La vida es una continua elección.
La primera decisión era: ¿Me quedo en casa descansando que es viernes y estoy mataita de madrugar y corretear toda la semana? o ¿Me voy de concierto?
Claaaro. ¿Pues que vas a decidir? Te vas de concierto. La segunda elección era: ¿Me voy al concierto de Javier Ruibal? ¿O al de Vicky Gastelo?
Jooooo. ¿Y por qué tienen que ser el mismo día? fue la primera reacción.
Pasadas las primeras lamentaciones había que decidir ya, que el tiempo apremiaba, y en Madrid ni puente ni nada, habría gente sí o sí. Y no os quiero contar lo que nos gusta una fila en Madrid...
Total, una vez contemplados los pros y las contras, el dolor estaba asegurado, me perdiera al que me perdiera.
Vamos, que elegí a Gastelo. Ruibal, te debo una.
Y allá que estuve, primero guardando religiosamente mi fila de una horita larga. Eso sí, sentadita en un murete de un jardín bienchulo que tiene el Museo Lázaro Galdiano. Ni tan mal ¿no? Y luego disfrutando de un concierto bien agradable, como a los otros dos que he ído de esta chica, que además es bien maja. Y escuchamos, y cantamos y todo.
La Junta del distrito de Salamanca con el Museo Lázaro Galdiano tiene estos "Acústicos de Buenavista" que merecen la pena. Y el 28 de abril, bien de veces que te lo dije, venía Vicky Gastelo. ¿Te acuerdas? ¡Que no se nos olvide!
Y no se nos olvidó.
¿Qué mas se puede pedir para el comienzo de un puente?