Abril ha estado llenito de eventos literarios. Tantos, que se hace difícil estar en todos a los que uno querría asistir.
En abril la vida se convierte en el resultado de una formula matemática compleja: la suma de los actos a los quieres asistir, dividido por las horas laborales obligatorias. A eso le restas el tiempo que tardas en una ciudad como Madrid en llegar, y le sumas la variable del insomnio que, de un tiempo a esta parte, acecha en cuanto te saltas los horarios. Conclusión: Terminas haciendo más lo que puedes, que lo que quieres. Y ya lidiarás con los sentimientos y el dolor de cabeza.
Pero hay ocasiones en que quieres estar en uno de esos eventos, y qué bien, porque parece que todo va rodado para que lo consigas y además tienes encuentros inesperados y sales con esa satisfacción de haber hecho en ese día laborable algo más que trabajar. Me encanta esa sensación.
Eso, más o menos, ocurrió en la presentación del libro de Javier Díaz Gil "El mapa de tus cicatrices" en la Casa de Castilla La Mancha, el pasado martes 19 de abril. Le presentó Jose Manuel Carmona, querido poeta de nuestra tertulia, que le dió el toque distendido que necesitaba este poemario.
Y de los poemas de este libro ya no sé ni qué deciros. Cuando hablo de Javier Díaz me repito mucho. Pero es que la verdad solo tiene una cara. Con Javier disfruto de esa parte de mi vida, la literaria, que más me llena. Siempre decimos: "El trabajo nos da de comer, pero la literatura nos alimenta" y es cierto.
Javier es maestro, y es paciente, y generoso, virtudes todas que, juntas, no son tan fáciles de encontrar. Javier es mi compinche en ésto de las letras, además de mi amigo, y ha traido siempre tanto de bueno a mi vida que sería imposible no repetirme.
Su último poemario "El mapa de tus cicatrices" es un poemario ambicioso en poemas y paginas para lo que suelen serlo, pero ha sido escrito y reescrito con calma, mesura y muchas correcciones. Y el resultado ha sido un universo de poemas cercano y sentimental. Un poemario íntimo y cuidado. Cada vez que lo abro y releo algunos de sus poemas elegiría unos distintos para esta entrada. Porque todos son cotidianos, casi palpables, pero al mismo tiempo etéreos y valiosos.
Así que, un poco al azar en los gustos, pero con la premisa de que el blog no me deja anexar vídeos grandes, os dejo con algunos momentos del pasado 19 de abril.