Como es fin de semana y todos tenemos más tiempo para leer, hoy os quería dejar un relato.
Se titula "La sirena en la red" y su autora es Carmen Marina Rodríguez Santana. Ella y yo hemos coincidido como finalistas hace un par de meses en un certamen de relatos "I Premio de Relatos LGTB Corralejo". A partir de ahí y gracias a un comentario suyo muy amable que me dejó en este blog seguimos en contacto.
Carmen Marina Rodríguez vive en Tenerife, aunque tuvo una niñez viajera durante la cual, aunque nunca lo supimos, coincidimos en el espacio y en el tiempo en Madrid. Otra coincidencia. También escribe relatos y ha recibido varios premios con ellos en los últimos años en diversos certámenes.
Bueno pues aquí os dejo con sus palabras. A mí me gustó mucho su relato, me pareció fresco,original, tierno... Espero que a vosotros también os guste.
La sirena en la red
Finalista del I Premio de Relatos LGTB "Corralejo"
Una
tarde mi hermana Juani llegó a casa con una bolsa tamaño contenedor
bien repleta con la que casi no podía y la dejó caer en el rellano de la
entrada.
-
Corre, dile a Mamá que venga. He recogido todas mis sonrisas y
carcajadas en esta bolsa y quiero que ella las guarde en el trastero o
las tire a la basura. Yo ya no las quiero.
Yo salí corriendo a buscar a Mamá que estaba en la azotea tendiendo con una pinza en la mano y otra en la boca.
-
¡Mami, ven! Juani ha llegado del Instituto, ha traído una bolsa con
todas sus sonrisas y carcajadas, las ha tirado al suelo y dice que ya no
las quiere.
- ¿Qué habrá pasado ahora? ¡Qué rara está esta niña! – Mascullaba Mamá mientras cerraba con llave la puerta de la azotea.
Al
entrar en el piso observamos que un reguero de bocas con dientes unas,
sin dientes y con lenguas otras, con carcajadas escandalosas las de más
allá, con sonrisas silenciosas las de más acá, algunas hasta con ataques
de hipo y todas rezumando saliva habían invadido la entrada dejando un
reguero que llegaba hasta la puerta del ascensor y caía, en un goteo
acompasado, sobre el pasamanos del piso de abajo y los tiestos de
portería.
- ¡Juaniiiiiiiiiii! ¡Ven aquí ahora mismo! – Gritó Mamá montando en cólera.
Muy
pronto tocaron al timbre todas las Juanis habidas en dos kilómetros a
la redonda. Todas, excepto mi hermana. Y a cada una mi madre les daba
puerta con un:
- No, a ti no es – o un - No, tú no eres...
...
Os apetece seguir leyendo ¿Verdad? Pues como es un poco largo para una entrada del blog, aquí os dejo con el vínculo donde está entero, esperandoos... Merece la pena desde luego.
...
Os apetece seguir leyendo ¿Verdad? Pues como es un poco largo para una entrada del blog, aquí os dejo con el vínculo donde está entero, esperandoos... Merece la pena desde luego.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSe borró. Decía que mereció la pena leerlo entero.
ResponderEliminarUn abrazo de una recién llegada.
MUCHAS GRACIAS, ROCÍO, por incluir mi relato en tu blog y por los adjetivos con los que lo has premiado. Un abrazo,
ResponderEliminarCarmen Marina.
Muchas gracias también por su comentario a la "Encantadora de abejas".
No las merece, ha sido un placer.
ResponderEliminarBesos.
¡¡No, muchas gracias a las dos!! por pasaros por aquí, por dejar vuestro rastro en los comentarios, por llegar a mi blog. Bienvenida Towanda (que película tan especial "Tomates verdes fritos") y un placer por mi parte teneros a ambas aquí. Besos a las dos, Rocío
ResponderEliminar