de 2013, no creía yo que hacía tanto tiempo... Os dejo con el enlace a aquella entrada:



trampantojo.
(De trampa ante ojo).
1. m. coloq. Trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es.

 
Pues bien, hoy quería traeros unos pocos más de los que voy cazando por ahí al vuelo.Tampantojos y murales. 

Como estamos en un fin de semana largo, una entrada con poca palabra y más imágen.





Estas fotos las he tomado yo todas en Madrid. Las de arriba son por la zona de La Latina y alrededores. Y ésta de abajo es por la zona de San Bernardo, el barrio de Universidad.


jueves, 30 de abril de 2015

De novelas, cuentos y personajes...

Unos chistecitos de literatura 
para desearos que lo paséis muy bien éstos tres días festivos.








martes, 28 de abril de 2015

"El lejano país de los estanques" de Lorenzo Silva



El último libro que he releído (y  no acostumbro a releer) ha sido "El lejano país de los estanques" de Lorenzo Silva. 

Se trata de el primer libro de su saga de guardias civiles Bevilacqua y Chamorro, de la que os he hablado ya en muchas ocasiones porque me los he leído todos. Y por eso mismo, porque he había ido leyendo cómo crecían los personajes novela a novela, me apetecía recordar cuales fueron sus comienzos porque no me acordaba ya.

Lo que sí que recordaba es que en su día me gustó más esta primera novela que la segunda (El alquimista impaciente) que sin embargo leí antes. 

Ha sido un placer releerla, la verdad.

El argumento comienza con el descubrimiento de un cadáver, el de una austriaca de 25 años llamada Eva Heydrich, en una zona de veraneo de Mallorca. La postura del cadáver es muy extraña, colgada en una postura muy rara, sin embargo a todos les llama la atención su belleza, aún en esas condiciones. Y hasta allí envían a Bevilacqua a investigar, por primera vez acompañado de Chamorro a quién en un principio él no aceptaba mucho como compañera, mostrando su preferencia por otra compañera aparentemente más experta, más desenvuelta, con más actitudes para "sociabilizarse" en la isla... sin embargo Chamorro le descubre a Bevilacqua de lo que es capaz. 

"Me averguenza haber tratado de evitarla. Es la mejor. Puede confiarle lo que quiera. Reventará antes que flaquear. Por lo pronto, esta oportunidad la ha aprovechado con creces" le dije al final Bevilacqua de Chamorro cuando Pereira le pregunta por ella.


Me vuelve a atrapar el estilo con que Lorenzo Silva escribe estas novelas policíacas. Esas reflexiones del protagonista, en las que analiza puntillosamente cada detalle dotándole además de esas pinceladas de humor fino que gasta. Combinadas con el desarrollo de la acción de los dos protagonistas relacionándose con los habitantes de la isla. Esa combinación de acción y pensamiento tan bien alternadas y dosificadas me atrapa. 

Y que me caen muy bien sus dos protagonistas, todo hay que decirlo. Bevilacqua es un personaje que se muestra por sus palabras, me gusta mucho cómo lo ha inventado Silva. Igual que a Chamorro que es más jóven, más novata, más inexperta, pero que se desenvuelve muy bien en esas escenas que le tocan vivir en esta novela, como el pasaje de la playa nudista que me hace mucha gracia, porque ahí se les ve perfectamente a los dos bandeando la situación cómo pueden...

Late de fondo una reflexión sobre lo efímero de la juventud, que se ve muy bien en la creación del personaje de Regina, la compañera de piso de la víctima.

Es una novela que se lee muy bien, es fluida, van ocurriendo cosas, con las que el protagonista va atando cabos de la intriga y el interés del lector no decae. Es entretenida y amena.  Y desde luego sabe cómo terminarla dejándote con ganas de leer más casos de estos dos guardias civiles. 

Qué título tan sugerente tiene ¿verdad? Procede de una cita de Virgina Wolf que nos cuentan en el libro:
"Y el tigre saltó, mientras la golondrina se mojaba las alas en oscuros estanques, al otro lado del mundo". Y el autor vuelve a él al final del libro, con una frase muy nostálgica con la que lo cierra. Buen final. 

Me gustan mucho estas novelas políciacas nuestras, ambientadas en España, de Lorenzo Silva. De vez en cuando es muy agradable volver a ellas. Además el autor ha conseguido varios premios con la saga. Por esta primera le dieron el Premio Ojo Crítico 1998. Por la segunda "El alquimista impaciente" le dieron el Premio Nadal en el 2000. Y por "La marca del meriadiano" en el 2012 el premio Planeta. Yo las he leído todas aunque a algunas las recuerdo con más aprecio que a otras, pero es normal... Aunque también me he leído otras novelas de Lorenzo Silva independientes de las de Bevilacqua como "Niños Feroces" o a "3000 metros en la noche". 

Y creo que poco más os puedo decir. Quiero releerme también la tercera novela de esta serie "La niebla y la doncella" cualquier día de éstos... ¡Y mientras tanto a ver cuando Lorenzo Silva saca su nueva aventura...!

Por último os dejo el enlace a todas las entradas de mi blog dedicadaas a Lorenzo Silva donde he escrito reseña más detallada de todas sus novelas que he leído:

http://rociodiazgomez.blogspot.com.es/search/label/Mis%20autores%20Lorenzo%20Silva

lunes, 27 de abril de 2015

Coral Ágora de Segovia en Madrid



Hace un par de sábados estuve en un concierto de la Coral Ágora de Segovia 
en la Iglesia del Cristo del Olivar en Madrid.

Me gustó mucho. 

Era un concierto gratuito. Había mucha gente, la Iglesia llena. Y no me extraña porque poder disfrutar de momentos así solo con acercarte a la Iglesia en cuestión, en este Madrid de entradas con tanta antelación, de atascos, de filas por todo, no tiene precio.

Mereció mucho la pena y eso que nos comentaban algunos personas del Coro 
que otros lugares tienen mejor acústica. Pero la verdad es que a nosotros nos sonó fenomenal y lo disfrutamos mucho.


 







domingo, 26 de abril de 2015

"30 pioneras" Centro Cultural Galileo - Una exposición muy recomendable




"Cuando yo era niña (...) me fascinaban aquellas jóvenes universitarias, actrices, pintoras o biólogas, que venían retratadas (...) con sus melenitas cortas y su mirada vivaz (...) Fueron las heroínas míticas de mi primera infancia."

Así retrataba la escritora Carmen Martín Gaite a las primeras mujeres que en España comenzaban a emanciparse profesional, económica e intelectualmente en los treinta primeros años del XX.



Hay una exposición en el Centro Cultural Galileo de Madrid titulada "30 Pioneras" que hace un homenaje a esas mujeres del primer tercio del siglo pasado que fueron sobresalientes en muchos campos revolucionando y mejorando la vida española. La Fundación Ortega-Marañón ha colaborado y patrocinado esta esposición.

Me la recomendó un compañero de la tertulia y la verdad es que me ha gustado mucho recordar a estas mujeres dignas de admiración. Mujeres brillantes, progresistas, pioneras en la cultura, en diversas artes, en la política, las ciencias, la sociedad, los deportes...

Victoria Kent u Clara Campoamor en la política,  periodistas como Carmen de Burgos, las escritoras Concha Espina, María de Maeztu o María Zambrano, científicas como Elisa Soriano, actrices como María Guerrero o deportistas como Lilí Álvarez son algunas de las 30 mujeres que protagonizan la exposición. 






Además de una semblanza de cada una de estas importantes figuras femeninas, hay un apartado para la Residencia de Señoritas (1915-2015) primer centro de estudios superiores de la mujer que hace cien años se creó, octubre de 1915, bajo la dirección de la pedagoga María de Maeztu (1881-1948).

Parafraseando a Clara Campoamor: "María de Maeztu sembró un carácter y recogió un destino, que hoy todos celebramos".
En un par de edificios de la calle Fortuny en pleno Chamberí, que luego pasaron a ser doce, se creó un movimiento femenino de vanguardia. Fueron residentes Victoria Kent, Josefina Carabias, Marina Romero o Dorotea Barnes. Tuvo profesoras como María Zambrano y Maruja Mallo. En sus actividades participaron Zenobia Camprubí o María Lejárraga, y del panorama internacional nombres tan relevantes como Maria Montessori o Marie Curie. En su primer curso contó únicamente con 30 alumnas pero en 1936, cuando la guerra civil obligó a su cierre, definitivo con la llegada del franquismo, tenía alrededor de 300.
También en sus salones se inició el Lyceum Club Femenino Español. 



 

 La exposición "Pioneras" se podrá ver en el Centro Cultural Galileo hasta el próximo 5 de junio.