Hoy 4 de marzo de 2018 es domingo. Y los domingos todos nos relajamos en las costumbres y solemos "Ponernos como el Quico", "Nos ponemos como El Tenazas" o nos "Ponernos las botas". Esto de "ponerse bien", es a gusto del consumidor, ya veis.
Todos sabemos, imagino, que cualquiera de estas expresiones alude sobre todo a darnos un atracón de comida, pero también puede ser un atracón de lo que sea.
¿Pero quién era Quico? Y la segunda pregunta que se me ocurre es era ¿Quico o Kiko?
He rastreado por internet, y no se sabe exactamente quién era "El Quico". He encontrado que en un artículo de un periódico habla de que ya en el siglo pasado, allá por el mil novecientos treinta ya hablaban ya de él:
El ABC del 15 de julio de 1933 informa
de los sucesos ocurridos en Sevilla el día anterior y habla de una
huelga de hambre en la cárcel «donde los comensales dimisionarios
volvieron al cargo enseguida, para ponerse como el Quico». El Siglo Futuro del
6 de noviembre de 1935 incluye un cuento para niños sobre el viaje de
Zoquétez y Atúnez al emperador Chin-cha-te en el que sus protagonistas
«se pusieron como el Quico de comer».
El mismo artículo también nos habla de que mucha gente señala que "El Quico" era oriundo de Aznalcazar y se llamaba Manuel Fernández Doña y aún los cronistas de esta localidad sevillana recuerdan el atracón
que se dio en un convite del Ayuntamiento por el día del Corpus en 1940.
«Se pegó una hartada de gambas muy grande y se puso malísimo», señalaba José Delgado en 2009 en el programa Abrapalabra de Canal Sur.
Sin embargo, parece que con "El Tenazas" hay más unanimidad en señalar a quién nos referimos.
¿Y quién era "El Tenazas"?
Bueno pues parece ser que sí que existió este señor "El Tenazas" y que fue un cantaor cuyo verdadero nombre era Diego Bermudez Cala y natural de Morón donde nació en 1850. Murió en Puente Genil en 1933.
"El Tenazas" fue ganador, con Manolo Caracol, del primer premio del Concurso de Cante
Jondo organizado por Falla, sobresalió en soleares, cañas y polos.
·El Tenazas de Morón" era conocido porque siempre tenía apetito ya fuera por la comida o por el vino. Y así ha pasado, gracias al lenguaje oral, de boca en boca.
¿Y lo de Ponerse las botas?
Nos ponemos la botas comiendo, nos ponemos las botas durmiendo, nos ponemos las botas leyendo y nos las ponemos viendo todas esas series que nos tienen "secuestrados".
Todos sabemos lo que son las botas, pero aún así vamos al Diccionario de la Real Academia y vemos que esas botas a las que alude la expresión son las de la segunda acepción de la palabra. La acepción que nos lleva al calzado.
Del fr. botte.
1. f. Calzado, generalmente de cuero, que resguarda el pie, el tobillo y, a veces, una parte de la pierna. Bota de montar, de montaña, de esquí.
2. f. Especie de borceguí de piel o tela que usaban las mujeres.
3. f. Esp. Calzado de material resistente que, por lo general, no cubre el tobillo y se usa para la práctica de ciertos deportes. Bota de fútbol.
La misma definición un poquito más adelante nos informa también de esta expresión:
ponerse las botas
1. loc. verb. coloq. Enriquecerse o lograr un provecho extraordinario.
2. loc. verb. coloq. Aprovecharse extremadamente, y muchas veces desconsideradamente, de algo.
3. loc. verb. coloq. Hartarse de algo placentero. Nos pusimos las botas en el restaurante.
¿Cual es el origen de esta expresión? ¿Por qué para hartarnos de algo, ya se comida, ya sea riqueza o provecho usamos esta definición?
Pues bien el origen parece estar en el hecho de que antiguamente solo se ponían las botas las personas que tenían riquezas. Las personas de clase alta que comían bien, que hacían grandes empresas o se enriquecían eran las que llevaban los pies y las piernas bien cubiertos, con mejores calzados que les resguardaban del barro del camino, de las lluvias o piedras, es decir, los que llevaban las botas.
Mientras que la gente humilde, los campesinos, labriegos, pueblo llano en general, solo tenían para llevar sandalias, alpargatas o sencillos zapatos.
De ahí que con el tiempo nos haya llegado en el lenguaje coloquial la expresión "ponerse las botas" ligada a la opulencia en alimentos o riquezas.
¡Cómo me gusta el lenguaje coloquial!
Y vosotros ¿Cómo os ponéis?
Y ponerse ciego ?
ResponderEliminar