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miércoles, 2 de enero de 2013

¿Por qué "cocodrilo" y no "cocreta"? Un artículo del Instituto Cervantes




¡¡Ahora resulta que llevamos siglos diciendo "cocodrilo" y en realidad lo más culto sería decir "crocodilo"!! Y la culpa la tiene la "metátesis". ¿Que qué es la metátesis? ¿No me digais que no lo sabíais? Con la cantidad de veces al día que utilizamos la palabra "metátesis"...

Es broma. Yo acabo de conocer la palabra: "Metátesis". Cómo acabo de conocer que llevamos siglos diciendo mal "cocodrilo"...  Pero es que "crocodilo" qué mal suena ¿verdad? Pues así los dicen los franceses y los ingleses... Porque así colocada venía la "r" desde el latín... Qué cosas.

Bueno pues es lo primero que he aprendido este año...

Leed, leed...


Por qué cocodrilo y no cocreta?

Por Pedro Álvarez de Miranda


Cierto interlocutor se me mostraba hace poco extrañado, y hasta escandalizado, por el hecho de que el diccionario de la Academia recoja las formas almóndiga y almondiguilla, remitiendo para ellas, en las definiciones, a albóndiga y albondiguilla, respectivamente. Las explicaciones parcialmente justificativas que le ofrecí —almóndiga y almondiguilla son variantes históricas bien documentadas de las formas etimológicas con -b-, y harto conocido el trueque de esa consonante bilabial por la también bilabial m— no parecieron convencerle, ni siquiera aunque le recordara el caso de vagabundo y vagamundo (con mutación fonética apoyada además en la etimología popular) y añadiera, para su tranquilidad, que el Diccionario panhispánico de dudas de la misma institución desaconseja expresamente el empleo de almóndiga por ser propio «del habla popular de algunas zonas».

«Ya solo falta», se lamentaba mi amigo, sin salir del terreno culinario, «que la Academia recoja cocreta». Reprimí las ganas de decirle que, sin pretender yo en absoluto que semejante cosa ocurra, un diccionario históricamente descriptivo debería sin la menor vacilación hacerse eco también de la existencia de esa variante del nombre del delicioso bocado, variante hoy considerada tan irremediablemente vulgar.

Produce un cierto regocijo que las mismas personas que descargan toda su santa ira contra cocreta estén siendo «víctimas» inconscientes de una idéntica confusión cuando utilizan la palabra cocodrilo. Pues cocodrilo, en efecto, era en latín crocodilus, y esa -r- sigue en su sitio tanto en francés (crocodile) como en inglés (crocodile; se escribe igual que en francés, pero naturalmente se pronuncia de otro modo), mientras que en italiano (coccodrillo), como en español, ha saltado dos sílabas hacia delante. La tendencia a dar ese salto, llamado metátesis, existió, en realidad, ya en el latín mismo, cocodril(l)us, y también en francés e inglés se documentan formas con -r- en la tercera sílaba. A la inversa, hay ejemplos españoles e italianos antiguos de crocodilo, crocodillo. Lo que la norma culta pudo en las lenguas de Molière o Shakespeare —o en la de Camões, por cierto— no lo consiguió en las de Dante o Cervantes. Qué se le va a hacer. No tiene mayor importancia.

Lo que quiero decir es que mostrar casos como este ayuda a relativizar las cosas; o, dicho de otro modo, que iluminar los problemas desde la historia de la lengua debería llevar a la convicción de que no merece la pena rasgarse las vestiduras por casi nada.

Ya que estamos con croqueta, digamos algo de la historia de este galicismo (francés croquette). El primer texto en que documentamos la palabra es una carta de Moratín escrita en París el 24 de mayo de 1819: «Unas veces callando y hablando otras, y siempre engullendo ricas croquetas, pureas, fricandoes y ragúes». En un poema de don Leandro escrito por las mismas fechas leemos: «Perdices y tocino, / croquetas y pichón, / ternera, pavo y vino / será mi colación». Y de nuevo en una carta, dos años posterior y remitida esta vez desde Barcelona: «Hoy como en villa, y me han prometido croquetas».

En 1869 la palabra entró en el diccionario académico, al que se había adelantado, recogiéndola, el de Domínguez (1846). Pero lo verdaderamente interesante para nuestro propósito es que resulta fácil documentar la forma con metátesis, «cocreta», en numerosos textos impresos del siglo xix (menos ya en el xx, salvo por broma o con deliberada intención de reflejar un modo de hablar). Cierto que en el Diario de Avisos de Madrid correspondiente a diversas fechas de 1830 y 1831 se anuncia que en «la hostería nueva de la Aurora, calle de Toledo» se despacha «frito de croquetas» a dos reales y medio. Pero antes, el 8 de diciembre de 1827, el mismo periódico había anunciado que «en la acreditada bollería de Herman y compañía», en la calle de Tudescos, podían comprarse «cocretas de varias clases». En libros de cocina decimonónicos, como el Nuevo arte de cocina, el más completo que ha visto la luz pública (1864), La gran economía de las familias. Arte de arreglar y componer lo sobrante de las comidas de un día para otro (1869) o El libro de las familias. Novísimo manual práctico de cocina española, francesa y americana (varias ediciones) se enseña a hacer «cocretas», aunque en el último de los citados alternan esa forma y la correcta, «croquetas». El traductor de las Memorias de Víctor Hugo, por un testigo de su vida (1863), Nemesio Fernández Cuesta (lexicógrafo, por más señas, autor de diccionarios bilingües hispano-franceses), no tiene empacho en escribir «cocretas» —¿o será lapsus del editor?— donde el texto francés decía «croquette». («Agotaba la imaginación de su cocinero, haciéndole inventar nuevos guisos de patata. Estas tomaban mil formas, y cada plato era una sorpresa. Se servía una chuleta, era de patatas; un pescado, era de patatas; cocretas, siempre de patatas». Texto francés: «Il épuisait l’imagination de son cuisinier à inventer aux parmentières des assaisonnements et des aspects variés. La parmentière prenait toutes les formes, et chaque plat était une surprise. On vous servait une côtelette: c’étaient des pommes de terre; un poisson: c’étaient des pommes de terre; une croquette de riz: toujours des pommes de terre»).

Hubo, en suma, una relativa pugna, o si se quiere un conato de contienda, entre croqueta y cocreta, que se saldó con el triunfo de la primera. La presión del habla educada hizo su trabajo. Pero téngase en cuenta, al menos como posibilidad teórica, que podría haber triunfado la segunda, del mismo modo que la forma más culta crocodilo no pudo con cocodrilo, o así como crebar (latín crepare) sucumbió ante quebrar.
En una comedia de los Quintero, La musa loca (1905), un personaje comenta que «un ministro que ya es académico de la lengua dice a por y dice riyéndose». A continuación de lo cual se establece el siguiente diálogo:
Cabra: Pues un gobernador de provincia, protector mío, que en paz descanse, a las cocretas las llamaba croquetas.
D. Abel: Y las llamaba bien.
Cabra: ¿Bien? ¿Pero no son cocretas?
D. Abel: No señor.
Cabra: Pues es un error en que llevo cincuenta años.
Urrutia: Y..., y mi portera con usted
Pobre hombre. ¿Le consolaría saber que en otros, como el de cocodrilo o el de quebrar, llevamos todos varios siglos?

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lunes, 3 de diciembre de 2012

La primera persona del verbo "Saber"




"Acabo de bañarme en el mar y a sal."

¿Qué me decís de esta frase que os acabo de copiar?

¿Es correcta?

Ya, ya, rara sí es.

Pero ¿Correcta o incorrecta?


Pues parece ser que es correcta. Acabo de aprender algo nuevo, que no sabía... O si lo sabía, no sabía que lo sabía...

Dice la RAE: "La primera persona del verbo saber es "sé", en todos sus sentidos. Por ejemplo: Acabo de bañarme en el mar y a sal."

Pero la verdad, a mí me sigue pareciendo raro... Claro que si lo dice la RAE...

saber1.
(Del lat. sapĕre).
1. tr. Conocer algo, o tener noticia o conocimiento de ello. Supe que se había casado. No sé ir a su casa.
2. tr. Ser docto en algo. Sabe geometría.
3. tr. Tener habilidad para algo, o estar instruido y diestro en un arte o facultad. Sabe nadar. Sabe inglés.
4. intr. Estar informado de la existencia, paradero o estado de alguien o de algo. ¿Qué sabes de tu amigo? Hace un mes que no sé de mi hermano.
5. intr. Ser muy sagaz y advertido.
6. intr. Dicho de una cosa: Tener sabor.
7. intr. Dicho de una cosa: Agradar o desagradar.


Presente Indicativo del verbo Saber

sabes / sabés
sabe
sabemos
sabéis / saben
saben

viernes, 7 de septiembre de 2012

"Escasa afluencia" es una contradicción

Afluencia masiva de bañistas a la playa catalana de la Villa Olímpica (Barcelona, 24/8/2012).

 


Hace días que quería hablaros de ésta expresión: "Escasa afluencia".

Leí en la página de la Fundeu (Fundación del Español Urgente de la Agencia EFE) que es erronea... Nunca me había detenido a pensar si era correcto o no, porque es cierto que se utiliza mucho, sobre todo en los informativos.

Pues ya veis, no está bien dicho. ¿Lo sabiais?

Os dejo con la explicación.

escasa afluencia es una contradicción

30/08/2012
Foto: © Archivo Efe / Toni Garriga


El término afluencia se refiere a la concurrencia en gran número de personas o cosas a un lugar o sitio determinado, por lo que no son adecuadas expresiones como poca afluenciaescasa afluencia.

Así, en frases como «Un estudio determina cuáles son los centros con escasa afluencia en esa franja horaria» y en «Se comprobó que la escasa afluencia de viajeros y de mercancías no hacían rentables las líneas de ferrocarril», lo recomendable hubiera sido utilizar términos como asistencia o concurrencia, que no tienen ese matiz.

Sí es apropiado usar afluencia, sin embargo, en titulares como «Once embarcaciones limpian a diario la costa en los meses de máxima afluencia de bañistas» o «Las calles de la fiesta recuperan la alegría perdida con una afluencia masiva».

martes, 29 de mayo de 2012

Los signos de puntuación



 El otro día tropecé con este escrito, donde de forma muy curioso se hablaba de lo importante que son los signos de puntuación. Quizás ya lo habréis leído alguna vez, pero bueno no está mal refrescar la memoria...

Es muy ilustrativo.


El testamento sin signos de puntuación

Cuéntase de un señor que, por ignorancia o malicia, dejó al morir el siguiente escrito, falto de todo signo de puntuación:

Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás se pagará la cuenta al sastre nunca de ningún modo para los jesuitas todo lo dicho es mi deseo

Se dio lectura del documento a las personas aludidas en él, y cada cual se atribuía la preferencia. Mas a fin de resolver estas dudas, acordaron que cada una presentara el escrito corriente con los signos de puntuación cuya falta motivaba la discordia. 

Y, en efecto, el sobrino Juan lo presentó de esta forma:

Dejo mis bienes a mi sobrino Juan, no a mi hermano Luis. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.

Como puede verse, el favorecido resultaba ser Juan.

Pero no conformándose el hermano Luis, este lo arregló así:

¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No: a mi hermano Luis. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.

El sastre, a su vez, justificó su reclamación como sigue:

¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. Se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.

De este modo, el sastre intentó cobrar su cuenta; pero se interpusieron los jesuitas, reclamando toda la herencia, y sosteniendo que la verdadera interpretación del escrito era esta:

¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. ¿Se pagará la cuenta al sastre? Nunca, de ningún modo. Para los jesuitas todo. Lo dicho es mi deseo.

Esta lectura motivó gran escándalo entre los concurrentes y, para poner orden, acudió la autoridad. Esta consiguió restablecer la calma, y después de examinar el escrito, objeto de la cuestión, exclamó en tono severo:

-Señores: aquí se trata de cometer un fraude. El finado no ha testado y, por tanto, la herencia pertenece al Estado, según las leyes en vigor. Así lo prueba esta verdadera interpretación:

¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco. Jamás se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.

En su virtud, y no resultando herederos para esta herencia, yo, el Juez …, etc., etc., me incauto de ella en nombre del Estado. Queda terminado este asunto”.

Conclusión: El uso de los signos de puntuación viene determinado por el sentido de las frases y es necesario usar los que en cada caso convengan y precisamente donde convengan.

lunes, 31 de octubre de 2011

Las esquelas, los eufemismos y la muerte en estos días "tan señalados"...



Coincidiendo con el Día de todos los santos y el de los difuntos, nosotros vamos a lo nuestro y ya que estamos aprovechamos para recordar "los eufemismos", tan usuales cuando hablamos de la muerte.

Recordamos primero que era aquello del eufemismo. Dice el diccionario de la Real Academia:

eufemismo.

(Del lat. euphemismus, y este del gr. εὐφημισμός).
1. m. Manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante.







   

Cuando hablamos de la muerte, solemos utilizar los eufemismos para suavizar un poco la cuestión. Os quería dejar con un fragmento de un estudio muy ameno sobre las esquelas con el que tropecé un poco por causalidad:



La muerte mensajera
Las esquelas de defunción como elemento informativo Dr. Bernardino M. Hernando
Profesor Titular de Periodismo
UCM


Os dejo con el fragmento que os comentaba sobre los eufemismos. A ver que os parece...





MORIR: SUS EUFEMISMOS Y PRECISIONES


En la inmensa mayoría de las esquelas se emplea, para indicar la muerte, el verbo "fallecer", que viene a ser el verbo oficial, el que las empresas funerarias tienen siempre a mano. "Fallecer", el anticuado "fallir", del latín fallere (engañar, quedar inadvertido, faltar...) es, al fin y al cabo, un eufemismo de morir. Y ya se sabe lo que se necesitan los eufemismos en estos trances de la muerte.

Con alguna frecuencia, el verbo fallecer va apoyado por un adverbio de modo o su equivalente modo adverbial que matiza el hecho de la muerte (cristianamente, en accidente,... Como el verbo "morir", mucho menos empleado, puede ir suavizado con algún adverbio (serenamente...). En algún caso el eufemismo de fallecer se vuelca sobre un disfemismo inesperado (víctima indefensa de un vil y brutal asesinato, brutalmente asesinada, vilmente asesinada...)

La necesidad de ubicar el fallecimiento para mejor información puede estar teñida de algún interés reivindicativo (... en el suceso del restaurante El Descanso (1985),... en el quirófano de cardiología del Hospital Clínico de...) o valorativo (Sexto Aniversario. José Manuel González-Valcárcel, doctor arquitecto... falleció en el Teatro Real de Madrid, llevando la dirección de la obra, el día 29 de enero de 1992. El País, 29-I-1998)

Las fuertes convicciones religiosas disponen de una amplia gama de eufemismos ( que lo son sin que ello suponga poner en duda tales convicciones): volvió al Padre, murió y resucitó, nació para morir –murió para vivir, se durmió en la paz del Señor, descansó en la paz del Señor, terminó su vida mortal, nos dejó para irse al cielo, el Padre Dios lo llamó a la vida, fue al encuentro del Padre...

En esquelas de sacerdotes y religiosos suele haber un cierto barroquismo teológico muy representativo de estilos eclesiales. La esquela del sacerdote, conocido escritor y teólogo, Carlos Castro Cubells, rezaba: ...nacido en Madrid el 22 de mayo de 1921. Sacerdote desde el 17 de mayo, Domingo de Pascua, de 1954 ha sido acogido en la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo el día 6 de junio de 1998 víspera de la Santísima Trinidad...

Los Padres Escolapios parecen tener un modelo de enunciados para sus sacerdotes en el que sólo cambian los años del difunto: Ha culminado la ofrenda de su vida a Dios, llegando a la casa del Padre a la edad de (...), después de dedicar su vida sacerdotal a la educación cristiana de la juventud, siguiendo el ejemplo de San José de Calasanz en las Escuelas Pías. Al menos, esta es la fórmula empleada en varias ocasiones (ABC, 30-VIII-1984; 23 –IX-1984...)

También hay seglares cuyos eufemismos religiosos tienen un cierto peso de barroquismo teológico: Laura Jiménez Abascal... nos ha regalado setenta y dos años magníficos de amor y bondad. Ha vivido en la fe de Cristo y ha fallecido el 2 de Abril en la confianza de volvernos a encontrar en la Casa del Señor. Su esposo... hijos (etc.) (ABC, 3-IV-2001)

Otros modos, inapropiados para convertirse en fórmulas, reflejan peculiaridades o circunstancias tanto de los difuntos como de los redactores de sus esquelas: murieron bajo la nieve en Candanchú (El País, 23-I-1985), Juan Antón, mago, ya no está con nosotros; Hace un año Teresa nos dejó; Requeté hasta su muerte y voluntario de la Cruzada milita junto a Cristo Rey (ABC, 29-II-1984; 27-IX-1985 y 30-IX-1995)

Entre los cientos de esquelas manejadas para este trabajo sólo hemos encontrado una que se refiera de modo directo y expreso a la enfermedad que, sin embargo, es causa de la mayoría de las muertes: Pepón Coromina Farreny ha fallecido de cáncer a los 41 años... (El País, 25-26-XII-1987).


Para finalizar por si os interesa todo el artículo os dejo con el vínculo:



Las tres fotos de esta entrada las hice este verano. La del principio de la entrada es de Croacia, y las dos últimas son de Sicilia. Me llamaban la atención. Aquí en España no sé si todavía en algunos pueblos se siguen poniendo las esquelas por la calle, desde luego en Madrid no se ven.








jueves, 26 de mayo de 2011

Hiperónimo e Hipónimo


Dos palabrotas bien gordas para el repaso de hoy.

¿Que significa "Hiperónimo"?

Hiper... algo grande ¿no? me direis. Y luego algo relacionado con el significado ¿no?

Efectivamente!!

Hiperónimo.


1. m. Ling. Palabra cuyo significado incluye al de otra u otras; p. ej., pájaro respecto a jilguero y gorrión.
 
O animal con respecto a perro, gato, vaca... O "mueble" con "silla"...
 
 
 
Y entonces ¿Que significa "Hipónimo"?
 
Pues lo contrario ¿No?
 
 
Hipónimo.

1. m. Ling. Palabra cuyo significado está incluido en el de otra; p. ej., gorrión respecto a pájaro.
 
O "violín" con respecto a "instrumento músical". O "gato" con respecto a "animal". O "miércoles" respecto de "día" ...
 
 
 
Bueno, pues a ver si no se nos olvida...

lunes, 9 de mayo de 2011

"De arriba abajo"



El otro día la Fundeu (la Fundación de Español Urgente de la Agencia Efe) dijo que era incorrecto decir "De arriba a abajo".

¿Sí? pensé yo. Pues yo siempre digo "De arriba a abajo"...

Ésto es exactamente lo que ellos decían:

 "Según el Diccionario panhispánico de dudas, la expresión correcta es de arriba abajo, y no de arriba a abajo.

Por lo tanto, en los ejemplos citados, lo apropiado hubiera sido escribir: «Quienes se trabajan el Everest de arriba abajo son los sherpas»; «No dudará en cambiar su filosofía de programación de arriba abajo»; «Cinco de las asistentes iban cubiertas de arriba abajo con un traje elaborado íntegramente con décimos de lotería»."


Pero yo no entendía por qué no se podía decir "De arriba a abajo" así que se lo consulté.

Y la verdad es que rápidamente me han contestado. Y me dicen que es por la preposición "a". Que con otras preposiciones de movimiento sí es correcto.

Bueno, pues una cosa más que no sabíamos y ahora sabemos ¿No?

Os dejo aquí con la contestación.



En respuesta a su consulta: "De arriba abajo"



Estimada señora Díaz:

Arriba y abajo son adverbios de lugar que pueden ir precedidos de diversas preposiciones que denotan movimiento o aproximación: de arriba, hacia arriba, por arriba, desde abajo, hasta abajo... De estas preposiciones se exceptúa a. No se dice «Llegó a arriba», «De abajo a arriba», «De arriba a abajo», sino «Llegó arriba», «De abajo arriba», «De arriba abajo».
Saludos cordiales.


viernes, 15 de abril de 2011

Oxímoron y Antítesis

Chema Madoz tiene muchas obras que podrían ser un oxímoron


¿Tú, que me lees, creerías que te están insultando
si alguien te llama "oxímoron"?

"Oxímoron, más que oxímoron..."


Hace mucho tiempo que no decimos "palabrotas", así que he pensado que como es viernes vamos a soltarnos un poco... ¿Es oxímoron un insulto? ¿Algo malsonante? ¿O simplemente una palabra rara, poco oída?

Efectivamente no es un insulto. Oxímoron es una figura retórica, basada en la oposición de palabras contrarias. Sí, algo parecida a la antítesis, pero con un matiz diferente.


¿Que nos dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua?



Oxímoron.

(Del gr. ὀξύμωρον).

1. m. Ret. Combinación en una misma estructura sintáctica de dos palabras o expresiones de significado opuesto, que originan un nuevo sentido; p. ej., un silencio atronador.


Antítesis.

(Del lat. antithĕsis, y este del gr. ἀντίθεσις, de ἀντί, contra, y θέσις, posición).

1. f. Fil. Oposición o contrariedad de dos juicios o afirmaciones.

2. f. Ret. Figura que consiste en contraponer una frase o una palabra a otra de significación contraria.

3. f. Persona o cosa enteramente opuesta en sus condiciones a otra.


Por ejemplo:“Es tan corto el amor, y tan largo el olvido” (Pablo Neruda); “Cuando quiero llorar, no lloro... / y a veces lloro sin querer...” (Rubén Darío); “los propios y los ajenos” (Lope de Vega)

 
 
Son parecidos oxímoron y antítesis. Ambos se basan en la oposición de palabras contrarias.

Pero, en el oxímoron son palabras con significado contrario dentro de la misma estructura sintáctica, pero al unirlas dan lugar a un nuevo significado que trasciende el de cada una de esas palabras por separado.

Por ejemplo: “estruendoso silencio”, “calma tensa”.´¡Oh desmayo dichoso!/¡Oh muerte que das vida! ¡Oh dulce olvido!` (Fray Luis de León)


En el caso de la antítesis, las palabras u oraciones contrapuestas no encierran en sí una contradicción, no generan incoherencia, simplemente se unen y se refuerza el significado de la segunda: ´ Yo velo cuando tu duermes, yo lloro cuando cantas...` (Quijote II, 68).  Jack Kennedy: “No preguntes qué puede hacer el país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país”.


Estas figuras aparecieron mucho en la Mística, en el Barroco, en el Romanticismo... donde existía un predominio de las emociones.




martes, 28 de julio de 2009

Otro ejercicio de Léxico para el verano


Siguiendo unos ejercicios que estuvimos viendo en el último curso de Manual de Estilo del Lenguaje al que asistí, os dejo con uno sobre definiciones de una palabra. Vamos a repasar. Las soluciones están al final del ejercicio.


Elige la definición que creas correcta:

Asequible
a) Persona que tiene fácil y buen trato.
b) Aquello que se puede adquirir, conseguir o alcanzar.
c) Objeto o elemento que es fácil de asir o coger.
d) No significa nada.

Exhaustivo:
a) Minucioso, amplio, prolijo.
b) Que cansa o agota.
c) Que lo dice todo, que apura o agota por completo.
d) No significa nada

Inédito:
a) Cosa insólita, sinónimo de inaudito.
b) No significa nada.
c) Suceso extraordinario.
d) Que no se ha editado o publicado.

Proclive
a) Que tiende o es propenso a algo, frecuentemente a lo malo.
b) Que propugna o defiende algo.
c) Que tiene debilidad enfermiza por algo.
d) No significa nada.

Interfecto:
a) Persona de quién se habla o a la que se alude.
b) Muerto violentamente, especialmente si es víctima de una acción delictiva.
c) Persona que sirve de referencia en una comparación.
d) No significa nada.

Cerúleo
a) De color azul
b) Ungüento que contiene aceite y cera.
c) Del color de la cera.
d) No significa nada.

Enervar
a) Soliviantar
b) Poner nervioso
c) Debilitar, quitar las fuerzas
d) No significa nada.

Deleznable
a) Repudiable
b) Que se deshace con facilidad.
c) De poco valor
d) Repugnante

Eximio
a) Exiguo
b) Insuficiente
c) Muy ilustre
d) No significa nada




Soluciones:

Asequible:

b) Aquello que se puede adquirir, conseguir o alcanzar.


Exhaustivo

c) Que lo dice todo, que apura o agota por completo.

No es la “a” porque los adjetivos de esa opción admiten gradaciones, y este adjetivo lo dice todo.



Inédito:

d) Que no se ha editado o publicado.


Proclive:

a) Que tiende o es propenso a algo, frecuentemente a lo malo.

Es un adjetivo que debe utilizarse para connotar cosas malas.


Interfecto:

b) Muerto violentamente, especialmente si es víctima de una acción delictiva.

Con esa palabra ha ocurrido un “desplazamiento semántico” hacia la definición “a” pero es la b. Es un muerto violento, viene de “interficio”: matar.


Cerúleo:

a) de color azul.

Si fuera del color de la cera sería “cereo”.


Enervar:

b) y c) Ambas son correctas


Deleznable:

b) y c) Ambas son correctas. A la “c” se ha llegado por un desplazamiento semántico.


Eximio:

c) Muy ilustre