"Llovía a cántaros. Como la tarde que
mataron a ese. Que si lo mataron, por algo sería. Y que yo sepa, mi hijo no
fue. Así que a ver por qué va a tener que pedir perdón".
Anoche terminé de leer
“Patria “de Fernando Aramburu.
Lo he disfrutado mucho,
me ha parecido muy entretenido, muy variado, interesante e instructivo.
Supongo que todos
sabréis cual es su tema. “El conflicto” cómo se ha venido llamando. Y cómo ha
afectado día a día, minuto a minuto, a la sociedad del País Vasco.
Para ello el argumento
cuenta la historia de dos familias de un mismo pueblo que eran muy amigas y que
se distancian y enfrentan a causa del “conflicto”, a causa de la ETA. El hijo
de una de ellas es etarra, y el padre de la otra termina siendo asesinada por
los miembros de ETA.
El escritor utiliza la
técnica del multiperspectivismo, así que vamos a ir conociendo como se cuenta
la historia desde el punto de vista de cada uno de los miembros de las dos
familias a los que conocemos por sus nombres de pila. Una tiene dos hijos y la
otra familia tres hijos. Por eso también es una novela coral con múltiples
protagonistas.
Al usar esta técnica
conocemos muy bien a los personajes, su mundo interior y sus acciones.
Personajes que son como somos todos, imperfectos, contradictorios con días
buenos y días malos en los que equivocamos las acciones, personajes que sufren
y que quieren ser mejores pero a veces lo consiguen y otras no. El Txato, el
empresario vasco a quién ETA le exige el impuesto revolucionario, el dueño de
una empresa pequeña de camiones; la preocupación de su mujer Bittori, ama de
casa, y muy amiga de la otra madre, a quién el asesinato de su marido parte por
la mitad. Los hijos de los dos primeros, Xavier el médico reservado, y Nerea la
hija que no quiere que se sepa que es la hija de una víctima de ETA, la hija
que no quiere crecer pero que termina evolucionando, creciendo. Y en la otra
familia la madre Miren, la que manda en la casa, la fuerte, la que defiende la
causa y a su hijo etarra dónde y cómo sea. Su marido Joxian más sentimental,
más dócil, muy buen amigo del marido de la otra familia. Y sus tres hijos: Joxe
Mari, el joven que se va implicando cada vez más con la causa armada. Arantxa,
la hija que siempre estará en contra de lo que hace su hermano, y quién tiene
mala suerte a causa de una enfermedad y Gorka, el pequeño, el intelectual, que
no quiere saber nada del “conflicto”, a quién le gusta escribir y lo hace en
euskera.
Para mí mi personaje
favorito es Arantxa. Y un poco también Gorka. Me han gustado mucho sus
historias.
Podría parece que al
usar el multiperspectivismo la historia nos puede parece repetitiva, pero la
verdad es que a mí no me lo ha parecido. Con la visión de cada personaje la
historia va transcurriendo, no se detiene, vemos evolucionar la postura de cada
uno de los personajes y por tanto no se detiene. Y eso que la novela es
larguita, más de seiscientas páginas, 125 capítulos, pero sus capítulos son muy
cortos, y a mí me ha resultado muy fácil de leer, muy ágil, al ir cambiando tanto
de personaje, vamos cambiando muy rápido de vida y de su devenir. Temporalmente
abarca un período de tiempo de más de veinte años.
Me ha gustado la forma
de escribir de Aramburu, mezclando la tercera con la primera persona,
escribiendo como a ráfagas, mezclando personas, tiempos verbales, rompiendo la
linealidad. Espacialmente estamos en el País Vasco, por tanto el lenguaje tiene
muchos vocablos (amona, aita, ama, osaba...) y giros del vasco, verbos en
condicional, que sustituye al pretérito imperfecto de subjuntivo.
Solo había leído algún
relato corto de este autor, nunca una novela entera. Y me ha gustado su estilo
desenfadado, directo, con esa mezcla entre el vasco y el castellano, entre
estilo directo e indirecto, en tiempos verbales y vocablos.
Y nunca había leído
sobre la ETA, así que para mí ha sido casi como un descubrimiento por partida
doble. No es que pensara que este tema me fuera a gustar, por supuesto que no, no
es un tema agradable ni amable, es muy duro, pero es la realidad con la que
hemos crecido. Muchos, desde que tenemos uso de razón y por suerte, hemos
sabido de los atentados por la televisión o la prensa. Pero hemos crecido con
los atentados de ETA. Sin embargo gracias a este libro sabemos, o nos hemos
acercado aún más, a como se vivía teniéndolo tan cerca, asistiendo de testigos
a las presiones que había que soportar. Y aunque nos lo habíamos imaginado,
gracias a la variedad de personajes de Patria nos hemos podido adentrar más en
cada punto de vista. Todo se vive más en los pueblos pequeños que en las
grandes ciudades, y cuando es algo tan horrible, tan intenso como esto, pues se
llega a esas actitudes de intransigencia, cobardía, tristeza y demás. La postura
de la Iglesia, de las pandillas de jóvenes, la interacción de las familias
vascas con las que creen que no lo son, pero conviven día a día… Muchos
subtemas se tocan aquí.
Me ha costado despedirme
de estos personajes. Es de esas novelas que te gustaría que alguien te
mostrara cinco años después de su final, cómo han continuado viviendo. Me ha
atrapado. Para mí es muy recomendable esta novela. Mucho.