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viernes, 20 de noviembre de 2020

"El banco de la paciencia" y "Por los pelos". Frases hechas de origen marinero

 


Heredamos mil y un detalles de los nuestros. 

Quizá el color de los ojos o el tipo de pelo, seguramente más de un par de gestos y hasta es posible que el carácter.

Heredamos incluso el lenguaje. 

Heredamos la música que tiene nuestra voz, heredamos las expresiones y las frases hechas que escuchabas en casa sin apenas prestar atención.

Tú heredaste, que en ocasiones, más vale sentarse en "el banco de la paciencia". 

Qué especial es la palabra "paciencia". Como tantas nos llegó del latín, de patiens, patientis, y quiere decir "el que sufre o soporta la acción de algo o alguien". De ahí que "paciente" tenga dos significados: Alguien que sufre de una enfermedad y alguien que tiene paciencia porque sufre una molestia. 

Estar en el "banco de la paciencia" es es estar aguantando o sufriendo alguna molestia grave o incómoda que hay que aguantar pacientemente.

Leíste que la expresión, antigua, es un rato... Aparece por primera vez en el Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, latina e italiana [...], de Esteban Terreros y Pando, en el Tomo primero, que se publicó en 1767 (aunque la obra completa data de 1786). La definición está motivada. Dice así: «banco de la paciencia. Frase castellana que explica el trabajo con que uno espera o hace alguna cosa: por ventura se tomó del que llamaron banco de Hipócrates, que era la cama, o banco sobre el que se concertaban, con una especie de torno, los huesos o partes dislocadas».

Pero a poco que leas ya no sabes si viene de aquel banco de Hipócrates, o viene de ese banco de los barcos con ese nombre tan curioso:

banco de la paciencia

1. m. Mar. banco que estaba en el alcázar de los navíos delante del palo de mesana.

 

Y de los barcos también sabes que nos llegaron otras expresiones igualmente curiosas.  

En este blog tienes algunas de ellas:

 A palo seco, irse al garete y dar al traste:

http://rociodiazgomez.blogspot.com/2010/12/tres-frases-hechas-de-origen-marinero.html

 De las palabras deriva y derrota:

http://rociodiazgomez.blogspot.com/2011/03/de-las-palabras-derrota-deriva.html


Y para terminar te acordaste de aquel viaje cuando visitaste Palos de Moguer (verano del 2010).

Te acordaste de la reproducción que tenían allí de las tres carabelas y la visita que disfrutaste.

Te acordaste de aquel guía y esa disertación súper amena y completa sobre aquel tiempo y las dificultades para hacer el viaje del descubrimiento, las características de aquellas embarcaciones y de los marineros...

Te acordaste, en fín, de la explicación sobre el origen de la expresión "Por los pelos" que procede de la costumbre que existía entre los marineros de llevar melena, para que si tenían la mala suerte de caer el agua, por algún temporal, fuera mucho más sencillo agarrarlos del pelo y volver a subirlos a bordo lo antes posible.





Y terminaste la entrada en el blog añorando el picor de la sal sobre la piel. 

Terminaste, echando de menos el mar.


lunes, 8 de agosto de 2016

"Ultramarinos"



Yo no sé si ya hemos hablado en el blog de la palabra "Ultramarinos". Pero si ya lo hemos hecho, la palabra en cuestión es tan bonita, que no importa que nos repitamos.

Ya apenas hay tiendas de ultramarinos, sin embargo yo las recuerdo de mi infancia como esos establecimientos llenos de misterio, donde había mil y un alimentos que descubrir. Olían además tan bien... Es una palabra llena de nostalgia, muy evocadora.


Nos dice el diccionario de la RAE:



ultramarino, na
1. adj. Que está o se considera del otro lado o a la otra parte del mar.
2. adj. Esp. Dicho de un género o de un comestible, y especialmente del de fácil conservación: Traído del otro lado del mar, y sobre todo de América o Asia. U. m. c. s. m. pl. Lonja, tienda de ultramarinos.

Eran esas tiendas donde estaban los alimentos que traían de tierras lejanas, del otro lado del mar...

Se ve muy claro en la misma palabra: "Ultramarinos", es sencillo desmembrarla: Del prefijo Ultra (más allá), de la palabra "mar" del latín mare, más el sufijo "ino" del latín "inus" que denota relación o pertenencia, en este caso que pertenece al mar.

Eran y son, en los pocos casos en los que aún perviven, tiendas con mucho encanto: sus latas de conserva haciendo torres bien ordenadas, sus mostradores de madera y cristal, sus galletas o cualquier otro alimento a granel o al peso. Alimentos que perduraban, como perdura segurmente la memoria de alguna de ellas en nosotros. 

Os dejo con algunas fotos de ellas, tomadas por mí este verano en León, en Astorga. Dónde aún resisten algunas de ellas, afortunadamente.



lunes, 7 de septiembre de 2015

"Ultramarinos" - Una palabra de siempre





 Me gusta mucho la palabra "Ultramarinos".


ultramarino, na.
1. adj. Que está o se considera del otro lado o a la otra parte del mar.
2. adj. Se dice de los géneros o comestibles traídos de la otra parte del mar, y más particularmente de América y Asia, y en general de los comestibles que se pueden conservar sin que se alteren fácilmente. U. m. c. s. m. pl. Lonja, tienda de ultramarinos.

 Ultramarino, es una palabra compuesta por el prefijo ultra (en latín significa "más allá" o "al otro lado de") y marino que hace referencia al mar. De ahí su significado.

Aquí en España cuando yo era pequeña había más tiendas de alimentos más exóticos que el pan o la verdura que se encuadraban bajo este título de "Ultramarinos". Ahí comprábamos, me acuerdo, el chocolate, el café, las conservas, el bacalao y las galletas. También todo tipo de alimentos que nos duraban mucho tiempo. Productos que te vendían a granel, productos que venían de más allá del mar. Nada más entrar te saludaba el olor del establecimiento y a continuación el dependiente que desplegaba todas sus atenciones en ti, al otro lado de un mostrador de marmol.

Hoy día ese tipo de tiendas casi han desaparecido por obra y gracia de los supermercados, tan iguales, tan inodoros, tan llenos de gente y estantes, tan escasos de dependientes y atenciones.

En cuánto a la palabra, se tiene constancia de su utilización, al menos, desde el siglo XIII. Los europeos la aplicaban a los viajes en barco por la zona del Océano Índico. A partir del siglo XV y el descubrimiento de América se empezó a utilizar esta palabra para referirse a los territorios que se iban descubriendo.



La foto está tomada en Soria, en un pueblecito pasado el Puerto de Santa Inés, creo recordar que se llamaba Montenegro de Cameros.

viernes, 18 de marzo de 2011

De las palabras derrota, deriva, derroteros... Palabras que llegaron por mar



Había una vez unas palabras que llegaron hasta nosotros por vía marítima... Cómo llegó el Barrabás de "La Casa de los Espíritus". ¿No os acordais de cómo comenzaba ese libro? "Barrabás llegó a la familia por via maritima, anoto la niña Clara con su delicada caligrafía. Ya entonces tenía el hábito de escribir las cosas importantes y más tarde, cuando se quedó muda..."

Uno de los libros que más me han gustado en mi vida.

Pero me estoy yendo por otros derroteros, porque en realidad no os quiero hablar de Isabel Allende, ni de La Casa de los Espíritus, ni tan siquiera de Barrabás, sino de que llegó "por vía marítima". O más concretamente os quería hablar de esas palabras que nos llegan así, desde el mar...

Porque hace poco tiempo aprendí otra acepción de la palabra “derrota”.

En el diccionario de la Real Academia de la Lengua encontramos efectivamente que existe por una parte el significado de derrota, procedente del francés, como “acción y efecto de derrotar o ser derrotado” o “Vencimiento de las tropas…”. Que es el significado que yo conocía.

Pero en una primera acepción en ese mismo diccionario encontramos derrota con un origen diferente, un origen procedente de la navegación y que tiene el sentido de “rumbo”:


derrota 1.

(De derromper).

1. f. Camino, vereda o senda de tierra.

2. f. Alzamiento del coto, permiso que se da para que entren los ganados a pastar en las heredades después de cogidos los frutos.

3. f. Mar. Rumbo o dirección que llevan en su navegación las embarcaciones.


Tal es así que consultamos un diccionario náutico ( http://www.diccionario-nautico.com.ar/g_d.php ) y tenemos:


derrota:

Trayectoria seguida por una embarcación.


¿Y qué pasa cuando una embarcación no sigue esa trayectoria, no sigue esa “derrota”?
¡Claro!
Que va a la deriva...



deriva:

Desviación de la derrota de una embarcación por efecto de la corriente.

De ahí las frases que escuchamos tantas veces:
 “Ir a la deriva” o también en esta misma línea “Irse por otros derroteros…”



¿Porque qué son los derroteros?



derrotero:

Libro que explica todos los datos de interés para el navegante, peligros ocultos, corrientes, vientos predominantes y descripción detallada de la costa.


Igualmente así nos lo indican en el diccionario de la Real Academia:


derrotero.

(De derrota1, camino, rumbo).

1. m. Camino, rumbo, medio tomado para llegar al fin propuesto.

2. m. Conjunto de datos que indican el camino para llegar a un lugar determinado.

3. m. Mar. Línea señalada en la carta de marear para el gobierno de los pilotos en los viajes.


4. m. Mar. Dirección que se da por escrito para un viaje de mar.

5. m. Mar. Libro que contiene estos caminos o derrotas.

6. m. Mar. derrota (‖ rumbo).


Son muy curiosas las palabras ¿verdad? Muchas veces las utilizamos y no tenemos ni idea de dónde vienen... Y resulta que tienen toda una "historia" detrás... Una historia que como Barrabás, el perro de La Casa de los Espíritus, comienza por vía marítima.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Tres frases hechas de origen marinero: A palo seco, irse al garete y dar al traste



¿Vale que hoy aprendíamos?

Aunque supongo que muchos de vosotros ya lo sabréis.

El caso es que ayer en la tertulia una compañera trajo un poema salpicadito de expresiones marineras que han llegado hasta nuestro días. Entre ellas estaba la expresión "Irse al garete".

Es lo que ocurre con algunas expresiones que se vuelven tan, tan coloquiales que al final aunque las estamos utilizando constantemente vamos olvidando su origen. Como ocurre con estas tres de las que os voy a hablar hoy.

Irse al garete:

Consultamos el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua:

garete.

(Quizá formación del fr. être égaré, andar extraviado).

ir, o irse, al ~.

1. locs. verbs. Mar. Dicho de una embarcación sin gobierno: Ser llevada por el viento o la corriente.

2. locs. verbs. Ir a la deriva, sin dirección o propósito fijo.

3. locs. verbs. coloqs. Fracasar o malograrse.


A palo seco:

a ~ seco.
1. loc. adv. Escuetamente, sin nada accesorio o complementario.

2. loc. adv. Sin comer ni beber.

3. loc. adv. Mar. Dicho de navegar una embarcación: Con la velas recogidas.



Dar al traste:

En el Vocabulario de refranes y frases proverbiales del maestro Correas se lee:

“Dar al traste, es perderse la nave por dar en roca o en navío; de aquí se toman muchas frases, verbigracia: dar con ello, o con todo, al traste.”

Según el lingüista Joan Corominas, tanto la palabra trasto como traste son una derivación del latín transtrum, ‘banco de remero’, término que luego se aplicaría a cualquier mueble viejo o a cada uno de los trastes de la guitarra por comparación con la serie de bancos de una galera. Así se entiende que un naufragio finaliza con la destrucción de la embarcación, bancos de remeros incluidos.

Antigua expresión marinera que significaba naufragar una embarcación.


sábado, 14 de agosto de 2010

"Por los pelos..." frase hecha de origen marinero


En este último viaje que he hecho, he visitado en Palos de Moguer la reproducción que tienen allí de las tres carabelas. Es una visita muy completa donde puedes ver un vídeo de cómo se gestó por parte de Colón el viaje del descubrimiento y luego puedes pasearte por el recinto donde hay un museo permanente y  el muelle con las carabelas, en las que puedes entrar.

Pues bien el guía que nos tocó para hacer la visita guíada nos hizo una disertación muy amena y completa sobre todo ello, sobre aquel tiempo y las dificultades para hacer el viaje, las características de aquellas embarcaciones y de los marineros, y en ella aludió al origen de la expresión "Por los pelos" que procede de la costumbre que existía entre los marineros de llevar melena, para que si tenían la mala suerte de caer el agua, por algún temporal, fuera mucho más sencillo agarrarlos del pelo y volver a subirlos a bordo lo antes posible.

Os dejo con el vídeo donde "por los pelos" (y nunca mejor dicho ya lo vereis)  pude grabar cuando este guía nos lo contaba:



Por los pelos. Se refiere a la costumbre marinera de dejarse melenas para poder asir de las mismas a los marineros que caían al agua.
(Wikipedia)