El otro día estuve visitando la exposición de fotografía que hay en la Fundación Canal de Madrid, en la calle Mateo Inurria.
Se trata de la exposición de fotografía dedicada a Vivien Maier. Una fotógrafa que murió en la indigencia, sin que nadie hubiese visto sus fotografías. Ella había sido niñera y fotografíaba por afición.
Su archivo fotográfico fue descubierto por casualidad, y desde ese momento está considerada como uno de los mejores referentes mundiales de fotógrafa de la calle. En 2007 John Maloof, que buscaba fotografías de época para ilustrar un libro sobre Chicago, encontró decenas de miles de carretes sin revelar en una subasta.
Decide revelar algunos y poner a la venta las imágenes en internet. De
esta manera, los descubre Allan Sekula, que se da cuenta de su verdadero valor e intenta conocer a la autora, que ha fallecido en 2009.
Nació en Nueva York en 1926. La fotógrafa trabajó como niñera en Chicago durante cuatro décadas, previamente lo había hecho en Nueva York. No se sabe mucho de su vida, salvo que trabajaba con familias de dinero y siempre exigía tener un candado en su habitación. En los años 50 y 60 fotografiaba en la calle a niños, a indigentes, a damas de la alta sociedad a quiénes solía fotografíar con gesto airado porque las empujaba previamente... Y se sabe también que revelaba pocos de sus carretes, la mayoría aparecieron sin revelarse (se supone que no tenía mucho dinero para hacerlo), con lo cual ni tan siquiera vió muchísimas de las fotos que hizo. Murió en una residencia de ancianos en el año 2009, muy pobre, sin saber lo importante que llegaría a ser su obra.
Me gustan mucho sus fotografías de niños. y especialmente también todas estas en las que ella aparece en un espejo, en un reflejo, su sombra en cualquier lugar, siempre buscándose a sí misma.
Si podéis no os perdais esta exposición, estará hasta el 16 de agosto.
Os dejo un enlace en el que Isabel Coixet en el programa de Atención Obras de la 2 habla de ésta fotógrafa.
Rocío, acabo de ver la exposición.
ResponderEliminarMe ha encanrtado, qué bien has hecho en insistir en que fuera a verla.
Me han gustado mucho sus autorretratos pero es que ninguna foto tiene desperdicio, merece mucho la pena la exposición.
Un beso amiga
Javier