"Vivir es reescribirnos.
Y el verbo se hizo tiempo, desafió a la muerte y a la desesperación"
Me leí volando "Todo lo que crece. Naturaleza y escritura" de Clara Obligado. Se juntó que tenía unas 100 páginas, relativamente pocas, con unos días libres, también pocos, que ya me hubiera gustado a mí que también fueran 100, impensable y maravilloso hubiera sido, de levitar, pero nooo, fueron poquísimos, aunque sin embargo me ayudaron a leerlo muy rápido.
Éste es uno de esos libros que no se pueden contar porque no son una historia, sino un texto híbrido a caballo entre el ensayo, la biografía, la reflexión, poesía y qué se yo. En cualquier caso son un artefacto literario donde se indaga en la creación literaria y con eso ya me tienen ganada. Pero entiendo que no a cualquiera les gustará.
"Todo lo que crece: Naturaleza y escritura" es un libro corto dividido en dos partes. En el Sur se aborda su tiempo en Argentina. Clara Obligado nació en 1950 en Buenos Aires, y tuvo que exiliarse en tiempos de la dictadura. Así que llegó a España en 1976 y aquí se quedó. En esa primera parte entonces se aborda su infancia y juventud en su tierra de origen. Mientras que en la segunda parte, el Norte, habla de su llegada a España, su sentimiento de no pertenencia, y lo duro que fue ir haciéndose a la nueva tierra, un poco su vida privada, su despegar en los cursos de escritura creativa, sus múltiples madrugadas escribiendo...
Por tanto el tema de esta obra es la identidad, la pertenencia, el cambio, el arraigo. Y para ello va imbricando su vida con la naturaleza. Aparentemente podría parece una digresión tras otra, pero hay como un río que fluye bajo todo lo que va contando. Se sigue el hilo de su vida, de su crecimiento. Me gusta mucho cuando habla de su maternidad, por ejemplo, o de su primer amor, que no coinciden pero me gustó como lo narraba. Y aunque nos va diciendo asuntos de su vida particular, mientras tanto la autora va salpicando el texto de referencias literarias, de etimología, de historia, de botánica, de ciencia... Lo va haciendo universal. Y de este modo nos habla de el dónde habitamos y qué nos habita. Trata el tema del paso del tiempo, sobre todo. El exilio, la pérdida, la vida, el paisaje... Tantos temas se abordan ahora que lo pienso... Supongo que también se podría decir que es una larga reflexión sobre la vida.
"Termino una historia, la repaso, me queda la mitad. Voy por buen camino. Podo todo lo que se pueda podar, me desenamoro de las ideas decorativas, me alejo de mí. El mejor adjetivo es un buen sustantivo. Dejo que las ideas emerjan sin que se nombren. Me gustaría que me lean, como quería Lispector, en los renglones vacíos."
A mí me gustan estos libros donde se nos habla de escribir relacionándolo con la vida. Me gustan mucho. Comprendo que haya quién prefiera una novela, algo más de ficción, más entretenido o de evasión. También es cierto que hay momentos en que te apetece más una lectura que otra. De vez en cuando yo prefiero ir salpicando mi tiempo de lectura con estos ensayos, algo más sesudos, donde me parece que aprendo más. Aunque así, a poquitos, entre novela y novela. Y este es uno de esos libros, esos en los que he releído muchas frases, esos que subrayo mucho, y que en cuánto lo termino me digo que me lo debería volver a leer porque no me acuerdo y me gustaban mucho algunas frases y no me acuerdo. Qué rabia. Y me tengo que consolar pensando que ahí están, anotadas, esperándome para cuando quiera volver.
Volver, eso es.
Lo que está claro es que volveré a Clara Obligado, eso seguro, tiene mucho que enseñarme.
"¿Qué raíces me representan? Me decanto por las epífitas o aéreas, que no necesitan un origen en tierra y solo se posan en algo que se puede perder: un árbol, una patria."