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sábado, 9 de enero de 2021

Filomena

 


Recién terminada la Navidad, cuando aún no nos había dado ni tiempo a guardar los belenes, las luces de colores, el ánimo festivo y familiar, llegó Filomena.

Y aunque, muy educada, había avisado de su llegada, su arrolladora presencia nos cogió por sorpresa.

Cómo íbamos nosotros a pensar que nos haría aparcar la nostalgia y la preocupación por la enfermedad, la desidia y los buenos propósitos, la cuesta de enero y la desgastada realidad.

Cómo íbamos nosotros a imaginar semejante fenómeno de la naturaleza. 

Suavemente, de puntillas, como si nos susurrara al oído: estoy llegando, lo hizo. Pero una vez aquí, devino en protagonista. Cuánto le gustaba destacar, cómo consiguió la atención de cada uno, de todos.

Que levante la mano quién no ha mandado una foto de los días que pasó aquí con nosotros.

Con su mirada tranquila y la piel pálida.

Con su talante juguetón y esas carnes mullidas que ganas daban de tocar, de revolcarse en ella, de... ay de vaya usté a saber qué.  

Su silencio se apropió de las calles y los parques. 

Su inmensidad copó las enormes avenidas y el techo de todos los edificios.

Su talante conciliador igualó las aceras con el asfalto, acaparó todas las conversaciones y las noticias, se adueñó de nuestros días y nuestras noches, nos dió la vuelta, vaya si nos la dió,

y nos mostró otra ciudad, más luminosa, más quieta, más blanca. 

Casi de ensueño.

Filomena  consiguió que viéramos lo nunca habíamos visto, que viviéramos lo que nadie imaginaba vivir, a estas alturas, por primera vez.

Cuando llegó era una historia de amor que comenzaba, una novedad, una ilusión, una delicia que nos tenía encandilados.

Pero ay después, después Filomena era tan intensa... que te apabullaba. 

Se volvió acaparadora, opresiva, peligrosa.

Se volvió inolvidable.


 

Y lo malo era que venía a quedarse con nosotros varios días. 

Varios.

Y nadie sabía ni cuántos.

2 comentarios:

  1. La verdad es que ha sido impresionante, ¡Y yo me lo he perdido!. Por cierto, mi bisabuela se llamaba Filomena. Un beso Ro!!!

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    1. Hasta la palabra "impresionante" se queda corta. Y sí te lo has perdido, pues la verdad es que creo que te hubiera encantado. ¿Y tu bisabuela era también de armas tomar? Un besazo amiga

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