El otro día mi compañera de tertulia y mejor escritora Alma Pagés nos recordaba este poema suyo. Mi humilde blog se va a engrandecer si lo comparto con vosotros.
PONIENTE
Las casas donde nos amamos
han mirado siempre a poniente
Lento recorría el atardecer con su magia
nuestros cuerpos plenos
y su entrega
iba marcándnos el ritmo
imperceptible, veraz, desaprendido
que llevaba a la vida de la mano
Viento africano agosta hoy la ciudad
seca la piel, afiebra los deseos
Mas el cansancio me impide ver
tu último rostro, ensueño doloroso
acertijo falaz en su respuesta.
A resguargo tras el ventanal
de cara al norte
espero el frio y su sorpresa
su aliento sanador
tan pacífico y brutal como el olvido
Pág 39 de Un cuento oscuro de Alma Pagés.