Un blog para letraheridos. Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y letras.
Un blog donde sentarse a leer mientras te tomas un café.
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Este viernes, 8 de noviembre de 2019, la tertulia literaria Rascamán a la que pertenezco desde hace mil años, y casi no exagero, podéis creerme que son muuuuuuuchos años, hacemos una lectura de textos y poemas relacionados con guantes.
Nuestro poeta más sabio, Aureliano Cañadas, tuvo la feliz idea de embarcarnos en una exposición que tuviera por excusa esos guantes que vamos perdiendo por la vida.
Como nuestro Aure siempre nos invita a aventuras extraordinarias, todos nos pusimos manos a la obra, nunca mejor dicho, y nos estrujamos las neuronas para crear nuestros cuadros con guantes y palabras dando vida a esta colección que lleva por título "Recoger el guante".
Ésta es la segunda vez que hacemos una exposición con todas nuestras creaciones.
La primera vez fue en la cafetería librería Verguenza Ajena, y ahora nos vamos a Colmenar Viejo, a la Casa de la Juventud.
Para celebrarlo vamos a hacer una lectura en grupo de esos textos que inventamos para esta ocasión.
Será a las siete de la tarde.
Si os apetece, ya sabéis... Nos encantará veros.
Lectura "Recoger el guante" por la Tertulia Literaria Rascamán.
“Nos bastaba mirarnos y sabernos. Estábamos juntos, era suficiente.
Cuando ella se fue, todavía lo vi más claro: aquellas sobremesas sin
palabras, aquellas miradas sin proyecto, sin esperar grandes cosas de la
vida, eran sencillamente la felicidad".
"Señora de rojo sobre fondo gris" es un lamento.
Un lamento sobre la pérdida que José Sacristán borda.
Sobre la novela de Miguel Delibes con el mismo título, se ha montado este monólogo de hora y media donde un pintor Nicolás desgrana como era su vida con Ana, su mujer, a la que perdió. Desgrana su enfermedad y los recuerdos. La voz de Ana nos llega en la voz de Mercedes Sampietro.
«Su sola presencia –nos dice, en frase que oyó a Julián Marías– aligeraba la pesadumbre de vivir».
Qué pena.
Qué pena te transmite la voz de Sacristán en esta elegía.
Qué voz la de este actor, honda, una veces rota de dolor y otras esperanzada.
Qué maravilla como actúa este hombre.
Qué suerte haberle visto.
Qué emoción ver a todo el teatro en pie al final.
Y cómo él interrumpe los aplausos para dedicárselo a Miguel Delibes y a su mujer Ángeles de Castro.
«No te aturdas, déjate vivir»
Si os gusta Delibes, si os gusta Sacristán, no podeís perdérosla.
Ficha artística Reparto
José Sacristán Adaptación: José Sámano, José Sacristán e Inés Camiña Director Técnico: Manuel Fuster Técnico de iluminación/sonido: Manuel Fuster y Jesús Díaz Cortés Voz de Ana: Mercedes Sampietro Autor cuadro: Eduardo García Benito Ayudante de dirección Inés Camiña Directora de producción: Nur Levi Producido y dirigido por: José Sámano Una producción de: Sabre Producciones, Pentación Espectáculos, TalyCual y AGM
#Teatro
#Mujer de rojo sobre fondo gris
#Sacristán
#Delibes
#Teatro Bellas Artes
Por no hablar del desaliento o del desánimo, tan etéreas, pero que támbién nos salen de muy dentro.
Qué visuales son todas estas palabras, qué transparentes en su significado.
Y ese sinfín de frases hechas que decimos tan sin pensar y que verbalizamos tan automáticamente que jamás hemos pensado que se han construído con nuestro cuerpo:
"Hacer de tripas corazón",
"Tomárselo a pecho",
"Poner la mano en el fuego",
"Estar hasta las narices",
"No pegar ojo",
"Arrimar el hombro",
"Creerse el ómbligo del mundo",
"Ser un cara dura",
"Hacerlo con las propias manos",
"Ser uña y carne".
"Tener la mano larga",
"Hablar por los codos",
"Costar un ojo de la cara",
"Tener la lengua muy larga"...
¿No seguimos no?
Pero podríamos. Pensadlo un momento, seguro que se os ocurre alguna más.
En esta noche de víspera de difuntos, noche de espíritus, nosotros que estamos muy vivos vamos a reparar en nuestro cuerpo, al que nombramos tantas veces sin apenas darnos ni cuenta.
La niña que yo era tiene una biblioteca particular que viaja con ella a todas partes y siempre.
La niña que yo era leía tan deprisa, que su madre le decía que estirara un poco más los libros, que eran cuatro, y no había dinero para comprar tantos.
La niña que yo era, ya no recuerda si los libros que están en su biblioteca, eran de ella o de alguno de sus hermanos; sin embargo, recuerda a la perfección los títulos, la portada y el chorro de sensaciones que dejaron dentro de ella.
Y le ocurre que a veces, muy de vez en cuando, en los lugares más remotos y sin esperarlo, tropieza con algún personaje de los libros de su biblioteca.
Y sin querer vuelve al presente uno de aquellos títulos, la portada y el chorro de sensaciones que dejaron dentro de ella y que con el paso del tiempo creía perdidas.
No lo estaban.
Habían viajado con ella: Solo tenían que despertar.
Y ocurre que a veces, en los lugares más remotos y sin esperarlo, la niña que yo era y la que soy, sonreímos a la vez.
A la vez.
¡Anda Fray Escoba!
Y se van cerrando círculos.
Los restos de San Martin de Porres, Fray Escoba, descansan en la Basílica y Convento de Santo Domingo de Lima, junto a los restos de Santa Rosa de Lima y San Juan Macías en el denominado Altar de los Santos Peruanos.
Yo te dije que me cuesta mucho salir los domingos por la tarde, que no sabía si me iba a gustar, que el teatro ya sabes que me encanta, pero el clásico a mí me impone mucho, que aunque de vez en cuando me gusta la poesía, pero cuánto verso el de un auto sacramental...
Tú me dijiste que cuántas pegas para un caballo regalado, que así veía cómo habían dejado el Teatro de la Comedia que desde que hicieron la obra yo no lo había pisado, que suelen ser montajes buenos, que la vida también existe los domingos por la tarde. Venga... dijiste, y merendamos...
Y yo que muero por una meriendita rica, claudiqué. Con ese dulce argumento final me ganaste.
Y fuimos, y qué buena nuestra merienda y por supuesto nuestra conversación (aunque eso ya lo sabía yo).
Y fuimos al teatro de la Comedia, y tenías razón qué bien lo han dejado, da gusto entrar en él.
Y comenzó la obra "El gran mercado del mundo"y otra vez tenías razón porque me hipnotizó.
Sobre todo en cuánto terminó aquel ventilador ruidoso del comienzo, qué alivio cuando dejó de sonar y por fin el canto coral y el verso nos atrapó.
Aquella Silvia Marsó cantando y bailando haciendo de Culpa cómo yo nunca la había visto. Aquellos Buen genio y Mal genio disputando su amor por Gracia viendo como gastar su talento. Aquella Lascivia juguetona, aquella Gula, Malicia, Herejía...
Una banda sonora ecléctica y divertida, que combina la revista, el cuplé de la Bella Dorita de Régimen Severo, con la rumba catalana, y la música clásica con la canción italiana de Il Mondo, que me encanta.
Un tio vivo, un carrusel donde se han sentado las virtudes y los pecados capitales. Y una cruz excesiva a todas luces y nunca mejor dicho.
Rara, excesiva, profunda en sus versos, pero reconvertida en una fiesta teatral, así es "El gran mercado del mundo".
Y yo que estaba tan recelosa, cuánto disfruté.
Y tú como reías.
Qué suerte la mía tenerte.
Obra: El Gran Mercado del Mundo -
Autor: Pedro Calderón de la Barca -
Versión y dirección: Xavier Albertí -
Escenografía: Max Glaenzel -
Vestuario: Mirian García Milla -
Iluminación: Ignasi Camprodon -
Sonido: Jordi Bonet -
Movimiento: Roberto G. Alonso -
Reparto: CRISTINA
ARIAS – Soberbia; ALEJANDRO BORDANOVE – Buen Genio; ANTONI COMAS –
Inocencia; ELVIRA CUADRUPANI – Penitencia, Humildad; JORDI DOMÈNECH –
Herejía; RUBÉN DE EGUÍA – Fe; ROBERTO G. ALONSO – Lascivia; ORIOL GENÍS –
Gula; LARA GRUBE – Fama, SILVIA MARSÓ – Culpa, JORGE MERINO – Padre de
Familias, Mundo; MONT PLANS – Malicia; AINA SÁNCHEZ – Gracia; DAVID SOTO
– Mal Genio - Coproducción TNC, Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC)
«Las palabras casi siempre cuentan una historia. Así sucede con la voz armario,
que antiguamente definía el lugar donde se guardaban las armas. Creo
que todavía hoy cada armario conserva parte de su significado original,
porque en ese mueble oscuro y secreto guardamos a buen recaudo la ropa
con la que armamos nuestro cuerpo, las prendas que nos defienden de la
desnudez, que nos ocultan del otro o nos hacen brillar ante los demás,
según nos convenga. (... ) Mi
armario real está lleno de camisetas negras, de vestidos verdes, de
terciopelo. El armario de esta selección de mis columnas, publicadas en
el Heraldo de Aragón, es un muestrario de temas a los que
recurro con frecuencia. Cuestiones como la defensa del feminismo y de
los derechos de los animales, la fe inquebrantable en la sanidad y la
educación públicas, el amor a la literatura que nos salva. Mi eterna
fascinación por la belleza y el mal. Ese es mi fondo de armario».
Acabo de terminar de leer "Fondo de armario" de Patricia Esteban Erlés.
Lo encontré por casualidad buscando algún libro suyo de cuentos, porque es una cuentista que admiro. Y mira por dónde tropecé con éste que también había publicado este año y no me había enterado. Es una recopilación de 72 columnas, de artículos periodísticos, que ha ido publicando esta autora de Zaragoza en el Heraldo de Aragón.
Yo he disfrutado mucho con ellos.
Los temas que subyacen a la mayoría de las columnas son la preocupación por la educación pública, la autora es profesora en un Instituto Público; también ahonda, en general, en la indefensión de algunos colectivos, hay algunos en concreto del maltrato animal; temas que han sido actualidad, casos reales, como el de la Manada, un suicidio por acoso escolar; también aborda el arte, la literatura, el cine, la pintura... y en concreto te cuenta de algunos de sus mitos (Bette Davis, Amy Winehouse, Marilyn Monroe...).
Como son columnas escritas a lo largo de diez años, pues hay una variedad de temas importantes con los que he repasado algunos momentos cruciales de éstos últimos años.
Como las columnas periodísticas tienen el máximo de los 1750 caracteres, son textos breves, pero son contundentes. La autora sabe como dosificar los ingredientes para que ninguna pase desapercibida. Une su opinión personal sobre el tema, con los hechos objetivos y lo adereza con su destreza literaria, no faltan las imágenes, las buenas imágenes, el amor por el lenguaje y las palabras.
Coincido con ella en su admiración por María Moliner, en sus párrafos nostálgicos que hablan de cabinas telefónicas y profesores que no se olvidan, en su gusto por utilizar a veces la segunda persona del singular, en su pasión en general por las letras.
Me han encantado algunas de las columnas como la dedicada a Marilyn, la de Casitas con encanto, Tontas perdidas, la de Follarse a alguien, Oposicionitis, Antes... Bueno, la verdad es que me han llenado muchas y mucho.
Yo ya la había leído en sus microcuentos, en el libro de "Casa de Muñecas". Pero también me han parecido muy instructivos sus artículos, además de entretenidos, y por supuesto literariamente muy bien escritos, no les falta ni la buena frase de arranque, ni la final que parezca la guinda, ese final que aún retumba como un eco despues de terminado y te hace pensar que mereció la pena leerlo.
El otoño guarda el olor de las castañas asadas escapándose de la cocina.
Mientras en el fuego se calentaba aquella lata redonda, siempre la misma, que mi madre había agurejeado para asar las castañas partidas por la mitad.
Dónde iría a parar aquella lata...
Es otoño, y con las lluvias que comienzan, el mundo se mira en los charcos, embelleciendo las aceras.
Habrá que ir mudando de traje y de lenguaje.
Es tiempo de mudanza.
Que "Por el Pilar las primeras castañas has de asar".
Y como en este blog nos gustan tanto el lenguaje pues vamos a hablar un poquito de las frases hechas con "castañas", centrándonos en una de ellas:
Sacar las castañas del fuego
Según el DRAE el significado de esta frase hecha es: ejecutar en beneficio de alguien algo de lo
que puede resultar daño o disgusto para sí.
Evidentemente es bastante fácil quemarse al cogerlas, luego si lo hace otro por nosotros, eso que nos evitamos.
Es una expresión muy corriente, que también existe en frances e inglés: tirer les marrons du feu y to pull the chestnuts out of the fire.
El origen de la expresión que he encontrado y se lleva más puntos, nos dice que vendría de una fábula de Jean de La Fontaine (1621-1695). El gato y el mono, en la que un mono que convence a un gato, dorándole la píldora (otro día hablamos de esta expresión) para inflarle el ego y que al final todo valiente le sacara unas castañas del fuego. Al final el gato se quema las garra y casi sale mal parado.
He encontrado otro posible origen: "La expresión hace referencia a un episodio que desgraciadamente no ha
sido recogido de forma directa por ninguna fuente. Se cree que fue
durante la guerra que Julio César libró en el norte de Egipto contra
Ptolomeo XIII que comenzó el incendio que destruyó la mayor parte de los
volúmenes de la Biblioteca de Alejandría. Cuando Cleopatra se enteró de
semejante tragedia, rogó a César que salvara al menos su obra
preferida: “Las castañas” de Aristófanes, una comedia de la que no
tenemos muchas más noticias. Parece ser que fue el mismo César quien
aprovechó de la confusión en la ciudad para adentrarse en el edificio en
llamas y rescatar un manuscrito de la obra. Fue al volver al palacio
que se lo arrojó con desdén a la faraona y le dijo: “que sea la última
vez que te tenga que sacar Las Castañas del fuego”, que era una frase
referida sobre todo a la mala situación de la guerra en aquel momento,
con César que estuvo a punto de perder la vida en varias ocasiones por
culpa de Cleopatra y de sus escasas tropas."
Os dejo con más frases hechas que utilizan las castañas:
Empezar a buscarse las castañas...
¡Toma castaña!
Te has dado una castaña...
¿Alguien sabe más?
Y ya que estamos, y a riego de enrollarnos, solo hablaros un poquito de la famosa Maricastaña, sí, sí, aquella de la famosa frase "En tiempos de Maricastaña".
Pues bien aquí os dejo quién parece ser que era. Le debemos esta explicación al blog o libro de "Aquí está el listo que todo lo sabe" de Alfred López, que nos enseña un montón de cosas:
"...un gran número de historiadores que coinciden en trasladar a la famosa María Castaña al siglo XIV y ubicarla concretamente en Cereixa, un pequeño pueblo (parroquia) perteneciente al municipio de A Pobra do Brollón (Lugo).
Todo parece indicar que la tal María Castaña encabezó una protesta contra el despotismo ejercido desde el Obispado de Lugo, representado por el religioso Pedro López de Aguiar.
Los abusivos tributos que cobraba a la población bajo el beneplácito de
la Corona de Castilla (de la que dependía en aquellos tiempos Galicia)
la llevaron, el 18 de Junio de 1386, a liderar una importante revuelta
que se saldó con la muerte de Francisco Fernández, mayordomo y recaudador de impuestos del Obispo.
María fue acusada de encabezar tales revueltas con la ayuda de su
esposo y sus dos hijos, convirtiéndose en toda una heroína local,
ejemplo a seguir para muchos de sus vecinos.
La gesta de María Castaña fue pasando de boca en boca, quedando aquellos hechos en el recuerdo colectivo.
Las referencias a esta historia se pueden encontrar en el tomo XLI (pág. 126-127) del libro “España Sagrada” de Juan Manuel Martínez Ugarte (más conocido como Padre Risco), en el libro “Crónica de la provincia de Lugo”, de José Villaamil y Castro y en el tomo I de los pergaminos del archivo episcopal de Lugo."