La segunda exposición de PHotoEspaña que no podía ni quería perderme era la de Chema Madoz en la Sala Alcalá 31:
Chema Madoz 2008-2014 Las reglas del juego
Procuro no perderme ninguna exposición de él. La última fue en la Galería Elvira González de Madrid y la anterior en la Moriarty, también de Madrid. Hay de cada una de ellas reseña en las entradas de este blog.
Por supuesto en este caso había algunas fotografías que ya he visto anteriormente, pero da gusto volverlas a ver. Y de todos modos al ser una retrospectiva de los últimos seis años es una muestra más grande: La colección son 124 fotografías en blanco y negro.
Están ordenadas por series y tamaños.
Me gusta mucho su modo de ver el mundo. Nunca titula sus fotos, y hay veces que me gustaría saber cómo la hubiera titulado esa imagen en cuestión, aunque supongo que precisamente hubiera hecho eso: no titularla.
Es tan curioso cómo combina objetos tan cotidianos creando otro... Objetos como los relojes, los cubiertos, los libros, las cuchillas, las partituras, las palabras, los abrelatas... Objetos que de tan cotidianos son universales. Para después abrirnos a una nueva realidad que se descubre contemplando esa unión que él te ofrece. Los libera de su significado y nos regala otro. Me gustan especialmente los que forma a partir de libros y escrituras, porque crea imágenes absolutamente poéticas.
Chema Madoz persigue la sencillez, la simplificación, elevando a los objetos por encima de su utilidad.
Hasta el 2 de agosto de 2015 podéis ver esta exposición, yo os la recomiendo, no os la perdais.