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lunes, 18 de enero de 2010

"Palabras para conjurar un día 13" Lectura en los Diablos Azules

Dice en la pág. 29 de El Principito de Antoine de Saint Exupéry:

"Las personas grandes aman las cifras. Cuando les habláis de un nuevo amigo, no os interrogan jamás sobre lo esencial. Jamás os dicen: "¿Cómo es el timbre de su voz? ¿Cuáles son los juegos que prefiere?¿Colecciona mariposas?". En cambio os preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?" Sólo entonces creen conocerle. ..."

El pasado miércoles por la noche, el día 13 de enero, quisimos recitar bajo la lluvia. Porque Madrid era un puro charco. Sin embargo, la vida palpitaba en cada gota que caía, en cada voz que se escuchó esa noche en Los Diablos Azules.


Me preguntan ¿Y qué tal estuvo? y yo intento explicar con palabras de "persona grande" cómo estuvo. Pero sé que por mucho que me explique, no van a sentir lo que yo sentí, no les puedo explicar ni el timbre de las voces, ni la intensidad que había en los huecos entre las palabras.

¿Cómo se cuenta el agradecimiento? Cómo uno puede transmitir ese sentimiento de dicha hacia las atenciones de los demás para con uno. No puedo contar lo agradecida que estuve a Sagrario del Peral por haber organizado esa lectura. No puedo contar lo agradecida que estuve a Los Diablos Azules por hacernos un hueco también azul en su apretada agenda de eventos literarios para que se escuchara nuestra voz.

¿Cómo se cuenta el orgullo? Cómo puede uno hacer que los demás entiendan lo orgullosa que estuve de los que leían conmigo. De los que leyeron antes que yo y de los que lo hicieron detrás. Como contar el orgullo de ser parte de ellos.

Al final Feli Martinez y Francisco José Sevilla, ambos muy buenos poetas, no pudieron acompañarnos. Fue una pena, la verdad.


Así que leyó en primer lugar Javier Díaz Gil, quién también hizo las veces de presentador, puesto que fue el primero en subir al pequeño escenario. Mejor que contároslo podéis escuchar su intervención en su blog:
http://javierdiazgil.blogspot.com/2010/01/poemas-leidos-en-diablos-azules-el-13.html



A continuación salió Carmen Frontera, una relatista de profundos cuentos, a la que también podéis seguir a través de su blog:
http://carmen-frontera.blogspot.com/


Después volvimos a la poesía de la mano de Celia Cañadas, que se estrenaba en ésto de recitar en público pero que lo hizo muy bien.


Le cedió el paso a Laura Nuño, que también nos recitó con esa experiencia que le da el haber escrito poesía a nuestro lado desde que era una cría de 13 años. Ahora a sus veintitantos da gusto la naturalidad con la que se desenvuelve al recitar.


Después le tocó el turno a Ana Delgado, una poeta de los pies a la cabeza, que nos recitó entre otros poemas ese "Elogio a la miopía" que a mí me gusta tanto. Podeis seguirla también en su blog:
http://enreverso.blogspot.com/


Ana me cedió su sitio en el escenario y yo intenté que el público sonriera con uno de mis relatos más distendidos.


Al bajar yo, llamé a Sagrario del Peral. Curtida ya en muchas lecturas en público, Sagrario, caótica y mágica, sabe recitar con naturalidad y sentimiento. Y te atrapa con su voz de Blancanieves.

Y por último recitó Oscar Aguado, a quién no conocíamos personalmente aunque Sagrario nos había hablado ya de él. Me gustó su afabilidad, el tono cotidiano de su forma de escribir. Me hirieron "los puñales" con que terminó.

No me gustaría olvidar nada de aquella noche. Porque sentí esa dicha que solo da la literatura.

¿Pero cómo contar el agradecimiento y el orgullo?

¿Cómo contar lo que se siente cuando alguien espontaneamente sonríe ante algo que tú has escrito? ¿Cómo se cuenta el silencio expectante ante tus próximas palabras? ¿Cómo se cuenta lo que se siente cuando alguien te aplaude y sientes que lo hace de verdad?


Gracias otra vez a Sagrario que nos llevó a los Diablos Azules. Gracias a los Diablos Azules que nos dejó una noche de miércoles lluviosa. Gracias a Javier Díaz que siento como mi amigo de recitales y letras. Gracias a los que nos acompañaron y aplaudieron. Gracias a los que quisieron pasar esa noche con nosotros. Gracias a mi hermano Alberto que me dice "muy bien, muy bien sister" en voz baja, cuando después de leer vuelvo a sentarme. Y gracias a Ana Nieto que venció la pereza y la humedad y estuvo también con nosotros.

No sé contarlo de otra forma. Algo así fué... pero aún mejor.

10 comentarios:

  1. Estupenda crónica de la tarde, Rocío. Y qué bien lo pasé.
    Besos y a repetir.
    Ana

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  2. Pero que bien cuentas las cosas cuñada!! Ya sabes que lo nuestro no son los recitales líricos... pero ahora y después de leer tu estupenda crónica, me da rabia no haber ido!! La próxima procura que no coincida con la hora de los baños de los niños!!
    Un beso

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  3. Me alegro que te guste la crónica Ana, como tú dices. Yo también lo pasé muy bien, me gustó mucha la experiencia. Me alegro que tú también disfrutaras y ojalá que lo podamos repetir muchas veces, y aprovecho para darte las gracias por la presentación que me hiciste, que luego se me pasó decírtelo. Leyendo tú antes que yo, tenía el listón muy, muy alto... Gracias por el comentario, un beso, Rocío

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  4. Nines, muchas gracias por pensar que lo he podido contar bien y sobre todo por decímelo. Habrá más ocasiones, espero, que leeremos o leeré, y ver si para entonces ya no coincide con "los baños". La pregunta es: a estas alturas de la vida ¿Quién baña a quién...? Un besooo

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  5. Gracias a ti Rocío.
    Tenerte en un recital siempre es un regalo y un seguro de éxito.
    Qué bien estuvo, tenemos qu erepetir.

    Un beso
    Javier

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  6. si me hubieras dicho esto con tiempo a lo mejor pudiera haber ido a verte Rocio
    Puede...


    David

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  7. Gracias javier por el seguro de éxito. Muchas gracias. Y claro que tenemos que repetir, yo encantada. Cuando quieras. Un beso, Rocío

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  8. Pero David ¿A tí te hubiera gustado venir? Imaginaba que esto a tí te parecería un rollo patatero. No tenía ni idea. Pero tú no te preocupes que para la próxima yo te lo digo. Ya verás como sí. Un beso, Rocío

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  9. Llego un poquito tarde, pero más vale tarde... Me gustó mucho veros, me reí a rabiar contigo, descubriendo tu faceta de narradora. Me encantó tu cuento. Y me gustó mucho salir de los blogs por un ratito, ser personitas de carne y hueso, jaja. Espero que se repita pronto. Y de nada por tus gracias, con foto y todo. Y hace tiempo tenía ganas de escribirte. Un abrazo, guapa.

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  10. Hay que dar las gracias. Siempre. La presencia de los demás, la compañía, es un regalo. Precioso. Gracias por el comentario, por estar,por salir del blog para coincidir. Un beso reportera Ana, Rocío

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