Un blog para letraheridos. Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y letras.
Un blog donde sentarse a leer mientras te tomas un café.
Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let
A veces uno sabe que irá a algún concierto siete meses antes, y otras lo descubre con un par de horas de antelación. Y si acaso.
A veces uno va "un mucho" por la compañía, "un poco" por el día que es, y "otro poco" porque hacía tiempo que la cantante te gustaba y mucho.
Sin embargo, esa tarde todo se conjugaría para que estuvieras ahí.
Porque hay veces que la vida te sorprende. Y para bien.
A Christina Rosenvinge, hace muchos años, yo "creía la veía, cruzaba la pared y de pronto ¡zas! aparecía a mi lado". Yo no era, ni soy, nadie especial. Le pasaba a muchos. Pero me hacía gracia, la verdad. Por lo menos dos lustros después, me sentí totalmente de su lado cuando "mil pedazos de su corazón volaron por toda la habitación" y mucho más cuando "dejó solo un trocito de su corazón dentro de su bota para que le doliera si se iba con otra". Muy bien Christina, con un par. Y ahora resulta que la misma cantante, pero vamos por fuera la mismita, la mismita, que hay que ver que está igual que siempre, reaparece en mi vida y me cuenta de mitos que siempre me han gustado, como el de Eco y Narciso, o me desmiente la muerte de Safo, y tiene estribillos que se me cuelan dentro y me descubro a media mañana tarareando "una pajarita" que ¡Válgame Dios" si alguien me lo hubiera dicho...
A veces uno no lo sabe, pero al final la vida te sorprende.
Y muchas de esas veces, toquemos madera, hasta es para bien.
La de veces que habré pasado apuntes, o limpiado o habré hecho mil cosas, sobre todo en mi adolescencia, con la voz de Aute de fondo.
Tenía yo entonces muchas cintas de casette grabadas suyas y un vinilo, el de "Fuga".
Tenía, muchas canciones favoritas que ponía una detrás de otra, tarareándolas de principio a fín.
Y tenía también un concierto en una cinta de video, ya no sé si beta o vhs, donde salía mi Aute con una camisa blanca cantando "Dos o tres segundos de ternura" que debí ver millones de veces.
Tengo la voz de Aute trenzada conmigo en la memoria.
En fin...
He pensado que, como pequeño homenaje, volvería a dejaros una entrada de este blog de diciembre de 2014. En ella inaugurábamos una sección que llamamos "Literatura y Música", donde nos íbamos a detener en las canciones que encierran literatura.
Entonces quise empezar con la canción "Vailima" de Aute.
Y así empezaría siempre.
Vamos a empezar con "Vailima" de Luis Eduardo Aute, qué preciosa canción:
Os dejo con la letra de la canción de Aute:
También pudiera ser
que huyéramos hacia el azul
con rumbo a un atolón
perdido en los mares del sur,
y allí te construiría
con corales y bambú
una cabaña bajo
un silencioso alud
de blanca luz.
Veríamos junto a las olas
a Daniel Defoe
bebiendo con John Silver
un barril de viejo ron,
a Robert Louis Stevenson
con una leve tos
jugándose a Maureen O'hara
al dominó
con Robinson.
Y el tesoro de la isla
yace bajo algunas rimas
en la cumbre prohibida
de Vaea, en Vailima.
Baroja y Joseph Conrad
raptarían a Melville
para ponerlo a salvo
de la airada Moby Dick;
con Shanti Andía bailaría
un tamouré Lord Jim,
cantado por Jacques Brel
desde su Plat Pays
en Tahití.
Del brazo irían Garfio
y Don Ramón del Valle-Inclán,
colgados de una nube
del Mar de Nunca jamás,
y el feo Bradomín,
católico y sentimental,
daría sus dos brazos
por poder volar
con Peter Pan.
Y el tesoro de la isla...
En la familia Robinson
habría un niño más,
el Pequeño Salvaje
que soñara Marryat;
perdido entre una flor
y una vahiné de Paul Gauguin,
Jonathan Wyss escribiría
con champán:
Felicidad.
En la taberna de Colón
sería carnaval,
Salgari se disfrazaría
de Cápitan Grant,
de carabela, Verne,
de Jack London, Sandokán,
de Yvonne de Carlo, tú,
yo, de lobo de Mar,
o de Simbad.
Y el tesoro de la isla...
Para los romanos el domingo era el día del Sol. Lo vemos por ejemplo como ha perdurado este nombre en el inglés que lo llaman "sunday". Los romanos dedicaban los nombres de los días de la semana a los astros. Lunes de Luna, Martes de Marte, Miércoles de Mercurio, Jueves de Jupiter, Viernes de Venus, Sábado de Saturno y Domingo del Sol (Solis dies).
Pero sin embargo nosotros, debido a nuestra tradición religiosa, dejamos a un lado el astro para conmemorar el día que Jesucristo resucitó, que según el Evangelio fue el día después del sábado, luego el domingo, o lo que es lo mismo "Dies dominicus", o día del Señor.
Y como la letra con "música" entra, (mejor que con "sangre") os dejo con varias canciones con la palabra "domingo" en su título.
Ainssss lo que nos gustan en este blog los nombres originales de las tiendas y demás establecimientos. Nos gusta que se ponga atención en este tema, que se elijan con cuidado las palabras, que se cuide el lenguaje. Que se necesita llamar la atención, busquémoslos así de originales.
Como decíamos, hoy ¡marchando una de bares!
Recien cazados, aún están calentitos. ¡Cuidado no os quemeis al hincarle el diente!
Son nombres originales, desenfadados, joviales, nombres que designen un lugar donde estar a gusto y pasar un rato distendido, charlando, riendo, disfrutando. Sí, brindando.
Nombres como "Nothingan prisa" donde juegan con el nombre de la ciudad inglesa de Robin Hood: Nottingham y cómo suena en español "No tengan" y como estamos en un bar, pues "bares qué lugares, tan gratos para conversar..." Muy ingenioso.
Y el bar "Hasta aquí llegué", primero porque estaba en un alto y segundo porque es el mejor lugar para quedarse a pasar un buen rato, además de que hay veces que entramos en un bar y casi que es mejor que después no vayamos a otro lugar que a nuestra casa... Idiosincrasias de estos establecimientos. "Amor, aunque a estas horas, ya no estoy muy entero, al fin llego el momento, de decirte te quiero"
Letra de "Al calor del amor en un bar" de Gabinete Caligari
Amor, la noche ha sido larga
Y llena de emoción,
Pero amanece y me apetece
Estar juntos los dos.
Los bares, que lugares
Tan gratos para conversar.
No hay como el calor
Del amor en un bar.
Amor, no he sabido encontrar
El momento justo
Pues con el frío de la noche
No estaba a gusto.
Mozos ponga un trozo
De bayoneta y un café,
Que a la señorita la invita Monsieur
Y dos alondras nos observan
Sin gran interés
El camarero está leyendo el "As"
Con avidez
Los bares, que lugares
Tan gratos para conversar.
No hay como el calor
Del amor en un bar.
Amor, aunque a estas horas
Ya no estoy muy entero,
Al fin llego el momento
De decirlo te quiero
Pollo, otro bollo
No me tenga que levantar
No hay como el calo
Del amor en un bar.
Jefe, no se queje
Y sirva otra copita más
No hay como el calor
Del amor en un bar
El calor del amor en un bar
El calor del amor en un bar
Digo yo que, a estas alturas, no es ningún secreto que a este blog le gusta mucho Septiembre. ¿verdad? Pero mucho, mucho.
Pues hoy seguimos con septiembre.
Peeeero, nos vamos a inclinar por la música ¿vale?
Nos lo pide el cuerpo, a mi blog y a mí.
Así que allá vamos...
Ta, ta, ta, chaaaaan
¡Por septiembre!
Septiembre vendrá a buscarme
y aún no sé la lección
sobre saber comportarme
al nacer
y en el adios...
El siete de septiembre
es nuestro aniversario
y no sabemos si besarnos
en la cara o en los labios...
Hey hey hey Ba de ya, say do you remember Ba de ya, dancing in September Ba de ya, never was a cloudy day...
No te echaré de menos en septiembre verano muerto veré a las chicas pasar
Sera como aquella cancion de los años 80 seré como el tipo que algún dia fui...
Vamos Maggie, despierta, tengo algo que decir: llegó septiembre y creo que me tengo que ir...
Cómo tengo la edad que tengo, me sale al paso la frase "La chica de ayer" y automáticamente empiezo a tararear: "Chica vete a tu casa, no podemos jugar...". Qué buenos Nacha pop, qué bueno Antonio Vega.
Así que tenía que atrapar este nombre de garito para nuestra colección, es bueno ¿eh? Inmediatamente llama nuestra atención, que es de lo que se trata. Si además puedes leer buena parte de la canción en la fachada y está chula pintada, pues ya para qué queremos más...
Hoy dedicamos la entrada de nombres curiosos a Denia, donde nada más entrar en la calle un par de ellos vinieron hacia mí. Qué podía hacer yo sino adoptarlos...
En este caso además vamos a compartir esta entrada de "Nombres de tiendas" con la etiqueta "Literatura y música" porque se da el caso en que el poema que han utilizado para la fachada de este restaurante, también se ha musicado.
Aunque, en primer lugar, fue y es un poema, el de Ausias March "Veles e vents".
En la fachada del restaurante estaba este precioso poema que musicó Raimon primero y después Toti Soler.
Pues eso. No hay más que ir por la vida con los ojos bien abiertos para encontrar tesoros.
Mi blog y yo opinamos que no hay mejor día que celebrar que el del Libro, el 23 de abril.
Este año, un poco sin querer y otro poco queriendo, lo celebramos tanto literaria como musicalmente hablando. Y la verdad es que no pudo estar mejor.
A mi blog y a mí cada vez nos gustan más las celebraciones pequeñas. Las de pueblos pequeños, las de barrios, la de escritores que no venden millones de copias ni músicos que llenan estadios. Artistas, que a pesar de no ser conocidos, están ahí, día tras día, trabajando y trabajando en lo que les apasiona.
En el Centro Social Covibar, de Rivas Vaciamadrid, tuvo lugar el IX Encuentro de Escritores y lectores "La voz de las palabras" donde estuvimos muy entretenidos toda la tarde, y al menos yo, lo disfruté mucho.
Primero se proyecto un audiovisual de los escritores de Rivas, a modo de presentación de todos los escritores.
Después asistimos a una Mesa Redonda sobre Música y Literatura en la que intervinieron el poeta Antonio Daganzo, el músico y filólogo Ricardo Virtanen, y el músico Txema Cariñena. José Guadalajara actuó como moderador haciéndoles preguntas que dieran lugar al debate. Fue muy interesante. Se tocaron (y nunca mejor dicho) muchos temas literarios trenzados con la música. Fue un coloquio muy ameno y entretenido, que despertó el interés de cuántos estábamos allí, logrando incluso la participación del público.
A continuación fue el turno de los microrrelatos. José Guadalajara nos dió unas claves sobre la creación literaria de este género. Y se leyeron tres de los seis finalistas del certamen de Microrrelatos que estaba en marcha. Al día siguiente se leerían los otros tres finalistas.
Y por último fue el turno de la música con el coro "Ars Moderna" que puso el punto festivo y entrañable a lo que hasta ese momento había sido una velada literaria y que tuvo la virtud de entusiasmar a todos los que estábamos allí.
Si tenéis ocasión no os perdáis más actuaciones de este coro que cada día lo hace mejor. Leonard Cohen, El día que me quieras, Tributo a Queen... un repertorio de lo más variado para todos los gustos y edades.
Mi blog dice que pocas veces hemos disfrutado de un día del Libro tan redondo. Y yo me sonrío, y pienso que tiene toda la razón del mundo. La música fue el broche perfecto para un día tan literario, tan especial.
Gracias a Covibar, gracias a los escritores ripenses y miles de gracias a Ars Moderna por hacernos disfrutar tanto.
#Ars Moderna
#Rivas Vaciamadrid
#Escritores y Lectores IX Encuentro
Hace mucho tiempo que no dedicamos una entrada a la etiqueta "Literatura y Música". Y ya iba tocando. Así que lo vamos a hacer con el artículo de Lola Pons: "Peguntamos si tiene lógica el "contestastes" de Mecano y contestamos que sí", que salió en El País del 1 de abril.
De Lola Pons ya hemos hablado también en el blog, a propósito de otros artículos sobre lengua:
Es interesante, habla de la archiconocida canción de Mecano "La fuerza del destino" y su estribillo con un error gramatical del que se ha hablado mucho.
"Te dije: Nena, dame un beso / tú contestastes que no". El diálogo es parte de La fuerza del destino, canción escrita por Nacho Cano y grabada en 1989 por Mecano. Ahora, en un disco de homenaje
a este grupo, Love of Lesbian e Iván Ferreiro han vuelto a grabar el
tema cambiando ligeramente el original: lo que se ha cantado en la nueva
versión ha sido "tú contestaste que no", quitando esa ese final que
durante años había sido motivo de crítica lingüística.
Los
entusiastas del grupo madrileño, admiradores de su melodías y de sus
rimas imposibles (recordemos “No hay marcha en Nueva York / y los
jamones son de York”), han despedido con algo de pena a ese contestastes
que, pese a ser incorrecto en la norma lingüística del español,
provocaba en ellos la empatía compasiva que siente un admirador hacia
los errores de su ídolo.
Sin Mecano quererlo, esa forma contestastes era
también un guiño lingüístico al propio título de la canción, un guiño
que, en cambio, pocos han advertido. Sí, se trata de un error dentro de
nuestra gramática, pero era casi una fuerza del destino que esa
variación se diera.
Veamos: todos los tiempos verbales del español, cuando se
conjugan en la forma tú, tienen una ese al final: los presentes
(contestas, contestes), el futuro (contestarás) y los pasados
(contestabas, has contestado, contestases)... todos, a excepción de un
tiempo del pasado: el que llamamos técnicamente “pretérito indefinido” o
“pretérito perfecto simple”.
En ese reino de eses finales, el pretérito tú contestaste
es una rara isla sin ese final. Los hablantes tienden a ponerla. Tratan
de crear regularidad donde no la ven.
Hay siempre una causa
No cambiamos las palabras por capricho y de manera
anárquica. Muchas de las formas que calificamos como errores
lingüísticos o como variantes no estándares han nacido profundamente
motivadas; hay siempre una causa para ellas.
Igual que los personajes de animación aparecen a menudo
divididos al tener que elegir entre los consejos de un angelito bueno y
los de un angelito malo que conviven en su cabeza, los hablantes nos
enfrentamos con dos fuerzas que nos atraen y ante las que tenemos que
decidirnos. El destino de una palabra, o sea, la manera en que la vamos a
terminar pronunciando, está determinado por esa doble fuerza.
La primera fuerza es la del origen, la de la etimología:
esta fuerza tiene mucho peso, ya que, fundamentalmente, las palabras son
lo que son y tienen los sonidos que tienen por su raíz, por cómo eran
allá lejos y tiempo atrás, en época latina.
Cuando del pretérito perfecto latino tu cantavisti decimos tú cantaste
estamos heredando la forma latina; sí, hemos evolucionado el sonido
perdiendo algunos elementos, pero no hemos traicionado a la etimología, a
lo que correspondía por nacimiento.
La otra fuerza que orienta la evolución de una palabra y
que es contraria a la etimología se llama analogía. Es la tendencia por
la que intentamos que una palabra se parezca a alguien que no es de su
familia de nacimiento. Seguir esta fuerza implica apartarse de la
etimología, alejarse del resultado esperable y arrimar la palabra a
otros vocablos con los que tiene relaciones de semejanza.
Podemos querer, por ejemplo, que nuestra palabra establezca
un parecido (una analogía) con su significado: cuando los hablantes
convierten a la mandarina en mondarina están alejando a
la fruta de su étimo (la referencia al origen asiático, mandarín de
este alimento) y lo están acercando al verbo mondar. Mandarina y
mondar no pertenecen a la misma familia etimológica, pero hay una
indudable relación entre el hecho de pelar (mondar) y comerse este
cítrico. La tentación era muy fuerte: mondarina es una forma incorrecta, sí, pero no es caprichosa.
Tampoco es azaroso el contestastes de Mecano: si
ha surgido es porque los hablantes han buscado igualar a todos los
verbos conjugados con tú bajo palabras que acaben en ese. En este caso,
la forma etimológica (tú cantaste) es la que damos por correcta, pero
ello no siempre ocurre. A menudo pasa lo contrario: los hablantes vemos
en la analogía al angelito bueno y damos por correcta a la forma
analógica.
Así ocurrió con la forma de segunda persona del plural, la de vosotros. Era en latín vos cantavistis, lo que dio etimológicamente vosotros cantastes.
Hasta al menos 1550 nuestros antepasados decían “tú cantaste” y
“vosotros cantastes”, sin i. Ambos eran los resultados etimológicos,
esperables.
Pero cantastes convivía con una familia grande,
mayor a la de su étimo: la de los pretéritos conjugados en la forma
vosotros, todos ellos acabados en diptongo con i: cantáis, cantabais,
cantaríais, habíais cantado. Cantastes, sin i, era una
excepción en ese clan y los hablantes metieron ahí una vocal dando lugar
a una forma mejor integrada en su grupo.
O sea, y para resumir: de fábrica, por etimología, teníamos tú contestaste y vosotros contestastes y por analogía hemos creado tú contestastes (a la que consideramos vulgar) y vosotros contestasteis (a la que consideramos correcta).
La conjugación analógica con vocal, contestasteis, se extendió en todo el mundo hispánico salvo en América, donde no se usa el pronombre vosotros sino ustedes. Y en las zonas americanas donde se siguió usando el pronombre vos, se continuó diciendo vos contestastes, con sentido de familiaridad y aplicándolo al singular, aunque incluso en esas áreas se prefiere hoy vos contestaste.
Particularmente en los verbos los hablantes abrazamos con
denuedo a la analogía. Nos gusta darle la espalda a los étimos de los
verbos y empujarlos a que se parezcan a gente que no es de su familia;
al menos en las lenguas hijas del latín somos un poco obsesivos con eso,
seguramente porque las conjugaciones son muy cerradas, funcionan como
modelos (los lingüistas los llamamos paradigmas) y queremos ordenarlas y
regularlas internamente.
No ha habido piedad, pues, para el viejo contestastes de Mecano. Los nostálgicos de esa ese pueden, con todo, lanzarse a escuchar las sevillanas Cántame interpretadas por María del Monte: “Yo iba de peregrina y me *cogistes de la mano / me *preguntastes el nombre, me *subistes a caballo”. Mecano frente María del Monte representa, sin duda, otra doble fuerza del destino musical español.
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Dicen que vuelven las lluvias.
Y ya nadie canta "Que llueva, que llueva Virgen de la Cueva".
Esa canción siempre estará enredada con una voz infantil y dentro de unas katiuscas.
¿Pero existe la Virgen de la Cueva? ¿Cuál es el origen de la canción?
Después de consultar varias fuentes en internet no hay una única opinión.
Muchas coinciden en que alude a una Virgen que existe de verdad en el pueblo de Altura de Castellón.
Leo que en el 1726 hubo una sequía general en la Comunidad Valenciana. En Altura los labradores de los pueblos de alrededor rogaron a su Virgen: “No plourà fins que no ixca la palometa”.
Cariñosamente se le llamaba la Blanca Paloma. Se cuenta que después de los ruegos, amaneció lloviendo y no paró hasta una semana después. Por ello, muchas vocesse le atribuye la canción infantil a esa Virgen, la Virgen de Nuestra Señora de la Cueva Santa, que está situado a 12 km. de la localidad de Altura.
Otros, en cambio, piensan que la canción es por la Virgen de la Cueva que está situada en un pueblo asturiano llamado Piloña. Y también los del lugar creen suya la canción porque la invocaron y llovió en tiempos de sequía.
Y lo mismo dicen en Oroel (Huesca) y en Esparragos de Lares (Badajoz) y en Hontangas...
En fin... que no se sabe a ciencia cierta porque hay muchas Virgen de la Cueva a lo largo y ancho de nuestro país.
¿O alguien tiene una explicación mejor a su origen? Se admiten todo tipo de explicaciones.
E incluso variantes a la canción, que también las hay.
Hoy traigo una entrada más para la etiqueta "Literatura y Música".
Me cuesta mucho encontrar canciones que pueda regalar a este cajon de mi blog. Pero de vez en cuando cazo al vuelo una. Sobre todo si me dicen: Escucha esta canción...
Así cualquiera ¿Verdad?
En esta ocasión estoy hablando de la canción "El poeta Halley" del grupo Love of Lesbian, que termina con unos versos recitados por el gran "Joan Manuel Serrat".
Vosotros deberíais escucharla y yo debería dedicar esta entrada y esta canción a mi familia, que no deja de enseñarme.
"El recitado del cantante comienza en:
Acojo en mi hogar palabras que he encontrado abandonadas en mi palabrera. Examino cada jaula y allí, ladrando, vocales y consonantes; Encuentro sucios verbos que lloran después de ser abandonados por un
sujeto que un día fue su amo; y de tan creído que era prescindió del
predicado. Esta misma semana han encontrado a un par adjetivos transtornados, a
tres adverbios muertos de frío, y otros tantos de la raza pronombre que
sueñan en sus jaulas con ser la sombra de un niño. "
Me atraparás al vuelo y nunca a la pared
Y si me dejas aire en tus líneas dormiré
Palabras de una musa de baja maternal
Puede que al fin me conozcan muy bien
Si fueran puntos grises mis rarezas cada tara que cree
De seguirlos con un lápiz al final verías mi cara en el papel
Por eso estoy por aquí otra vez
Rebuscando en mi almacén esa palabra con su débil timidez
Ojalá encuentre la forma, más me vale, tengo un tema que acabar
Si no aparece nunca o entiendo que no di con la palabra justa
Y cuando al fin la encuentro
Llega aquel mar de dudas
Si cuando me decido tú me detienes
Siempre
Me aprietas justo aquí
Dices no, mi leal traidora inspiración
Cuando apareces menos soy
Y soy yo
Te quedarás dormida, menuda novedad,
Es peor mi geniocidio cuando no te dejo hablar
En la autopista de la vida si te saltas la salida hay que esperar
Puede que no haya aprendido a aceptar
Que escuadrones de moral judeocristiana con su culpabilidad
Nos seguirán por tierra, por el aire y sobre todo por amar
Puede que esté demorando la acción
A los doce tuve un sueño en que ganaba pero el sueño me venció
Desde entonces mis derrotas son las huellas del carné de ese tal yo
Ahora escúchame, ya he encontrado la palabra justa
Mejor prepárate, tiene algo que a todos asusta
Sí, la voy a soltar, la quiero soltar
Pronunciaré esperanza
La gritaré por dentro
Si es lo que hace falta
La escribiré mil veces
Me alejaré de espaldas
Quizás de repetirla algo me quede
No puedo permitir tu negación
Mi leal traidora inspiración
De intermitente aparición
Como un ángel hallado en un ascensor
Que bien funcionas como recuerdo
Acojo en mi hogar
Palabras que he encontrado abandonadas en mi palabrera
Examino cada jaula y allí, narrando vocales y consonantes
Encuentro a sucios verbos que lloran después de ser abandonados
Por un sujeto que un día fue su amo
Y de tan creído que era prescindió del predicado
Esta misma semana han encontrado a un par de adjetivos trastornados,
A tres adverbios muertos de frío
Y a otros tanto de la raza pronombre
Que sueñan en sus jaulas con ser la sombra de un niño
Se llama entonces a las palabras que llevan más días abandonadas
Y me las llevo a casa
Las vacuno de la rabia
Y las peino a mi manera
Como si fueran hijas únicas
Porque en verdad todas son únicas
Acto seguido y antes de integrarlas en un parvulario de relatos o canciones
Les doy un beso de tinta
Y les digo que si quieres ganarte el respeto
Nunca hay que olvidarse los acentos en el patio
A veces les pongo a mis palabras diéresis de colores imitando diademas
Y yo solo observo como juegan en el patio de un poema
Casi siempre te abandonan demasiado pronto
Y las escuchas en bocas ajenas
Y te alegras
Y te enojas contigo mismo como con todo lo que amamos con cierto egoísmo
Y uno se queda en casa, inerte y algo vacío
Acariciando aquel vocablo mudo llamado silencio
Siempre fiel, siempre contigo
Pero todo es ley de vida
Como un día me dijo el poeta Halley,
Si las palabras se atraen, que se unan entre ellas
Y a brillar, que son dos sílabas
Os invito también a que repasais las otras entradas de esta colección:
He leído este artículo y me ha hecho mucha gracia.
Está en el blog de la Fundeu, la Fundación del Español Urgente, de la que hemos hablado muchas veces en este blog.
Si no lo oigo, no lo creo
No queremos amargarle a nadie el Día de la Música. Al contrario, nos encantan las canciones y nos gusta fijarnos también en qué nos cuentan sus letras y en cómo lo hacen.
Por eso, sin otro ánimo que el de pasar un buen rato y aprovechar la menor oportunidad para hablar de lengua (¡somos así…!), hemos recogido un ramillete de canciones en las que los letristas han optado, por decirlo suavemente, por soluciones lingüísticas… discutibles.
Te las contamos a continuación, pero, como nada puede sustituir a la experiencia directa, te invitamos a escucharlas en la lista de reproducción (suena mucho más bonito que playlist) que hemos creado en Spotify.
1. Mecano y la ese de contestaste
Es un error frecuente, pero escucharlo en la voz de Ana Torroja en La fuerza del destino, incluso tantos años después, sigue dando una especie de escalofrío: «Te dije, nena, dame un beso / tú contestastes que no», así, con esa s que chirría en los oídos. Porque, en efecto, la segunda persona del singular del pretérito perfecto simple es, se ponga como se ponga Mecano, contestaste, sin ese.
2. La chica yeyé también era queísta
A veces no queda más remedio que comprender a los autores de las letras y mirar para otro lado ante pecadillos como el queísmo de La chica yeyé que popularizó Concha Velasco: «No te quieres enterar que te quiero de verdad». Intenta cantarla con el de que le corresponde y trata de no echarte a llorar: «No te quieres enterar de que te quiero de verdad».
3. El Fary apatrullando la ciudad
Apatrullando la ciudad, del Fary, es un himno a la labor policial y a la morfología alternativa. Que patrullando no encaja bien…, pues apatrullando y ya está.
4. Si sería un subjuntivo, mejor
Utilizar el condicional donde en realidad debe emplearse un subjuntivo es un error frecuente en algunas zonas. Juan Luis Guerra y Enrique Iglesias lo colocan con mucho ritmo en Cuando me enamoro: «Si la luna sería tu premio, yo juraría hacer cualquier cosa por ser su dueño».
5. La niña imantada de Love of Lesbian y el verbo andar
Otra de conjugaciones «poco convencionales». Algún imán descontrolado ha llevado a La niña imantada de Love of Lesbian hacia un tiempo verbal que no existe: «Como si andara en espiral». Lo apropiado habría sido usar el pretérito imperfecto de subjuntivo: «Como si anduviese en espiral».
6. El alma masculina de La Oreja de Van Gogh
En Paloma blanca, La Oreja de Van Gogh canta: «Que revolviste todo con tus alas, me despeinaste entera todo el alma». Es verdad que los nombres que empiezan por a tónica nos hacen dudar a veces, pero para eso estamos aquí: para echar una mano. Alma es un sustantivo femenino, por mucho que, cuando le antecede un artículo determinado, se emplee el masculino el.
7. Colgarme de cualquiera que le guste trasnochar
Lo dice Pereza en uno de sus mayores éxitos: Princesas. Y la verdad es que lo suyo habría sido algo como «Colgarme de cualquiera a quien le guste trasnochar». Y encaja con el ritmo casi mejor que el original. Pruébalo.
8. Baute, Sánchez y la ambigüedad de las fotos de Marbella
En este caso no hablamos de un error, sino de una curiosa ambigüedad. Carlos Baute y Marta Sánchez cantan en Colgando en tus manos: «Te envío las fotos cenando en Marbella». ¿Le envía las fotos mientras están cenando en Marbella o le envía las fotos que se hicieron cuando estuvieron cenando en Marbella?
9. La maledición de La Fuga
La primera persona del pretérito perfecto simple del verbo maldecir es maldije y no maldecí como canta La Fuga en Tan deprisa: «Maldecí todos los días que pasé junto a ti». ¡Maldita sea…!
10. El ramito de violetas laísta
Cecilia grabó en los años setenta su famoso Ramito de violetas, en el que había un par de laísmos de manual: «¿Quién la escribía versos? ¿Dime quién era? ¿Quién la mandaba flores por primavera?». La canción se ha convertido en un clásico, pero lo correcto desde el punto de vista lingüístico habría sido utilizar le.Años después, Manzanita la grabó de nuevo con otro aire y sorteó hábilmente el problema con el sencillo procedimiento de pasar el texto a segunda persona: «¿Quién te escribía versos? ¿Dime quién era? ¿Quién te mandaba flores por primavera?». Otros artistas grabaron ese tema en los años siguientes y no tenemos la certeza de cómo evolucionó el pronombre. Sí sabemos que, en 2017, 43 años después de su creación, India Martínez, deshizo el entuerto definitivamente y puso todos los le en su sitio.
Hasta aquí las diez que más nos han gustado, pero puedes encontrar otras en nuestra lista de Spotify. Y seguro que a ti, que como a nosotros te encanta la música y te vuelven loco las palabras, se te ocurren más. Compártelas en las redes sociales con la etiqueta #oírparacreer.
Hoy, 14 de diciembre, se celebra la festividad de San Juan de la Cruz.
Para recordar su figura os copio del Portal Carmelitano lo que dicen de él:
"Celebramos con gozo la solemne festividad de san Juan de la Cruz, el
hombre providencial que ayudó a santa Teresa de Jesús en la renovación
de la Orden carmelitana. Pero Juan de la Cruz no es solo el padre y
maestro espiritual del Carmelo Teresiano, sino que es el doctor de la
vida cristiana a través de sus escritos, llenos de poesía y de unción
del Espíritu Santo. Sus libros: Subida del Monte Carmelo, Noche oscura,
Cántico espiritual y Llama de amor viva le han merecido el título de
doctor de la Iglesia, conferido por el papa Pío XI en 1926, y un puesto
de honor entre los escritores místicos de todos los tiempos. Nació en
Fontiveros el año 1542; ingresó en el Carmelo a los 21 años. Para llevar
adelante la reforma de los carmelitas hubo de soportar muchos
padecimientos. Murió en Úbeda (Jaén) en la noche del 13 de diciembre de
1591."
Hoy le traemos a nuestro blog porque es el Patrono de los Poetas. Y qué mejor forma de celebrarlo que Amancio Prada cantando a San Juan de la Cruz en el Teatro Monumental en el 2015.
Hoy volvemos al tema con una nueva canción. En este caso se trata de "Camino Soria" de Gabinete Caligari. Una de mis canciones preferidas de mis ochenta y de Gabinete.
Mencionan a Gustavo Adolfo Becquer y a Antonio Machado en esta preciosa canción del año 87.
No me parece que deba extenderme sobre otros aspectos de la canción o el grupo, pero si os interesa el origen del tema os podéis leer este artículo muy interesante que he encontrado sobre ello:
Todo el mundo sabe que es difícil encontrar
En la vida un lugar donde el tiempo pasa
Cadencioso sin pensar y el dolor es fugaz
A la ribera del Duero existe una ciudad
Si no sabes el sendero, escucha esto:
Lentamente caen las hojas secas al pasar
Y el cierzo empieza a hablar, en una tibia mañana
El sol asoma ya, no llega a calentar
Cuando divises el monte de las ánimas
No lo mires, sobreponte y sigue el caminar
Bécquer no era idiota, ni Machado un ganapán
Y por los dos sabrás que el olvido del amor
Se cura en soledad, se cura en soledad
A la ribera del Duero existe una ciudad
A la ribera del Duero, mi amor, te espero
Voy camino Soria, ¿tú hacia dónde vas?
Allí me encuentro en la gloria que no sentí jamás
Voy camino Soria, quiero descansar
Borrando de mi memoria traiciones y demás
Borrando de mi memoria camino Soria
A la ribera del Duero existe una ciudad
A la ribera del Duero, mi amor, te espero
Voy camino Soria, ¿tú hacia dónde vas?
Allí me encuentro en la gloria que no sentí jamás
Voy camino Soria, quiero descansar
Borrando de mi memoria traiciones y demás
Borrando de mi memoria pasiones y demás
Todo el mundo sabe que es difícil encontrar
Lentamente caen las hojas secas al pasar
Bécquer no era idiota, ni Machado un ganapán
El olvido del amor se cura en soledad
Camino Soria, camino Soria
Camino, camino Soria
Camino, camino, camino Soria
Camino Soria, camino Soria
Soria, Soria
He pensado que hoy vamos a dar otra vueltecita de tuerca a la literatura y vamos a abrir una nueva sección en el blog titulada "Literatura y Música". Como estaréis imaginando vamos a atesorar aquí todas esas canciones que llevan literatura en ella.
Vamos a empezar con "Vailima" de Luis Eduardo Aute, qué preciosa canción:
He escogido este vídeo, aunque tiene un pelín de publicidad al final, pero me ha parecido qué estaban bien elegidas las imágenes.
Os dejo con la letra de la canción de Aute:
También pudiera ser
que huyéramos hacia el azul
con rumbo a un atolón
perdido en los mares del sur,
y allí te construiría
con corales y bambú
una cabaña bajo
un silencioso alud
de blanca luz.
Veríamos junto a las olas
a Daniel Defoe
bebiendo con John Silver
un barril de viejo ron,
a Robert Louis Stevenson
con una leve tos
jugándose a Maureen O'hara
al dominó
con Robinson.
Y el tesoro de la isla
yace bajo algunas rimas
en la cumbre prohibida
de Vaea, en Vailima.
Baroja y Joseph Conrad
raptarían a Melville
para ponerlo a salvo
de la airada Moby Dick;
con Shanti Andía bailaría
un tamouré Lord Jim,
cantado por Jacques Brel
desde su Plat Pays
en Tahití.
Del brazo irían Garfio
y Don Ramón del Valle-Inclán,
colgados de una nube
del Mar de Nunca jamás,
y el feo Bradomín,
católico y sentimental,
daría sus dos brazos
por poder volar
con Peter Pan.
Y el tesoro de la isla...
En la familia Robinson
habría un niño más,
el Pequeño Salvaje
que soñara Marryat;
perdido entre una flor
y una vahiné de Paul Gauguin,
Jonathan Wyss escribiría
con champán:
Felicidad.
En la taberna de Colón
sería carnaval,
Salgari se disfrazaría
de Cápitan Grant,
de carabela, Verne,
de Jack London, Sandokán,
de Yvonne de Carlo, tú,
yo, de lobo de Mar,
o de Simbad.
Y el tesoro de la isla...