“En medio del invierno aprendí por fin que hay en mí un verano
invencible”
Albert Camus
Albert Camus
Anoche terminé de leer el último
libro de Isabel Allende: “Más allá del invierno”.
Siempre que llega a mis oídos que
hay un nuevo libro de esta autora me alegro. Tengo debilidad por sus
personajes. Es verdad que después no todas sus historias me llegan de igual
manera, obviamente, pero siempre me quedo con alguna de las vidas que ha
inventado en él.
Esta historia enseguida me
enganchó, tiene pocos personajes. Tres son los protagonistas: Lucía, una
chilena alegre y vital, Evelyn, una joven guatemalteca frágil e ilegal y Richard,
un maduro profesor universitario norteamericano.
El argumento de éste último libro
de Allende cuenta como sus tres personajes sobreviven a un temporal de nieve
que cae en Nueva York, y de pronto sus vidas que no tenían nada que ver, como
consecuencia, de un accidente de tráfico se ven entrelazadas. La casualidad de su encuentro hará que sus vidas cambien.
La obra transcurre en la
actualidad, entre Suramérica y los EEUU de Trump. Aunque para contar la historia la autora va rompiendo
la linealidad del tiempo acudiendo al pasado de cada personaje para contarnos
quién es. Siempre da buen resultado hacer saltos en el tiempo, la prosa se vuelve
más ágil y entretenida y fluye mejor.
Con esta historia la autora
aborda muchos temas importantes: la emigración, la multiculturalidad de los EEUU, y sobre todo la
capacidad que tenemos dentro para “reinventarnos”, esa palabra tan de moda.
Me ha parecido una novela muy
entretenida, de la mano de cada personaje hemos paseado por algunas de las
realidades más terribles de nuestro tiempo: El golpe de estado de Chile, la
situación de los pobres en Guatemala, el terrorismo y crueldad de las maras, el miedo, el
desarraigo, la emigración, el alcohol, la pérdida de los seres queridos. La
verdad es que gracias a la historia de cada uno de sus tres personajes
principales hemos "vivido" mucho.
Como en otras ocasiones con la prosa
rica de Isabel Allende he disfrutado. Aunque, es verdad, que no es de
sus libros que más me haya gustado. Creo que es porque en ésta el personaje de Richard, el protagonista masculino, no me ha acabado de convencer. Sin embargo, me encantó su penúltimo libro, el de “El
amante japonés”, me pareció una historia más entrañable, me transmitió más y algunos de sus personajes creo que estaban muy bien construídos y las relaciones que se establecían entre ellos eran mágicas, cómo no puede ser de otra forma con el realismo mágico de la autora.
Pero supongo que esto es cuestión
de gustos, y habrá a quién le guste más éste último, con una temática mucho más
actual. De todos modos, Isabel Allende siempre nos hace dar un paseo muy, muy agradable por sus historias con esa forma de contar suya tan sencilla y tan sentimental.
Hay una cita por ahí que dice que somos los libros que leemos, y reconozco que mucho que hay en mí tiene que ser de los libros de esta autora porque no me he perdido ni uno solo de ellos y ya lleva unos cuántos. Desde que la descubrí con "Barrabás llegando por vía marítima..." no me he podido despegar de su forma de narrar tan dulce y tan atractiva. Me gusta mucho leer novelas de intriga y novela negra, pero siempre entre ellas vuelvo al último que haya sacado esta autora, sumergirme en su forma de narrar es como "volver a casa".
Hay una cita por ahí que dice que somos los libros que leemos, y reconozco que mucho que hay en mí tiene que ser de los libros de esta autora porque no me he perdido ni uno solo de ellos y ya lleva unos cuántos. Desde que la descubrí con "Barrabás llegando por vía marítima..." no me he podido despegar de su forma de narrar tan dulce y tan atractiva. Me gusta mucho leer novelas de intriga y novela negra, pero siempre entre ellas vuelvo al último que haya sacado esta autora, sumergirme en su forma de narrar es como "volver a casa".
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