Desenvolver, al fin, el último de los regalos de cumpleaños que quedaron por disfrutar. La ilusión de recibirlo, la paciencia de guardarlo durante meses, esperar, y ver que no es lo que habías pensado, pero como llega se recoloca.
Vivirlo tan cerca del escenario, tan pegados a un montón de desconocidos, estar juntos y compartir la misma ilusión de tantas caras de todas las edades, a la justa distancia, expectantes.
Qué gusto toda esta gente bailando a un tiempo, alegrándose a la vez de que toque ésta y aquella, revoloteando entre todos las mismas canciones que fueron y son de siempre.
Cantar y cantar y cantar como si no las hubiéramos entonado nunca, pero cómo si las hubiéramos ensayado a la vez.
Qué gusto vivirlo y sentirse música.
Quique González otra vez.
La Riviera otra vez.
Abril 2024.
Gracias, gracias, gracias.