Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

lunes, 27 de agosto de 2012

Vesania



Ayer hablábamos del latín y mira por dónde, horas después y leyendo "La memoria del agua", el libro con el que estoy ahora, me tropiezo con una palabra de la que desconocía su significado: Vesania.

¿Vosotros sí conocíais esta palabra?

Yo no, la verdad. Así que la busqué en el diccionario de la Real Academia y encontré:

vesania.
(Del lat. vesanĭa).
1. f. Demencia, locura, furia.

Vamos que, procedente del latín, nos ha llegado también hasta hoy tal cual. Lo que se llama un cultismo. Una palabra que procedente de una lengua clásica llega hasta una lengua moderna sin pasar por las transformaciones fonéticas normales de las voces populares.

Parece ser que se aplica a la locura con tintes violentos.

 Pues no conocía yo esta palabra... ¿Y vosotros?

domingo, 26 de agosto de 2012

Una entrevista relacionada con el latín. Antonio Cascón



Cuando yo era estudiante de BUP y COU, me gustaba mucho el latín. Me gustaba encontrar el origen de tantas frases que aún hoy, tanto tiempo después, seguimos hablando. ¿Es una lengua muerta?

Hoy, a propósito del latín, os quería dejar con una entrevista muy amena, muy instructiva...

Antonio Cascón: “Hablamos latín todos los días”

Conocedor de una lengua para muchos muerta, este profesor español explica el origen de las palabras que utilizamos.

POR ViCTOR M. AMELA


El latín se evapora del horizonte de nuestros saberes. Antonio Cascón me convence de lo lastimoso de esta pérdida: estudiar el latín y su cultura nos daría alegría y seguridad. Y me demuestra que, pese a todo, seguimos empuñando el latín: él y dos colegas suyos (Rosario López y Luis Uncenta) del departamento de Filología Latina de la Universidad Autónoma de Madrid publican Peccata minuta (Ariel), con el pseudónimo de Víctor Amiano, para glosar locuciones y frases latinas que usamos todos, explicando su origen. 

-¿Se nos muere el latín?
-Sí, y es una pena. Habrá quien dirá: “El latín no sirve para nada”. Y yo digo: si sólo estudias lo que sirve para algo, ¡adiós a la cultura general!
-Pero ¿sirve el latín para algo o no?
-Sirve para descubrir una cultura, la latina, matriz de la nuestra. Para entender la lógica interna del castellano o el catalán, lo que ayuda a pensar mejor. Para entender el genio de la lengua que hoy hablamos.
-¿Qué queda del latín en nuestro habla?
-El 90% del léxico del castellano y del catalán deriva del latín. Hablamos un latín degradado o evolucionado, según lo mires.
-¿Estoy hablando latín cada día?
-¡Más de lo que crees! Y continuamente usamos frases hechas y locuciones latinas.
-¿Por ejemplo?
-Currículum (literalmente, carrerita), ópera prima (primera obra), post mórtem (después de la muerte), statu quo (estado en el cual), a priori (de antemano), in albis (estar en blanco), in situ (en el sitio), ipso facto (en el mismo acto).
-La última que ha leído en la prensa es...
-Ayer leí que un gobierno había tomado una decisión in extremis (en el último momento). Y si vamos a las secciones de deportes.
-¿Qué?
-Denominan al arquero cancerbero: el Cerbero era el perro que custodiaba la entrada del infierno. O al delantero, ariete, el tronco con cabeza de carnero (aries) de bronce para romper puertas de fortalezas.
-¿Cuál es su favorita?
-Excusatio non petita accusatio manifesta.
-Una excusa no pedida...
-... es una acusación manifiesta. Siempre funciona: quien se deshace en excusas sin pedírselas... ¡se delata! Algo quiere ocultar.
-Otra frase que le guste, por favor.
-Res tenet verba sequntur
: si tienes el asunto, las palabras siguen. Es verdad: si tienes claro qué decir, ¡encuentras cómo decirlo!
-¿Y la más filosófica?
-Esta medieval: primum vivere deinde philosophari (primero vivir, después filosofar). Los goliardos (o clérigos vagabundos) escribían bibere : primero beber.
-Los goliardos eran muy partidarios del carpe diem, ¿no?
-Sí, significa aprovecha el día. A mí me place también Nunc est bibendum (ahora toca beber): la copita del relax, al final del día...
-Porque in vino veritas.
-En el vino está la verdad, sí, pero in aqua sanitas (en el agua, la salud).
-Entiendo más Nulle dies sine linea.
-Ningún día sin una línea: muy propio de escritores, periodistas. De todos modos, parece que proviene de un pintor, de modo que se refiere a dibujar y pintar.
-La Iglesia católica ha manejado y maneja aún muchos latines.
-Sanctasanctórum (el lugar más santo); santiamén (últimos fonemas de la frase espiritu sancti, amen , que se decía rápido y ha adquirido ese sentido). O perder el oremus: llegar tarde a misa para esa oración.
-Más.
-Sursum corda
: arriba los corazones. En la misa se dice “levantemos el corazón hacia el Señor”, y por eso muchos creyeron que sursum corda equivalía a autoridad máxima.
-También la jerga jurídica está cuajada de latinajos.
-Sub iudice
(juzgándose), ab intestato (sin testar), pro indiviso (sin división), in dubio pro reo (en la duda, favorecer al reo), quid prodest (¿a quién beneficia?), quid pro quo (esto por lo otro), do ut des (te doy, me das).
-Se dice “ese sabe latín” para señalar que es muy listo.
-Por el prestigio del latín, arma de personas instruidas, y, por extensión, espabiladas.
-¿Desde cuándo se habla latín?
-Hay constancia escrita desde el siglo V aC., y las personas cultas lo han usado con soltura hasta el siglo XVIII: ¡son 23 siglos seguidos de cultura en latín!
-¿Qué poeta latino cree que ha dejado más huella en Occidente?
-Horacio: cantó al carpe diem, cantó al goce del aurea mediocritas (dorada medianía), cantó al beatus ille (feliz aquel...).
-Feliz aquel que huye del mundanal ruido, ¿no?
-Y elige la plácida vida campestre en vez de la agitada vida urbanita. Así arranca un verso que inspirará luego el sentido de beato, beatífico, beatitud.
-Ya veo que el latín enseña y deleita.
-Lástima que quien lo conozca será pronto una rara avis (ave extraña), expresión acuñada por el poeta Juvenal para ponderar una rareza: aludía al cisne negro, y hoy preferimos decir mirlo blanco.
-Y los que mandan prefieren fomentar el panem et circenses.
-Pan y circo, esto es, sustento y diversión: lo exigía la plebe al emperador para estar contenta y tranquila, y el emperador se lo daba. ¡En el circo Máximo de Roma cabían hasta 200 mil personas para ver carreras de carros y apostar por unos u otros!
-Es muy instructivo, pero tenemos que ir terminando la clase, profesor.
-Lástima, pero ya entiendo que ruit hora (corre la hora) y tempus fugit (el tiempo huye).
©La vanguardia, 2012

viernes, 24 de agosto de 2012

Cortazar, su cumpleaños y dos capítulos de Rayuela.



Este fin de semana de agosto hubiera sido el cumpleaños de Cortazar. Y digo este fin de semana porque encuentro disparidad entre las fechas de su nacimiento que vienen escritas en diversas biografías. A veces hablan del 24 de agosto y otras veces hablan del 26 de agosto, en cualquier caso, de lo que no hay duda es de que fue en 1914 en Bruselas. 

Aprovechando esta circunstancia podíamos recordar los capítulos de Rayuela que más me gustan, archiconocidos, ya lo sé, pero siempre originales. Podíamos recordar su figura, y su modo de escribir, siempre sorprendente, brillante. Podíamos recordar ese lenguaje que a veces utilizó, el glíglico o lenguaje inventado. Podíamos recordar esa forma que tenía él de jugar con el lenguaje.





Rayuela Capítulo 7



    Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

     Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.




Rayuela, capítulo 68


   Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente su orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, las esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentía balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.
 
 
 
 
 
 
 
 

martes, 21 de agosto de 2012

Los letreros de la calle... Interesantes y curiosos



 Hace muchos días que no os dejo con esos letreros de la calle que me roban la voluntad cuando tropiezo con ellos según voy de aquí para allá. 

¿Por qué necesitamos dejar escritas palabras o frases por la calle? ¿Por qué nos llaman tanto la atención?

Ya sabéis que tenemos una etiqueta en este blog que se titula así "Los letreros de la calle" donde los vamos reuniendo.

Bien, hoy os traigo tres muy diferentes. 

El primero de ellos es el que encabeza esta entrada "Al fin y al cabo el único sentido de la vida es sentir". Claro me gustó en cuánto lo ví. Está bien ¿verdad? Y cierto ¿no? Lo capturé por el barrio de Malasaña, allá por marzo. Ya no está, pintaron la pared. Pero... ¡yo ya lo había cazado!.

Me gustó mucho éste letrero.


Y del debajo ¿qué me decís? Precisamente en estos días he estado buscando y rebuscando entre folletos de viajes un país donde escaparme el mes que viene. Bueno, en relación con más de uno y de dos de los que había elegido, alguien me ha dicho: "Ya sabes que tal país es peligroso..." o "Pues ahí fue donde me ha dicho Fulanito que no ha pasado más miedo en toda su vida porque vinieron unos guerrilleros...". Y sí, claro tienen razón. Es cierto. Pero resulta que yo vivo en España, en Madrid, en una ciudad en la que en una calle cualquiera, en un portal cualquiera, uno se puede encontrar con un cartel cómo éste de aquí debajo:

"La puerta abre con llave, no a patadas"





 Y bueno... éste último no necesita comentarios ¿no? 





Si queréis dar un repaso a los de otras veces, aquí os dejo el enlace:

http://www.rociodiazgomez.blogspot.com.es/search/label/Los%20letreros%20de%20la%20calle


O los de los nombres de las tiendas que también vamos reuniendo:

http://rociodiazgomez.blogspot.com.es/search/label/Los%20nombres%20de%20las%20tiendas



lunes, 20 de agosto de 2012

"La tierra más hermosa, Cuba" Exposición en la Casa de América de Fotografía



"La tierra más hermosa que ojos humanos vieran" dicen que dijo Cristobal Colón cuando descubrió Cuba a bordo de la nao Santa María.

Pues sobre esa tierra hermosa es esta exposición de fotografía en la Casa de América.

Una exposición bien bonita la verdad, donde 11 artistas de la cámara nos dejan sesenta y seis fotografías de su visión personal de la Isla de Cuba.


Enrique Meneses, Alberto García Alix, Ángel Marcos, Cristina García Rodero, Isabel Muñoz, José Mª Díaz-Maroto, José María Mellado, José Ramón Bas, Juan Manuel Castro Prieto, Juan Manuel Díaz Burgos y Toni Catany conforman esta exposición.

A mí me gustó mucho. Además no sé si siempre será así, pero cuando yo la vi, no había casi nadie, así que la disfrutabas tan tranquilamente.

Pertenece a PhotoEspaña 2012 y estará hasta mediados de septiembre. Yo que vosotros no me la perdería.



La tierra más hermosa. Cuba
Exposición colectivaCasa de América
Paseo de Recoletos, 2
915 95 48 00

De lunes a sábado de 11:00h a 19:30h.
Sábado de 11.00h a 15.00h.
Domingos cerrado.

Sala Frida Khalo.

Entrada libre






























 

domingo, 19 de agosto de 2012

"Concierto de una orquesta de verano" en el teatro Alfil



Pues de pura chiripa llegué a ver este musical: "Concierto de una orquesta de verano" porque el viernes pasado, 17 de agosto, era el último día que la representaban. Me lo propusieron el viernes por la mañana y allá que fuimos. Y qué bien que hice.

Fue muy sorprendente, muy curioso, muy divertido. Y sobre todo salí del teatro diciendo que qué bien lo hacían los cinco actores, cinco jóvenes que bailan y cantan durante hora y media .

El argumento es el de una orquesta de esas que van por las fiestas de los pueblos. Una orquesta de "andar por casa", tirando a cutre que llega a uno de esos pueblos. Los componentes de la misma no tienen desperdicio: Un chulo caradura que dirige el grupo y presume de ir con todas, es uno de los chicos. El otro es su contrapunto, un pobrecillo que hace lo mismo que el anterior pero solo en su cabeza porque no se come un rosco, y está colgadito por otra del grupo, una lesbiana pasota, que a su vez está enamorada de la vocalista del grupo una cantante ya mayorcita que está como loca por el lider del grupo, que a su vez está liado con la jovencita que aspira a triunfar en ésto. En fín... ya os imaginais el trajín de unos y otros, cada uno enamorado del que no le corresponde. 

Pero está muy bien. Porque en un momento dado cambia totalmente el argumento, hay un punto de giro, y se convierten en otros personajes: un rey, una reina, elfos y faunos, y lo hacen fenomenal en sus nuevos papeles que van combinando con los anteriores, tan frikis y tan burdos.

De verdad cómo me gustó. Tanto por lo sorprendente, como por el buen hacer de esos actores que no son conocidos pero que son unos artistas que no paran en el escenario. Es muy divertidos cuando van intercalando las canciones conocidas de toda orquesta: Aserejé, Viva España... Yo que sé, si no sabías por dónde iban a salir...

Dirigido por Rafael Boeta Pardo y con música y dirección musical de Gonzalo García Baz, Concierto de una Orquesta de Verano está protagonizado por Didier Otaola, Laura González, Laura Rojas Godoy, Noelia Marló y Roberto Saiz. Las coreografías son de Alberto Marco, y la escenografía de Mónica Florensa.

El reparto lo componen jóvenes y muy experimentados actores que rebosan de talento en esta locura de noche de verano. Roberto Saiz, Sebas, ha trabajado en la joven compañía de Teatro Clásico y desde hace más de 10 años recorre los escenarios españoles con montajes como Hoy no me puedo levantar, Hello Dolly, Falsetos, Peter Pan. Saiz forma un dúo inmenso de gracilidad actoral con su compañero Didier Otaola, Juan Gallo, actor de raza, formado en la Escuela de Arte Dramático (RESAD) y que cuenta con diversos montajes de zarzuela y teatro a sus espaldas. El trío femenino no se queda atrás en talento: Laura González, Lola Limón, actriz y cantante, que interpreta a la folclórica con mucho acierto; Laura Rojas Godoy, Vanessa, de origen colombiano, también cantera de la RESAD, cuenta con una larga experiencia en teatro (Drácula), televisión y cine (Ganstags); Noelia Marló, integrante de la compañía Baz&Boeta desde el su anterior montaje, El Principito, también ha formado parte de Telón Tolón. Todos ellos hacen gala de gran vitalidad y versatilidad en la función, y falta les hace ya que todo va a gran velocidad y los cambios de vestuario y de personaje se suceden y no acaban, con auténtico frenetismo, en un diseño de movimiento escénico orquestado magistralmente por Alberto Arcos.

Puro entusiasmo y divertimento. Una cutreria, un disparate. Pero cómo te ries. Además del buen hacer, no solo ya cantando y bailando que daba gusto verles, sino también recitando en verso cuando se convierten en los seres bucólicos.
 
En fin que enhorabuena, al escritor del argumento y a los actores, porque pasé un rato buenísimo. Es un delirio, una locura, pero de lo más alegre.

Además parece mentira, pero aún no había estado yo en el teatro Alfil. Uno de esos teatritos que hay en Madrid, tirando a cutre, en la calle del Pez, pero donde luego te puedes encontrar con obras casi desconocidas pero con las que lo pasas muy bien. El teatro tiene mesitas con sillas en su parte delantera, y ahí puedes estar tomándote algo tranquilamente mientras la función. Y con precios anticrisis, porque además nos rebajaron dos euros por ser el último día de función.

¿Qué más se puede pedir? Pues que vuelvan ¿no? que vuelvan a representarla cualquier día...

http://teatroalfil.es/espectaculos/concierto-de-una-orquesta-de-verano/






jueves, 16 de agosto de 2012

Un artículo de Elvira Lindo: "No hacer nada"



Ayer os dejé un artículo de Hector Abad Faciolince, largo y jugoso. Hoy os quería dejar con otro artículo, aunque éste de Elvira Lindo. Menos largo pero tan jugoso como el de ayer, aunque de otra forma...

A mí me gustó mucho también. Porque es cierto cuánto cuesta a veces leer. Es curioso...



MARIE CLAIRE (AGOSTO):“No hacer nada”

Jueves 9 de agosto de 2012


Hubo un tiempo en el que podía pasar horas tumbada en el sofá leyendo. ¿Qué ha pasado para que ya no sepa hacerlo? Imagino que los años van a aumentando la consciencia del tiempo. Pero no es sólo eso. Creo que las servidumbres a los aparatos electrónicos me han acabado robando el sosiego. Me tumbo en el sofá con la ilusión de sumergirme en un libro. Tengo a mi lado el teléfono móvil. Dicho móvil me avisa cuando me llega un sms, un WhatsApp, un mensaje de facebook, uno de instagram o un email. He tratado de borrar esas aplicaciones tan prácticas, pero, burra como soy en el lenguaje informático, no sé cómo hacerlas desaparecer y que mi móvil vuelva a ser lo que era, un celular sin gracia. Cuando llega a casa uno de esos jóvenes que nos rodean y que se conocen al dedillo todas las posibilidades del dichoso teléfono me olvido de decirle que necesito recobrar mi libertad. O, confieso, me dejo engatusar por sus mentes electrónicas que me convencen para que sume un aplicación más a las que ya tengo, “ah, pero… ¿no tienes agenda en el teléfono?”. Pues no, pero ya que me la instala empiezo a usarla.

Me hundo en el sofá después de comer. A un lado, el mando a distancia, a fin de ponerme un documental que me cuente un cuento con la voz de un actor de doblaje; al otro, el teléfono, por si me llaman, y, encima de la barriga, el libro, al que deseo dedicarle toda mi atención.

No sé cómo pero presiento que la pantalla del móvil se ha iluminado, y eso que lo he dejado fuera de mi campo de visión. Lo chequeo. Primero, los mensajes de texto, luego los de facebook, los del correo electrónico y, finalmente, le echo un vistazo a las últimas fotos colgadas en el instagram. Mientras miro esto y lo otro, me llaman. Hablo un rato, diez minutos. Cuelgo, recorro de nuevo todos mi buzones. Saco una foto a mi perrilla, que está tan mona, a mis pies. Ya que estoy, la edito en el instagram. Luego, encantada con el resultado, la cuelgo en el facebook. Y, como sé que fulanita no tiene facebook y no la podrá ver, se la mando por correo electrónico.

A todo esto ya llevo veinte minutos malgastados de siesta. Me empiezo a sentir culpable. Tengo tres artículos por escribir y no he empezado con ninguno. Me empieza a doler la espalda. Pienso que no es bueno estar tanto tiempo tumbada. Me levanto. Hago unos estiramientos. Pero antes de volver al ordenador decido que debo relajarme un poco. Me vuelvo a tumbar. La pantalla de nuevo se ilumina. Me informa de que a un amigo de instagram le ha gustado mi foto de Lolita echando la siesta sobre mi pie. Gracias, pienso. Y lo escribo, gracias. Miro el reloj. Me concedo quince minutos para una siesta que me enfríe el cerebro antes de ponerme a escribir. Cierro los ojos. Escribo el primer artículo mentalmente. La frase de inicio. La cambio varias veces. Abro los ojos porque el locutor del documental está narrando cómo las hienas se zampan un cervatillo. Qué asquerosas. Cambio a la Primera. Con “Amar en tiempos revueltos” se puede dormir porque todos los personajes hablan bajito. En la posguerra debía ser así. A los tres minutos acaba el capítulo, se enciende de nuevo la pantalla de mi móvil, y advierto que he perdido la modorra, ese adormecimiento gustoso. Me levanto. Sigo cansada, pero tengo que ponerme a trabajar. Y pienso en qué especialista podría visitar para que me enseñara a no hacer nada. Como en los viejos tiempos.

Elvira Lindo