En el paseo marítimo de Calafell, el pueblo costero de Tarragona, hay una antigua casita de pescadores donde veraneaba Carlos Barral.
Carlos Barral, fue poeta de la generación de los 50, como Gil de Biedma, gran amigo suyo. También fue un editor muy importante. Al principio nadie apostaba por esa pequeña editorial, pero con el tiempo Seix Barral llegó a ser una de las que más prestigiosas e influyentes, y no solo aquí, sino también en el mundo editorial internacional. Creó también varios premios importantes gracias a los cuales en España llegamos a conocer a escritores como Vargas Llosa, García Marquez y tantos otros. El premio Biblioteca Breve, el Prix International de
Littérature y el Prix Formentor, otorgados ambos entre 1960 y 1967.
Cuando su socio murió siguió en solitario con Barral Editorial, creando el premio Barral de Novela.
Aquella casita de pescadores en Calafell, que tan buenos recuerdos le traía de su infancia, sigue abierta. Es ahora una casa/museo que se puede visitar. Con las puertas y las ventanas de un intenso color azul y sus vigas de madera también pintadas, la vieja casa de pescadores se mantiene erguida, en pleno paseo marítimo, contra viento y marea.
Es pequeñita, está salpicada de objetos y frases, fotos y recuerdos.
Es un lugar muy agradable.
Pero sobre todo en ella se respira el amor por el mar, y la literatura.
“Eran unas discusiones muy agradables, hasta que se emborrachaban completamente, y entonces yo los mandaba a la mierda”. Yvonne, editora y mujer de Carlos Barral.
"Fue el único que confió en un muchacho que le llevaba un original para
publicar por primera vez. Fue mi editor más importante y mi mejor amigo" Juan Marsé
"Ha sido un hombre importantísimo, sobre todo como editor. Ahora estamos
descubriendo a autores que él ya había editado en los años cincuenta" Eduardo Mendoza
"Carlos tradujo muy bien y muy tempranamente a Rainer Maria Rilke. Recuerdo un verso: ¿Quién habla de victoria? Sobreponerse es todo. Ha sido uno de los últimos editores". Jesús Aguirre