Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

jueves, 12 de octubre de 2017

Un vídeo sobre Faros

Llanes. Asturias


Mi amiga Blanca sabe cuánto me gustan los faros y me regala este vídeo.

Los faros son tan sugerentes, tan románticos... Son mágicos.

Qué regalazo. Me ha encantado.


domingo, 8 de octubre de 2017

8 de octubre. Siempre será tu cumpleaños




Primera evocación

Recuerdo bien a mi madre.
Tenía miedo del viento,
era pequeña de estatura,
le asustaban los truenos,
y las guerras
siempre estaba temiéndolas
de lejos,
desde antes de la última ruptura
del Tratado suscrito
por todos los ministros de asuntos exteriores.

Recuerdo que yo no comprendía.
El viento se llevaba
silbando
las hojas de los árboles,
y era como un alegre barrendero
que dejaba las niñas
despeinadas y enteras,
con las piernas desnudas e inocentes.

Por otra parte, el trueno
tronaba demasiado, era imposible
soportar sin horror esa estridencia,
aunque jamás ocurría nada luego:
la lluvia se encargaba de borrar
el dibujo violento del relámpago
y el arco iris ponía
un bucólico fin a tanto estrépito.

Llegó también la guerra un mal verano.
Llegó después la paz, tras un invierno
todavía peor. Esa vez, sin embargo,
no devolvió lo arrebatado el viento.
Ni la lluvia
pudo borrar las huellas de la sangre.
Perdido para siempre lo perdido,
atrás quedó definitivamente
muerto lo que fue muerto.

Por eso (y por más cosas)
recuerdo muchas veces a mi madre:

cuando el viento
se adueña de las calles de la noche,
y golpea las puertas, y huye, y deja
un rastro de cristales y de ramas
rotas, que al alba
la ciudad muestra desolada y lívida;

cuando el rayo
hiende el aire, y crepita,
y cae en tierra,
trazando surcos de carbón y fuego,
erizando los lomos de los gatos
y trastocando el norte de las brújulas;

y, sobre todo, cuando
la guerra ha comenzado,
lejos —nos dicen— y pequeña
—no hay por qué preocuparse—, cubriendo
de cadáveres mínimos, distantes territorios,
de crímenes lejanos, de huérfanos pequeños...



viernes, 6 de octubre de 2017

De la palabra PISCOLABIS




Supongo que "piscolabis" es una palabra a extinguir. No creo que muchos jóvenes de hoy en día la utilicen. ¿No os parece?
Desde luego hay que reconocer que la palabra es sonora y original.



Nos dice el Diccionario de la Real Academia:

piscolabis


De or. inc.
1. m. En algunos juegos de naipes, como el tresillo, acción de echar un triunfo superior al que ya está en la mesa, con lo cual se gana baza.
2. m. coloq. Ligera refacción que se toma, no tanto por necesidad como por ocasión o por regalo.
3. m. Méx. dinero (‖ moneda corriente).


Yo creo que la mayoría de las personas la hemos utilizado con la segunda acepción. Aunque esa palabra "refacción" yo creo que no la había escuchado nunca.


refacción


De refección.
1. f. Alimento moderado que se toma para reparar las fuerzas.
2. f. Compostura o reparación de lo estropeado.
3. f. Restitución que se hacía al estado eclesiástico de aquella porción con que había contribuido a los derechos reales de que estaba exento.
4. f. Gratificación que se daba a los militares en compensación del mayor precio de los víveres, a causa de la contribución de consumos, de la cual estaban exentos.
5. f. coloq. Aquello que en cualquier venta se da al comprador sobre la medida exacta, por vía de añadidura.
6. f. Cuba. Gasto que ocasiona al propietario el sostenimiento de un ingenio o de otra finca.
7. f. Hond. y Méx. recambio (‖ pieza para sustituir a otra igual). Llanta de refacción.


Pero sí, efectivamente yo me estaba refiriendo a ese alimento moderado que tomas para reponer fuerzas.

Dice la Rae que su origen es incierto. Nos dice Roque Barcia en su diccionario etimológico que se supone que se ha formado por la unión de "pizca" y "labio". Y Amando de Miguel apunta que cree que se trata de un falso latinismo.

En la página de Etimologías de Chile, a la que solemos acudir porque es bastante fiable, también indican que aparece por primera vez en el año 1846 en un diccionario, y que seguramente será un "remedo castizo y burlesco", muy de argot madrileño, como ese "requeté" que tienen muchas palabras.




También con cierta gracia se formó es su sinónimo "tentempié", al que tendremos que dedicar otra entrada.


En cualquier caso y en lo que se refiere a "piscolabis", como veréis, incluso hay bares con ese nombre tan sonoro como el de la fotografía que tome en la Isla de Gran Canaria.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Ventanas y ventanas y ventanas

Dubrovnik - 2013


Nos gustaban las ventanas.

Eran promesa de misterio y de argumento, de otras vidas y sus historias.

Eran lugares mágicos y sugerentes. Hasta su mismo nombre lo era: "ventana", palabra originaria de la latina "ventus" o viento... Porque por ellas entraba el viento. Ventana de "ventus" y de la raíz indoeuropea "We": soplar.

Ventanas y ventanas y ventanas atesoradas por cada lugar por dónde íbamos pasando.


Escondían tanta vida dentro...

Asturias 2017



EEUU 2016




Eslovenia 2013






domingo, 1 de octubre de 2017

La Biblioteca de la Universidad de Oviedo



Si mi blog hubiera sido un perro, nada más ver esta puerta se hubiera puesto a mover el rabo y a salivar como su antepasado "el perro de Paulov".

Si mi blog hubiera sido un niño hubiera dicho: "¿Puedo entrar, di Rocío, puedo? Porfaaaaaa, solo un ratito ¿vale? De verdad que solo un rato muy pequeño".

Pero como solo es un blog el pobre no dijo nada, qué más hubiera querido él... Pero como le conozco, le conozco cómo si le hubiera parido y estábamos de vacaciones pues le dije: ¡Venga anda...! Y le dejé entrar. Un ratito solo.


Porque a mi blog le encantan las bibliotecas. No lo puede evitar. Son su debilidad.

Ese silencio que invita al recogimiento, todos esos libros en las estanterías esperando a ser cogidos, esas mesas de madera, esas mullidas butacas, esos puntos de luz... todos preparados para que tú solo puedas hacer una cosa: leer.


En esta ocasión fue la Biblioteca de la Universidad de Oviedo. Chula ¿verdad? Bien chula.

Sus orígenes se remontan al año 1608. Pero los inicios de su esplendor serían en el siglo XVIII. Campomanes, ministro de Carlos III, haría mucho porque ésto llegara a ser así.

Pero en la Revolución de Asturias de 1934, en un incendio que hubo se perdieron muchas de sus colecciones. Para empezar hubo que reconstruirla por fuera otra vez. Esa reconstrucción terminó en el año 1942. Y por dentro, aunque muchos de sus fondos se perdieron, ha seguido conservando algunos muy importantes e interesantes: Manuscritos como La Relación del viaje de Fray Diego de Ocaña por el Nuevo Mundo (1599-1605), o algunos Incunables, Impresos del siglo XVI, Impresos de los siglos XVII yXVIII, piezas sueltas del teatro antiguo español...

También ahora esta Biblioteca Universitaria es centro de recepción de visitantes y de conferencias relacionadas con los Premios Príncipes de Asturias. 

En general está muy relacionada con la vida y la cultura asturiana.

¡¿Cómo no iba a dejar entrar a mi blog un ratito!? Y dos...







viernes, 29 de septiembre de 2017

29 de septiembre de 2017. Cumplo un año más




Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños.

Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!

Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.


Ángel González

jueves, 28 de septiembre de 2017

Artículo sobre Marga Gil de Ana Marcos en El PaÍs


Os dejo hoy con un artículo sobre una casi desconocida Marga Gil, escultora. Yo la conocí a raíz de leer el libro "Las sinsombrero" de Tania Balló.

No os lo perdáis.

Quién fue Marga Gil y por qué debería interesarte (más allá de su suicidio por Juan Ramón Jiménez)

Con 15 años esculpía como si llevara toda la vida consagrada a la piedra

Expertos aseguran que sus ilustraciones inspiraron 'El principito'


"Si pensaste al morir que ibas a ser bien recordada, no te equivocaste, Marga. Acaso te recordaremos pocos, pero nuestro recuerdo te será fiel y firme. No te olvidaremos, no te olvidaré nunca". Juan Ramón Jiménez.



Marga Gil Roësset, pintora y escultura española.

Marga, la joven que el escritor recordó en un poema recogido en Españoles de tres mundos, se disparó un tiro en la sien a los 24 años. Justo después de entregarle una carpeta amarilla y decirle: "No lo leas ahora". Lo que se escondía entre esas tapas es el diario de esta precoz escultora e ilustradora. Una confesión de amor por Juan Ramón Jiménez que se acaba de publicar y sobre la que puedes leer en este artículo de El País. Las confesiones figuraban en un diario que desapareció en 1939, cuando tres asaltantes —Félix Ros, Carlos Martínez Barbeito y Carlos Sentís— robaron la casa de Juan Ramón Jiménez mientras estaba en el exilio.
Pero, ¿quién era esa mujer que con 13 años dibujaba con maestría barroca y a los 15 esculpía con la misma facilidad y técnica que un consagrado a la piedra durante años?
- Marga Gil Roësset nació en Las Rozas, a las afueras de Madrid, en 1908, bajo amenaza de desahucio. Su madre Margot desoyó al médico y se empeñó en sacarla adelante. No solo alargó la vida de su segunda hija hasta que ya no pudo decidir su destino, también le inculcó la pasión por las artes. Ana Serrano, experta en su obra y comisaria de una exposición dedicada a Marga Gil en el Círculo de Bellas Artes en el año 2000, es además autora de un blog donde se disecciona de manera exhaustiva el legado de esta artista. O lo que queda de él porque en su afán destructor intentó acabar con cualquier atisbo de su patrimonio horas antes de suicidarse.
- Era una artista precoz: Con 13 años Marga ilustraba los cuentos de su hermana mayor Consuelo por orden de su madre y con la promesa de conseguir la merienda. Con estas tretas, Margot Roësset consiguió que sus hijas quedaran atrapadas en la escultura y la escritura. "Son ilustraciones fascinantes, como hechas a pluma con algo de color; parecían más grabados que dibujos, pero grabados de Doré o de Piranesi", escribió Ana Serrano en el catálogo que acompañaba a la muestra.
Toda la obra que queda de Marga Gil son 26 figuras, que en realidad son 16, porque 10 son réplicas. "Son como fantasmas, grandes, duras, fuertes, de granito, vanguardistas... un crítico varón diría que viriles", apuntó la experta. Sus padres, antes de poner cualquier adjetivo, decidieron llevar a su hija de 15 años al taller del maestro Victorio Macho, precursor de la escultura contemporánea española, para que terminara de encaminar esas manos. "Macho no quiso adulterar con tácticas de manual el sofisticado talento de una damita con ramalazos de genialidad sin amarre", escribió Antonio Lucas en un delicioso perfil en El Mundo. Gil siempre fue autodidacta.
- ¿Inspiró a El principito?: En 1933 se publicó un libro de canciones con texto en francés y español de su hermana Consuelo, música de su cuñado José Mª Franco, y tres ilustraciones suyas. "Una de las cuales, 11 años anterior a las de El principito de Saint-Exupèry, es tan parecida a las de este cuento que todo el mundo que la ve se supone que le imitó. ¿Conoció Saint-Exupèry las ilustraciones de Marga? Es más que probable que sí", asegura Serrano en su blog.
- El amor prohibido: "... Qué sé yo por qué te quiero tanto ... vamos ... sí sé ... comprendo muy bien que se quiera así ... pero ... querría no quererte tanto ... aunque mi única razón de ser ... es esa... y también mi única razón de no ser ... ... En amor ... no cabe una intervención razonada... quieres o no quieres".
Estas líneas pertenecen a uno de los pasajes que días antes de que aparecieran los diarios de Marga Gil, El Cultural, suplemento especializado de El Mundo, publicó del libro editado por la Fundación Lara. La pasión de la escultora por el escritor se desató en un recital de ópera en 1932. Él tenía 51 años y estaba casado con Zenobia Camprubí a quién Gil había regalado un cuento cuando era una niña en condición de admiradora de la traductora de Tagore. Desde aquel día Marga Gil tuvo que lidiar con los arrestos de un amor no correspondido y los embistes de una mente superdotada. "Dormía poco, abandonaba el comer. Café, té, vida abreviada. No le importaba seguramente vivir. Una estoica", escribió Juan Ramón Jiménez en un análisis desafortunado de la situación de una mente genial que ya no respondía a la creatividad artística con la medida de los cánones.
El escritor Benjamín Prado versionó en un poema este final trágico con la mirada más precisa del espectador, contraria al del protagonista. Extraemos estos versos:
Estamos en el año 1932 y Marga se enamora de Juan Ramón Jiménez. Es una chica oscura. Hay un túnel que une su corazón y el ruido de los bosques. Un día entra en la casa. Un día escribe ya nada me separa de ti, salvo la muerte. Luego, todo se termina. Casi podemos verlo: 28 de julio; el cielo es muy azul; puede que unas palomas se escapen del jardín al oírse el disparo.
- La tumba de Marga Gil: "En Las Rozas (en el chalet de su tío Eugenio de esta localidad es donde murió), en el cementerio antiguo, no se sabe dónde, pues una bomba de nuestra última guerra cayó allí y destruyó únicamente su lápida, como si el azar quisiera ayudarla a borrar todo vestigio de ella misma, reposa junto a sus padres Marga Gil Roësset, que dejó de vivir por su propio deseo el 28 de julio de 1932", escribió Ana Serrano.