“...quizás es cierto que me gustan los faros porque soy desorientada. Me siento todo el tiempo a la deriva y por eso la imagen del marinero perdido en altamar me parece tan angustiante”.
Este libro me hizo un guiño desde la caseta de la librería "Tipos Infames" en la última Feria del Libro de Madrid.
Todo confluyó para que yo me rindiera ante ese guiño: la Feria del Libro es uno de mis lugares favoritos para comprar libros, la librería Tipos Infames de Madrid es una garantía de calidad, la portada del libro tiene una imagen con un faro y su título es "Cuaderno de Faros". No pude hacer otra cosa que acercarme hasta la caseta y hojear el libro. Con lo que me gustan los faros, me venció. Recuerdo que el librero me dijo que era un libro muy especial, y tengo que reconocer que lo es.
Este "Cuaderno de faros" está a caballo entre ensayo y cuaderno de viaje. O quizá sea un cuaderno de cuadernos, de notas de acá y allá, donde la autora siguiendo su obsesión por coleccionar los faros ahonda en ellos en todos los sentidos.
El libro está dividido en seis capítulos con una extensión variable que, en principio, está dedicado cada uno a un faro. Nos habla de Yaquina Head en Oregón, después Jeffrey's Hook o el pequeño faro rojo de Nueva york, a continuación el faro de Montauk Point de la isla de Montauk también en el estado de Nueva York, después del faro de Goury en Normandía en la península de Hague, el Faro de Blackwell un faro histórico también en Nueva York y por último el Faro de Tapia de Casariego en Asturias.
Pero unas veces el capítulo está más enfocado al faro, y otras se ocupa del viaje hasta el faro y entre tanto habla de todo: Fareros, naufragios, leyendas, animales marinos... y anécdotas personales salpicándolo todo. Habla de faros que existen, otros que ya no como el de Alejandría, y otros que solo son ficticios.
Por ello tiene muchas referencias literarias al faro, los fareros, la soledad, la locura y todo lo que los envuelve. Muchas referencias a Virgina Wolf y su "Al faro", a Verne con "El faro del fin del mundo", a Herman Melville, Poe, Durrel, Homero, Joyce... incluso Cernuda.
Hay mucha literatura en este "Cuaderno de faros". También hay alusiones a "El faro por dentro" de Menchu Gutierrez o "El faro del fin del Hudson" por Muñoz Molina. Y muchas anotaciones sobre Walter Scott, Stevenson, Mishima...
No solo es una colección de faros, sino que también es una colección de apuntes y reflexiones de todo tipo: literarias, filosóficas... cotidianas. De todo tipo.
Es un libro raro y corto, pero está salpicado de información, con un tono íntimo, cercano,muy poético y reflexivo muchas veces. Tiene mucho de nostalgia también. Es un libro especial, que no puede gustar a todo el mundo, pero desde luego a mí me ha atrapado.
Me he sentido identificada con la autora en muchas ocasiones, para empezar y por supuesto en esa pasión por coleccionar los faros. Yo también, como muchas personas, los colecciono y viajo para conocerlos, como colecciono también libros, librerías, fotos, álbumes, bibliotecas... Y entiendo su pasión entre placentera y angustiante.
Una delicia este "Cuaderno de faros".
María Jazmina Barrera Velázquez nació en la Ciudad de México en 1988. Es
licenciada en Literaturas Modernas Inglesas de la UNAM y fue becaria de
la Fundación para las Letras Mexicanas y del programa de Jóvenes
Creadores del Fonca. Ha ejercido como traductora, redactora y editora en
varios medios impresos y digitales. También recibió la beca Fulbright
en 2011 y 2014, y en 2013 ganó el premio Latin American Voices de ensayo
por su libro Cuerpo extraño. Es editora y socia fundadora de Ediciones Antílope.
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