"La vida en Nueva York es un deporte de velocidad y reflejos en el que,
al final, decide la suerte. Eso tiene que ver, seguramente, con el tipo
de personas al que atrae la ciudad. Pocos van a NuevaYork para retirarse
o para llevar una vida tranquila. A Nueva York se va a trabajar y a
vivir con la mayor intensidad posible, lo cual acarrea riesgos. Y hace
falta suerte. Supongo que yo la tuve. Algunos de mis amigos no la
tuvieron".
Os contaba en la entrada anterior dedicadas a las reseñas de libros que voy leyendo, que me había terminado "Lugares que no quiero compartir con nadie" de Elvira Lindo, y también os decía que como consecuencia de mis vacaciones por EEUU me había preparado dos libros sobre Nueva York, el anterior y otro, el titulado "Historias de Nueva York" de Enric González.
También me gustó mucho. Desde la primera página, me atrapó y lo leí enseguida. Por su tono reflexivo, por su aire nostálgico, por lo circunstancial y concreto de las cosas que contaba... No es una novela, es un libro de viajes, o un ensayo, no sé muy bien cómo calificarlo.
Por supuesto su visión de la ciudad es otra que la de Elvira Lindo, cuenta menos sobre su biografía, solo que tiene a su mujer Lola, pero coinciden en la profesión de periodistas y en su atracción a veces díficil pero leal, por este Manhattan que no duerme nunca.
Me gustan mucho estos libros que te ofrecen un Nueva York diferente al de las guías. Que no se incide, ni se detiene, en los monumentos principales que no debemos dejar de ver, sino que te regala otra ciudad, en este caso, a pinceladas, sin dar muchos detalles de nada, pero logrando transmitirte sus sensaciones. La historia de los Yankees, por qué los filetes son más amarillentos, el sandwich de Woody Allen, el último martini de Dylan Thomas...
Tiene este pequeño gran libro mucho de nostalgico y triste, cuando te habla de la solidaridad de los neoyorquinos cuando el 11S, según él se portaron mucho mejor que en Washington. O la gran tristeza por los compañeros periodistas, muertos en los conflictos, con quiénes coincidió en Nueva York. O simplemente cuando te describe esa ciudad silenciosa tras una gran nevada.
A mí me ha gustado mucho cuando habla de los millonarios que contribuyeron a la creación de los rascacielos o edificios emblemáticos de la ciudad. Gracias a éste libro he sabido de algunos como Morgan, y he podido conocer su preciosa biblioteca, o he sabido de otros rascacielos que no son el Empire o el Chrysler, más conocidos.
Es un libro corto, de capítulos breves, que se lee muy rápido ya os digo, porque no tiene muchas páginas, pero algunos de sus párrafos son muy profundos. Es el libro de un periodista viajero que recaló en la ciudad de los rascacielos, no de un turista. Yo se lo recomendaría desde luego a quién fuera a visitar Nueva York.
A mí ya me está dando rabia de que se me olviden algunos de los detalles que he conocido gracias a este libro. Pero bueno, seamos positivos, lo mejor es saber dónde puedo volver a encontrarlos y repasarlos.
Este autor tiene libros sobre otras ciudades: Londres, Roma... que seguro voy a leer. Porque Enric González ya es uno de "mis" autores.
Enric González trabajó de corresponsal en Nueva York desde el año 2000 hasta el año 2003.
"He vuelto, claro que he vuelto.
Hacía mucho frío, como en mi primer viaje. (...)
Nueva York sigue siendo una tormenta de almas, un caudaloso río humano.
Para entender ciertas cosas no hacen falta idiomas, ni experiencia, ni
memoria. Basta con abrir la ventana y escuchar el rugido de la bestia."
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