Tengo que reconocer que me gusta mucho más el teatro que el cine.
Y eso que el cine me gusta mucho...
Pero para mí (para mí) no se puede comparar el esfuerzo de esos actores interpretando una y otra vez, cada día, cada tarde, y la mayor parte de las veces, más de una vez en esa misma tarde, el mismo personaje, para todos los que estamos ahí. Aunque reconozco que muchas veces quizás se tarde menos en entrar en la historia de una película, que de una obra de teatro. Aún así, si tuviera que elegir, me quedaría con éste último.
Por eso, de vez en cuando necesito disfrutar del teatro. Ayer estuve en el Fernán Gómez viendo "El día que nació Isaac", una obra de Antonio Hernández Centeno, con Feliz Gómez, Diana Palazón, Ricard Sales, Cynthia Martín.
Dice el director cuando habla de la obra que es "vital, optimista, liberadora y positiva".
Hombre... optimista, optimista yo no diría que es.
Pero dejadme primero que os cuento un poquito de qué va esta historia: "Dos amigos, tras 16 años separados, vuelven a encontrarse e intentan retomar aquella vieja amistad de la adolescencia. Pero ya ninguno es el que fue. Los dos tienen parejas e intentan involucrarlas en su amistad organizando una cena. Aquí saldrán a la luz cuatro modos diferentes de entender la vida y tomarán una decisión que les embarcará en un viaje sin retorno que les hará evolucionar y cambiar."
Se trata de una historia cotidiana, actual. Coinciden, deciden algo y llega el punto de giro. Porque a partir de ese momento en que confluyen, aquello que les une les hace replantearse qué están haciendo con sus vidas, qué piensan, que no piensan, qué afrontan, qué no afrontan, qué quieren sentir, pero en defintiiva qué sienten de verdad. Y eso les hace crecer, les hace sacar fuera lo que no querían ver.
Es una obra sobre por qué nos engañamos a veces, por qué no intentamos en definitiva sentir y dejarnos llevar por eso que en realidad somos y sentimos.
Y la verdad, es que es una obra entretenida. Durante las cerca de dos horas que duró, yo en ningún momento me aburrí, ni se me hizo larga. Qué va, quieres saber qué pasa, dónde van, cómo quedarán.
No es una comedia. Pero tampoco un drama. Es un revulsivo, que te hace pensar.
Los actores están bien. En general interpretan bien sus papeles. Quizás en algún momento a una de las dos actrices, a Diana Palazón se la escuchara algo más bajito que a los demás, pero salvo eso, los cuatro consiguen que te creas perfectamente a sus personajes. Te convencen.
Durante toda la función están casi todo el tiempo los cuatro en el escenario, se van alternando los ambientes, las dos casas, decoradas de forma muy diferente, las dos parejas, vistiendo de modo distinto, pero saltando gracias al diálogo ágil de un lado a otro, consiguen mucha fluidez en los cambios de escena.
Y a medida que va transcurriendo te das cuenta de que se va cerrando bien la historia, no os quiero desvelar nada, pero si la veis fijaros como el autor cierra con el nombre de Isaac, como cierra con esas voces en off que se escuchan al principio de todo, y que luego tienen su explicación casi al final...
Bueno no quiero contaros más.
Y hay que reconocer que el teatro Fernán Gómez está bien, es grande, tiene unas butacas muy buenas, amplias, cómodas. Es espacioso. Y ¿qué queréis que os diga? yo creo que por atrapalo que te sale a 12 euros y la fila cinco que nos dieron, si ya el cine te cuesta en torno a los 8 euros, pues de vez en cuando se puede ir bien al teatro ¿no?
El día que nació Isaac
Del 17 de febrero al 20 de marzo
Teatro Fernán Gómez. Plaza de Colón, 4 Madrid