Y ocurre que, de pronto, te llaman por teléfono y te ves quedando a cien por hora, y te ves en un coche y te ves en un concierto. Un concierto de los que te gustan porque te sabes casi todas las canciones, que será largo y ¡gratis!
Ole y ole.
Y por si acaso, meriendas antes, y por si acaso, te pones cómoda y por si acaso, vuelves a comer, ay madreeee, y por si acaso llegas con tiempo, y al final más de una hora larga, de pie, haciéndote fuerte cerca del escenario para que no os quiten el sitio, pero es que estás cerca, cerca ¡cerquísima!
Y oye, qué bien estuvo el concierto de Rozalén en Torrejón. Cantó un montón entre las que cantaba enteras y las que cantaba a trocitos. Hubo dos tristes pero bien bonitas y el resto muy animadas. Y Rozalén, pues ya sabes, le gusta a todos los públicos porque es bien maja. Ir a uno de sus conciertos es ir a una fiesta.
Y aquí estoy... esperando ya el próximo.
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