"Das war ein Vorspiel nur, dort wo man Bücher verbrennt, verbrennt man
am Ende auch Menschen." (Eso sólo fue un preludio, ahí en donde se
queman libros, se terminan quemando también personas.)
Heinrich Heine
"In der Mitte dieses Plätzes verbrannten am 10 Mai 1933
nationalsozialistische Studenten die Werke hunderter freier
Schriftsteller, Publizisten, Philosophen und Wissenschaftler" - "En
mitad de esta plaza estudiantes nacionalistas quemaron el 10 de mayo de
1933 las obras de cientos de autores, periodistas, filósofos y
científicos."
Uno de los lugares de los que tenía que dejar reseña en este blog, sin lugar a dudas, es el Memorial de la quema de los libros que existe en Berlín, en la plaza Bebelplatz.
Este lugar es famoso porque se llevó a cabo en este lugar el 10 de mayo de 1933 la famosa quema de los libros por parte de miembros de las juventudes hitlerianas y los "camisas pardas" (la SA, una organización tipo milicia del partido nacionalsocialista alemán), instigados por el ministro Goebbels.
Dicen que los nazis quemaron cerca de 20.000 libros de filósofos, científicos, poetas, narradores y demás, que previamente había acarreado en carretillas y camiones hasta la deplorable pira. “Hemos dirigido nuestro actuar contra el espíritu no alemán.
Entrego todo lo que lo representa al fuego”, gritó un joven estudiante
de 23 años antes de arrojar una pila de libros a la llamas. Esa acción se repitió en muchas plazas de muchas ciudades (21 he leído), los estudiantes nacionalsocialistas querían terminar con todas las obras que, según ellos, iban en contra de sus idearios.
Entre los intelectuales y artistas alemanes comenzó en 1933 el éxodo. A otros autores que no emigraron, se les prohibió la
publicación de sus libros en Alemania. Ya para 1934, existía una lista
con más de 3 mil publicaciones censuradas.
El poeta Heinrich Heine, de origen judío, era uno de los tantos autores que los nazis
querían hacer desaparecer de las bibliotecas. Una frase de Heine, muerto
en 1856 en su exilio parisino, del año 1817, resulta que finalmente fue profética. Es la frase que encabeza esta entrada.
La Bebelplatz, que se llamó anteriormente Opernplatz, es una plaza grande de Berlín que está al sur del bulevar que recorre la ciudad de este a oeste (Unter den Liden o Bajo los Tilos) y donde se halla el edificio de la Ópera (actualmente en obras), varios edificios de la Univesidad Humboldt y la Iglesia católica más antigua, la Catedral de Santa Eduvigis.
De casualidad este año, un 10 de mayo también, yo estaba en Berlín. ¿Cómo no iba a visitar este lugar?
El memorial de la quema de libros tiene una placa con la inscripción que encabeza la entrada. Se trata de una habitación blanca bajo un cristal con las estanterías vacías. Espero que podáis apreciarlo en las fotos. Sinceramente no es el memorial que más me gustó de Berlin, una ciudad llena de Memoriales, pero tiene tanta importancia que se merecía una parada.
¿Has estado por Berlín? ¡Qué bien! Me gustaría hacer ese viaje.
ResponderEliminarEsto de la quema de libros es algo que se ha repetido muchas veces a lo largo de la historia, ¿verdad?. Menudo afán. Nuestro compañero José León también narra un hecho similar en tierras de Al-Andalus. Parece que para algunos los libros son más peligrosos que las mismas armas, sobre todo cuando rebosan de la apertura de miras de la que ellos carecen.
Un beso
Sí Iñaki, me he escapado unos días este mes. Efectivamente lo de la quema de libros como la destrucción de monumentos, o del patrimonio cultural sea cual sea es una barbaridad, es decir, de bárbaros. Es una lástima que pasen los siglos que pasen siga sucediendo. Muchas gracias por tu comentario Iñaki. Un beso
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