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martes, 29 de septiembre de 2015

Cumpleaños feliz - Origen de la canción


Hoy es mi cumpleaños. 29 de septiembre.

Es el primer cumpleaños que no recibiré la felicitación de mi madre, así que la verdad es que muy feliz no me hace. 

Pero toda la vida me han gustado los cumpleaños así que hoy vamos a dedicar la entrada del blog a recordar el origen de la famosa canción que hemos escuchado desde que tenemos uso de razón cuando ha llegado nuestro día.

He consultado diversas fuentes y todas coinciden en situar este momento en el año 1893. Y en un lugar: Kentucky en Estados Unidos.

Las hermanas Patty y Mildred Hill, maestras de profesión en Louisville, habían compuesto diversas cancioncillas para cantar con sus niños. Entre ellas la titulada "Good morning to all" que decía así: “Good morning to you/ Good morning to you/ God morning dear children/ Good morning to all” (Buenos días para ti/ Buenos días para ti/ Buenos días, queridos niños/ Buenos días a todos). Esta canción la utilizan para que los alumnos se diesen los buenos días en clase.

Hasta que un día con motivo de un cumpleaños de una niña Patty sugirió cambiar la letra de la canción por «Happy Birthday To You», conservando la melodía, como una manera de homenajear a la niña que ese día celebraba su aniversario, aunque no existe ningún testimonio documental. 

Las hermanas reunieron todas sus canciones en un libro titulado  «Cuentos cantados para el jardín de infantes», publicado por la editorial Clayton F. Summy Co., de Chicago .

El caso es que en 1924, gracias a la tradición oral de esta canción de cumpleaños, un editor llamado Robert H. Coleman publicó una versión del «Buenos días a todos», que incorporaba la letra de «Happy Birthday» como alternativa. 
Con el tiempo, el cine y la radio se encargarían de incrementar la popularidad de la canción, apareciendo en musicales como «The Band Wagon» o «As Thousands Cheer». Precisamente, con la integración de la canción en esta última comedia musical, la tercera de las hermanas Hill, llamada Jessica, decidió tomar cartas en el asunto y emprender acciones legales para reclamar los derechos de autor.
Un año más tarde, tras demostrar la similitud con la canción original, obtuvo el copyright por 28 años, limitación que se ha ido extendiendo a través de diferentes batalles legales con discográficas hasta 2030. 

Desde 1990 la compañía Warner  es la propietaria del copyright, al haber adquirido ese año la empresa que tenía los derechos hasta el momento. La transacción comercial de esa adquisición tuvo  un valor estimado de 5 millones de dólares.

Según la ley, este copyright caduca en 2030 en los Estados Unidos y en 2016 en Europa, por lo que, hasta entonces, cualquier uso comercial de la canción debe ser autorizado mediante el pago de los derechos correspondientes.

A principios de este septiembre de 2015 la Universidad de Louisville, en el estado de Kentucky, reclama haber encontrado en su biblioteca una partitura de 1893 que podría ser la base de la canción. Está en diferente clave a las notas que nos cantan cada año, ha explicado el bibliotecario jefe de la la universidad, James Procell, pero también tienen muchas coincidencias. Las notas han aparecido en un cuaderno de Mildred Hill. Esa es la base del Cumpleaños feliz y también el epígrafe que aparece en la partitura encontrada ahora. El manuscrito y otros papeles, han explicado Procell, llegaron a la biblioteca en los años 50 del pasado siglo como donación de una amiga de las hermanas Hill. Como no se clasificó inmediatamente, han permanecido ocultos durante décadas.

Un grupo de artistas y directores denunció que los derechos no son válidos y reclamaban a Warner la devolución de los derechos cobrados, según ellos, indebidamente. 

Y ésto ha sido así hasta que el pasado 23 de septiembre, de este mismo 2015,  el juez federal de Los Ángeles, George H. King, dictaminó, el miércoles 22 de septiembre de 2015, que la canción ‘Happy Birthday to You’, quedaba libre de derechos de autor.



Y poco más. Me ha parecido que hoy, 29 de septiembre, era un buen día para comentar el origen de estas frases inolvidables:

Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos todos... Cumpleaños feliiiiiz.

La música la ponéis vosotros.  Como siempre en este blog.

Muchas gracias a todos por estar aquí.



http://www.abc.es/20101112/medios-redes/origen-cumpleanos-201011120819.html 

http://elpais.com/elpais/2015/09/02/videos/1441192879_851622.html

http://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/origen-historia-de-la-cancion-cumpleanos-feliz/



jueves, 10 de septiembre de 2015

Los escritores cuando eran niños y volvieron al cole

Lorca


En la última entrada del blog hablábamos de la vuelta al cole. Estamos en septiembre del 2015, septiembre, y es lo que toca. También hablábamos en relación a eso de las "ikastolas" o escuelas navarras del Valle de Baztán. 

Julio Cortazar
Hoy siguiendo un poco en esa línea de septiembre y los niños volviendo al colegio os quería dejar con algunas fotografías de escritores importantes cuando eran niños. En este blog nos gustan la literatura y los escritores. 

Agatha Christie
Un buen montón de años atrás estos niños en éstos días volvieron al colegio... Y qué importantes llegaron a ser con el tiempo. 

Quién sabe donde llegarán los niños que nos rodean. Qué importante este momento de su formación.

Gabriel García Márquez
Frank Kafka

Vargas Llosa

Stphen King

Simone de Beavoir


martes, 8 de septiembre de 2015

La vuelta al cole - Las ikastolas del Valle de Baztán


Elizondo (Navarra)

 En uno de éstos días, hoy, mañana, en esta semana "empieza el cole". 

Comenzamos el curso escolar. Cuando yo era pequeña me gustaba mucho cuando llegaba esta semana. Estrenar libros nuevos, la mochila, los cuadernos oliendo todavia a papel... Ver a los amigos que no había visto durante el verano. Me lo pasaba mucho mejor en el colegio y luego en el instituto que en casa. El verano se hacía largo. 

Ahora, que soy solo un poco más mayor, sigue gustándome mucho. Cuánto por hacer, por empezar, por retomar, por aprender... Lo vivo tanto o o más como comienzo que el principio de año. 

Para ilustrar esta época os traigo una colección de fotos con "ikastolas" o escuelas de Navarra, del Valle del Baztán. Qué lujo debe ser eso de aprender en esas casonas blancas y rojas tan chulas rodeadas de naturaleza, de verde, de vacas, de caballos... Cómo me gustan. 

Venga vamos a por el nuevo curso.




Elizondo (Navarra)




Amaiur (Navarra)



Azpilicueta (Navarra)

Azpilicueta (Navarra)

Arizcun (Navarra)

viernes, 21 de agosto de 2015

De la palabra "Pésame" y su significado



Hoy quería hablar de la palabra "Pésame" porque es una de esas palabras en las que yo creo que no nos detenemos a pensar y es una palabra especial.

pésame.
1. m. Expresión con que se hace saber a alguien el sentimiento que se tiene de su pena o aflicción.

Todos sabemos lo que significa la palabra pésame pero ¿Cuántos nos hemos detenido a pensar cómo está construída? 

Pésame: esa palabra construída con esa forma verbal en desuso de colocar el complemento indirecto detrás del verbo. Pésame o pesa-me o "Me pesa". Eso es lo que queremos decir cuando le damos a otra persona el pésame: Me pesa. A la persona que te lo dice le pesa también esa muerte, le pesa tu dolor. 

Buscamos en el Diccionario de la Real Academia la palabra pesar. Y fijaros en la 8ª acepción:


pesar1.
(Del lat. pensāre).
1. tr. Determinar el peso, o más propiamente, la masa de algo por medio de la balanza o de otro instrumento equivalente.
2. tr. Examinar con atención o considerar con prudencia las razones de algo para hacer juicio de ello.
3. tr. Mat. ponderar.
4. intr. Tener gravedad o peso.
5. intr. Tener determinado peso. La máquina pesa ochenta kilos.
6. intr. Tener mucho peso.
7. intr. Dicho de una persona o de una cosa: Tener estimación o valor, ser digna de mucho aprecio.
8. intr. Tratándose de un hecho o de un dicho: Causar arrepentimiento o dolor.
MORF. U. solo en 3.ª pers. con los pronombres me, te, se, le, etc.
9. intr. Dicho de la razón o el motivo de algo: Hacer fuerza en el ánimo.
mal que me, te, etc., pese.
no ~le a alguien de haber nacido.
1. loc. verb. Presumir de gentileza, hermosura y otras prendas.
pese a.
1. loc. conjunt. a pesar.
pese a quien pese.
1. loc. adv. A todo trance, a pesar de todos los obstáculos o daños resultantes.


 Por tanto vemos que la palabra "Pésame" es una palabra compuesta (dos palabras con pleno significado que han dado lugar a una tercera) que se ha lexicalizado y ya no nos paramos a pensar en su origen sino que sentimos como una sola palabra. 

Me gustaba detenernos en ese significado tan especial que encierra.

lunes, 10 de agosto de 2015

"Una horita corta" Relato de Rocío Díaz Gómez - Semana Mundial de la Lactancia Materna



Esta semana pasada, del 1 al 7 de agosto se celebra en más de 170 países la Semana Mundial de la Lactancia Materna, destinada a fomentar la lactancia materna, o natural, y a mejorar la salud de los bebés de todo el mundo. 

Me acordé cuando lo leí de que yo tengo un relato corto que escribí a partir de un poema muy breve de Ada Salas relacionado con este tema. 

Como hace mucho tiempo que no os dejo algun relato os lo voy a copiar. Es "viejuno" os aviso... Me lo premiaron con un Accesit en el año 2003 en Salamanca, más concretamente en Lumbrales, en el  "II Certamen Literario Carmen Martín Gaite" de Villa de Lumbrales.




Una horita corta



                                                                                               Como si nunca
                                                                                               nada
                                                                                               me hubiera sucedido

                                                                                               Salvo esta boca abierta
                                                                                               
                                                                                               Ada Salas




Porque eso de la horita corta ella nunca supo lo que era, aguantaba hasta que le dejaban al crío en los brazos y después ya ni queriendo le salían las fuerzas, que ni pa hablar quedaba... Solo después de contarle los deditos y ver que había salido entero, solo con sentir su boquita pegada a la piel, solo con sentir que el muchacho hacía por vivir, ya le valía a mi Vicen para dejarse dormir una mijita y descansar... ¡Ay carajo que mujer la mía! Que toda la vida se la ha pasado luchando...


La conocí cuando no levantaba ni siete palmos del suelo, escurrida y con cuatro pelillos de hambre que nunca ha logrado domar, aquel día la sentí trajinar entre las vacas hasta que se las valió ella solita para entenderse con ellas y que se dejaran ordeñar. Qué ley ha tenido siempre por esos animales... “¿Sabe usté, me dijo aquel día, que si las vacas se acuestan todas del mismo lado es que va a llover...?” y yo la miré sonriendo porque me hizo gracia el desparpajo de la chavalilla pero no contesté. “Pues ya lo está usté sabiendo” me dijo y se dio media vuelta con un remango que pa qué las prisas en sus pocos años.

No la tocó llegar al mundo a mi Vicen para una vida fácil, vaya que no. La primera de un cerro de hermanos, desde bien chica tuvo que hacerse cargo de mucho más de lo que le hubiera tocado si Dios hubiera asomado por allí el día que nació, pero era Domingo de Ramos y Dios se conoce que andaba con la cabeza en otras cosas que festejar... No daban por ella ni una perra gorda cuando salió al mundo, consumidita y amoratada nació con el cordón enrollao al cuello y si se descuida la partera la saca ya na más que para enterrar. Pero desde cría se afanó por tomarle prestado a la vida hasta la ultima migaja de lo que olvida en la mesa. Y a trancas y barrancas se las apañó para ir saliendo adelante, que como algo se le meta entre ceja y ceja no la verá usté parar...

La madre de mi Vicen después de parirla a ella no dejó de echar críos al mundo, pero o no aguantaban dentro, o fuera no lograban los muchachos sobrevivir poco más.  Porque siempre eran muchachos, que ese era el calvario del padre ver como pasaba el tiempo y que ninguno de los críos quisiera quedarse en el mundo para ayudarle con la casa y los prados. A buenas horas iba a parar él hasta que lo consiguieran. Poca ayuda encontraba mi Vicen en aquella madre que cuando no estaba para tenerlo, estaba para dejárselo hacer, que esa tarea nunca en aquella casa se quedaba para después.  Poco barruntó el padre las consecuencias en su mujer de tanto afán, que de poco en poco iba menguando su salud como las tardes de invierno, menguando sus fuerzas poquito a poco, como para mantener ninguno dentro...

Demasiado siempre por hacer en la casa y demasiado fuera de la casa. Los pies, de puntillas encima de cualquier taburete, bajo el fregadero cuando mi Vicen aún no alcanzaba a trastear con las ollas y los platos. Y trajinar con las vacas y los conejos y las gallinas, mucho por hacer en el huerto y mucho polvo, en aquella casa de ventanas abiertas de par en par, siempre por limpiar.


Quizás fue por eso tan pronto que mi Vicen se dejó engatusar por el primero que arrimándose a ella en el baile le preguntó sí quería ser su novia. Pa chasco iba a perder ella esa oportunidad de marcharse de aquella casa donde no hacía otra cosa que trajinar. Menuda percha que tenía el sinconciencia del que se enamoró. Con una planta que pa qué las prisas y una guasa que gastaba que la traía a ella loca... pero por la calle de la amargura fue lo que luego la trajo. Siete u ocho años anduvo hablando con él, que las cosas entonces se apalabraban para largo y más largo aún, que no se me quita a mí de la cabeza, que siempre las quiso hacer él. Siete u ocho años hablando para que luego se le cruzara otra más espabilada, o desvergonzada,  con la que se casó.

En un suspiro se le fue a mi Vicen su amor. En un santiamén perdió el poco color que siempre tuvo y se le coló por los ojos una tristeza que nunca la abandonaba, una tristeza que siempre mantenía bien estiradas las arruguitas que sus ojos inventaban cuando la risa aún los sorprendía. Lo que pudo llorar en silencio. Lo que pudo echar de menos a aquel tarambana que se marchó con sus ilusiones recién inventadas, que se marchó apenas sin despedirse. Y allí quedó ella, sentada en una curva de aquellos días, viendo pasar las horas y su vida.


Diez largos años, diez, que se dice pronto, aguanté viéndola cada día como iba menguando como antes hizo su madre. Diez largos años, que si me descuido no oigo misa, esperando que llegara alguien que consiguiera dibujar unas arrugas chiquitijas en sus ojos con nuevas risas. Pero no llegaba. De cuando en cuando yo pasaba por su casa para hacerme cargo de las vacas que tenían el parto atravesao. Como médico y medio veterinario del pueblo, después de tanto tratarla de cerca, que desde bien chica y en silencio no se movía ella de los establos si algo malo pasaba con los animales, la conocía mucho más de lo que ella creía.

Un mes me costó cuando ya lo tenía más que requetepensado decidirme a hablarla, un estirado, estirado mes.  No tenía ni idea de qué la iba a decir, cuando la tuviera delante... Cuando me vi allí frente a ella, le solté lo primero que se me vino a la cabeza: “¿Sabe usté que si las vacas se acuestan todas del mismo lado es que va a llover...?” Al principio, durante unos momentos mas largos que un día sin pan, me miró sin decir nada, seria y extrañá. Me miro y me miró como trajinando con las ollas y los platos de la memoria. Pero al poco pareció que quería sonreír y me dijo : “No me diga ¿qué aún se recuerda?”. Me llevé el dedo a los labios y chisté: “No irás ahora a decirme eso de que “...Pues ya lo está usté sabiendo...” 

Porque eso de la horita corta ella nunca supo lo que era, aguantaba hasta que le dejaban el crío en los brazos y después ya ni queriendo le salían las fuerzas, que ni pa hablar quedaba... solo después de contarle los deditos y ver que había salido entero, solo con sentir su boquita pegada a la piel, solo con sentir que el muchacho hacía por vivir, ya le valía a mi Vicen para dejarse dormir una mijita y descansar... 

No gastamos nosotros un noviazgo de los de entonces apalabrados para largo. Ya no éramos mozos, sobre todo yo, y no había mucho tiempo que perder si queríamos que llegaran muchachos.  Mi Vicen desde el primer día me dijo que ella quería tener muchos, muchos críos, altos como castillos, muchos, todos los que no había podido traer al mundo su madre y aún más. Gracias a Dios aunque no han sido tantos, no ha tenido que volver a estar delante de ninguna cajita en el cementerio, que ya bastantes tuvo que ver cuando apenas tenía edad ni conocimiento para echarles de menos. 


Yo sé que compartimos un amor templadito como el tazón de leche de por las mañanas, yo sé que jamás ha sentido por mí ni un “amor primo hermano” del que sintió por el que le robó la risa. No lo ha sentido ni de largo. Pero a su manera también sé que me tiene una ley que nunca le ha tenido a nadie. A nadie. Sé que mi Vicen pelearía con más rabia que cualquiera de los animales que cuida, por mi o por los hijos.

Si usté la viera, si usté hubiera visto sus ojos mirando primero a esos críos, mirándome después a mí, cada vez que ha sentido esas boquitas pegadas a su piel...


©Rocío Díaz Gómez