Ayer fui a la lectura que hizo Javier Díaz en Getafe de “Regresar a Chile”. Allí nos juntamos varios compañeros de la tertulia del Café Galdós, amigos, compañeros de la ONG Balanza de Cristal y otros allegados. No éramos un grupo numeroso, pero sí los suficientes para formar un auditorio escogido. Javier se sentó entre nosotros e iba leyendo en voz alta sus poemas a la vez que iban pasando las diapositivas. Quedaba muy bien así, porque solo te llegaba la voz del poeta posándose ligera sobre la imagen. Con esa mezcla creo que ayer todos estuvimos entre las calles de Santiago, en la Patagonia, en Los Lagos, en el desierto de Atacama que cantaba Víctor Manuel.
Después para terminar de una forma más lúdica, nos leyó toda la serie de poemas breves que le tienen de un tiempo a esta parte robada la voluntad y que hablan de fantasmas y ángeles. Me gustan mucho. Tienen un tono irónico y a la vez profundo que hacen que cuatro palabras tengan el poder de dejarte pensando un largo rato. Seguro que algún día formaran un libro muy interesante.
Y cómo no tengo aquí ninguno de sus poemas de ayer para poder dejaros en la boca la sensación que yo tuve allí, os voy a dejar otro de sus poemas. No lo leyó ayer, pero va de cuentos y a mí me gusta mucho.
Cuéntame un cuento
que acabe bien,
un cuento que regrese al agua.
Un cuento de princesas
y leones
que saben de lucha
y de tristeza.
Un cuento que acabe
-para poder dormir-
con delfines que saltan
sobre la blanca espuma
de las olas.
Mayo del 2007
© Javier DIAZ GIL
Después para terminar de una forma más lúdica, nos leyó toda la serie de poemas breves que le tienen de un tiempo a esta parte robada la voluntad y que hablan de fantasmas y ángeles. Me gustan mucho. Tienen un tono irónico y a la vez profundo que hacen que cuatro palabras tengan el poder de dejarte pensando un largo rato. Seguro que algún día formaran un libro muy interesante.
Y cómo no tengo aquí ninguno de sus poemas de ayer para poder dejaros en la boca la sensación que yo tuve allí, os voy a dejar otro de sus poemas. No lo leyó ayer, pero va de cuentos y a mí me gusta mucho.
Cuéntame un cuento
que acabe bien,
un cuento que regrese al agua.
Un cuento de princesas
y leones
que saben de lucha
y de tristeza.
Un cuento que acabe
-para poder dormir-
con delfines que saltan
sobre la blanca espuma
de las olas.
Mayo del 2007
© Javier DIAZ GIL
Gracias Ro por el comentario de la lectura.
ResponderEliminarUn beso
Javier