"Sobre el asfalto
parecían haber desaparecido para siempre las huellas del invierno". Esta es la primera frase que debía aparecer en el relato para poder participar en el I Concurso Literario de cuento corto "Madrid Sky". Las bases también decían que tenía que tener una extensión de un folio como mínimo a doble espacio y dos como máximo.
Bueno pues participé yo y otros 234 autores con sus relatos. Y al final quedamos diez finalistas. El pasado jueves día 26 de junio de 2014 nos reunieron a todos para decidir el ganador y dos finalistas. Fue un evento organizado por el grupo literario Primaduroverales del Taller de Creación Literaria de la Casa del Reloj de Madrid. Leímos en público los diez relatos, el jurado los comentó, hubo un audiovisual sobre este grupo y finalmente se leyo el acta. Después de todo quedé como segundo finalista.
Pero sobre todo lo que quiero contar es que los organizadores lo prepararon todo con mucho mimo, con sumo detalle. Fue un certamen donde el dinero del premio procedía de los beneficios de la venta de un libro que habían publicado con cuentos de los integrantes del taller, querían devolver a la literatura lo que ésta les había dado, nos contaron. Qué buena idea. También fue un certamen donde el jurado nos comentaba a los finalistas por qué había elegido como finalista a tu relato en ese momento en el que se leía en público (la primera vez en mi vida que veo algo así), donde los organizadores te hacían sentir bien y donde consiguieron que la literatura se volviera una celebración. No se puede pedir más.
Pero sobre todo lo que quiero contar es que los organizadores lo prepararon todo con mucho mimo, con sumo detalle. Fue un certamen donde el dinero del premio procedía de los beneficios de la venta de un libro que habían publicado con cuentos de los integrantes del taller, querían devolver a la literatura lo que ésta les había dado, nos contaron. Qué buena idea. También fue un certamen donde el jurado nos comentaba a los finalistas por qué había elegido como finalista a tu relato en ese momento en el que se leía en público (la primera vez en mi vida que veo algo así), donde los organizadores te hacían sentir bien y donde consiguieron que la literatura se volviera una celebración. No se puede pedir más.
Aquí os dejo con mi relato.
Con nieve hasta el ombligo
Rocío Díaz Gómez
Sobre el asfalto
parecían haber desaparecido para siempre las huellas del invierno. Y yo, por
más que buscaba, no conseguía ver ya nieve en el arcén de aquella carretera que
nos devolvía a nuestra casa.
La nieve… Blancos montones
en los que mi hermana y yo, días antes, hundíamos los pies para comprobar su
espesor. A los catorce y descarados años de mi hermana la nieve le cubrió por
encima de las rodillas, pero a mis inocentes y regordetes ocho años ¿Nos tapaba
el ombligo? Increíble. Fantástico. Y qué risas andar por la nieve, que no
puedes y no puedes por mucho que lo intentes, y te caes y te tiras bolas y
todas te aciertan en la cabeza porque no puedes ni moverte un milímetro. Qué
divertido. Nunca habíamos pisado tanta nieve. Pero sabíamos que a la vuelta, empapados
cómo estábamos, mamá se enfadaría. Por lo de resfriarnos y todo eso. Así que
durante el camino ideamos un plan: Le recordaríamos todas esas veces que dijo
cuánto nos iba a gustar la nieve, lo blanca y lo blanda que era, cómo brillaba
a la luz de la luna. Con cara angelical admitiríamos que era verdad cuánto dijo
para convencernos, porque no queríamos trasladarnos al pueblo de su novio, tan
lejos de nuestra vida de antes. Sí mamá, diríamos, todo era cómo nos decías: la
nieve, tu novio, la felicidad. Y riendo nos abrazaría aún empapados y todo.
Sería genial, no reía mucho últimamente. Mi hermana tampoco. Aunque en la
nieve, volví a escucharle esas carcajadas suyas tan fuertes que parecía que su
cuerpo iba a partirse por la mitad, o que la boca saldría volando… Pero cuando llegamos
a casa mamá, quizás atareada, no nos regañó aunque dejáramos un camino de
enormes gotas por el suelo a nuestro paso. Aún así, nosotros nos fuimos a
quitar la ropa, como dijo mi hermana, que a veces manda más que mi madre, y entonces
yo le recordé nuestro plan de contarle lo de la nieve a mamá. Pero ella me
contestó: “Canijo, otro día, para la cena tengo otro plan más divertido…” Tenía
que haber hecho caso a mi hermana y contárselo a mamá al día siguiente, no en
la cena. Pero me moría de ganas de contárselo, estaba tan callada, quería verla
reír… Lo malo fue que nada más comenzar, mi hermana preguntó al novio de mama “Y
hablando de nieve, dentro de un par de inviernos que complicado ¿no? ¿Con quién
jugarás a tirarte bolas: con mi hermano o con otro niño, por ejemplo, el mío? ¿O
debo decir el nuestro?” A mi madre se le cayó la cuchara. Y tan blanca como la
nieve miró por encima de los platos a su novio que gritó: ¡Eso es mentira! Yo
no entendía nada. Pero ya no sé si fue mi madre o mi hermana quién gritó: ¡Eres
un cerdo! Yo seguía sin entender nada. Pero comenzó un lío de gritos,
¡mentira!, y lloros, ¡cerdo!, y sillas que se caen y platos que vuelan. Increíble.
Nunca había visto nada igual… ¡Vaya día!, pensaba esa noche en la cama, primero
la nieve, y luego esa cena. No será nada aburrido vivir aquí, concluí antes de
dormirme. Qué engañado estaba.
Porque
diez días después los tres volvemos a nuestra casa en el coche. Mamá me ha dicho
que a los lados de la carretera aún quedará nieve, que aunque hayan pasado días,
si no hace sol, tanta nieve no se deshace… Pero por más que miro y miro por los
cristales, a un lado del coche y al otro, apenas queda nieve en el arcén. Brilla
el sol sobre el asfalto. Mi madre me mira por el retrovisor. No sé dónde hay
más decepción, si en sus ojos o en los míos, y dice en voz alta “Parecen haber
desaparecido para siempre las huellas del invierno…”. “Mejor” contesta veloz mi
hermana, bailando los pies sobre el salpicadero al son de la música. Mi
descarada, mi cruel hermana, que descubrió el alcance de una bien interpretada
mentira en la cena del día que nos hundimos en la nieve, hasta las rodillas
ella, y yo casi hasta el ombligo.
Rocío Díaz Gómez
ACTA DEL FALLO DEL I CONCUSO LITERARIO DE CUENTO CORTO
“MADRID SKY”
En Madrid, a las 21 horas del día 25 de Junio de 2014, se reúne el Jurado, que previamente seleccionó a los diez finalistas del concurso mencionado, para fallar los premios.
El Jurado ha estado compuesto por:
“MADRID SKY”
En Madrid, a las 21 horas del día 25 de Junio de 2014, se reúne el Jurado, que previamente seleccionó a los diez finalistas del concurso mencionado, para fallar los premios.
El Jurado ha estado compuesto por:
Dª Isabel Martín Cordero.
Dª Juan Mª Muñoz Cano.
Dª Carmen Marzo Calleja.
Dª Juan Mª Muñoz Cano.
Dª Carmen Marzo Calleja.
El Jurado deja constancia de:
1º Que de los 235 cuentos cortos presentados a concurso procedentes de todas las Comunidades Autónomas del Estado Español y de países hispanoamericanos, seleccionó previamente los siguientes cuentos finalistas, un total de diez, que cumplen todos los requisitos de las bases del concurso:
1º Que de los 235 cuentos cortos presentados a concurso procedentes de todas las Comunidades Autónomas del Estado Español y de países hispanoamericanos, seleccionó previamente los siguientes cuentos finalistas, un total de diez, que cumplen todos los requisitos de las bases del concurso:
- “Esquimales en New York” de Diego de la Fuente Alcocer
– “Incongruencia” de Gisela Martínez Ortiz
– “Un buen plan” de María Gracia Morales Jiménez
– “Polillas” de Luis Gabriel Casado Gómez
– “La habitación de pensar” de Alicia Pérez Gil
– “En un viaje” de Julia Viejo Sánchez
– “Desfasados” de Ángel Pontones Moreno
– “La calle de la Alegría” de Alejandro Sueiras Hernández
– “De estrellas y nubes rojas” de Patricia Jiménez López
– “Con nieve hasta el ombligo” de Rocío Díaz Gómez
– “Incongruencia” de Gisela Martínez Ortiz
– “Un buen plan” de María Gracia Morales Jiménez
– “Polillas” de Luis Gabriel Casado Gómez
– “La habitación de pensar” de Alicia Pérez Gil
– “En un viaje” de Julia Viejo Sánchez
– “Desfasados” de Ángel Pontones Moreno
– “La calle de la Alegría” de Alejandro Sueiras Hernández
– “De estrellas y nubes rojas” de Patricia Jiménez López
– “Con nieve hasta el ombligo” de Rocío Díaz Gómez
2º Que, tras acuerdo unánime, el jurado establece, siguiendo las pautas de las bases del concurso, que el
2º FINALISTA DEL CONCURSO es el cuento:
“Con nieve hasta el ombligo” de Rocío Díaz Gómez,
“Con nieve hasta el ombligo” de Rocío Díaz Gómez,
que el
1º FINALISTA DEL CONCURSO es el cuento
“Incongruencia” de Gisela Martínez Ortiz,
y que se concede el
1º FINALISTA DEL CONCURSO es el cuento
“Incongruencia” de Gisela Martínez Ortiz,
y que se concede el
1º PREMIO al cuento
“En un viaje” de Julia Viejo Sánchez
Finalizada la reunión, se levanta acta con la conformidad de los
presentes. El fallo se dará a conocer el día 26 de Junio de 2014, en el
acto de entrega de premios, en presencia de los finalistas y los
convocantes del premio: el grupo de escritores PRIMADUROVERALES.“En un viaje” de Julia Viejo Sánchez
Hola Rocío. Me ha entusiasmado tu relato, lleno de sobreentendidos, de metáforas, de esa crueldad adolescente que no tiene límites. Sin duda, te merecías el premio.
ResponderEliminarBravo, Rocio. No pude acudir al acto (en mi lugar fue Inma Querol) pero me comentan que fue una tarde especial en la que (como comentas) os hicieron sentir como en casa.
ResponderEliminarFelicitarte por el relato, lo recorre una línea de angustia malsana que no deja dejar (valga la redundancia) de leerlo. Felicitarte también por el premio. Muy merecido.
ÁNGEL PONTONES MORENO
Bravo, Rocio. No pude acudir al acto (en mi lugar fue Inma Querol) pero me comentan que fue una tarde especial en la que (como comentas) os hicieron sentir como en casa.
ResponderEliminarFelicitarte por el relato, lo recorre una línea de angustia malsana que no deja dejar (valga la redundancia) de leerlo. Felicitarte también por el premio. Muy merecido.
ÁNGEL PONTONES MORENO
¡Enhorabuena, campeona! Qué bonita esa entrega de premios que cuentas. Es muy reconfortante este tipo de cosas, ¿verdad? Y uno nunca se aburre de ellas. Como no nos cansamos de recibir el cariño, los abrazos y los besos de la gente que nos quiere.
ResponderEliminarMe alegro mucho, Rocío, un fuerte abrazo.
¡Hola Rocío! Tu cuento me gustó mucho allí leído en voz alta, pero ahora me ha gustado aún más. Las imágenes de la nieve, la crueldad y la inocencia de las hermanas...
ResponderEliminarYo también me lo pasé genial durante el acto. Nunca había estado en una entrega de premios hecha con tanto cariño.
Un beso!
¡Muchísimas gracias a todos por vuestros comentarios! Amparo me alegro de que te gustara, la adolescencia es muy pasional para lo bueno y para lo malo, y en las chicas comienza antes el revuelo... En cuánto a la forma es un ejercicio con una "metafora de situación". Sí, muchas gracias por tus palabras. Ángel, sí fue un acto que me gustó mucho, yo creo que te hubiera gustado de haber podido venir, pero estabas muy bien representado, eso también. Iñaki es que estuvo bien la entrega, de verdad que te hacían sentir muy bien. Julia enhorabuena otra vez, era curioso porque tu relato y el mío tenían algunas similitudes ¿verdad? una carretera, un coche, la infancia...Y claro me gustó mucho también el tuyo, lo veías un poco como yo.Muchas gracias por tu comentario, estamos de acuerdo porque es cierto que fue una entrega de premios donde nos trataron muy bien. Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Habeis sido muy amables. Besos, Rocío
ResponderEliminarPara nosotros fue un gustazo teneros "en casa". Los relatos finalistas son muy buenos, y es cierto que hay similitud en el de Julia y en el de Rocío. Se lo pusistéis muy difícil al jurado. Fue una tarde extraordinaria que intentaremos repetir, ceremos cómo encontramos los recursos. Lo iremos hablando a lo largo del curso. Esperamos contar con vuestro apoyo. Felicidades por el reconocimiento literario y por este magnifico blog.
ResponderEliminarGracias Manuel por tu visita y por tu comentario. Claro que nos hicisteis estar "como en casa". Tuvistes una buenísima idea cuando decidisteis invertir esos beneficios del libro en la literatura. Justicia poética. Gracias y espero que sí, que encontreis los recursos para poder repetir experiencias como éstas. Un saludo y gracias de nuevo.
ResponderEliminar